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En el ojo de la tormenta por ClaudiaBMT

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Notas del capitulo:

Les dejó el perfil donde pueden encontrar la obra en inglés:

https://archiveofourown.org/users/CheshireButton/pseuds/CheshireButton

 

Notas del Autor:

Para TheatricalPlacenta.

Hey, TheatricalPlacenta dibujó algo sobre

http://theatricalplacenta.tumblr.com/post/163031508228/nagakatsuki-is-extremely-appealing-to-me

http://theatricalplacenta.tumblr.com/post/163200137088/yall-loved-naga-kacchan-so-much-i-doodled-more-in

Y me gustó tanto que vomité una novela. Disfrutenlo.

 

"Aire libre en el que te resbalas

 

Un borde de cueva, un cuenco negro.

 

Respirando profundo y lento,

 

Como tu propio chapoteo hace eco.

 

No puedes correr así que debes esconderte,

 

No volverás esta vez"

 

 

 

 

 

Izuku Midoriya recuerda el momento exacto en el que descubrió que no estaba solo. Comenzó con una explosión en la oscuridad de la noche. Su tiempo en la isla fue relajante antes de eso, casi como unas vacaciones. Había pasado su tiempo ocupado con el trabajo de campo habitual; criando diferentes tipos de plantas en su invernadero improvisado, recogiendo especímenes, presionando las hojas entre las páginas de su libro y dibujando la vida silvestre.

 

Había estado despierto en su catre con la luz de su linterna, anotando sus pensamientos en un desgastado cuaderno de cuero cuando la explosión resonó en el valle. Se detuvo, sin atreverse a respirar. La isla estaba deshabitada. ¿Lo había imaginado?

 

En respuesta hubo una explosión más fuerte que la primera.

 

Izuku sale de su saco de dormir y de la tienda en un instante. Se mantiene con los ojos muy abiertos entre la maleza y bajo las estrellas, esperando y rezando para que no sea alguien en apuros. En su cerebro analiza la vida silvestre que ha visto hasta ahora, y recuerda la gran especie de jabalí que había observado.

 

Unas noches atrás, despertó por los inquisitivos bufidos de la familia de cerdos salvajes que rodeaban el invernadero. Los adultos estaban cubiertos por una piel gruesa. Eran las criaturas más grandes que ha visto hasta ahora; de pie llegaban a la altura de sus hombros. ¿Puede culparlos por el ruido?

 

-¿Las explosiones podrían ser disparos?-

 

Si la persona que provoca las explosiones está en peligro, duda que pueda llegar a tiempo. Por lo que parce, vienen de la playa y, a juzgar por la fuerza, podría ser un barco.

 

Después del tercer estruendo decide que tiene que hacer algo. El joven científico regresa corriendo dentro de la tienda y cuelga su mochila de senderismo sobre su hombro. El levanta el par de pantalones cortos que llevaba más temprano en el día y seguidamente se abrocha el cinturón. No tiene tiempo para calcetines, y una vez que tiene puestas las botas de montaña y su linterna en mano, sale corriendo dentro de la noche.

 

Afortunadamente, la vegetación es delgada y puede correr sin cortarla a través de la jungla. Una de sus manos palpa a lo largo de sus cinturón para confirmar la presencia de su cuchillo y su revólver. Eso lo tranquiliza, pero espera que no le sean necesarios. Puede defenderse pero no es un experto.

 

Duda y siente burbujas en su estómago cuando la playa aparece a la vista. Aunque envuelto en la noche, los susurros de la tormenta sin fin en la distancia se extienden a través del mar. Ningún barco puede sobrevivir. Él lo sabe, pero escanea el horizonte en busca de cualquier tipo de luz.

 

Nada. Su propia decepción lo sorprende. ¿Estaba tan desesperado por tener un compañero? Niega con la cabeza y el pensamiento es rápidamente descartado. Hay asuntos más importantes a mano.

 

-Entonces, ¿será alguien en tierra?-

 

Si se trata de una persona hostil con explosivos, es poco lo que puede hacer para protegerse a sí mismo al aire libre. El cambia su peso mientras muerde la esquina de su labio. Si es muy cuidadoso el culpable ni siquiera sabrá que está allí.

 

Izuku está agradecido en ese momento por haber crecido en el país. Años de acampar y cazar le han proporcionado las habilidades para cubrir sus propios rastros y andar por la vida silvestre sin ser detectado. ¿Pero sería lo suficiente para burlar a un nativo de la isla?

 

-Al menos vale la pena echarle un vistazo-, se recuerda a sí mismo. -Explotar cualquier cosa nunca es una buena señal-.

