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Almas Gemelas (VICTURI) por NekoNekoNe

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Notas del fanfic:

Este es el primer one-shot que escribo para este fandom, espero que les guste.

 

Agradezco a My Sweet Honey por haber sido Beta Reader de esta historia.

 

DISCLAIMER: NI YURI!!! ON ICE NI SUS PERSONAJES ME PERTENECEN.

NO ONE’S P.O.V.

 

“Está bien, en un país extranjero es normal que pronuncien mi nombre incorrectamente. Soy Yuri Katsuki”

                                              

Miró su muñeca fascinado y corrió con su madre.

 

-Mamá, mamá ¿Qué es esto?- preguntó un peliplateado de cuatro años de edad emocionado mientras jalaba las mangas del abrigo de su madre.

 

Su madre le miró con una sonrisa en sus labios, y al ver las palabras impresas en la muñeca de su hijo sintió su corazón palpitar rápidamente.

 

-Siéntate corazón, mamá te contará una leyenda.-pidió acomodándose en el sillón individual de la sala. El niño se sentó emocionado sobre la acolchada alfombra de dicha habitación.

 

-Cuenta la leyenda que todos tenemos un alma gemela.-comenzó viendo los ojos de su hijo iluminarse.

 

-¿Un alma gemela? ¿Qué es? Dijiste todos… ¿Yo tengo una?-interrumpió con la ilusión plasmada en su rostro.

 

-A eso voy.-dice conteniendo la risa por la actitud tan enérgica de su Vitya. El niño asiente y mira expectante a su madre.

 

 -Como te decía… Nuestra alma gemela es una persona que nos complementa y hace que tengamos un equilibrio. Es una persona sumamente importante ya que es nuestra “otra mitad”, cuando la encuentras sientes que no necesitas de nada ni nadie más para ser feliz, es un amor tierno y puro, que dura por siempre-explica ante la atenta mirada del menor.- Para no confundir a nuestra alma gemela con alguien más; como le sucedió a una hermosa diosa quien en su deseo de conocer a la suya fue engañada, en nuestra piel se imprimen las primeras palabras que oiremos decir a nuestros destinados.-resume la historia notando el semblante emocionado del peliplateado.

 

-¡Amazing~!- dice alegre. -¿Papá y tu son almas gemelas?-pregunta curioso.

 

-Así es.- contesta con una sonrisa. -¿Tienes alguna otra pregunta?

 

-¿Por qué mis marquitas aparecieron ahora?-pregunta ladeando su rostro.

 

-Que hayan aparecido ahora significa que tu alma gemela acaba de nacer. Verás… las parejas destinadas obtienen sus marcas después de que ambos han nacido; en tu caso, tu eres mayor que tu pareja por cuatro años, eso quiere decir que tu pareja, a diferencia de ti, nació con las primeras palabras que te oirá decir en sus muñecas.

 

El menor se queda en silencio apreciando las marcas en su muñeca con los ojos brillantes.

 

-¿Y qué dice?-pregunta con la emoción marcada en su voz a la vez que extiende su brazo en dirección a su madre.

 

-Dice, “Está bien, en un país extranjero es normal que pronuncien mi nombre incorrectamente. Soy Yuri Katsuki”.-lee asombrada, la marca de su hijo tenía un nombre, algo poco usual.

 

-Yuuri Katski.-murmura sintiendo un cosquilleo en su interior. “Yuuri Katski, Yuuri Katski, Yuuri Katski” repitió una y otra vez en su mente.

 

Y esas palabras se convirtieron en su mundo.

 

Los años transcurrieron y siempre miraba sus marcas. Leía aquella frase cada día para sentirse más cerca de su pareja con la duda existencial de cuándo podría conocerlo.

 

Durante sus años como estudiante de primaria y preparatoria, se distraía de sus clases imaginando cómo sería conocerlo, cómo sería el, qué le gustaría hacer y en más de la mitad de sus hojas podía verse el nombre de su destinado escrito con distintos tipos de letra, la mayoría de las veces, encerrado en un corazón.

 

En medio de la soledad tras el fallecimiento de su madre y la posterior adicción al trabajo de su padre esas marcas le daban aliento y poco a poco se convirtieron en su voluntad de seguir. Muchas veces se encontró murmurándose a si mismo palabras como “Hazlo por Yuuri” o “¿Qué pasaría si Yuuri te ve así?”

 

Ser patinador era exhaustivo, los entrenamientos guiados por Yakov eran tiránicos, pero valían la pena.

 

No podía discutir con los resultados, ser pentacampeón del Grand Prix Final no era poco. Abrió las puertas de la pista de hielo en la que se llevaban a cabo sus prácticas y se sentó en las bancas del establecimiento para colocarse sus patines. Las disculpas de Yakov hicieron que se percatara de la presencia de un desconocido en la pista.

 

-Está bien, en un país extranjero es normal que pronuncien mi nombre incorrectamente. Soy Yuri Katsuki.

 

“Yuri Katsuki”

“Yuri Katsuki”

“Yuri Katsuki”

“Todo este tiempo lo he pronunciado mal”

 

-¡SOY UN IDIOTA!-Grito frustrado y el desconocido; no, Yuri me mira.

 

Mi corazón late desenfrenado y el tiempo  parece detenerse por un momento.

 

Por un momento en el que una adorable mirada chocolate se funde con la mía y mi cuerpo se estremece al sentir aquella descarga que sentí cuando pronuncié su nombre por primera vez.

 

Lo veo de la cabeza a los pies, sus cabellos son oscuros como la noche, sus ojos achocolatados que transmiten cariño y desbordan amabilidad, una sonrisa deslumbrante y una piel tan tersa y blanca que hasta los mismos ángeles le envidiarían.

 

Estoy enamorado.

 

El chico me sonríe y siento una inmensa felicidad invadir mi cuerpo.

 

 Yuuri, no Yuri ha aparecido.

 

EXTRA

 

VICTOR’S P.O.V.

 

Me senté en el suelo con Yuri entre mis sentado entre mis piernas, aquel hermoso japonés de rasgos delicados me miró con cariño.-No puedo creer que por fin te encontré-susurro envolviéndolo con mis brazos.

 

-¿En verdad pronunciaste mi nombre mal por más de 20 años?- pregunta mirándome divertido.

 

-¡No te rías! – pido avergonzado en un tono infantil.

 

-Es que imagínate, mientras tú tenías mi nombre en tu brazo…  yo tenía escrito “¡SOY UN IDIOTA!”.-dice entre risas y no puedo evitar reír yo también.

Notas finales:

¡Muchas gracias por leer!

¡Espero que les haya gustado!


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