La lluvia asotaba tempestuosamente los techos de las tiendas en la avenida central, dandole un aspecto muy lugubre y triste al ambiente.
La gente trataba con ainco de evitar ser presa de la tormenta, ocultandose bajo las sombrillas o cerca de los restaurantes, pero entre la multitud se destacaba un muchacho rubio, que tan distraidamente caminaba, que perdio su paraguas por una ráfaga y ni siquiera le dio la gana de traerlo de regreso.
-Esta vez te ganaré Kaiba....- susurró frente al gran edificio central de la Corporacion Kaiba, ni se digno a escuchar lo que la recepcionista le decia, lo unico que hizo, fue exigir ver al presidente de inmediato y armo tal escandalo, que a los 5 minutos bajo el mismísimo Seto Kaiba a callarlo.
-Se puede saber qué demonios haces, Wheeler?- estaba realmente enojado, vestido con un inusual traje oscuro, -algunos de nosotros trabajamos, por si no lo sabías!-
-Vengo a retarte, esta vez no podras ganarme!- se escurrió un poco el agua del cabello.
-Qué?, no tengo tiempo para tus juegos Wheeler, estoy muy ocupado manejando un imperio, y mi tiempo no es para que un niñato como tu, lo desperdicie!- ya se daba la media vuelta, cuando algo en los ojos del rubio le cambio de idea -De verdad crees que me ganaras?-
-Tenlo por seguro!, he pasado mucho tiempo arreglando una estrategia especial para hacerlo!- estaba más serio de lo que nunca Kaiba lo había visto.
-Sigueme!- fueron por varios pasillos, hasta llegar a la oficina central en el penultimo piso del enorme edificio -Tendras que esperar a que concluya varias cosas.....no me tomará mas de 15 minutos-
-Esperaré lo que sea necesario!-
-Vaya que estas deseoso de que te de una paliza- sonrio malignamente, como casi todo el tiempo hacia.
-Eso lo veremos....- temblaba un poco por el frio de la habitación, el aire acondicionado era muy helado, pero trato de que Kaiba no se diera cuenta.
-Toma!- Seto le tiro su abrigo -No tengo paños y mudadas para estos casos, asi que conformate con mi abrigo, Wheeler- siguió con las llamadas que estaba haciendo.
Joey lo observo de mala gana, pero al final su semblante se apasiguo un poco, se puso el pesado abrigo negro, y a los pocos minutos entro en calor, la fragancia de la colonia de Kaiba aun se sentia en su tela, y el rubio aspiro un poco de aquel dulce y extraño aroma, y mas por el inusual brote de compasion de parte suya.
-Creo que ahora si podemos batallar- se levanto de su asiento- Sigueme, por que aquí no lo haremos-
Lo llevo hasta la azotea del edificio, un lugar enorme y con una plataforma de aterrizaje para helicopteros, como ya había parado de llover, estaba todo muy mojado y el reflejo de las nubes distorcionaba el ambiente por los enormes charcos de agua estancada.
-Muy bien, podremos empezar cuando definamos un par de cosas- Seto camino hasta el extremo de Joey.
-Qué cosas?-
-No me digas que esperaras que haga esto por nada?, o si?, no puedes llegar a sacarme de mi trabajo para satisfacer tus propios deseos, verdad?- sonrió de la forma mas maligna posible -Hagamos una apuesta-
-Yo no tengo dinero- se sonrojó un poco.
-No seas idiota!, claro que yo sé eso- sacudió la cabeza de mala gana -Será algo que los dos podamos dar, qué te parece?-
-.........creo que estará bien- dudo por largo rato- qué quieres de mi?-.
-No sé, eres un muerto de hambre, así que me costará ver que hacer contigo, si yo gano.... hare contigo lo que yo quiera, entendido?- saco la baraja de su valija.
-Qué quieres decir con eso?- se sonrojo aun mas, casi hasta llegar al bochorno y le costo formular esa pregunta.
