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El último viaje de Jack por Izuspp

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Notas del fanfic:

Semi AU:
-Ubicado después de finalizar la 5ta temporada de Samurai Jack.
-La época de Johnny es en los años 2010s ya que no me siento capaz de escribir ambientada en la época en la que se desarrolla la historia de Johnny (según Wikipedia los 50s)
-En este fic Suzy es adolescente y no niña, porque sinceramente me cae mal jaja (¿a quien no?) supongamos que de adolescente ya maduró un poco jaja (Igual es un personaje secundario)
Disclaimer (no sé por qué es necesario esto pero en fin…): Johnny Bravo fue creado por Van Partible, Samurai Jack por Genndy Tartakovsky y la pareja “SamuraiBravo” fue creada por la genial artista c2ndy2c1d a quien pueden encontrar en Tumblr.
He venido siguiendo a esta artista por años desde que creó la pareja Kevedd (Kevin x Edd del show Ed, Edd & Eddy) luego de haberle vendido mi alma por esa pareja, se le ocurrió crear SamuraiBravo, debido a un corto que pasaban en Cartoon Network hace muchos años, en donde Johnny y Jack se conocen en una lavandería.
Simplemente quedé loca con esta pareja, los dos se ven demasiado hermosos juntos y siento que sus personalidades se complementan bastante bien. Se me ocurrió que quería escribir un fic, pero como había estado ocupada con mis otros fics, no le di mucha bola al asunto. Hace como dos años, leí el único fic de esta pareja que he leído: “Destinos Encontrados” por LoretoW (a quien pueden encontrar en wattpad y fanfiction). Lo amé, su devoción por esta pareja simplemente me dejó llena de admiración y me inspiró para querer con más fuerza escribir mi propio fic. Ella me agregó a un grupo de Face en donde pude ver los capítulos de Johnny por ese entonces, pero hasta este año (2018) me decidí a ver Jack.
Resulta que de niña nunca me gustó Jack jaja, no sé por qué. Entonces no estaba muy enterada del show pero agradezco haberlo visto bien hasta ahora, porque pude apreciar la calidad artística de esa serie. ¡Es una obra de arte! Los escenarios, la historia, las secuencias, el humor, la acción, el drama, el sufrimiento, hasta la música. ¡Todo es perfecto! En fin, si vieron la última temporada, sabrán que Jack nunca tuvo ese “final feliz cliché” que todos esperamos (aunque desde mi punto de vista no lo necesitó), así que ¿por qué no aprovechar mi capricho con esta pareja para dárselo?
También me gusta la idea de utilizar personajes de cartoons (por primera vez en mi vida) ya que me puedo dar el lujo de ser un poco menos realista y dejar huecos en la trama xD por lo general me preocupo mucho por eso, pero es un alivio no tener que hacerlo y simplemente escribir por el mero amor al arte…
Este fic será de capítulos cortos y serán pocos capítulos, la trama también es bastante simple, ¡pero espero que lo puedan disfrutar!

Era nuevamente esa época del año: primavera. Tiempo en el que los árboles se teñían de un alegre color rosa, en el que las personas parecían rebosar de alegría, en el que todo era próspero y esperanzador. Un año había pasado desde que el valiente príncipe de la nación, había logrado deshacerse de la maligna presencia de Aku, liberando al mundo del aterrador futuro que les esperaba. Gracias a la gran hazaña del hombre, los terribles sucesos de los que fue testigo por más de cincuenta años, jamás ocurrieron. La humanidad, jamás llegó a ser esclavizada; por tanto, nunca conocieron los horrores ni la desesperación de vivir bajo el cruel mandato de aquel demonio milenario.

Cuando era solo un niño, la primavera significaba alegría y diversión para el príncipe. Adoraba salir a al campo, plagado de aquel colorido rosa, con los animales jugueteando, las aves entonando hermosas melodías; todo rebosante de vitalidad. Sin embargo, esa primavera, le había traído de vuelta los pavorosos recuerdos de su realidad.

Durante más de cincuenta años, el príncipe padeció de las más viles torturas, tuvo que pasar las más crueles situaciones y las más duras pruebas. Ni una sola persona en todo el globo, fue o será, más valiente y poderoso que él. Se convirtió en leyenda en aquel futuro que en su presente, jamás ocurrió. El samurái, fue testigo de incontable sufrimiento y la pérdida de miles de vidas inocentes, a manos de aquel demonio. Y debido a esto, en su nueva realidad, los recuerdos y pesadillas de aquel horrible destino le perseguían constantemente.

Jack, como se hizo llamar luego de tantas décadas de usar ese nombre; logró triunfar ante el ruin Aku; pero aquella gran victoria no fue capaz de traerle paz ni a su mente, ni a su corazón. A pesar de que pudo liberar a sus padres y a las personas del mundo, de aquel destino terrible que les esperaba. Jack únicamente continuó recibiendo sufrimiento hasta el final de su viaje. Ya que, cuando pensaba que podría vivir felizmente, junto a la única persona que había amado en su vida, la desgracia de Aku cayó sobre él una vez más:

“Sin Aku, yo jamás pude haber existido.”

