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Abrir y Cerrar | STONY NOIR [Continuación de Ecos] por Mylo Shinobu

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Notas del capitulo:

Nota previa: Leer el OS llamado Ecos de mi autoria. :)

Tú sabes que se siente quedarse así

No escuchas nada, nada te llama

Llama por ti

La lluvia abatía con fuerza contra la ventana. Los truenos y relámpagos caían sin control. El día era espantoso y no muy diferente a los sentimientos que tenía por dentro en ese momento. Con su bata roja, mirando tras el cristal de la ventana, tomaba de un vaso de cristal el whisky de su reserva que casi había vaciado. Dio un trago fuerte mientras sentía la lluvia de sus sentimientos destrozarlo. Se sentía tan cobarde.

Un rayo hizo oscurecer la habitación dejándolo ver su reflejo en la ventana. Entonces pudo notar, de nuevo, la placa en su pecho. Un dolor insoportable se apoderó de él y arrojo su trago al suelo. Era el quinto o sexto... Ya daba lo mismo. No estaba de ánimos para ser consciente de su problema con el alcohol. Ya daba lo mismo, estaba gustoso de ahogarse en su miseria.

Cayó al piso y comenzó a llorar. Anhelaba viejos tiempos y sobretodo anhelaba al chico rubio que le había traído tanta paz. Se sentía la peor basura, temblaba de rabia y toda su mente era un revoltijo de sentimientos y pensamientos extraños. Quería ahogarse en su llanto y no volver a la realidad que lo estaba consumiendo de forma tan cruel.

-Steve...Steve...

...

Tony estaba recostado sintiendo la luz del sol que atravesaba la ventana. Traía su camisa abierta mostrando su pecho y su pantalón también estaba abierto. El calor del sol era reconfortante a través de la ventana. Aunque este mismo calor lo había despertado y la incomodidad del suelo. Sonrió al sentir un peso en su abdomen, abrió los ojos al ver unos ojos azules y curiosos encima de él. Acarició el rostro del rubio que le sonreía tan gentil. Este solo traía una camisa puesta pero abotonada lo suficiente para cubrir el cuerpo. Lo tomó de las caderas mientras recibía un tierno beso en los labios.

-¿Tony?-este sonrió acariciando el cuerpo encima-. Te vas a volver a resfriar si sigues en el piso. ¿Quieres otro resfriado de una semana, señor aventurero?-Tony rió ante la burla.

-Si eso me mantiene en tu cama por mi está bien.

-Tony-regañó Steve sintiéndose un poco avergonzado pero disfrutando de las manos de Tony en su cuerpo.

Al notar que Tony no abría los ojos, porque la luz del sol lo cegaba, se acercó lentamente hasta sus labios secos y lo besó tiernamente. Tony sonrió continuando el beso sin abrir los ojos, acaricio las piernas de Steve y sintió su columna vertebral notando cada uno de sus huesos. Steve era bastante delgado pero a Tony le volvía loco cada rincón de su cuerpo. Como si fuese el único que supiese como tratarlo sin romperlo. Se separaron del beso y se miraron a los ojos.

-El piso está frío-dijo Steve mientras contemplaba a Tony.

-Justo ahora está caliente

-Sí pero...

-Entonces vamos a calentarlo, Stevie...

Tony lo tomó de la cintura para recostarlo en el piso. El rubio lo besaba con ansias, Tony le contestaba igual haciéndose espacio en sus piernas. Se enloquecían al sentirse, las caricias y los cuerpos juntos se reconfortaban. Tony entró en Steve deseoso, queriendo hundirse en esa piel blanca que brillaba con la luz del sol. Los gemidos de Tony en su oído, jadenado y desesperado eran su debilidad. Tony era tan buen amante y mientras más pasaban los meses conociéndose, también sabía que jamás se cansaría de él.

-Tony... Tony...-susurraba el rubio en el oído del aventurero, este rió y lo besó mientras embestía de nuevo.

-Stevie...Stevie...

Un te amo iba a salir de los labios del rubio pero por un instante tuvo cierto temor de que Tony no reaccionara como quisiera. Que se negara o diera por terminadas las cosas. Sus relaciones pasadas no habían sido muy fructuosas. A veces solo era cuestión de una noche o se olvidaban de él sin avisarle cuando más enamorado se sentía. Aun así se entregó totalmente a Tony, le dio todo y estaba dispuesto a ir por más pero sería lento, sin prisa y a un ritmo que ninguno que cansara del otro.

-Deberíamos ir a la cama, Tony-sonrió Steve, Tony dio su última embestida antes de correrse. Steve jadeo sintiendo su cuerpo temblar.

-Si... la cama...

Tony miró los labios de Steve abrirse al sentir que llegaba, también, al orgasmo, acarició la erección del rubio sintiendo el temblor en su cuerpo. Sonrió al sentir que era el único que podría lograr eso en Steve, ser el único que lo complaciera a tal grado. Siempre deseaba afirmarlo y Steve siempre lo dejaba. Lo mimaba y lo protegía que no deseaba separarse de él jamás.

-Después de que vayamos a la habitación, lo haremos de nuevo-dijo Tony, Steve sonrió afirmando-. Y luego me dormiré en tus brazos... ¿Me abrazaras?

-Siempre te abrazo y te beso... Aunque quizá me despierte primero a hacer la comida... Últimamente no estás comiendo bien.

-Puedo culpar a un rubio que me tiene bastante entretenido...-Steve alzó la ceja dudando

-¿Ah, sí? Debería dejar de entretenerte, entonces...

-No, no...-Tony lo abrazó con fuerza percibiendo su aroma, ese dulce aroma que tanto amaba-. Enloquecería el separarme de ti-Steve lo tomó de la barbilla y lo miró.

-Yo también me volvería loco.

Se besaron lentamente, volvieron a abrazarse. Deseaban fundir sus cuerpos con el otro, amarse para siempre. Si la vida les sonreía un poco podrían hacerlo. Tony se recostó en el hombro de Steve, absorbió ese dulce aroma que tanto amaba y Steve hizo lo mismo mientras jugaba con los mechones de cabello de Tony.

...

Todo cambia

Un abrir y cerrar

Espera que vaya a salvarte

Estoy siempre contigo

Cortó dos rosas del jardín, le quitó las espinas y las dejó en la mesa como es costumbre. Siempre que vista a Steve, le lleva dos rosas rojas. Pese a que el rubio lo regaña por ello, el simple gesto lo hace sonrojar. Cuida las flores como si fuesen lo más preciado. Muchas de ellas duran más de lo que hubieran durado en ese jardín que dejaba a cuidado de otros. Tony se sentía un idiota enamorado y a veces creía oír su corazón gritándoselo.

