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Nacimiento (KAGAKURO) por NekoNekoNe

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Notas del fanfic:

Este One-shot lo hice a pedido de una persona muy especial para mi.

Agradezco a My Sweet Honey por haber sido Beta Reader de esta historia.

DISCLAIMER: NI KNB NI SUS PERSONAJES ME PERTENECEN.

COMPORTAMIENTO OOC (OUT OF CHARACTER/FUERA DE PERSONAJE)

 

NO ONE'S P.O.V.

-Te amo Tetsuya, no puedo creer que esto esté sucediendo finalmente.-Un pelirrojo hablaba emocionado mientras conducía lo más rápido posible por las calles de la ciudad. Tenían que llegar al hospital a la hora acordada o su amada sombra comenzaría a sentir los dolores del parto.

 

-Yo también te amo Taiga.-sonríe y posa su mano sobre la que el mayor mantenía sobre la palanca de cambios.

 

Estaban nerviosos, estaban ansiosos y tenían miedo… pero estaban felices. Tetsuya acarició su abultado vientre con mucho amor y miró sonrojado al pelirrojo.- ¿Qué crees que sean?- preguntó sonriente. En los chequeos regulares siempre les preguntaban si querían saber el sexo de sus bebés, pero ambos respondían que preferían que fuese una sorpresa.

 

-No lo sé. Pero sin importar lo que sean, serán perfectos y los amaremos por igual.- sus trillizos serían las luces de sus ojos como lo habían sido desde que se enteraron de su existencia.

 

-De eso estoy seguro Taiga.-Afirma sonriente.- ¿Trajiste el bolso con las cosas?- el pelirrojo asiente sin despegar su vista del camino.

 

-Tiene ropa para ti y para los bebes, también tiene pañales para recién nacidos y te guardé un par de novelas para que no te aburras.-Menciona intentando no olvidar nada.

 

-¡Oh!-exclama obteniendo la atención del menor al instante.- También guardé unas playeras mías en caso de que me dejen quedarme contigo. Si no me dejan te las dejaré, sé que te gusta ponértelas para dormir o abrazarlas cuando no estoy.- el menor se sonroja y asiente avergonzado.

 

Kagami era un hombre muy detallista y siempre pensaba en todo. Definitivamente amaba a su esposo.  El pelirrojo detuvo el auto en la entrada del hospital y fue a buscar una silla de ruedas para transportar a su amado peliceleste.

 

Pasaron por la recepción, donde una agradable anciana les comunicó que el cirujano los estaba esperando en el quirófano, y el mayor llevó a Kuroko por los corredores hasta que llegaron a la entrada de la sala de operaciones.

 

Un doctor de mediana edad, quien operaría al peliceleste, salió para recibirlos. El hombre los saludó, estrechó sus manos y volvió a explicar brevemente en qué consistiría la cirugía del menor. Entró a la sala de operaciones por unos instantes y se asomó por la puerta entregándole a Kagami una bata, un gorro, unos guantes y un cubre bocas esterilizados para que pudiese estar presente durante el nacimiento de sus hijos.

 

El tigre se vistió con la ropa que le entregó el especialista y entró al quirófano donde su amado lo esperaba recostado en la camilla. El menor se mantenía quieto a la espera de su marido, a la vista de los presentes lucía neutro y relajado, sin embargo el pelirrojo notó el miedo en los ojos de su pareja al entrar en aquel lugar.

 

Tomo la mano del más pequeño entre las suyas.-Todo saldrá bien Tetsuya.- susurró tratando de calmar a su pareja.

 

Uno de los asistentes quirúrgicos que se encontraba allí le colocó una mascarilla para anestesiarlo, el peliceleste cerró los ojos lentamente perdiendo la consciencia  y los profesionales comenzaron con su labor.

 

Kagami no soltó la mano del menor en toda la operación.

 

Luego de un largo tiempo, uno a uno los llantos de tres infantes resonaron en la sala de operaciones, cada bebé fue envuelto con una manta de diferente color. 

 

Una manta celeste envolvía el cuerpo del mayor, el hijo del medio era abrazado por una manta celeste y rosa, simbolizando que era un doncel al igual que su “madre”, y una manta rosada cubría el cuerpo de la menor.

 

El pelirrojo estaba sumido en felicidad, sus bebés habían nacido sin dificultad alguna y estaba seguro de que junto con su amado eran los seres más preciosos en todo el mundo.  Un par de  enfermeras entraron a la sala de operaciones y, luego de ponerle pulseras con el nombre de la “madre” a cada uno de los recién nacidos, se los llevaron para realizarles todos los chequeos necesarios.

