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El juego de la muerte HIATUS por Princesa de los Saiyajin

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Notas del fanfic:

Este fanfic está basado en “Danganronpa”, novela visual japonesa de misterio desarrollada y publicada por Spike Chunsoft.

Prólogo

 

La Academia Hope #1 se caracteriza por ser un lugar donde sólo asisten los mejores. Deportistas, académicos, del mundo del espectáculo… sólo reúne a los mejores en distintos campos. Su objetivo es ayudarlos a crecer, al mismo tiempo que les garantiza un éxito en el futuro. Esta academia es reconocida a nivel mundial, además de que cuenta con múltiples privilegios.

     —Yo sólo soy una persona normal, ¿por qué estoy en un lugar como este?—susurró colocando los brazos detrás de la cabeza. Miró la entrada del enorme lugar que estaba frente a él, le parecía incluso increíble haber sido elegido—. No creo ser suficiente para estar aquí…

     Miró nuevamente aquel papel que llevaba en manos, su invitación a esta academia.

 

Para Son Goku:

     Mediante un sorteo escogimos a un estudiante en todo el mundo dentro de los alumnos normales. Esta persona eres tú. Te hemos asignado el título de “Súper Suertudo de Preparatoria” y te invitamos a formar parte de nuestra escuela. Te hemos incluido también el folleto de la Academia Hope #1 para ayudarte con este proceso.

 

     —Bah, sólo fui escogido por pura suerte…—suspiró y sonrió, miró con algo de esperanza la puerta de la escuela—. Está bien, vamos. Tal vez lo logre… “Mi nueva vida de preparatoria comienza ahora…”

     Caminó con pasos firmes, decidido a dar su mayor esfuerzo en ese lugar y no sólo ser un “suertudo”, sino merecer un lugar así en ese lugar. Cuando dio un paso dentro de ese lugar, sintió una mano cubrir su boca. A los pocos segundos todo se volvió oscuridad.

 

***

Bienvenido a la escuela de la desesperación

 

Abrió los ojos lentamente, y se notó reposando con los brazos cruzados sobre un pupitre. Miró algo confundido a su alrededor. Sentía un leve dolor de cabeza, y un cansancio extremo. Vio al frente, había una enorme pizarra color verde oscuro, y una tiza blanca en el pequeño soporte de abajo.

     —¿Un salón de clases?—susurró confundido.

     Miró a todos lados, había pupitres acomodados en fila, un escritorio al frente, mapas y esquemas pegados en las paredes del aula. Parecía un salón de clases común y corriente… A excepción de las ventanas, las cuales estaban cerradas con cortinas de acero.

     Sobresaltado, se puso de pie e intentó abrirlas. Pero al acercarse vio que había muchos candados que impedían que las levantara. Siguió observando su alrededor, había también una cámara de vigilancia en la esquina del techo.

     —¿Qué es eso?—susurró al ver un folleto sobre el escritorio. Lo tomó y leyó su contenido.

    

“Una nueva vida está por comenzar, este lugar será como un hogar para ustedes.

La ceremonia de bienvenida comienza a las 8:30. Nos vemos en el gimnasio”.

 

     —¿Ustedes?—susurró confundido. Miró el reloj de pared y se percató que faltaban diez minutos para la hora acordada.

     Salió de ese salón y caminó por los pasillos. Los pisos eran de cuadros blancos y negros, cual tablero de ajedrez. El lugar era muy grande, y era iluminado por bombillas de luz amarilla que parecía escasa. Caminó hasta encontrar una puerta nombrada con “Gimnasio” y la abrió, encontrándose con otro grupo de chicos y chicas que aparentaban tener su edad.

     Inmediatamente todas las miradas se posaron sobre él.

     —¿Esto…?—frunció el ceño tan sólo se acercó más al grupo. Una peliazul se acercó a él y le sonrió amablemente.

     —¿Tú también eres un estudiante nuevo?

Launch Shin Han: Súper novelista de preparatoria.

     Goku relajó su expresión al escuchar esa cálida y dulce voz de la chica de cabellos azules como el mar. Sonrió tímidamente y asintió, ella le correspondió la sonrisa. Su vestimenta consistía en un short amarillo y una blusa de tirantes color verde. A pesar de que su ropa era provocativa, su actitud dulce demostraba que no era su intención seducir con ella.

     —Es un lugar muy extraño…—comentó ella.

     —Somos quince.

Milk OxSatán: Súper chef de preparatoria.