Hoy sería el día. Llegaría con Steve, le entregaría las dos rosas y cenarían juntos. Después pediría que hablaran un poco, que tomaran un vino que ha preparado por meses para ese día. Beberían en el sofá, entre risas y anécdotas, Steve rogaría por un beso y Tony ya se lo daría antes de que emitiera cualquier ruido. Entonces lo llevaría a la cama, harían el amor y mientras Steve lo montara, se lo diría. Le diría que lo ama y que quería compartir su vida con él.

Tal vez Steve se emocioné, tal vez Steve esté llegando a un orgasmo cuando se lo estuviera diciendo que tendría que repetirlo. Entonces el rubio lo miraría con los ojos brillantes, tal vez llore pero lo besará y le afirmará mil veces que él también lo ama y también quiere compartir su vida con él. Harán el amor toda la noche y hasta la madrugada, cuando el sol se pose y se besaran y dormirán abrazados.

Tony lo imaginaba, podía creerlo. Entonces solo dio un paso y cayó al piso. Sentía el dolor en su pecho, un cosquilleo en el brazo y un mareo que no lo dejaba hacer nada. Apenas pudo llegar al teléfono pero Pepper apareció antes asustada, Tony se sintió aliviado y perdió el conocimiento.

...

-¿Tony? ¿Estás bien?- la pelirroja apareció frente a él y este solo negó con la cabeza llorando. Pepper lo abrazó con fuerza queriendo consolarlo.- ¿Por qué corriste a Steve? Estabas tan ansioso por verlo...

-No puedo, Pepper...-soltó Tony- Si él... Si él me rechaza por la placa yo...

-Steve jamás haría eso...-ella suspiró y se sentó a su lado-. Tony... ¿Por qué sigues dudando?

-Porque lo he visto... lo he vivido tantas veces... Parece la relación perfecta, todo está bien hasta que llega un momento de debilidad... un momento malo y todo el amor que me prometieron se va... Me traicionan o me dejan... prefiero...

-¿Hacerlo tú antes de que te lo hagan? ¿Estás escuchándote? Es Steve del que hablamos...

-¡Y otras relaciones igual me lo juraron!-Pepper suspiró y lo miró fijamente.

-Dime, ¿en cuál de todas esas relaciones te sentiste igual que como te sientes al estar con Steve?

Tony se quedó mudo... Bajó la mirada y simplemente negó. Pepper lo abrazó de nuevo tratando de darle ánimos pero Tony la alejó. Dudó un poco y lentamente se bajó la bata del hospital. Pepper se sorprendió al ver la placa de metal que le habían colocado. Estaba justo en el medio de su pecho pero cubría más el pectoral izquierdo. Había marcado un rectángulo pequeño que parecía abrirse para dejar ver el interior.

De imaginarse eso, Pepper se sintió un poco horrorizada y Tony bajó el rostro decepcionado. Fue en ese momento que Pepper entendió que Tony buscaba consuelo, buscaba que nadie se aterrara con la idea de su frágil corazón. Fue una reacción equivocada pero natural y Tony temía que Steve tuviera esa misma reacción cuando lo viera. Tony subió la bata con prisa y miró a otro lado, Pepper sonrió con tristeza.

-Steve reaccionaría diferente...

-¿Cómo lo sabes?

-Cuando estás enamorado ningún defecto importa.

-¿Estoy defectuoso?-Pepper gruñó desesperada.

-Sigo sin entender cómo Steve te aguanta...

-Yo tampoco...

-Pero si soporta tu mal carácter... Soportará todo de ti...

-¿Soportar?

-¿Cómo diablos le haces para distorsionar todo lo que digo? Yo lo digo soportar pero Steve seguramente lo ve natural en ti que no le importaría un demonio como te ves.

-Sigo temiendo su reacción...

-Tony... te puedo asegurar que será mejor que la que yo te acabo de dar.

Tony seguía cabizbajo, llevó su mano a su pecho y lo acarició. Cerró el puño de su mano como si todo el peso del mundo se le viniera encima. No estaba listo para confrontar a Steve y temía que todo lo que Pepper le dijera no fuera real. Deseo cerrar todas las posibilidades, cerrarse al miedo y a su pasado que estaba haciéndose presente en su débil corazón.

...

-¿Es posible que pueda cambiarse?-preguntó sentado en la mesa, Jarvis se cruzó de brazos y alzó la ceja. Afirmó.

-Si tuvieras éxito en conseguirlo podría crear algo que se reajuste a tu pecho y tal vez quitar la placa... Por ahora podría hacer algo más pequeño y menos estorboso. Esos doctores no saben nada de eso...

-Yo quiero que la placa desaparezca...

-Dile a tu estúpido corazón que deje de ser tan débil y tal vez no necesites la placa-Tony suspiró.

-¿Tienes las coordenadas exactas?

-Tengo unas coordenadas...-Jarvis sacó de la cajonera a su lado una libreta y se le arrojó-. Aparecen en la primera página pero lee todo porque vienen indicaciones especiales y siempre te metes en problemas al no leerlas. Está vez tienes que ser precavido... El instinto será tu enemigo.

-¿Cuándo me arreglarás la placa?

-Ahora mismo pero solo prometo hacerla más ligera porque no creo poder modificar algo más.

-Con que pueda moverme es suficiente...

-Lo será...

Tony ojeo la libreta, a orden de Jarvis se recostó en la mesa que estaba sentado y empezó a hacer algunas cosas en su pecho. Quería realmente hacer lo posible por desaparecer la placa y volver con Steve. Regresar a sus brazos y que este lo mime como suele hacerlo. Lo extrañaba tanto y era doloroso no poder ni siquiera escuchar su voz.

...

-¡¿Esto es seguro?!

Preguntó Pepper mientras sostenía su sombrero para que no cayera mientras la marea iba subiendo, Tony sonrió afirmando y volvió su rostro serio. Las olas golpeaban salvajes en el casco del barco, Tony hizo una señal para que entraran y se encaminaron a la cabina del capitán. Namor, el capitán, navegaba el barco sin preocupación y tras saludarlo, siguieron caminando hacia los camarotes. Entraron a uno mientras sentían como el barco se balanceaba de un lado a otro.

-¿Estás seguro de esto?-preguntó de nuevo Pepper, Tony recargó sus codos en propio regazo y suspiró.

-Es lo único que me queda...

-No has hablado con Steve, ¿cierto?-Tony negó y Pepper solo pudo suspirar frustrada-. ¿Por qué? ¿Y si esto no tiene éxito? Tony... es demasiado riesgo para algo tan simple de hacer. Habla con Steve y todo esto...

-¿Y si eso sale mal? No quiero que él me vea como todos lo han hecho.