-Ya lo veras cuando gane, tú qué quieres?-
Joey penso por un rato -Cuando gane, te lo diré, esta bien?-
-Dudo mucho que sea así, pero acepto-
Estalló el duelo, por más de una hora, los batallantes se atacaban con todo lo que tenia, era increíble, pero el rubio le adivinaba las tácticas y cada movimiento estaba muy precisamente calculado, y a Kaiba no le estaba gustando mucho que digamos, por mas que trataba de acorralarlo, el chico le ganaba la partida.
-Esto no puede estar pasando!- penso ya muy molesto, el rubio tenia un rostro muy sereno, pero sus ojos reflejaban otra cosa, como si batallara en su interior por algo muy grande, qué sería?, Seto no quiso distraer su atencion del duelo o perderia.
Al fin logro traer a su maximo Dragón deOjos Azules, estalló en una risa euforica.
-Qué vas ha hacer ahora Wheeler?, No podras con el poder de mi invencible dragon!!!-
Joey lo miro detalladamente, lo estudio de una forma muy fria, tenia en sus manos dos cartas, fijaba su vista hacia Kaiba y de regreso a su mano, lo hizo varias veces, hasta que tomo la decisión de ponerlas boca abajo.
-Con eso termina mi turno- bajó la mirada y las manos le colgaron de los costados.
-Eso es todo?!....JAJAJAJAJAJA....ME DA RISA WHEELER!!!! NO TIENES MAS QUÉ HACER, VERDAD?- Ya su juicio se desbordaba por completo -Si no, este duelo se acaba ahora! VE MAXIMO DRAGÓN DE OJOS AZULES!!!!-
Joey vio venir el ataque, pero no despegó su mirada de las cartas boca abajo, susurro algo por lo bajo, hasta salir despedido por los aires por el poderoso destello de luz.
Ya todo había acabado, Kaiba camino hasta el rubio en el suelo, este al ver que llegaba, se dio prisa en recoger las cartas en el suelo, en especial las cartas que habia tenido boca abajo.
-Muy bien Wheeler, qué haré contigo?, ahora que eres mio- sonrio con satisfaccion.
El rubio dirigio sus ojos azules a la burlona mirada del otro, ya resignado -Y bien, qué quieres hacer conmigo?-
Kaiba lo reflexiono por un rato -Ya que eres mal perdedor siempre, ademas de ser un verdadero fastidio, creo que.... podria hacerte mi guardaespaldas personal, por el tiempo que yo estime suficiente-
-Qué?!- Joey se vio algo contrariado -Qué te hace pensar que podria serlo?-
-Ya te lo dije, eres una persona que se que no se le podría pasar por encima fácilmente, además de que tengo muchos enemigos y tu conoces a la mayoria- se arrodilló frente a él, y le tomó el mentón suavemente con una mano -Ademas de que eres ahora y siempre mi perro faldero, o no es cierto?-
El chico no supo que responder en ese momento, pero eso no iba hacer nada facil -Por cuánto me tendras asi?-
-No sé, cuando ya me aburra de ti, te lo diré- se levanto y lo tomo por el brazo -Sígueme, por que tengo que llamar a varias personas para que te entrenen como es debido-
Caminaron de regreso a la oficina, Joey estaba demasiado callado, más de lo habitual (o mejor dicho, de lo que nunca estuvo), mientras que Kaiba, al llegar a su asiento, lo primero que hizo fue tomar el télefono, y contactarse con varias amistades.
Media hora mas tarde, varios sujetos en traje negro, vinieron para escoltar a Joey a un campo especial de entrenamiento, solo por peticion del señor Kaiba.
-No me desepciones Wheeler- lo dijo en tono de burla.
-No lo hare, señor Kaiba- y se marcho con un semblante algo triste.
-Señor Kaiba?- aquello le sonó tan extraño en los labios del rubio, que le erizo de alguna manera, el cabello de la nuca -Ya veremos que sucedera con él-
Según los informes del entrenamiento, Joey Wheeler era un excelente e innato francotirador y combatiente, ademas de que superaba las espectativas en todos los ejercicios que le ponian, asi que despues de tres meses en el campo, los agentes pidieron permiso a Kaiba, para aumentar el tiempo de entrenamiento, por lo que, aunque de mala gana, accedió al final.