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Una vez al mes por pri_sasukelove20

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Notas del fanfic:

¡Hola a todos! Esta idea se me ocurrió hace bastante tiempo, y hoy vengo a darle vida. Solo eso. Puedo descansar y darme por satisfecha con su final.

 

Espero les guste, y pasen buen día.

 

(Personajes de Masashi)

 

Sin capa y sin sombrero, solo con su conjunto naranja y negro, el séptimo salió en la fresca noche de la torre y se escabullo ágilmente hasta la salida de la aldea. Burló fácilmente a los dos guardias y se internó a un paso increíblemente veloz en lo profundo del bosque. La luna era su única compañía, y claro, Kurama estaba en su interior, pero había decidido descansar por un periodo corto de tiempo, por lo que su voz estaría ausente un par de días.

Estaba demasiado emocionado. Su corazón saltaba dentro de su pecho, y no era fatiga, claro que no. Era la felicidad que desbordaba por su amante y mejor amigo de volver a reencontrarse. No es que llevara mucho tiempo de no ver a Sasuke, su último encuentro tuvo lugar en la oficina dándole las noticias recientes de sus viajes. En el trabajo no se involucraban sentimientos, aunque lo deseaba, Sasuke y él solo actuaban como buenos amigos y camaradas ninjas que compartían un mismo fin.

Palabras vienen y van, informes y Sasuke se iba nuevamente por quien sabe cuánto tiempo. Lo cierto es que lo había echado de menos. Fuera de la aldea, ellos tenían su secreto. Su único momento intimo como pareja. Una vez al mes, ellos se reunían para estar solos y solo pensar en ellos. Para disfrutar el momento y para amarse profundamente. Su pequeño nidito de amor, como le gustaba mencionarlo el blondo, se encontraba muy en lo profundo y podría decirse que camuflado por la misma naturaleza. No muy lejos de esa cabaña, tenían un lago con una cascada pequeña. Un lugar único, hermoso y tranquilo. Aislado de todo lo demás.

Se detuvo abruptamente frente a su “Otro hogar” quizás por la emoción había tardado menos de lo habitual. Las luces estaban encendidas y era pasada la medianoche. Sasuke había llegado antes. Entró ansioso y cerró a sus espaldas. Observó la mesa y las dos sillas vacías, fue directamente al dormitorio.

—Hola, dobe-sonrió.

Sasuke estaba sentado al borde de la cama con solo la camisa morada y sus pantalones. Frente a él había un aparador donde se ubicaban dos lámparas para dar la iluminación, a su lado, un espejo enorme de cuerpo entero.

—¡Sasuke!-saltó a sus brazos, completamente extasiado.

—Esta vez he llegado antes que tú-acarició sus cabellos dorados.

El rubio se sentó a su lado y llevó sus manos al rostro níveo, acarició sus mejillas con delicadeza para finalmente acortar su distancia y plantar un beso en sus rosados labios. El azabache le correspondió gustosamente y llevo su única mano a la nuca del blondo para presionar el beso, se degustaron tanto como pudieron jugando con sus lenguas. Se apartaron jadeando y con las mejillas sonrojadas.

—¿Cenaste?-preguntó el pelinegro.

—Ramen-sonrió.

—Bobo, te he dicho mil veces que eso no es nutritivo.

—Lo sé, pero paso más tiempo en la oficina que en casa, y no quiero molestar a Hinata-Naruto acostó su cabeza en el hombro del moreno y suspiró—Te amo tanto-confesó.

 —Yo a ti-acarició su cabeza.

El rubito besó inesperadamente el costado del cuello, dándole a Sasuke escalofríos.

—¿Puedo…?-preguntó avergonzado.

—No necesitas preguntar, idiota-sonrió de medio lado.

Acostó a Sasuke sobre la cama y volvieron a besarse. Y mientras sus labios se mantenían unidos comenzaron a desvestirse mutuamente, la ropa cayó al piso, el brazo de Sasuke se aferró a la espalda del blondo, quién se daba el placer de acariciar cada sitio del cuerpo ajeno.

—Sasuke-gimió excitado, su erección comenzó a refregarse impúdicamente contra los muslos del moreno.

 —Hazlo-susurró a su oído—Vine preparado-respondió sonrojado.

Acomodó su miembro a la altura de la entrada, el Uchiha se abrió de piernas demasiado avergonzado y Naruto entró en él sin dificultad alguna.

—¡Aaahh!-exclamaron al unísono.

Finalmente unidos, comenzó un lento vaivén.

—Te amo, te amo, Sasuke.