 

Izuku pasa una mano por sus suaves rizos, recordando el sonido cuando lo escuchó por primera vez. Cierra los ojos e inhala la brisa del océano en busca de humo. Él está cerca, está seguro de eso. Un viento del sur se levanta y el capta un olor algo chamuscado.

 

Corre velozmente por el sendero y se encuentra una formación rocosa antes de las olas. Allí, descubre un cráter del tamaño de un automóvil pequeño. Las rocas y escombros recién vueltos se encuentran dispersos por el área, pero Izuku no puede encontrar ningún rastro de alguna arma.

 

-¿Qué demonios?- Murmura mientras se pone de rodillas.

 

Lanza su linterna por el perímetro examinando el desastre dejado atrás. Esto no fue un fenómeno natural. Esto fue un asalto intención al. Alguien estuvo aquí; apostaría su vida por eso. Sin embargo, no hay restos de un arma. También nota la inquietante falta de huellas en la arena. Izuku presiona con cautela un dedo contra la roca. Todavía está caliente. Su piel pica. Es posible que lo estén viendo.

 

Una brisa fresca pasa rápidamente y la tormenta de arriba retumba. El viento golpea de nuevo con fuerza sobre su cuerpo e Izuku se ve obligado a apoyarse en él para evitar que lo derriben. Es sabido que la isla está sujeta a un clima inesperado, pero esta vez Izuku ha sido tomado por sorpresa. Huele que se avecina un aguacero y se da cuenta que no regresará al valle a tiempo; su corazón se hunde ante ello.

 

Maldice y corre hacia el continente en busca de cualquier tipo de cobertura. El viento chilla y las gotas de lluvia del tamaño de pelotas de golf borran sus alrededores en una neblina blanca. Está empapado en segundos y se estremece por el frio. Cualquier visibilidad que alguna vez tuvo se ha ido, y se ve obligado a moverse a paso de tortuga, con los brazos extendidos para navegar por la jungla. Justo cuando cree que las cosas no podían empeorar, estallan agudas punzadas de dolor en su cuerpo cuando el granizo se une al chaparrón.

 

-Podría morir aquí-, piensa amargamente. –Podría caer desde un acantilado, romper mis huesos y morir. Todo porque me distraje en mi propia cabeza-.

 

Cuando ve la boca abierta y oscura de la cueva, él corre a ella sin pensarlo dos veces. Jadeando, detiene su trote en la entrada y se limpia el agua de la cara. Resopla, mirando como el agua corre por la jungla frente a él, salpicando contra la roca. Su nuevo santuario es fresco y terroso. Aunque está agradecido, podría pasar una noche fría. Solo puede esperar que tenga al menos una manta en su bolsa.

 

Izuku tira la mochila de su hombro, y se vuelta para quitarse la camisa empapada, cuando capta movimiento en el costado de su ojo. De repente, se estrelló contra la pared. La linterna se escapa de su mano y se rompe en el suelo, dejándolo en la oscuridad.

 

-¿QUIÉN MIERDA ERES?- Ruge una voz áspera y ronca.

 

La fuerza detrás del golpe se tambalea y las manos de Izuku sujetan instintivamente el brazo presionado contra su garganta. Gime mientras el dolor estalla detrás de sus ojos. - ¡I-Izuku! ¡Izuku Midoriya! ¡Soy bioquímico! ¡Estoy estudiando las plantas de la isla! –

 

El extraño hace una pausa antes de inclinarse hacia adelante para tomar una cautelosa inhalación. El agarre se tensa. -¿Un humano?-

 

-No hago ningún daño, de verdad-. Izuku se estremece, pero no puede retroceder más.

 

-¿Qué demonios estás haciendo aquí? ¡No se supone que haya humanos en ésta isla, y especialmente no en mi jungla!-

 

-¡L-lo siento! ¡No lo sabía! ¡Acabo de escuchar algunas explosiones y salí a buscar si alguien necesitaba ayuda! ¡Eso es todo!-

 

-Bueno, felicidades...-

 

Levanta una palma cerca de la cara de Izuku, y una serie de pequeñas explosiones irrumpe, llenando la cueva de luz. Con eso, Izuku puede distinguir a un hombre joven con una sonrisa malvada y unos incisivos anormalmente largos. Izuku grita y se encoge bajo los penetrantes ojos rojos del extraño.