Fueron las últimas palabras de Ashi, antes de desaparecer en sus brazos. En ese momento, Jack no pudo hacer más que pensar en que, de una u otra manera, Aku únicamente le había traído desgracia a su vida, y en cierto modo, se había salido con la suya.

Ashi le había ayudado a recuperar el camino y sin ella, probablemente jamás hubiese podido derrotar a Aku. Para Jack la cruel ironía era demasiada: precisamente el ente que más despreciaba, fue quien le dio y le arrebató a su único amor.

A partir de ese día, a pesar de que el mundo podía vivir en paz si la amenaza de Aku, el corazón del hombre jamás pudo sanar. Si bien había podido aceptar el destino que le había tocado, no podía evitar sentir soledad y amargura. Y precisamente, esa época, era la que le traía más recuerdos dolorosos.

Jack se encontraba sentado a la sombra de uno de aquellos magníficos cerezos floreados como ya tantas veces lo había hecho; disfrutando de la fresca brisa y la tranquilidad que se podía respirar allí. Pero los recuerdos de todo lo que la vida le había arrebatado, continuaban atormentándolo aún en pleno estado de consciencia.

Una pequeña mariquita voló hasta posarse sobre su mano y aunque simple, este fue el detonante para que aquellos tristes recuerdos ocuparan su mente. Esos simpáticos insectos, siempre le hacían recordarla y por consiguiente; darse cuenta de la infelicidad en la que vivía. Jack contempló el insecto con melancolía y como en otras ocasiones, se permitió derramar algunas lágrimas, mientras evocaba en su mente una y otra vez, aquel fatídico día en que la perdió.

—¿Qué acaso jamás me permitirás ser feliz, Aku? — Preguntó el samurái en voz alta, largando luego un suspiro desde lo más profundo de su alma.

Pero el destino, le tenía algo más preparado al príncipe. Su viaje, aún no había terminado y de eso se dio cuenta, en el momento en que, de la nada una resplandeciente luz se cernió frente a sí, encegueciéndolo.

— ¿Qué es esto? ¡¿Aku?! — Gritó el samurái en su confusión. Se puso de pie e intentó abrir los ojos para poder confirmar la fuente de aquella extraña luz que temía, fuese una vez más la presencia del demonio, que había regresado para atormentarle.

Su incógnita, no tardó en resolverse. Aquella bien conocida luz le envolvió y en un abrir y cerrar de ojos, Jack se encontró viajando una vez más, en lo que parecía un portal del tiempo. Para el samurái, la única explicación lógica era que, en efecto, el malévolo Aku había logrado sobrevivir y luego de un año recuperándose del daño que le había hecho, había regresado para tomar venganza.

— ¡No de nuevo! — Rogó con desesperación, temiendo llegar una vez más a aquel temible y oscuro futuro, gobernado por el más grande enemigo de la humanidad.

No mucho tiempo después, la luz se desvaneció y Jack aterrizó sobre el césped. Se preguntaba ¿cuánto en el futuro lo había enviado esta vez? Y al mismo tiempo, se lamentaba el tener que emprender aquel desesperante viaje nuevamente desde el principio. ¿Era tan cruel el destino, que debía repetir aquella tortura una segunda vez? Y si era así, ¿Por cuánto tiempo en esta ocasión?

— ¡No puedo creerlo! Lo tenía en reversa pero, ¡funcionó de todas formas! — se escuchó una chillona voz de varón, que hizo que el samurái se pusiera en alerta, desenvainando su katana y apuntando directamente a quien había pronunciado esas palabras.

—¿Quién eres? — Interrogó seriamente Jack, a lo que parecía ser un joven con un particular cabello y lentes.

— ¡Cielos! ¡Espera por favor! ¡Déjame que te explique! — Rogó el joven de cabello castaño. — ¡No puedo creerlo! ¿Eres un samurái verdadero? — Extrañamente, como si no estuviese su vida en riesgo, el muchacho interrogó con curiosidad y emoción.

—Me temo que en este momento no estoy de humor para contestar a ningún interrogatorio. Por el contrario, te sugiero que procedas con tu explicación. — Solicitó sin dejar de amenazarle con la punta de su espada apuntando directamente al cuello del extraño joven.

—¡Cálmate, cálmate! ¿Quieres? — Pidió el joven, mientras gruesas gotas de sudor corrían por su frente ante tan peligrosa situación. — Mi nombre es Carl y soy un científico.

Ante la presentación de Carl, Jack decidió bajar la guardia de momento, así que apartó su espada, guardándola en su vaina.

—¿Acaso eres uno de los científicos de Aku?

— ¿Aku? ¿Quién es él?

— ¿No es este mundo regido por el malvado Aku? — La situación cada vez se ponía más extraña y confusa para el samurái.