El rubio tenía la tierna costumbre de pronunciar siempre esas palabras cuando hacían el amor, y Sasuke nunca se cansaba de oírlas. La cama comenzó a rechinar y pronto las embestidas fueron más rapidas, Sasuke y Naruto jadeaban a la par.

El moreno en cada encuentro arañaba la espalda del ojiazul, y esta no sería la excepción, sus uñas se clavaron en la piel y se arrastraron hasta donde podía. Lejos de sentir dolor eso le excitaba el blondo.

—¡Más rápido!-gritó el pelinegro, el orgasmo estaba cerca. Sus piernas se entrelazaron en la cadera de su amante con fuerza, quería sentir a Naruto completamente.

—¡Sasuke, Sasuke!-jadeó. Observó el rostro perlado, el cabello largo desparramado a todas direcciones, esos ojos que diferían de color uno del otro, y era hermoso. Todo en él era hermoso. Lo besó con impaciencia y metió su lengua, Sasuke jadeo por la sorpresa pero fue correspondido.

Y las estocadas se hicieron profundas y certeras hasta llegar al punto sensible del ojinegro.

—¡Aaaaahh!

Juntos alcanzaron el orgasmo. Naruto derramó su esencia en el interior de Sasuke y quedó rendido casi sin fuerzas sobre él, ambos respirando entrecortadamente.

—Naruto…-besó su cabellera y acarició su espalda—Todavía estás dentro de mí, vamos, muévete.

—Pero… está calentito dentro de ti dattebayo, jaja.

—Esa muletilla… dobe-sonrió embriagado por la nostalgia.

Sasuke quería pasar tanto como pudiera a su lado. Porque el amor que sentía por Naruto era demasiado y no lo había experimentado con ninguna otra persona.

—A no ser, que quieras hacer otra ronda a lo cual no tendré objeciones-habló pícaro.

Mágicamente el cuerpo del blondo pareció recuperarse, y levantó su espalda para plantarle un beso en el hombro izquierdo donde faltaba parte de su brazo.

—Me has leído la mente-sonrió—Continuemos entonces.

Las embestidas y gemidos siguieron hasta al amanecer. Tenían la misma resistencia a la hora del sexo y a las nueve de la mañana estuvieron completamente satisfechos. Permanecieron abrazados y vieron salir el sol desde la ventana, sus ojos pesaron y ambos quedaron profundamente dormidos.

Se levantaron a la dos de la tarde y se bañaron juntos. Sasuke se dio la tarea de hacer el almuerzo, algo nutritivo que el dobe pudiera ingerir. Hablaron de cosas banales, de sus hijos y el tiempo siguió corriendo.

Nueve de la noche. Sasuke se puso su capa y se colgó su bolso en el hombro.

—Van a cumplirse tres años-dijo el azabache en tono serio, y miró fijamente al rubio—¿Cuánto más debo esperar?

—Lo sé. Hinata, no sé cómo reaccionara y mis hijos, Himawari todavía es muy pequeña. Tengo miedo, Sasuke.

—Yo y Sakura terminamos en buenos términos y mi relación con mi hija no ha cambiado en absoluto. Y ella sabe de lo nuestro y nos apoya. Boruto, estoy seguro que lo tomara bien, con su ayuda Himawari debería estar bien. Y tu esposa-se detuvo abruptamente.

—Teme…-habló con dulzura—Ella y yo ya no-

—¡Aunque no mantengan relaciones, sigue siendo tu esposa!-levantó la voz molesto—Naruto, una vez al mes no es suficiente para mí, y ya no quiero mantener oculta nuestra relación, estoy cansado, estamos envejeciendo y quiero pasar el mayor tiempo contigo-le acarició la mejilla—Lo que trato de decir es, que no viajaré por siempre, me quedaré en la aldea y quiero vivir a tu lado. Tener una casa juntos-se apartó y le dio la espalda—Pero si tu no avanzas conmigo…-lo dijo con amargura sintiendo sus ojos humedecerse—Yo seguiré adelante solo.

La puerta fue abierta y el Uchiha salió en plena oscuridad dejando a Naruto con lágrimas empañando su rostro.

Cuando el reloj de la sala marcó las once de la noche, Hinata se preparaba para ir a dormir, pero la puerta fue sorpresivamente abierta. Ella llegó con prisa a la entrada y observó a su esposo con un rostro abatido.

 —¿Naruto-kun, que tienes?

Porque aunque estaba aterrado por la reacción de sus hijos, y que Hinata nunca lo perdonara, amaba a Sasuke más allá de lo indescriptible, y no había forma que pudieran o pudiera apartarse de su lado.

Perder a Sasuke no estaba en sus opciones.

—Debemos hablar.

 


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