 

-acabas de encontrar la fuente-, se burla.- Entonces humano, ¿Dónde está el resto de tu manada? ¿Cuántos hay?-

 

-¡N-ninguno! ¡Soy s-solo yo! -

 

La mano aún humeante se clava en la roca cerca de la cara de Izuku mientras las garras raspan la superficie como cuchillos. -¿Crees que soy estúpido?-. Su captor escupe. -¿Esperas que yo crea que un miserable humano que hizo el viaje a través de nuestra gran tormenta salga ileso? ¡Sí, claro! Esa es la mayor cantidad de mierda que he escuchado en toda la semana-.

 

Izuku se esfuerza mucho para no hiperventilar, ya que algo que se siente como una cola se arrastra sobre sus pies y serpentea alrededor de sus piernas. Su mente casi queda en blanco cuando las bobinas llegan a su estómago, pero se las arregla para tartamudear, -¡E-es verdad! ¡Utilice un tipo de nave especial! ¡Lo modifiqué con un amigo específicamente para manejar el huracán! No quería poner en peligro a nadie más en este viaje, ¡así que viajé aquí solo! ¡No estoy mintiendo, lo juro!-

 

-Por tu bien, será que no lo estés-. El extraño hace una pausa y dirige su atención a la lluvia. –Este maldito clima-. Gruñe y le da a la mitad de Izuku un apretón preventivo. – Escucha. Cuando la lluvia se calme, me llevarás a tu campamento. Después de eso, decidiré que hacer contigo. ¿Lo entiendes?-

 

- ¡Si! ¡Está bien! U-um...-

 

-¿Qué?-

 

-¿Qué eres exactamente? No puedo decirlo por la oscuridad, pero esta cosa a mi alrededor es tu cola, ¿verdad?-

 

- Ni siquiera te preocupes por eso-, se ríe, inclinando la cabeza de Izuku hacia arriba hasta que está mirando directamente a los ojos rojos del extraño. – Por ahora ¿por qué no tomas una pequeña siesta? Apuesto a que estás cansado por correr en la tormenta-

 

Izuku está cansado, pero la sugerencia lo desconcierta y se tensa por la fuerza del toque. Abre la boca para hacer una réplica rápida, pero muere en su garganta. Hay algo en esos ojos que lo atrapan como un pez. Parpadea tratando de volver a enfocarse. Incluso cierra sus ojos, pero no puede borrar esos agradables y hermosos rubíes de sus pensamientos.

 

- No... no debería...-

 

- Está bien, ya sabes. Estás a salvo aquí-, murmura el extraño, mientras coloca suavemente un mechón de cabello detrás de la oreja de Izuku. Es un gesto tranquilizador; uno que le recuerda a su madre. Un pulgar acaricia su mejilla y los pensamientos de Izuku se vuelven borrosos.

 

- P-pero...-

 

-Shhh... shhh. Relájate-

 

Las puntas de las garras trazan contra el cuello cabelludo de Izuku y su miedo y energía disminuyen. Los hombros del chico se aflojan y suprime un bostezo mientras el agotamiento lo envuelve en una nube.

 

-No hay nada de qué preocuparse-, ronronea el extraño.- Yo me ocuparé de ti-

 

-¿Estoy siendo hipnotizado?-

 

Su realización se apaga y se disuelve bajo la mirada carmesí, pero Izuku se obliga a pensar e inhalar con la intención de defenderse. –El cuchillo –, recuerda. – Yo... todavía tengo el cuchillo-. De repente, el extraño se acerca y algo suave y cálido presiona sus labios.

 

-Lo prometo-, murmura el extraño.- Solo por esta noche-

 

El corazón de Izuku se salta y un rubor se arrastra en su rostro. El aliento que había tomado escapa y se funde con el calor de la boca rozando la suya. Todavía está débil desde el primer beso cuando siente que el segundo presiona y se demora. Después del tercero, deja de contar.

 

-Tan agradable-

 

Izuku se marchita. Se inclina hacia ellos, correspondiendo su toque. Siente que está flotando y el chico no quiere nada más que beber en el resplandor de esos hermosos soles carmesí para siempre. Se esfuerza por mantener su mirada, pero sus parpados son pesados y los orbes comienzan a desaparecer.

 

-Eso es. Cierra tus ojos -.

 

El comando es un alivio e Izuku se rinde con un suspiro, dejando que su pesada cabeza se apoye sobre su hombro. Siente una suave sonrisa tirar de sus labios mientras cae en la blancura.

 

-Buen chico-

Notas finales:

Me encantó este fanfic que pedí permiso para poder traérselos a ustedes! Es que de verdad es tan adadsadsafsfadsaf, voy a estar publicando seguido, dos publicaciones por semana; una los domingos y otra los miércoles o jueves. Por si las dudas, me gustaría aclarar que este fanfic no es de mi autoría pero tengo el permiso de publicarlo en español

 


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