Éramos jóvenes e inexpertos, tu mirada quemaba cada parte de mi cuerpo tanto que me hacía entorpecer. Pero esos besos que nos dábamos en secreto, eran los que me hacían volar y perderme entre las estrellas, tanto que me hacían olvidar mi nombre.
Y aun ahora aquellos desesperados y posesivos labios me quitan la capacidad puramente racional.
-¡Iida-san! Hemos terminado por aquí- un héroe bajaba de una pila perfectamente recogida de escombros hasta el héroe en cuestión – solo falta el ala oeste-
-perfecto- dijo Iida con profesionalismo combinándolo con algunos movimientos de sus manos para después quitarse el casco de su traje y limpiar el sudor de su frente. El día había estado bastante caluroso y con el esfuerzo empleado en esa misión era perfectamente razonable el que se quitara aquello–déjaselo al otro grupo, encárgate de avisarle a todos, una vez que termines nos vemos en la agencia-.
-señor si señor- respondió alegremente aquel héroe para después retirarse.
Aquellos destrozos fueron ocasionados por un villano bastante alocado, pero que fue capturado exitosamente por Iida.
Iida acomodo su cabello para después pasarse una toalla secándose los restos de sudor, observo el perímetro desde su lugar y se retiró tranquilamente hacia la agencia de ingenium.
Los años habían pasado haciéndole graduarse de la UA para convertirse en un gran héroe hecho y derecho, así que para memorar y no perder la llama de heroísmo que había dejado su hermano, tomo la agencia como suya usando oficialmente el nombre de ingenium para lanzarse oficialmente en su carrera de héroe.
Se esforzó bastante en organizar la agencia para llevarla a lo que era antes, tanto lucho que ahora era considerada una de las mejores agencias de Japón y el héroe ingenium era considerado uno de los primeros 20, así que si le preguntaran a Iida si se sentía orgulloso de todo lo que había logrado, él les contestaría con una gran sonrisa que si está bastante orgulloso.
Sin ningún preámbulo llego a la agencia siendo recibido por algunos de los que trabajaban por ahí con una secretaria que le repetía la agenda por una vez en el día. Una vez resuelto los horarios y darle su casco a uno de los héroes de la agencia para llevarlo a su despacho como un favor, diviso entre una de las esquinas de los pasillos una inolvidable cabellera bicolor. Miro a todos lados para asegurarse de que nadie le viera para dirigirse seguramente hacia aquel apartado lugar.
Ahí estaba, recargado tranquilamente con las manos guardadas en los bolsillos del pantalón, pero con una ligera sonrisa de felicidad cada vez más notable al ver a Tenya acercarse más hacia él, Todoroki Shoto era el que estaba esperando en aquel lugar.
-Todoroki… ¿Qué estás haciendo aquí?- dijo Iida tratando de parecer normal, aunque el tono le fallaba un poco, efectivamente se encontraba nervioso –se suponía que nos veríamos esta noche en casa ¿ya termino tu misión del exterior? Dijiste que tardaría ¿Por qué no llevas tu traje? ¿Desde cuándo estas aquí?- había comenzado a mover frenéticamente sus manos al decir tantas preguntas, pero aquel cuestionario se vio interrumpido por las manos de Todoroki que se posaron en las mejillas del pelinegro y un fugas beso en la boca.
-yo también te extrañe- respondió todoroki para dar por zanjado el tema y dejar un ligero rubor en las mejillas de Iida.
-S-shoto alguien nos va a ver- agito las manos con rapidez sin dejar de mirarlo.
-no lo harán, esta esquina es bastante discreta, fueron tres días no me tortures-.
- deberías ser bastante capaz de soportar tres días- respondió acomodando sus lentes. El bicolor sabía que aun después de tantos años Iida seguía nervioso por las muestras en público, por suerte solo era ahí, ya que hace años todo lo que tenía que ver en la relación lo ponía bastante nervioso, no negaba que le encantaba hacerlo sonrojar a diario, pero seamos sinceros, aun así en su juventud, todoroki no se media en las muestras de afecto… en su juventud y ahora, no había cambio.
-quiero mi beso de recarga- Iida trato difícilmente de descifrar la cara de Todoroki al decir eso, hasta que le hizo ponerse rojo como tomate.
Todoroki camino unos cuantos pasos más hacia atrás llevándose a Tenya con el haciéndoles esconderse mejor en aquella esquina y con velocidad tomo aquellos labios temblorosos que se le hacían exquisitos para comenzar con una lenta y cruel danza que hacia perder la razón del pelinegro. Shoto movía con lentitud sus labios moldeándolos perfectamente con los de Tenya subiendo poco a poco de nivel, mordisqueo con suavidad el labio inferior e introdujo su lengua haciendo que su pareja soltara un jadeo y posara sus manos en sus fornidos hombros, le encantaban los besos secretos que tenía con Iida, era una tradición que nunca quería quitar.
Recordaba cómo habían empezado repartiéndose inocentes besos en las partes escondidas de la academia a petición de la privacidad del pelinegro, hasta que aquellos besos escondidos comenzaron a subir de nivel junto con aquella adrenalina de ser descubiertos.
Enredo su lengua con la de Iida, soltaron gruñidos de satisfacción y jadeos apagados ente sus bocas, exploro un poco más la boca ajena hasta quedar completamente satisfecho y separo sus labios de los contrarios observando el placentero resultado de aquellos rojizos, hinchados y brillantes labios de Tenya.
El pelinegro de encontraba bastante perdido, jadeando por la falta de aire con las mejillas arreboladas y sus ojos entrecerrados, Todoroki quito sus manos de aquellas mejillas, Iida aprovecho y se abrazó completamente de el para no caerse al sentir sus fuertes piernas que portaban aquel poderoso motor, no poder mantenerse de pie.
El bicolor también aprovecho el abrazo para acercarse más a él y respirar aquel agradable aroma que emanaba del cuerpo de su pareja a pesar de haber sudado. Un minuto después de aquel beso sus respiraciones se normalizaron y sus cuerpos se relajaron.
-me siento mejor ahora- dijo Todoroki con una satisfecha sonrisa.
-…minutos-
-¿Qué dijiste Tenya?- respondió al escuchar como Iida susurraba algo.
-…en unos minutos mi jornada… habrá acabado…solo tengo que firmar unos papeles… yo, bueno, vayamos a casa- respondió aferrándose más al abrazo ante lo último dicho provocando que el corazón del bicolor latiera con fuerza.
-directo a casa-.
Alisándose un poco salieron de aquella esquina alejada de miradas curiosas y salieron con prisa por parte de Todoroki hacia el despacho de Tenya con las manos entrelazadas haciendo que el sonrojo de sus mejillas no desapareciera.
Tenya nunca olvida cada uno de esos besos dados a escondidas, le licuan el cerebro, pero aun así recuerda cada uno de ellos, porque Shoto es el único que le hace sentir así y no se arrepiente de haber comenzado un noviazgo con él.
Unos minutos después ambos salían de la agencia con sus ropas de civil, aun unidos de las manos, en dirección a su querido y propio hogar.