-Steve jamás te ha visto como los demás lo hacemos. Dale un poco de crédito... Desde que se conocieron se notaba que había caído por ti sino es que antes ya lo hacía...

-Él dibuja mis aventuras... o por lo menos los escenarios-Tony sonrió con el recuerdo-. Dijo que tengo buenos redactores y... parece una fotografía... solo que a color y... con algo de él...

-¿Y por qué dudas tanto? Te amaba sin conocerte y ahora...

-Él tiene una imagen de mí muy mala. De alguien aventurero, mujeriego y que le da lo mismo la vida... La primera vez que estuvimos juntos pensó que no volvería a verlo... que la promesa de volver parecía que se la decía a cualquiera... Cuando empezamos a estar más tiempo juntos pensó que era fan del alcohol y me regaló un coñac sin saber mis problemas de alcoholismo... O cuando pensó que tendría otras personas mientras salía con él hasta que le juré que era el único... O...

-¿Será por qué siempre te haces la fachada del tipo rudo?-Tony se encogió de hombros y se recostó en la cama, Pepper suspiró profundamente-. Y aún así Steve se dio cuenta que no eras así y le gustaste más.... Te cuido y te enamoró al punto de que estas perdiendo la razón. Viajando por un aparato que no sabes si funcione solo porque parece que tú no conoces a Steve.

-Tengo que hacer esto si no...

-¿Si no qué? ¿Lo perderás? Ni siquiera le has dado la oportunidad de que niegue o te acepte... Tony. Pareces un idiota. Si sigues sin hablarle lo perderás realmente...

Pero Tony no quiso escuchar y se acomodó en la cama para dormir e ignorarla. Pepper suspiró y salió del camarote. Cuando se sintió solo, sacó una fotografía que guardaba en su pecho. Era de Steve mientras pintaba. Ese día estaba haciendo su experimento con un nuevo tipo de cámara fotográfica. Steve estaba tan concentrado en el dibujo y Tony estaba centrado en Steve que no recordaba lo que estaba dibujando...

Guardó la foto y cerró los ojos. Deseaba estar en la cama de Steve, en sus brazos, sintiendo sus delgados dedos jugando con su cabello, sus labios besando su frente y su nariz. Sentir su piel bajo su cuerpo y estar dentro de él mientras recibía besos tiernos, caricias hambrientas y esa mirada intensa que lo hacía flaquear. Lo debilitaba al grado de caer cada vez más en Steve y abrir su descompuesto corazón.

Quería volver a lo que antes tenía. Ser feliz como antes de ese infarto.

...

Caminaron por el pasillo húmedo solo iluminados por las antorchas que llevaban en mano. Dentro del silencio se podían escuchar los pasos de sus botas y el goteo del agua. Cada paso era precavido pues cualquier cosa podría ocurrir de sorpresa y caer en una de las miles de trampas a las que estaban acostumbrados. Paso lento y seguro tratando de ver cada parte de ese pasillo.

Por error, Tony pisó una trampa que empezaba a amenazar el derrumbe del pasillo. Se olvidaron de las precauciones y se fueron corriendo esperando no ser alcanzados por el derrumbe. Una escapatoria que los haría caer a un río interno, no lo pensaron dos veces y se arrojaron con todo y antorchas. Fueron llevados por la corriente.

Lograron sostenerse de una piedra con ayuda de Rhodey, este hizo que Tony llegara a la orilla para salir del río. Cuando pudo salir, vio una enorme rama resistente con la que ayudó a Pepper a salir y luego, aunque le costó más, Rhodey pudo sostenerse y nadar hasta ellos. Cuando los tres se encontraron a salvo, se tiraron al piso para recuperar el aliento y escupir el agua que se había metido a sus pulmones.

...

Tras recuperarse de un casi ahogamiento, se levantaron. Sus ropas estaban totalmente empapadas y se sentían pesados. Una luz los sacó de su pensamiento de pesadez y caminaron hacia ella. Tony deseaba no estar muerto pero así se resolverían varios de sus problemas. Siguieron a oscuras, tanteando el paso hasta que su vista se acostumbró a la oscuridad. Un arco daba el paso al otro lado de donde venía la luz.

Entraron a un enorme recinto. En el medio había una especie de pirámide sin terminar llena de yerbas y enredaderas. Todo estaba iluminado con una especie de lámpara de fuego en la parte más alta del techo. Observaron todo el lugar, parte del río pasaba por ahí pero no era la gran cosa. Caminaron sigilosos y prevenidos de cualquier trampa.

Para Tony era una especie de dèjá vu pues la aventura que tuvo donde perdió a Virgil en manos de su ex -novia fue en una situación similar. Llegaron a la pirámide y unas escaleras se visualizaron de inmediato. Tony no dudó y subió seguido de Pepper y Rhodey. Las escaleras eran nada a su desesperación por llegar a la cima. Cuando se vio cerca, sintió su cuerpo pesado de la emoción.

Llegaron y Tony encontró un corazón metálico encima de lo que parecía un cofre. Ese era su objetivo, estaba rebosante de felicidad al notar que esa podría ser la alternativa que le dijo Jarvis. Respiró con tranquilidad esperando que fuese una oportunidad para recuperar su vida y a Steve. Lo analizó determinadamente pero no entendía mucho el mecanismo, Jarvis sabría qué hacer con ese aparato.

El corazón se lo dio a Rhodey quien lo guardó en el morral mojado que protegía bien los mapas y cosas importantes. Con una roca, abrió el cofre y pudo ver dos aparatos importantes. Uno era una llave que iba dentro del corazón y la otra un rectángulo que no entendía para que servía. La llave se la dio a Pepper y la otra se la guardó. Era mejor dividir las cosas antes de que algo se perdiera.

No había nada más, cerró el cofre y decidieron bajar. Ya abajo empezaron a revisar los mapas mojados que tenía Rhodey. Revisaron una ruta de escape de ese lugar y se encaminaron siguiendo el riachuelo que se formaba cerca. Luego, tras mover varias rocas, Rhodey encontró una compuerta que les permitía subir nivel. Así fueron dos o tres veces más mientras se arrastraban por lo que parecía un drenaje. Llegaron a la superficie por la que habían entrao y pudieron observar su submarino.

Entraron al aparato, se ajustaron cinturones y Rhodey empezó a dirigirlo. Tony miraba el rectángulo que se había quedado. Estaba extrañado de saber qué era y para qué funcionaría. Una esperanza le vino a la mente y miró el paisaje submarino. Deseaba tanto que Steve pudiera ver eso, que Steve lo acompañara a sus aventuras de primera mano y pudiera dibujar todo lo que han vivido. Así cómo Pepper escribía entusiasmada su aventura, deseaba ver a Steve sonriéndole mientras dibujaba el mar por dentro, los peces y todo lo que fuese posible ver.

