La pareja de casados se encontraba en la sala almorzando la comida que los dos habían cocinado, siempre hacían cosas juntos, había pasado mucho tiempo desde que se habían conocido y estaban juntos.
Los dos adoraban cada momento que se encontraban juntos, no había duda eran felices; las peleas no sobrepasaron ningún límite, sabían que era por broma o más bien era una manera de expresarse por lo que se entendían y comprendían.
Aunque algunas veces parecían muy ofensivas.
¾Oye… Sasuke¾ llamó la atención del azabache, últimamente rondaba una duda por su cabeza, ya habían pasado casi 2 años que estaban casados, 3 años de noviazgo y desde la infancia que eran amigos. Sin embargo, la duda seguía ¾¿Nunca se te ha ocurrido regalarme flores? ¾ preguntó dejando de comer y mirar a los ojos del otro.
¾Mh…¾ el azabache no entendió muy bien su pregunta ¿Por qué le había llegado el interés por saber eso? ¾ ¿Para qué? Si todavía estas vivo ¾ fue la simple respuesta del azabache sonriendo al mirar la expresión del rubio. Naruto quedó con el rostro atónico por la grosera respuesta y con una mueca de enojo se paró del comedor.
¾¡Teme! ¾ se acercó al azabache y lo jaló de la camisa fulminándolo con la mirada, Sasuke no se dejaba intimidar y al igual que el otro se paró de la silla para llegar a la misma altura.
¾Pues no preguntes cosas tontas¾ respondió con la misma aura que empezaba a desprender de su esposo.
Esa tarde se la habían pasado gritando algunas groserías; atacándose mutuamente, eso hasta que por fin se fueron a sus respectivos trabajos, al volver dentro de unas horas todo andaba normal, como si la pelea que tuvieron no tuviera importancia, aunque tampoco la tenía.
Otro día que los dos tenían tiempo libre, disfrutaban de la vista de su jardín, el sol estaba refrescante no quemaba, pero si se sentía caliente, Sasuke leía una revista que le habían regalado en el lugar donde trabajaba.
No era que le interesara saber de esas cosas cursis, el jamás compraría esa clase de revistas, pero la compañía quería su opinión al respecto; con cada artículo que leía se iba aburriendo de tanta tontería romántica, hasta que llego a una que llamó mucho su atención.
Naruto que regaba las plantas dejó la regadera a un lado y se fue a sentar al lado del azabache, sonreía contento al ver el lindo ambiente.
¾Ah…¾ suspiró ¾ hoy es un buen día de veras¾ opinó respirando el aire fresco, luego de eso al no escuchar ninguna palabra del azabache lo vio curioso, al notar lo que estaba leyendo se empezó a reír por lo bajo.
¾Naruto… ¿Crees en el amor a primera vista? ¾ preguntó de repente, eso hizo que Naruto riera aún más.
¿Cómo no creer en ello? Si fue así como se enamoraron los dos, y con el tiempo el amor fue creciendo.
¾¡¡Claro!! ¾ posó su brazo alrededor del azabache con una enorme sonrisa ¾ créeme teme, si te hubiera mirado dos veces no me habría casado¾ aclaró divertido.
¾Dobe…¾dijo con una vena en la frente dejando la revista a un lado y a punto de atacar al rubio.
Si, su vida juntos era única, una pareja que sobrellevaban las cosas que por más pesada sea siempre se levantaba ante cualquier adversidad unidos por ese lazo que construyeron desde que se conocieron, se amaban eso era lo que importaba. Las bromas no era nada para ellos.