— Bueno, no sé quién será ese Aku, pero tenemos un presidente que es bastante malvado. — Bromeó Carl, mas al darse cuenta de que aquel hombre no iba a poder entender su broma, se aclaró la garganta para comenzar con su explicación. —Mira, solo soy un chico al que le gusta la ciencia e inventar cosas. Mi más reciente invento es este… — Carl señaló hacia el piso, cerca de Jack, en donde había colocado un extraño aparato.

—¿Qué es ese peculiar artefacto?

— Esto mi amigo, es ¡una máquina del tiempo! — Aseguró con orgullo.

—¿Una máquina del tiempo? Entonces, ¡sí estoy en el futuro!

— En efecto. — Confirmó Carl. — Pensaba utilizar la máquina para viajar al pasado yo mismo, sin embargo acabo de notar que la configuré equivocadamente y en lugar de llevarme, trajo hacia el futuro a una persona del pasado, que vendrías a ser tú.

— ¿Estás seguro de que este mundo no es gobernado por Aku de ninguna manera? — El samurái estaba totalmente perplejo, pero era su deber asegurarse de todo continuaba bien en el nuevo futuro.

— No conozco a ningún Aku… espera… — El joven sacó su teléfono celular y luego de hacer una rápida búsqueda en internet, le mostró la pantalla a Jack. —¿Lo ves? Salvo por un par de personajes de video juegos, no hay nadie llamado así. — Le aseguró sonriente.

— Así que, el mundo sí fue definitivamente liberado del mal de Aku… — Reflexionó el samurái, más para sí mismo que para su interlocutor. —¡Esas son excelentes noticias amigo mío! — Con una amplia sonrisa, Jack tomó ambas manos de Carl entre las suyas para estrecharlas amistosamente.

— No sé qué signifique exactamente, pero ¡me alegro de haber ayudado!

— Quisiera humildemente ofrecerte mis disculpas por haber apuntado mi espada hacia ti amigo mío y a la vez, darte las gracias por haberme proporcionado tan valiosa información. — Jack hizo una profunda reverencia ante Carl y al erguirse, le mostró una cálida sonrisa de genuina felicidad, sentimiento que no había experimentado a plenitud hacía mucho tiempo.

— ¡Oh! No fue nada compañero. — Carl realmente no comprendía qué tan valiosa había sido su búsqueda en internet, pero decidió seguirle la corriente a aquel peculiar hombre, después de todo, debía estar muy abrumado por su viaje en el tiempo.

— Si no fuese mucha molestia, amigo mío, ¿podrías por favor utilizar tu máquina una vez más para enviarme a mi propia época? Deseo comunicarle las buenas noticias a mis padres lo más pronto posible.

— ¡Claro, no hay ningún problema! — Exclamó el joven totalmente confiad. Se dirigió hacia su máquina, ajustándola una vez más para su uso. — Simplemente tengo que presionar este botón y…

A como lo mencionó, Carl intentó accionar el mecanismo, pero este en lugar de funcionar según lo esperado, comenzó a generar una extraña electricidad, seguida de una cortina de humo que salía de su interior.

— ¿Es eso normal? — Interrogó el samurái.

—¡No! ¡Y te sugiero que te cubras! — Carl no había terminado de dar su advertencia, cuando echó a correr como alma que lleva el diablo alejándose varios metros de la máquina.

Jack obedeció a la advertencia de inmediato y rápidamente alcanzó al joven. Los dos se lanzaron al piso y cubrieron sus cabezas, justo en el momento en el que la máquina de Carl, explotó en miles de pedazos.

—¡Oh no! No se suponía que tenía que hacer eso. ¡Con el trabajo que me costó construirla! — Se lamentó Carl.

— Esto es malo. Carl, ¿puedes construir otra máquina, para que yo pueda regresar al pasado? — Le interrogó el samurái con preocupación, mientras lo tomaba por los hombros y le miraba totalmente serio?

—Podría, pero…

— Pero ¡¿qué?! — Jack le sacudió levemente.

—Me tomó mucho tiempo reunir el dinero para comprar los materiales para construirla, además es bastante difícil conseguir algunos de ellos. Puedo intentar replicarla pero para eso, necesito conseguir mucho dinero. Lo lamento amigo, esto me va a tomar bastante tiempo. — Explicó Carl sintiéndose bastante culpable.

Con cada palabra de Carl, Jack se sumía en la más profunda decepción. Podría no haber Aku en ese mundo, pero una vez más, estaba condenado a vagar en el futuro hasta que aquel muchacho, lograra enviarlo de vuelta al pasado.

“Una vez más, el cruel destino me aleja de todo lo que amo.” Se lamentó para sus adentros, con toda esperanza perdida y una gran tristeza que le carcomía. De lo que Jack no tenía idea, era que aquel insólito suceso, era el que pronto le traería fin a su melancolía y lograría reparar las heridas de su alma y su corazón…

 

Continuará…


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