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Seguir adelante por Mogurini

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Para Naruto todos los días era la misma rutina, despertar temprano para llegar a clases…no se consideraba un mal alumno pero tampoco el más brillante, daba el 100% de si mismo para poder aprobar y obtener su título de una vez…se había demorado más de lo reglamentario en conseguirlo.

A veces resultaba difícil ya que contaba con un trabajo de medio tiempo y siempre el cansancio estaba por ganarle algunos días.

Pero sentía que al fin su vida tenía algo más de sentido…

Si pudiera decirse de algún modo…sentía que la estaba viviendo por si mismo, por y para él. No le pertenecía a nadie más.

Era una sensación muy extraña.

¿Cómo podía describirla?

Un sentimiento tan cálido como doloroso a momentos.

Apretó suave su camisa donde se encontraba su corazón…si, quizá era la mejor definición que podía encontrar a una situación así.

Todo comenzaba hace años atrás y no era la historia feliz o de amor que le gustaría explicar, pero la realidad difería.

Había estado muchísimos años ¿12 quizá? Tal vez…su vida por completo en torno a una sola persona, Sasuke había sido su mundo desde que lo había conocido a los 14 años, todo en el llamaba su atención, su indiferencia, su presencia o hasta como pensaba las cosas tan distintas a él.

Eran dos caras de una misma moneda.

Su complemento después de todo. Lo sentía así y sabía que era real, para ambos era innegable una atracción pura ya sea por la curiosidad o querer conocerse en realidad. Quizá ninguno llego a comprender realmente que era lo que esperaba del otro o si habían llegado en algún minuto a tener lo que querían.

Sasuke había sido misterioso, tenía ese “algo” que el rubio no podía ignorar por más que quisiera. A veces era abiertamente participativo dependiendo de la situación, fue cosa de tiempo para que no pudiera simplemente hacer su día si al menos no lo veía en su entorno o hablaba con el solo unos minutos.

Se sentía casi destinado a conocerlo.

Habían tenido que pasar casi 3 años para que al fin pudiera ponerle nombre a su atracción ¿amor? No era su plan en verdad pero una vez estuvo presente ese pensamiento fue imposible desecharlo, solo debía cerrar los ojos y meditar.

La gente siempre hablaba de lo que esperaba de una persona que amaba. La televisión, la radio, las canciones…todo podía darle pistas.

El no buscaba sexo o besos desenfrenados. Era un tipo de interés completamente ridículo o infantil. Pero sus anhelos eran muy específicos a esa edad. Recordaba pasarse más de una vez solo haciéndose ilusiones de que sería un día llegar al instituto y lo esperara solo a él…o incluso ver una sonrisa por su presencia.

¿Sus manos? Que sería tomarla y apretarla suave solo para saber que eso era real, su calor. Su estómago se retorcía de solo imaginar que seria.

Todas sus ilusiones casi caían al piso cuando vio cómo su buena amiga Sakura se le adelantaba y le confesaba sus sentimientos, nunca debió ir a buscarlo a su salón y presenciar a primera vista como el chico no respondía, ni siquiera un si o un no.

No tenía idea que hubiera hecho si el chico hubiera correspondido en ese instante. Era casi una pesadilla en ese entonces.

Eso lo puso en una situación extrema, no pensó sufrir tanto por una situación así y no lo pudo resistir ni siquiera un solo día antes de arriesgarse y explicarle sus sentimientos, quizá solo había sido el miedo a perderlo o que aquellos sentimientos se destruyeran sin siquiera florecer.

Pero de un modo u otro lo había logrado y la respuesta no la había esperado ni en un millón de años.

Había consentimiento entre ellos dos y su corazón pudo respirar tranquilo de una vez. Esa definitivamente había sido su época más feliz, recordar ese beso, su primer beso en un pasillo solitario, no fue largo ni extraño, fue entender que todo al fin comenzaba a tomar su lugar, todo encajaba en su vida…era feliz.

Años después podía seguir diciendo que era feliz, extremadamente feliz y a la vez…inseguro.

Su relación se basaba en su capacidad de perdonarle cualquier mala decisión o peleas innecesarias a su amado, debía admitir que simplemente no tenía corazón para no apoyarlo aun cuando sabía que no tomaba el camino correcto, con la ilusión que cuando lo aprendiera por su propio modo sería mucho más efectivo que tenerlo a él diciéndole las respuestas que tanto buscaba.

Sasuke no había tenido una vida fácil, sus padres intolerantes como permisivos dependiendo si la respuesta de su hijo les parecía a favor de la familia o no, un hermano que adoraba pero jamás podía estar con el.

Muchas veces solo se habían quedado en el parque, apoyados en un árbol y el apoyo silencioso del otro, la adolescencia fue una época muy difícil para ambos.

Antes de siquiera estar en un relación con el era consciente que Sasuke…estaba roto, su corazón tenía muchos daños y Sasuke se encargaba de taparlos, hacer ver que no había problema alguno cuando era todo lo contrario.

Era tan terco.

Tanto como el quizá pero de un modo distinto, Naruto no tenía padres, solo un tío llamado Jiraija y era inevitable imaginar que tener una familia debía ser lo más genial sobre la tierra, ambos sufrían a su modo.

Ambos aún tenían mucho que aprender.

Él tuvo que aprender la lección hasta ahora la más dura.

Cada año al lado de su novio había sido el mejor y el peor, verlo hacerse daño a si mismo solo porque creía que su camino era distinto al de los demás, debía demostrarle a todos que el podía ser el mejor. Que podía lograrlo a su manera. Naruto por su lado sin darse cuenta había dejado tantas cosas importantes en el camino por el.