Una aventura juntos. Eso hará en cuanto recupere su corazón.

...

Empezaron a subir cuando llegaron a las coordenadas del barco de Namor. Tony tenía ganas de dormir y la placa que le hizo Jarvis le causaba un poco de comezón pero nada sin importancia. Subieron y se acercaron a la balsa que los acercaba al barco de Namor. Subieron las espaleras, para su sorpresa, se dieron cuenta que había más compañía en el barco.

Subieron al estar rodeados de varios hombres vestidos con una capucha y un logo de un pulpo en el centro de su traje. En el medio estaban dos personas, uno de máscara morada y la otra... su antigua pareja. Por alguna razón, ella llevaba puesta una máscara de jade pero la reconocía completamente. Levantaron las manos al momento de ser apuntados con las armas. Lo mejor ahora era colaborar.

-¿Quién es tu amigo, Giulietta?-preguntó Tony con una sonrisa socarrona pero precavido de cualquier acción.

-Vine a saludar, Tony. Todo mundo por aquí hablaba de que habías venido y supuse cual era tu misión.

-No sé de que hablas.

-Vamos, Tony. Las reliquias de aquí son importantes pero tengo que decirte que espero que no buscaras esto...-ella sacó un corazón metálico dorado, los ojos de Tony se abrieron de sorpresa. Ella solo sonrió satisfecha-. Sí, querido. Lo que viste es una mera imitación y este es el real... Espero que no lo estuvieras buscando para tu reciente ataque cardiaco-Tony frunció el ceño, la preocupación ahora si lo estaba traicionando.

-¡¿Qué quieres, Giulietta?!

-Venganza, Stark. Venganza por abandonarme a la suerte en esa caverna y dejarme quemándome con esto en mi rostro-Tony sonrió complacido.

-¿Así que esa es tu nueva cara? Te luce mejor...-Giulietta suspiró cansada.

-No deberías tentar a la suerte, Stark. No con mis nuevos amigos.

Dio una orden con la cabeza, el hombre a su lado hizo una señal y los otros hombres fueron tras Pepper que se defendió aunque eran demasiados. Rhodey buscó a ayudarla pero ese era el objetivo, cuando se distrajo, Tony fue tomado de cuello por el hombre a un lado de Giulietta y fue arrastrado a una balsa con motor. Lo arrojaron para que cayera de golpe, Giulietta ya estaba arriba y el hombre que lo aprisionó también subió. Arrancaron su huída mientras Rhodey se deshacía de los hombres con facilidad. Fue cuando notó que se llevaron a Tony.

...

Lo tenían amarrado en una mesa metálica mientras hombres se paraban a su lado. Estaba buscando la mejor forma de salir pues fue llevado a ese lugar porque él quiso y no opuso resistencia. Quería conseguir el corazón que tenía Giulietta pues era el que realmente necesitaba Jarvis para sanarlo. Entraron a la habitación y miró la silueta de su antigua novia junto con un hombre enmascarado.

-¡Giulietta, amor!-dio Tony- Me alegra verte. ¿Me podrías soltar?

-¿Estas usando trucos conmigo, Stark?

-Quería probar.

-Bueno, yo también quiero hacer pruebas contigo, corazón-sonrió de forma maligna, aún con esa máscara de Jade podía distinguir esa horrible sonrisa. Le desató la camisa y dejó al descubierto su torso, entonces sonrió-. ¿Esa es tu nueva vida, Stark? ¡Qué tristeza!-Giulietta tomó el corazón dorado y se lo enseñó-. Esto te serviría, ¿no? Aunque para que eso pasara, tendrían que arrancarte el corazón e implantarte este. No creo que algo así salga bien...

Giulietta lo miró pensativa, Tony estaba esperando algo. Todo ese discurso no era por nada. Algo tramaba, algo que no entendía que era pero se estaba preocupando. Esa mujer tiene un truco tras otro por lo que cualquier cosa podría ser lo que buscara. La mujer lo contempló sonriente y tomó una fotografía que le dio el hombre encapuchado. Se acercó a Tony y este se asustó al ver que en la foto estaba Steve.

-¿Lo conoces?-Tony negó con todo el dolor de su alma, Giulietta puso los ojos en blanco y lo miró.

-¿Crees que me tragaré eso cuando los últimos meses te la has pasado en su casa?

-No tiene nada que ver conmigo.

-¡Oh, claro que tiene que ver!-exclamó con fuerza-. ¿No es él tu nuevo amante?-dijo ladeando la cabeza, Tony no dijo nada. Ella sonrió complacida-. Así que lo es...-miró la foto-. Pues diré que no está feo pero podrías tener algo mejor, Tony. ¿Qué quieres de él? ¿Fama o algo?-Tony solo la siguió mirando-. Porque justo ahora hay uno de mis muchachos con él-Tony se asustó y trató de zafarse pero no lo logró, esto provocó la risa de Giulietta.

-¡¿Qué quieres?! ¡Dímelo y te daré lo que pidas!

-De ti, nada-miró el corazón dorado-. Tengo todo lo que necesito para recuperar mi rostro pero me gusta torturarte. Eres un imbécil, Tony. Es lo único que necesitas saber.

-Deja al chico en paz. Cualquier cosa es conmigo, él no sabe nada.

-Ni tú lo sabes-Giulietta se sentó a un lado de Tony y lo miró-. Tengo una duda, Tony. ¿Qué pensó el chico de tu asquerosa placa?-el adjetivo golpeo su orgullo y simplemente negó el contacto visual. Guilietta rió complacida-. ¿No le has dicho? Esperas tener esto-señaló el corazón- antes de mostrarte-la mujer siguió riendo-. Eres patético Stark pero tienes razón. ¿Quién amaría a un hombre con una placa llena de pus y que amenaza con salirse? Además, seguro ese chico te quiere por la fama o el dinero. En unos días de su romance, su museo obtuvo más visitas de las habituales. ¡Eres toda una promoción, Stark! Todos lo saben...

-Él no es así... Él tiene talento. Ese museo se llenaría solo, con o sin mí.

-Sí, sí... Lo que digas... aunque... ¿Recuerdas a tu padre?-Tony la miró sorprendido-. Él te lo decía, ¿no? Que eras un corazón inútil o desperdiciado... No sé cuál. Y en eso tenía razón... ¿Crees que ese tipo rubio realmente te ama? ¿Crees que realmente no sé asquearía de ti?

Tony bajó la mirada sintiéndose débil, Guilietta sonreía complacida al verlo tan vulnerable. Los Stark habían arruinado su vida. Primero las muertes que Howard ocasionó en su país natal, justo en la guerra. Ahora su hijo no distaba de ser un monstruo egoísta que solo veía por su bien. Vendía su ego en esa revista semanal de aventuras que poco valor tenían. Era momento de pagar todo.

