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Pocky Game por Fritaku

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Notas del capitulo:

Es mi primera vez trabajando con el pocky game, por favor, sean amables

Tras la derrota de Thanos, todo volvió a la normalidad, el único inconveniente es que las cosas se volvieron más tranquilas, ósea, Quill y su familia estaban aburridos porque aún no tenían ninguna misión que hacer, Peter se encontraba en el MilanoRe, en la silla del piloto, viendo como el paisaje frente a él pasaba lentamente mientras la nave se movía en piloto automático sin un rumbo fijo, mientras que Rocket había terminado una nueva arma en su taller para luego ir a su habitación a jugar un videojuego, que el chico araña le había mostrado, con el que estaba bastante metido, Yondu, Kraglin, Richard, Sam, Groot y Mantis dormían en sus respectivas habitaciones, Drax, Gamora y Nebula se encontraban afilando y limpiando sus armas en la seguridad de sus cuartos

Star-Lord suspiro un poco frustrado, pero entonces, recordó algo que Tony le había dado. Una cajita de unos dulces japoneses llamados pockys con los que, según Stark, podía jugar con alguien a quien quisiera de forma romántica, aun le da algo de cosa recordar como Tony le enseño como se jugaba con los pockys, ya que lo jugo con él y antes de irse a casa, ose al espacio, tuvo que lidiar con un Steve celoso

El líder de los guardianes se levantó de forma entusiasta, fue hasta su habitación, tomo las golosinas y se fue directo al cuarto de Rocket. Cuando la puerta se cerró tras él fue solo cuando Rocket se dignó a apartar su juego, poniéndolo en la mesita al lado de la cama, para sentarse al borde del colchón y mirar a Peter con algo de fastidio

-¿sabes sobre el juego del pocky?-pregunto Peter mientras se sentaba al lado de Rocket

-escuche al chico arañar hablar de el-dijo un poco inseguro, creía tener una ligera idea de lo que su capitán quería hacer-¿Qué con eso?

-juega conmigo-dijo el rubio con una sonrisa a la par que enseñaba la cajita de galletitas

-¿de dónde sacaste eso?-evadió Raccoon la invitación, no estaba seguro si aceptar o echar a patadas al ojizul de su cuarto

-bueno-comenzó el mayor algo nervioso-Tony me las dio y…am…fue él quien me enseñó a jugar

No falto más para que fuera el mismo mapache quien tomara la cajita, sacara un palito y pusiera uno de los extremos ente sus labios, creo que sobra decir lo celoso que estaba el pequeño guardián, no dejaría que ese geniecillo de poca monta se saliera con la suya. Peter solo sonrió de lado para luego tomar el otro extremo del dulce, ambos comenzaron a comerlo, mientras más se acercaban más cerca estaban de cerrar los ojos por completo

Hasta que sus bocas se unieron en un casto beso que, a pesar de no durar mucho, les hizo que les recorriera por el cuerpo un ligero calorcito que jamás sintieron antes pero que sabían su significado

-tus labios son suaves-admitió el medio Celestial viendo al menor

-los tuyos no están mal-dijo Rocket sin dejar de ver al otro

-¿quieres que te ayude con el sabor a chocolate en la boca?-pregunto el rubio de forma coqueta

-solo si me dejas hacer lo mismo-respondió el mapache de igual forma

Ambos con una sonrisa, se fueron acercando hasta juntar sus labios nuevamente, solo que esta vez, el beso se fue profundizando, Quill tomo a Raccoon de la cintura para jalarlo de tal forma que el rubio quedo recostado en la cama con el mapache sobre su pecho, todo esto mientras se besaban y solo se separaban para tomar un poco de aire, con las caricias de Quill sobre la cintura y cadera de Rocket, el menor no perdió oportunidad para acariciar las mejillas de Peter, enredando sus dedos en la rubia melena

Ya un poco cansados, el pequeño guardián se acurruco en el pecho del medio Terran, acariciando la barbilla del mayor con su cabeza mientras ronroneaba de forma ligera, con orejas agazapadas, la cola enrollada en uno de los brazos del otro y colmillos junto con garras dejando pequeñas marcas por la piel desnuda a su alcance, Peter por otro lado, apretó más la cintura del más bajo con el brazo en el que la cola del menor estaba enroscada, mientras que con el otro daba ligeras carisias en espalda y cabeza del peludo ser

-¿significa que aceptas ser mi pareja?-el bostezo al final de esa pregunta les hizo saber a ambos que ya era tarde

-de no haberlo hecho, ya estarías en tu habitación medio muerto-alardeo el más bajo parando momentáneamente de ronronear

Y bajo las sabanas, entre ronroneos y caricias, ambos se quedaron dormidos olvidándose completamente de la cajita de pockys que descansaba prácticamente llena en el suelo de la habitación, al lado de la cama


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