¿Tú crees?
Por LaMueRtHeSitHa
Naruto le dijo a su novio, Sasuke, que veía cosas raras en el departamento y que creía que había un fantasma. Que si le movían las cosas de lugar como las llaves o el cargador; que si la televisión y las computadoras se prendían solas e incluso que abrían las llaves del agua o la de la estufa eléctrica. Pero para el muchacho de mirada oscura no era otra cosa que sugestión y estrés por haberse cambiado de casa por el nuevo trabajo del rubio. Si de por sí era distraído, con la fatiga lo era más. Justificando así con que se le olvidaran las cosas y demás efectos secundarios como era el que tuviera pesadillas en las que se aferraba a él con fuerza a tal punto que rechinaba sus dientes. Nunca antes había pasado eso. Pero lo solucionaba despertándolo como si esos fueran simples ronquidos. Conforme se fuera habituando a su nueva rutina todo se calmaría.
Una noche Naruto comenzó a balbucear y a moverse a mitad de la noche. Sasuke dio un bufido de fastidio y como siempre lo despertó meneándole el hombro.
—Mhn… —le contestó el rubio apenas volvió a la realidad.
—Tenías una pesadilla. —le mencionó apenas audible.
—¿En serio?
—Estabas aferrado a la almohada.
—Perdón. —contestó mientras se levantaban para ir al baño a lavarse la cara.
Pero seguía tan amodorrado que caminó en la oscuridad sin encender ni una sola luz. Ya se sabía el camino de memoria. Sasuke cerró los ojos, pero escuchando todo: los pasos que hicieron crujir el piso de madera, el rechinido de la perilla del baño, el agua corriendo y luego volvió a escuchar el crujido del piso.
—Naruto, no se te olvide cerrar el agua otra vez. —le ordenó sin levantarse.
—Sí, sí. —contestó el otro junto con el eco del baño.
Entonces volvió a escuchar el crujido haciéndole levantarse dispuesto a regañarlo, mas antes de salir de la cama, algo lo dejó helado. El agua se seguía oyendo, pero entre las sombras, junto a la puerta del baño, había una silueta humanoide más alta que la puerta. Pestañeó varias veces para agudizar su vista, pensando que estaba viendo mal. Pero la sombra no sólo no desaparecía sino que se fue acercando a él con lentitud. No con pasos sino deslizándose. Sasuke estaba petrificado al no saber cómo explicarlo. La sombra comenzó a acercarse más rápido haciéndole entrar en pánico. Lo único que alcanzó a hacer fue cubrirse con la sábana, girarse y repetirse en su mente que todo era un sueño como si fuera un tipo de mantra.
Momentos después escuchó como Naruto salía del baño y llegó a sentir como él se volvía a acostar en la cama. Con lentitud volvió a destaparse viendo su cabellera rubia y su espalda moverse con tranquilidad por su respiración. Si el otro no había visto a la sombra significaba que todo estaba en su imaginación, mas un presentimiento dentro de él le pidió que confirmara y meneó a su novio con cuidado por el hombro.
—Naruto… —le llamó en voz baja
—Mhn… —fue todo lo que recibió de respuesta.
—¿No viste nada de regreso a la cama?
Entonces Naruto dio un respingo en señal de que se había despertado. Comenzó a girar su cabeza de forma lenta, pero los ojos de Sasuke se horrorizaron al ver cómo se retorcía en una forma inhumana mostrando un rostro con graves contusiones y con los ojos impregnados en sangre:
—¿Hasta que no te pase, no me vas a creer, verdad Sasuke?