-Eres un monstruo, Tony-continuó Guilietta-. Tú y tu padre son monstruos y ese rubio lo sabrá y te abandonará. Como todos porque eres desechable, Tony. Todos te dejan, tu padre te dejó y ese chico también lo hará. A nadie en este mundo le interesas. Y este corazón-señaló el corazón-, de nada te servirá.

Lo arrojó haciéndolo romperse, Tony gritó ante el inesperado acto. Cuando iba a reaccionar, una bomba explotó cerca de ahí. Los hombres encapuchados fueron a ver lo que ocurría, Guilietta se quedó ahí a punto de matar a Tony con un cuchillo cuando un golpe de un pesado libro la noquea. Pepper había llegado y dispuesta a sacar a Tony de ahí. En cuanto se vio liberado, Tony corrió al corazón dorado destruido y salvó todas las partes posibles. Luego fue arrastrado por Pepper mientras veía a lo lejos a Rhodey y a Namor.

...

Estaba tapado con una manta, todos los hombres alistaban el barco. Tony miraba al horizonte sin realmente estar mirando. Recordaba muy poco de lo que había pasado pero si de lo que habló con Guilietta. Ella tenía razón. Siempre es dejado de lado. Además, el legado de las armas que dejó su padre sería un peso a futuro. Había intentado cambiar las cosas con la revista pero todos seguían recordando de dónde sacaba el dinero para costear sus aventuras. Y en parte tenían razón y eso podría ser algo con lo que estaría discutiendo con Steve.

Suspiró, entonces alguien se colocó a su lado sonriéndole. Tony no dijo nada y siguió con la mirada triste. Se sentía mal y cada que sentía comezón cerca de la placa se sentía aún peor. Todo era una mierda, solo quería llegar a casa y ahogarse en alcohol.

-Tony-Pepper lo miró- ¿Qué pasó ahí?

Tony parecía asustado, miraba a la nada como si estuviese arreglando sus pensamientos. Parecía tener miedo y sus manos temblaban. Pepper las tomó para tratarlo de calmarlo, le sonrió para animarlo y Tony solo la miraba sorprendido. Respiraba algo agitado.

-Pepper, ¿te casarías conmigo?-preguntó sin más, Pepper abrió los ojos y lo soltó de las manos.

-¿Qué?-retrocedió un poco asustada tratando de adivinar los pensamientos de su jefe.

-Solo... ¿Lo harías? ¿Podrías ser feliz conmigo?-Pepper suspiró y pensó un poco lo que podía decir.

-No. Jamás me casaría contigo-Tony la miró asustado pero Pepper no lo dejó terminar sus pensamientos- porque hay un rubio de ojos azules que estaría encantado de compartir todos los años de su vida contigo.

-Y sí él... Si...

-Tony... ¿Qué ocurrió ahí?

-No quiero que sepa de esto, Pepper...-señaló la placa- Estoy asustado. No quiero... No...

-Tony... Steve merece una explicación-Tony bajó la mirada pensando.

-Ni siquiera me ha buscado...

-Tal vez está esperando que tú lo hagas-Tony lo miró con culpa y Pepper suspiró frustrada deduciendo lo que hizo- ¿Se lo prometiste tú? ¿Tú le dijiste que le hablarías?

-No puede... Yo... –Pepper se cruzó de brazos.

-En cuanto lleguemos a New York lo buscarás así yo te arrastre a él. ¡¿Entendiste?!

Pepper se alejó enojada, Rhodey se acercó a Tony pidiéndole ir a un camarote para que descansara. Tony obedeció desanimado cabizbajo. Llegó al camarote, se sentó en la cama y espero a que el barco zarpara. Sacó del morral de Rhodey las piezas del corazón dorado y se lamentó que estuviera roto. La única pieza clave para recuperar su vida había desaparecido.

A menos que Jarvis hiciera milagros, ya no le quedaba nada.

...

-Puedo hacer algo-dijo Jarvis pero no lucía muy animado-. Pero no prometo nada.

-La placa me ha producido pus y comezón.

-Te hice una de titanio. La ajustaré en lo que veo que hacer con lo que me trajiste.

-¿Si hubiera estado completo, funcionaría?

-No lo sé...-Jarvis se quedó pensativo-. Tendríamos que ver su funcionamiento y que tan averiado estaba aunque si hubiera funcionado.

Tony metió las manos a sus bolsillos y sacó un rectángulo metálico.

-¿Y esto, sirve?-le enseño el rectángulo a Jarvis, este lo tomó y lo miró determinadamente.

-Es una forma de corriente.

-¿Eso qué significa?

-Tu corazón podrá latir mejor con solo una carga de corriente.

-O sea, sigue igual...

-No, si este se mantiene activo por un año, tu corazón podría mejorar. Es una especie de piedra preciosa que te ayudará. Es bueno que lo hayas recuperado. Te haré una segunda placa y la ajustaremos. No será la solución pero en algo te ayudará.

Vio a Jarvis trabajar decidido. Ese hombre conocía mejor que nadie a su padre así que tendría respuestas a una duda que le consumía la cabeza cada que recordaba su encuentro con Guilietta. Suspiró buscando las palabras adecuadas.

-Jar... ¿Por qué crees que se fue mi padre?-este lo miró de reojo y siguió su trabajo.

-No creo que se haya ido. Lo raptaron.

-Pero mi padre era el hombre más rudo y decidido de todos. ¿Cómo...?

-Aún los hombres más rudos tienen su debilidad. Tú tu corazón inútil y tu padre a ti.

-¿A mí?

-Eras lo más preciado para él, Tony. Si lo obligaron a irse era porque tú corrías peligro. Lo que le hayan hecho lo pagó con tal de verte bien.

-¿Y crees que siga vivo?

-Quien sabe... el tiempo lo dirá. Bien, recuéstate que tenemos que recargar tu estúpido corazón.

Tony se recostó pero aún la incertidumbre estaba en su corazón. Estaba decidido a sufrir su pesar que a enfrentarse a Steve. Parecía un niño pequeño aterrorizado pero cada palabra de Giulietta le calaba en alma. Era una verdad que no podía soportar y si Steve lo odiaba por eso, prefería alejarse antes de verlo odiarlo. Toda reacción de Steve lo debilitaba. Ese era su verdadero punto débil.

...

Pepper entró furiosa buscando a Tony. Este estaba en su bata roja, ebrio y tirado en piso de su habitación. Por el hedor, se la había pasado bebiendo y vaciando toda su reserva de licores. Era una escena decadente y de tristeza. Se acercó imponente y lo miró con el ceño fruncido.

