Sasuke Uchiha nunca me cayó bien, desde el primer día su cara de amargado mostró completamente el desinterés que tenía por cualquier otro ser humano a su alrededor, afortunadamente yo Naruto Uzumaki tenía muchos más compañeros y pronto pude hacer nuevas amistades.
Sin embargo, mi atractiva personalidad me ganó tanto amistades, como enemigos y no fui consciente de ello hasta que un grupo de estudiantes me interceptó antes de iniciar las clases.
La pelea fue increíble, debieron verla, machaqué prácticamente a los otros chicos, pero afortunadamente quien no lo hizo fue Tsunade, la directora del colegio, ya dije que fue una fortuna que no lo hiciera, el problema resultó en que algún soplón le pasó el dato a la directora y ni bien llegué al salón de clases, visiblemente agotado, sucio y desalineado, me llamaron de la dirección.
¿Alguna vez han sentido como un glorioso sueño finalmente se convierte en una pesadilla? Eso fue lo que mi corazón sintió al estar sentado frente a Tsunade y cuando la lista de todas las infracciones escolares comenzó, creí que tal vez, no había sido tan buena idea.
El golpe de la puerta distrajo un momento a la directora, pero yo para ese momento sólo miraba el suelo esperando mi próxima expulsión…
– Permiso Directora – la voz de Sasuke me sacó de mis pensamientos y asombrado voltee a verlo. – los rumores que le llegaron son falsos, lamento decirle que Uzumaki estuvo conmigo practicando un poco de Judo en la mañana.
– ¿Y por qué tú no tienes el uniforme sucio como Uzumaki?
– Porque Uzumaki no es un alumno muy brillante. – sonrió de medio lado y eso me sacó un puchero.
– ¿Es eso cierto Uzumaki? – preguntó la Directora y lamento decir que tuve que tragarme el orgullo para salvar mi vida.
– Sí. – respondí a regañadientes.
– Lo lamento, buscaremos otro horario para practicar sin que cause tanto alboroto – Sasuke hizo una pequeña reverencia de disculpa y finalmente Tsunade nos permitió irnos.
– Joven Uzumaki, agradezca que Uchiha Sasuke es el mejor alumno de esta escuela, espero que esto no se repita. – Asentí rápidamente y salí de la oficina.
Tan pronto como estuvimos solos en el pasillo, corrí hacia el azabache.
– Oye, Sasuke, espera. – lo tomé del hombro y lo hice voltear hacia mí. – ¿por qué me ayudaste?
– El niño al que defendiste esta mañana es mi primo Sai, él es nuevo en la ciudad y a veces tiende a ser muy inocente, más cuando se trata de relacionarse con otras personas, pensé en agradecerte, pero tan pronto como llegué a la escuela escuché que un idiota estaba presumiendo que su reputación lo precedía de su antigua escuela y supe que tenía que venir a salvar tu trasero.
– Eres un bastardo – hice un puchero – pero… gracias – sonreí y le extendí el puño cerrado, nos quedamos unos segundos en silencio, pero finalmente Sasuke sonrió de medio lado y chocó su puño con el mío antes que pasara mi brazo por su hombro y nos dirigiéramos al salón de clases. – debes aceptar que fue una pelea increíble.
– En tus sueños, Idiota. – respondió apartando mi brazo bruscamente.
– Y llámame Naruto.
– Gánatelo.
Creo que ese fue el inicio de una desastrosa amistad, nos complementamos bien, pero el bastardo solo a veces me ayuda, aunque yo lo he ayudado a socializar más, no es tan malo como parece una vez que lo conoces bien.