Mi pareja y yo nos conocimos en el trabajo, él es piloto y yo soy su copiloto. Ese día nos habían llamado de emergía para que fuéramos por una persona en especial, así que ambos nos preparamos y partimos a la compañía para abordar el avión e ir en busca de la gran estrella del momento Sabuka no Gaara, que además es amigo de Naruto, pero, ¿Quién no es amigo de ese idiota?
Llegamos al lugar, antes de abordar el avión que utilizaríamos lo revisamos 3 veces, sí, tres veces, porque me gusta que todo este perfecto y en su lugar, aun así, no me lograba explicar como fue posible que nos quedáramos sin combustible y con las reservas vacías.
—Lo lamento, teme, tendremos que hacer un aterrizaje de emergía— había dicho Naruto con una sonrisa nerviosa y rascándose la nuca.
—¿Dónde quieres hacer el maldito aterrizaje si estamos en medio de la nada? — conteste, tratando de mantener la calma y pidiendo ayuda por los controles, si no recordaba mal había sido ese idiota el que reviso que tuviéramos el combustible suficiente
Después de que por un maravilloso milagro logramos aterrizar el avión en una isla que también había aparecido de puro milagro, trate de usar el comunicador para dar mi ubicación y que vinieran por nosotros, pero al darme cuenta que se al parecer se había descompuesto lo azote contra la consola de control.
—Wa, teme, la arruinas— exclamo el rubio al ver mi acción.
Lo ignoré y salí del avión ¿Cómo podía estar pasando esto? Solo el impacto no podría haber dañado los controles o el comunicador.
—Sasuke, ¿A dónde vas? Te estoy hablando, teme.
—Cállate, todo es tu culpa— conteste, sin dejar de caminar.
—Bien, lo siento, debí revisarlo las tres veces como me pediste, pero siempre ponen el suficiente combustible ¿Cómo iba a saber que esta vez no lo harían? Fue un accidente— dijo con toda tranquilidad el piloto de mi avión mientras caminábamos por la isla.
—Fue tu culpa, usuratonkachi— susurre deteniéndome de golpe.
—Velo por el lado positivo, tendremos unas pequeñas vacaciones para darnos mucho amor mientras nos encuentran.
—¡Maldito idiota irresponsable!— al diablo la tranquilidad —voy a matarte.
—¡Lo siento!— grito el rubio antes de salir corriendo, pero de esta no se salvaba.
Lo perseguí como por media hora por la isla cuando de golpe me detuve en un punto en especifico, frente a mi había una manta roja sobre la arena con dos copas, una botella de vino y una canasta con comida.
—¿Qué significa esto, Naruto?
—Sasuke— volteo a verme con el rostro serio pocas veces visto en él y se inco metiendo una mano a su bolsillo —¿Te casarías conmigo?
—Sí— conteste sin pensar la respuesta, pero no tenía nada que pensar, sabia que ese rubio cabeza hueca, impulsivo e idiota era mi complemento, la persona con la que quería pasar el resto de mi vida.
Se levanto con una sonrisa de oreja a oreja, me abrazo y dio vueltas. No hace falta decir que la comida y la bebida pasaron a segundo tema después de que nos empezamos a besar y nos fusionamos como uno solo en ese manta color rojo.
—Te amo, teme.
—Te amo, dobe.
Así fue como las islas Feroe se convirtió el lugar donde me propusieron matrimonio y un día después donde me case con el piloto idiota del que me enamore.