-¡Ey, Pepp!-saludó Tony apenas con ánimos.

-¡¿Qué demonios es esto, Tony?!-preguntó mientras señalaba un periódico que anunciaba su supuesta boda con Stark. Ella enfureció en cuanto la vio.

-¡Ah! Lo viste... ¡Felicidades, nos casaremos!

-¡¿Desde cuándo has decidido eso, Tony?! ¡¿Y con el permiso de quién?!

-Pepper...solo es una broma y...

-¿Sabes el daño que le harás a Steve si se entera?

-Él ni siquiera me extraña, Potts... Él es feliz sin mí.

-¿Qué?

-Lo fui a buscar... como me dijiste pero antes de llegar a su departamento lo vi...sonriendo y feliz con otro hombre. ¡Encontró a alguien nuevo! ¡Yo también quiero ser feliz!-dijo Tony mientras hacía un gesto de brindis hacia Pepper, ella lo contemplaba incrédula.

-¿Se besaban o algo?-Tony negó.

-Pero le sonreía... le mostraba esa hermosa sonrisa que se supone solo me debe mostrar a mí-Pepper suspiró un poco harta de la situación-. Es feliz sin mí...-le arrojó el periódico a la cara mientras se encaminaba a la puerta.

-¡Quiero que lo arregles, Stark! ¡O renunciaré! ¡Te lo juro!

Azotó la puerta tras ella y solo miró el periódico que había caído de su rostro. Miró de nuevo el titular de su boda y solo se puso a llorar. Él no quería casarse con Pepper, no estaba enamorado de ella... Él quería a Steve. Amaba a Steve sobre todas las cosa y lo deseaba ahí. Entonces una hoja de periódico salió, el anuncio de una exposición de arte que se dirigía a Viena.

Sacó la hoja y lo poco que pudo entender fue que el museo donde trabaja Steve hará una exposición en Viena. El artista tendría que estar ahí por unos seis meses. Steve tendría que irse, luego sobre algo de Hombres M que parecía un cuento o algo, no entendió así que arrojó el periódico. Y no le importaba, que Steve lo dejara. Steve se iría sin él a ser feliz. Seguramente se iría con ese chico de la cafetería vestido de cadete. Tomó de nuevo la nota y entre lo que leyó ahí estaba la foto del rubio. Solo arrugó la hoja y arrojó el periódico lejos de él para poder servirse otro trago.

...

Tony estaba sentado en la cama, desnudo. Apenas le cubrían, algunas partes de su cuerpo, las sabanas de satín. El olor a sexo seguía en la habitación pero estaba solo. El olor de que otra persona había estado ahí lo asustó. Vio algunas marcas en su cuerpo y el otro lado de la cama estaba distendido. Quiso alejarse pero un olor... ese delicioso olor le llegó a la nariz. Tomó la almohada a su lado y la acercó a su nariz tratando de percibir el aroma. Se sorprendió al sentir el olor, al reconocer ese aroma que tanto había extrañado.

¿En qué momento? ¿Steve lo había ido a buscar? ¿Habían estado juntos? ¿Por qué no estaba ahí? ¿Dónde estaba Steve?

Desesperado bajó de la cama tropezando con las cobijas y su poca coordinación tras el alcohol apenas le permitía enderezar el paso. Sin importar si se lastimaba o no, empezó a buscar algo de ropa para poder salir de ahí corriendo. Steve había ido por una razón y se fue por otra. ¿Qué estupidez hizo ahora bajo el alcohol?

-Steve...Steve...

...

Todo cambia (y todo cambia)

Un abrir y cerrar (pero no se acaba)

Espera que vaya a salvarte (salvarte no puedo)

Estoy siempre contigo (no tengas miedo)

 

Tras un largo rato llorando, se levantó, limpió sus lágrimas y marcó el número en mente.

-¿Bucky?-preguntó Steve lloroso.

-¿Steve? ¿Sabes qué hora es...? ¿Ocurrió algo?

-Yo...

Pero antes de poder decir algo, el toquido desesperado de la puerta lo distrajo. Su cuerpo se congeló, miró la puerta esperando que solo fuese su imaginación pero de nuevo el toquido desesperado se escuchó. Los ecos de un corazón tras una placa metálica resonaron en sus oídos.

-A caso...

Steve casi se tropezaba para ir a abrir. Cuando llegó a la puerta los ruidos cesaron y su mano se quedó a unos centímetros del pomo. Por unos segundos temía que su dolido corazón le estuviera jugando una broma esperanzándolo. Era ridículo que Tony estuviera del otro lado. No podía ser... No cuando recién ellos había dejado todo en claro y...

El golpeteo desesperado en la puerta lo sacó de sus pensamientos. No estaba soñando.

-¡¡Steve!!-un grito fuera le regreso la respiración que no sabía que estaba conteniendo-. ¡Por favor! ¡Ábreme!

Boquiabierto empezó a respirar con fuerza. Un impulso lo hizo abrir la puerta con prisa y sus ojos se llenaron de sorpresa al ver a su invitado. Con un traje desliñado, que dejaba ver parte de su pecho, empapado por la lluvia; que ni siquiera supo cuando empezó; y con la respiración entrecortada estaba ahí afuera. Como otras veces pero ahora se veía horrible. Desesperado y cansado.

Por inercia retrocedió cuando su invitado iba acercándose. Su invitado cerró la puerta tras su entrada sin dejar de verlo. Su cuerpo sentía desfallecer y sus pulmones parecían salirse. Siguieron ese extraño encuentro persiguiéndose a la sala hasta que Steve se detuvo y el invitado también lo hizo. Quería pellizcarse pues parecía que tenerlo ahí era un sueño pero se había quedado inmóvil.

-Tony...-apenas musitó Steve al ver como el otro estaba a punto de llorar.

La habitación se llenó de un anhelo inimaginable, de una energía eléctrica que recorría ambos cuerpos. Tony podría haber vivido las peores cosas y estado en las situaciones más desafortunadas pero nada, nada se comparaba con esa sensación al estar tan cerca de Steve. Esa adrenalina que sus cuerpos experimentaban al estar cerca del otro.

Solo habían pasado unos segundos que en la lejanía del otro parecían horas. Esas miradas parecían hablar y explicar lo que sus bocas no podían. La distancia era una tortura y eso que estaban en la misma habitación. Habían pasado casi medio año separados y ahora sus cuerpos lo estaban cobrando. Realmente les estaba doliendo en el pecho esa distancia silenciosa en la que Tony los obligó a estar.