 

Kagami salió del quirófano junto a su inconsciente esposo, le habían dicho que aún faltaba tiempo para que la anestesia ya no surtiera efecto en el cuerpo de su pareja.

 

Tomó asiento a un lado de la camilla en la que reposaba su amado peliceleste y volvió a tomarle la mano. Ahora solo quedaba esperar a que despierte y que conozca a sus hijos para poder nombrarlos.

 

Tres horas transcurrieron cuando sintió una leve presión en sus manos, levantó la mirada y se encontró con aquellos ojos zafiros de los que estaba perdidamente enamorado.

 

-¿Y los bebés?-susurra tratando de incorporarse.

 

Kagami lo sujeta impidiendo que se mueva, acomoda las almohadas para que el menor pueda sentarse sin hacer mucho esfuerzo y contesta su pregunta.

 

-Están siendo revisados.-comenta con una sonrisa en su rostro.- ¿Te gustaría saber qué son?

 

El menor asiente con los ojos levemente brillosos, estaba feliz y ansioso, ya no podía esperar.

 

-Veamos, tenemos al mayor que es un varón muy apuesto, debo aclarar.-levanta uno de sus dedos mientras una gran sonrisa se forma en sus labios, el menor sonríe y espera a que continúe.-Tenemos una hermosa niña, que es la menor.-levanta otro dedo.- Y el del medio es un delicado doncel.- Kagami levanta un dedo más mientras menor lo mira sorprendido y siente como algunas lágrimas descienden por sus mejillas producto de la emoción. Ahora ambos eran padres de tres hermosos bebés.

 

Se escucha como golpean la puerta y por ella entran dos enfermeras con tres cunas. Dejan las cunas a un lado de la “madre” y se retiran. El peliceleste le pide al mayor que las acerque para poder verlos mejor. Siente la forma en la que su corazón late desenfrenado al verlos.

 

Los bebés…  sus bebes…  eran hermosos. Aquellas durmientes criaturas eran el fruto de su amor con Kagami, y eran perfectos. Los amaba con todo su corazón.

 

Kagami toma en brazos a la menor y deja a los dos mayores en brazos de su esposo.

 

-Son preciosos… ¿Cómo les llamaremos?-mirando a los pequeños con total devoción.

 

-Ummm… no sé.-se rasca la parte de atrás de su cabeza y sonríe.- ¿Qué te parece si al mayor lo llamamos Akihiko*?- el menor asiente.

 

-Parece apropiado para este hermoso jovencito.-Mira con ternura al mayor y mira a su otro hijo en brazos.- ¿Qué te parece si llamamos al segundo Ai*?

 

-Creo que le queda perfecto. Quiero decir, mira cómo toma el dedo de Akihiko entre sus manos.-comenta viendo la escena.-Solo faltaría un nombre para la menor…  ¿Cómo quieres llamar a nuestra princesa?-pregunta dirigiendo su mirada a su pareja.

 

-¿Qué tal akan*…-las palabras del peliceleste se vieron interrumpidas por las pequeñas risas que la menor dejaba escapar por sus labios. Al parecer había despertado antes que sus hermanos y se encontraba divertida entre los brazos de su padre.-… Keiko*, el nombre Keiko  parece encajar con ella.-viendo a la pequeña con ternura, la risa de su bebé parecía el sonido más hermoso del mundo.

 

-Tienes razón.-mirando a la sonriente niña en sus brazos. Se acerca al menor y deposita un beso en sus labios.-Te amo Tetsuya, lo hiciste bien.-Acaricia sus cabellos y vuelve a mirar a la pequeña en sus brazos.-Los amo a todos ustedes.

 

Akihiko: significa “Principe resplandeciente”.

Ai: significa “amor” define a una persona amorosa y delicada.

Akane: el significado literal es "rojo brillante”.

Keiko: chica feliz, divertida, alegre y siempre sonriente.

ACLARACIÓN: a lo largo de la historia mencioné los términos “cirugía” y “operación” como sinónimos; pero aun nivel semántico, la cirugía es la especialidad que se encarga de la manipulación directa de las estructuras del cuerpo mientras que la operación o intervención es el proceso mediante el cual un órgano es alterado o reparado. Esto es un tecnicismo pero sentía que tenía que aclararlo.

Notas finales:

¡Espero que les haya gustado!

¡Gracias por leer!


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