Sasuke jamás le había pedido semejante cosa, ponerlo como prioridad. Pero se buscaban mutuamente todo el tiempo.

Pero muchas veces se vio a si mismo dejando de ver a otros amigos para estar con el o a su propio tío porque creía que Sasuke lo necesitaba más, la respuesta en verdad era que él era quien lo necesitaba también.

Había faltado al instituto en más de una ocasión por alguna emergencia o reconciliación.

¿Creía en verdad que su felicidad  no tenía límites?

Estaba tan ciego.

Pensó que eso jamás acabaría. Quien más lo necesitaba en verdad y le entregaba tanto a la vez? Solo uno. Pero todo el mundo se preocupaba por él, diciendo que no le hacía bien estar con el moreno y que se aria daño al final del camino, pero no necesitaba de eso, no había querido escuchar

¿Cómo no se dio cuenta que algo fallaba en eso?

Al pasar más tiempo y ya casi una década después era imposible no conocerse hasta el más mínimo detalle, podía hacer una enciclopedia de el y era probable que el otro también. Pero eso también significaba que los defectos eran muy evidentes y continuos. Cuando a uno no le gustaba algo del otro ya no se necesitaba la sutileza. Pero de algún modo buscaban que esa relación funcionara una y otra vez.

Tapando el sol con un dedo.

Hasta que comenzó a hacerse las preguntas más difíciles.

¿Le hacían bien al otro? ¿Su relación realmente tenia futuro?

Supo la respuesta apenas formularse las dudas y lo que creía que jamás iba a acabar simplemente fue tan claro como el agua en un instante.

La respuesta era no.

Solo…no.

Se atraían pero eran agua y aceite. Simplemente algo no terminaba por encajar.

Pero era imposible hacer la vista a un lado luego de tantos años, Sasuke ya era una marca gigante en su vida, no podía dejarla a un lado. Pero poco a poco los sentimientos intensos comenzaron a ser dolorosos y no fue agradable darse cuenta que quizá el amor había muerto hace demasiado tiempo atrás, era dependencia. Se necesitaban pero no eran realmente necesarios para el otro, el cariño se mantendría pero era necesario la distancia.

Al principio fue muy difícil no ver el móvil o el estado de su whatsapp solo para ver si estaba conectado, Sasuke no lo admitiría en vida pero muchas veces lo vio en línea…quizá el hacía lo mismo.

Aguanto muchas veces las ganas de dejar su plan atrás, lanzar su momento de madurez por la ventana y solo hablarle, quedar juntos y volver a retomar su intensa y tormentosa relación. De verdad quería…ho, cuantas ganas había tenido. Pero sabía que era la costumbre y comodidad lo que lo llamaban tan intensamente.

Era tan fácil y tentativo volver a sumergirse en un ambiente en que tenía todo lo que quería y sabia manejarse independiente de la situación que aconteciera…pero sabía que todo eso volvería a quedar en una situación incómoda con peleas dolorosas, ninguno se merecía eso.

Asique comenzó a prestarle atención a todo lo que había dejado a un lado, su trabajo, sus estudios…su pequeña familia. Por un año había sido difícil, no lo había hecho con éxito…más de una noche se le había escapado un “hola” o “como estas?” en el chat del moreno, pero se aguantaba responder demasiado. Era como estar desintoxicándose por voluntad propia.

Por mucho tiempo pensó que era imposible poder volver a tener una relación así de placentera otra vez, conectarse con una persona a ese nivel…quizá había tenido suerte que pasara una vez en su vida, otros quizá no tenían tanta suerte.

Ni en sus mejores sueños hubiese imaginado que un chico serio y callado que apenas sabia su nombre lo ayudaría a salir de ese agujero…después de todo el ya había estado ahí antes.

Se habían hablado lo básico, información de uno, porque habían elegido esa carrera de estudio. Los profesores y el clima. Hasta que de un modo extraño, los temas más profundos habían salido a la luz, sin ningún filtro o presión.

El chico tampoco tenía familia, solo hermanos y una historia de amor que había terminado con una dura lección en el camino, el solo quería estar tranquilo, no pedía demasiado solo vivir sin complicaciones, sin pareja solo ser el mismo y Naruto solo pudo mirarlo unos segundos. Ese chico había encontrado el nombre a su nuevo deseo, paz.

De algún modo refrescante, Gaara le había entregado un momento que necesitaba, comprensión y hacerle ver que solo se necesitaba la intención de seguir adelante, de un modo y otro. Solo eso.

El mundo no se había acabado aun.

Era tan simple…

Ahora podía entenderlo, no podía echarle la culpa a Sasuke por esos años tan buenos y difíciles al mismo tiempo. Naruto le hizo tanto daño como el que recibió, la pelea era de dos personas después de todo, en una relación siempre te hacen daño…pero uno permite que te lo hagan también.

Esperaba de todo corazón que Sasuke encontrara a otra persona, una buena y que pudiera callar a los demonios que amenazaban siempre en su cabeza. Alguien que lo amara lo suficiente y Sasuke le permitiera hacerlo.

El no buscaba nada romántico en Gaara ni en nadie. Quizá por ahora había tenido suficiente. Parte de su alma siempre seria de Sasuke, pero él debía seguir adelante.

Quizá se volverían a encontrar otra vez y esperaba verlo en buenas manos.

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Notas finales:

mh...hace muchos años que no escribo y ya ni siquiera con mi seudonimo original en esta pagina, pero queria sacarme esta idea de la cabeza.

comenten!


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