Fue en el silencio pesado que un sonidito los trajo de regreso de sus pensamientos. Una voz lejana los distrajo y como si buscaran de donde provenía, miraron por la habitación sin dejar sus lugares. Fue cuando Steve recordó la llamada con Bucky y con prisa se acercó al teléfono. Tony temió que huyera de él pero se calmó al verlo contestar la bocina. 

-¿Bucky?-Tony frunció el ceño. Al parecer estaba hablando con alguien más, tal vez el tipo de la cafetería-. Lo siento... Te hablo después.

-Pero Steve... ¿Qué pasó?...-antes de contestar, Tony colgó directamente del teléfono. Steve soltó el aparato y retrocedió sintiéndose demasiado débil ante la presencia de Tony.

-Así que decidiste llamarlo...

-Yo solo quería alejarme de aquí. De ti.

-¿Y te ibas a ir con él? ¿Con el imbécil de la cafetería?

-Tal vez-Tony frunció el ceño sintiendo cierta traición-. ¿O qué querías? ¿Qué fuera sonriente a tu boda? ¿A ver cómo te casabas con la mujer que amas?

La mirada de Tony bajo... Entonces Steve si había ido a buscarlo. Sus memorias en su embriaguez volvían poco a poco y seguramente una pregunta no había contestado bien. Tony se sentía un idiota por estar tan ebrio cuando Steve lo fue a buscar. Steve quería saber de él... Steve estaba esperando por él. Al bajar la mirada, Tony notó que tenía el pecho destapado mostrando la placa pequeña que le hizo Jarvis. Se terminó de quitar la camisa y miró a Steve. Este contemplaba mejor la placa y su pecho.

-Este soy yo... Este es quién estaría contigo... Un monstruo metálico. ¿Serías realmente feliz estando conmigo?-Steve soltó algunas lágrimas que estaba conteniendo.
-Si-dijo en seco, Tony lo miró como si esperará algo más pero no dijo nada, Steve solo empezó a llorar.

-¿Solo así? Sin un pero...

-¿Por qué lo tendría?-Tony buscaba una explicación pero a la mente solo le vinieron los miles de regaños de Pepper-. Yo te amo Tony... Todo lo que eras antes lo amo y lo que eres ahora también porque eres tú, Tony. Solo por eso. Simplemente te amo.

-¡Dios...!

Tony cayó de rodillas sin poder contener el dolor y el llanto. Steve sintió que su corazón se calmaba un poco y se acercó lentamente a Tony. Lo miró hacia abajo, vio esa melena oscura moverse mientras lloraba y sonrió. Lo tomó de la barbilla para levantarle el rostro. Se miraron a los ojos llorosos y Steve también cayó de rodillas. Inmediatamente Tony lo abrazó con fuerza, Steve lo abrazó de regreso. Todo el alivio del mundo llegó a él en ese fuerte abrazo, en ese cuerpo que lo había tomado tantas veces.

Respiró el olor húmedo de Tony, sentir su calor de nuevo, esos brazos fuertes que le apretaban la cintura. El abrazo era tan fuerte que parecían fundirse con el otro. Tony sintió ese delgado cuerpo de sus fantasías en sus brazos. Ese cuerpo que lo cuidaba, que lo protegía y le dedicaba las más dulces sonrisas que nadie podía dedicarle. Steve lo amaba... Siempre fue así pero nunca se vio digno de merecer su amor. 

-No me voy a casar-soltó Tony, Steve se separó lo justo para verlo. Tony le sonrió de forma débil-. Pepper me dio una reprimenda horrible cuando se enteró. Fui un cobarde por no decirte, por hacerte creer que me iría de ti. Te amo tanto... Te necesito tanto pero tenía miedo de que te alejaras... Me despreciaras por esta placa y... Solo jugué sucio. Cómo suelo hacerlo.

-No juegas sucio... Solo tienes miedo-Tony lo miró sorprendido, Steve le dedicó una sonrisa tan grata que hizo bailar el corazón metálico de Tony-. Siempre actúas por miedo a perder lo que tienes como si creyeras que no lo mereces. Siempre eres así...

-Lo dices como si me conocieras bien...

-Lo hago.

Esa mirada de decisión era su debilidad. Tony lo abrazó con fuerza pero siguieron mirándose. Sus labios estaban peligrosamente juntos.

-Te amo, Tony. Claro que te conozco... Quizá mejor de lo que tú lo haces-Steve le acarició la mejilla haciendo sonrojar al aventurero. Hazaña que nadie había logrado.

-Quiero llevarte a la habitación y hagamos el amor como siempre-Steve sonrió afirmando-. Y me dormiré en tus brazos como todas las noches-Steve siguió acariciando la mejilla de Tony- y me despertarás con un beso y volveremos a hacer el amor en la mañana-Steve alzó una ceja mientras le abrazaba el cuello-. Y me quedare dormido de nuevo, tu preparas el desayuno y me despertarás como siempre con un beso mientras me das mi café...

-Tomarás tu café y te volveré a besar-continuo Steve- y sabrás a café. Nos levantaremos a desayunar, me besaras mil veces más tras el desayuno y te besaré mil veces más cuando te vayas. Y esperaré a que regreses antes de que te vayas a una aventura.

-Tengo una mejor idea...-Steve lo miró con el rostro cerca de sus labios-. Me acompañaras está vez y la siguiente y la siguiente. Irás conmigo al mundo, viviremos mil aventuras y...

-Estaremos juntos por siempre...

Tony apretó la cintura de Steve, sus frentes se pegaron buscando ansiosos el beso que aún no querían darse. Se aferraron más al otro con el deseo en el cuerpo y las ansias de obtener un beso.

...


Voltea al horizonte, hasta donde alcance tu mirar

Esa parte no nos deja renunciar

Y nos parece fácil cuando estamos juntos sin juzgar

Lo recostó en la cama, se contemplaban ansiosos. Sus alientos chocando. Se miraban con deseo. Habían estado juntos hace poco pero ahora parecía una urgencia diferente. Afirmar todo. Tenían sus labios rosando con los del otro y sus cabellos chocando con el rostro ajeno. Tony estaba encima y Steve se removía al sentirse excitado por el peso.

-¿Realmente quieres hacerlo?-Steve rió y se acercó a su oído. Hoy no quería tener ningún pudor.

-Muéstrame a ese monstruo metálico...-Tony realmente se sonrojo, la forma en que se lo dijo fue tan seductora que no había entrado en ninguna de sus posibilidades.

-Maldición, Steve...-sintió que su cuerpo se acaloraba- Tenemos que cuidar ese lenguaje-Steve rió y decidido, tomo a Tony de la nuca y lo acercó al ansiado beso.

Steve tomó el dominio del beso de inmediato, Tony sentía derretirse ante la idea. Sentir los labios de Steve moviéndose con los suyos era placentero. Su cuerpo se debilitó al sentir la lengua de Steve querer entrar en él. Tony siguió el beso acomodándose en el cuerpo delgado mientras sus manos empezaban a acariciar la pierna de Steve. Este se separó para ver a Tony a los ojos.

-Te amo, Tony... ¿Entendido?

-Entendido.

-No vuelvas a huir de mí... No lo soportaría.

-Ni yo...

Steve lo abrazó del cuello para besarlo. Tony se acomodó en Steve y mientras profundizaban el beso, Tony empezó a desnudar al rubio. Lentamente iba sintiendo cada rastro de piel desnuda. Steve también estaba ansioso y le quitó el saco húmedo y bajó sus manos al pantalón. Para su suerte, Tony no llevaba cinturón por lo que hizo la tarea más sencilla y mientras abría la cremallera, empezó meter sus manos haciendo jadear a Tony.

El aventurero gimió en el beso, Steve siguió usando su buena coordinación para hacerse espacio. Cuando tomó su objetivo, comenzó a masturbarlo mientras Tony caía más en su cuerpo. Con una sonrisa traviesa, Steve lo masturbó ávido y deseoso. Los gestos de Tony por cada caricia lo complacían. Steve estaba feliz de sus reacciones y le robo todos esos besos que Tony le debía de hace medio año y que estaba obligado a compensar con creces.

-Steve...Tengo una duda

-Hmmm...

-¿Te gusta su tamaño?-Steve se sintió sonrojado, Tony sonrió complacido-. ¿Te lo habías imaginado antes de conocerme?-Steve miró a otro lado tratando de no mirar a Tony-Steeeviiiie...

-Desde que leí la primera revista-Tony sonrió y mientras iba desnudándolo, Tony le hacía ruiditos de que continuara con el relato-. La revista me la prestó...Bucky... La traje a casa porque necesitaba inspiración y la obtuve...-Tony le quitó los pantalones y la ropa interior ansioso por sentir sus muslos y la erección de Steve pegada a la suya, el rubio se removía en la cama ansioso-. Me... gusto la descripción que hizo tu redactor... era una de esas aventuras donde terminabas desnudo por completo...-Steve jadeo sintiendo los dedos de Tony entrando en él aunque seguía suave de hace unas horas-. Pero el solo describía lo asombroso que te veías con el torso desnudo y yo...-Steve se abrazó con fuerza a Tony y le jaló el cabello sintiendo el deseo por tenerlo dentro-me... imagine... lo demás...

-¿Y? ¿Es mejor tu imaginación o la realidad?-Steve lo besó ansioso, jadeante y queriendo terminar esa pequeña tortura.

-Es mucho más grande de lo que imagine...

Steve gimió con fuerza al sentir a Tony dentro de él. Sentir esa penetración con violencia le hizo arquear la espalda mientras se aferraba al cuerpo de Tony con las uñas. Este sonreía al verlo reaccionar tan bien y en cuanto se recuperó de esa primera estocada, Tony empezó a embestir con fuerza y ansias de sentir el interior de Steve. Este sentía lentamente que su cuerpo iba perdiendo el control de sus acciones y gemía al sentir el deseo de Tony consumiéndolo. Había extrañado ese deseo y quería más hasta que Tony se hartara de él pero por lo mal que había estado, parecía que eso jamás sucedería y lo usaría a su favor.

-Te amo-susurró en el oído de Steve, este lo miró sorprendido y no pudo evitar soltar unas lágrimas de alegría.

En un impulso premeditado, Steve besó la placa de Tony. Este sintió un escalofrió en su cuerpo. Cuando notó que Steve lo acariciaba y besaba como siempre, como si esa placa lo excitara, se perdió en la lujuria de ese cuerpo delgado, de esos besos ansiosos y de ese calor que tanto había extrañado. Se perdió como siempre deseo hacerlo y no quería volver a la realidad si eso implicaba alejarse de Steve.

...

Steve estaba agotado, no recordaba cuantas veces lo habían hecho pero justo ahora estaba feliz. Tony estaba dormido en su pecho, respirando tranquilamente y abrazándolo como si se fuera a escapar. Jugó con su cabello oscuro, pasó las yemas de sus dedos por la espalda que se hacía más musculosa, los labios secos y sus brazos fuertes que lo rodeaban. Con los dedos de sus pies sentía las piernas de Tony, subía y bajaba su pie para sentir las pantorrillas duras del aventurero y al subir, sentir como sus muslos rozaban con el miembro de Tony.

Sentir la respiración de Tony en su cuello le producía escalofríos en todo el cuerpo. Sintió el frío del metal de la placa de Tony en su pecho. Suspiró con tranquilidad mientras enredaba sus piernas con las de Tony, se acomodaba para también dormir y absorber ese aroma que le gustaba, ese aroma un poco agrio pero embriagador que le erizaba la piel cuando estaba cerca. Poco a poco se fue quedando dormido.

...

Namor acomodaba los últimos percances para partir. Era buen tiempo y parecía que así sería toda la semana. Lo único que le molestaba era al par de tortolos que se besuqueaban cerca de uno de los barandales. Realmente a culpa era de Stark que estaba manoseando al chico rubio que reía al sentir los besos y quería alejarse por la pena de que los vieran tontear. Irritado, se acercó pues no quería ver algo más allá de esos besos. Carraspeo llamando su atención, Tony volteo abrazado del rubio que quiso alejarse.

-Es hora de partir, Stark. Por favor, trata de comportarte.

Steve logró escapar de Tony cuando Namor se alejó. Miró al horizonte feliz, una aventura los esperaba y esta vez Tony y él la vivirían juntos. Tony lo tomó de la mano mientras le guiñaba el ojo, Steve mantuvo la distancia pero también le dedicó una sonrisa traviesa. Tony miró a los lados para robarle un beso. Steve lo abrazó recargando su oído en el pecho de Tony, justo en la placa de metal.

-Puedo escucharlos.

-¿Qué?

-Los ecos de tu corazón...

-Debe ser horrible

-No... Realmente es tranquilizador.

-¿Me amas?-Steve lo miró dudando, sonrió.

-Más que nada...-se alzó de puntas para darle un beso en la frente-. Jamás lo dudes. 

En un abrir y cerrar de ojos las cosas pueden cambiar pero mientras eso durara, mientras ellos duraran, podrían enfrentarse al mundo. Sin miedo y salvarse de cualquier adversidad. Entonces miraron al horizonte, cualquier cosa aparecería ahí, cualquier cosa les depararía el destino y estaban seguros que teniéndose el uno al otro, nada los separaría.

Notas finales:

¿Que creían? ¿Qué lo retomaría para saber si era Tony el que toco la puerta? ¡Pues no, shavos! El punto es hacerlos sufrir xD


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