     —¿Eh?—miró confundido a la pelinegra. Ella se veía algo asustada, pero no por eso borraba su sonrisa. Goku le miró con una sonrisita para calmarla. La chica, al verla, se sonrojó y desvió la mirada.

     —Ya estamos completos—le avisó al de cabellera alborotada antes de retirarse con un poco de pena.

     —No llegaste tarde, no te preocupes. Lo que sucede es que todos llevamos ya tiempo aquí.

Tarble Saiyan: Súper mediador de preparatoria.

     Goku agradeció lo que le dijo un chico de baja estatura acercándose amigablemente. Se veía menor de edad, sus ojos eran brillantes y oscuros. Parecía un niño, pero suponía que tenía su misma edad por el hecho de que ambos estaban en el mismo lugar.

     —¡Bah! En ese caso yo también hubiera llegado a la hora que se me pegara en gana.

Vegetto Súper modelo masculino de preparatoria.

     —Es decir, ¿a quién demonios le interesa la puntualidad en esta situación tan extraña?—agregó. Ese muchacho castaño tenía pendientes colgando de sus orejas, lo que le daba un toque diferente al resto. Se veía sumamente apuesto, aunque a la vez de una actitud arrogante y presuntuosa.

     —¿Tú también despertaste en un salón de clases?

Mirai Brief: Súper atleta de preparatoria.

     Inmediatamente todas las miradas se posaron sobre el chico pelilila que había preguntado eso. Después, todos vieron a Goku, esperando su respuesta—. Sí, desperté en un salón de clases.

     —Lo suponía… Todos nosotros también—respondió el de ojos turquesa.

     —Todos perdimos el conocimiento, despertamos… y ahora estamos aquí.

17: Súper apostador de preparatoria

     —Una historia muy divertida, ¿no crees?—añadió. Ese muchacho era de cabellera hasta los hombros de color negro y muy brillante, sus ojos eran de un color azul hipnótico.

     —¡¿Qué demonios pasa con este lugar?!

Black Shimizu: Súper pandillero de preparatoria

     —Se parece a la correccional donde antes estaba recluido…

     El de cabellera alborotada observó unos segundos al pelirrosa que había hablado, ese muchacho tenía su misma estatura. Sólo que él era más delgado y, a la vez, tenía unos inusuales ojos grises. Su apariencia era de alguien fuerte y agresivo.

    —Saben, yo he estado comenzando a pensar en la posibilidad de un secuestro…

Yamcha Ishimaru: Súper beisbolista de preparatoria

     —Sólo piénsenlo. Quedamos inconscientes y despertamos en un lugar con todas las salidas cerradas—agregó. Goku consideró durante unos momentos sus palabras, parecían tener sentido.

     —¡Tal vez sólo sea parte de la bienvenida, así como una sorpresa!

Son Goten: Súper idol de preparatoria

     —Por cierto, ¡hola, primo! Me alegra volver a verte—se acercó a él y lo abrazó. Al de cabellera alborotada le costó un poco afrontar la sorpresa que le dio al ver a un familiar suyo dentro de ese lugar, en el fondo le alegraba demasiado.

     —Sea o no sea eso, debemos averiguar qué está pasando.

Gogeta S. S.: Súper nadador de preparatoria

     —No podemos confiarnos en un momento tan extraño como este.

     Goku decidió ignorar el comentario de ese pelirrojo de ojos azules para concentrarse en el pelinegro que tenía entre sus brazos. Goten había crecido mucho, y progresado demasiado en la vida. Incluso se volvió un ídolo para muchos chicos y chicas de su edad. A pesar de la fama, él seguía siendo un niño alegre y bondadoso.

     La mirada de Goku se concentró en un pelilila que estaba cercano, éste era muy similar al chico de hace unos momentos, a excepción de que su cabellera era un poco más corta.

     —¿Qué me estás viendo?

Trunks Brief: Súper genio de preparatoria

     —¿Eh? N-nada—dijo Goku avergonzado por la actitud apática de ese muchacho.

     Volvió a ver al resto del grupo. Notó a un chico de cabellera larga hasta la cadera, su semblante era fuerte, pero sabía que en el fondo era buena persona. El chico, al voltear a verlo, le dedicó una sonrisa de medio lado.

     —Hola, Kakarotto…

Son Raditz: Súper boxeador de preparatoria

     —Hermano…—susurró. A pesar de que ese chico se dio la vuelta y alejó un poco para evitar la cercanía de ese grupo, no se molestó. Sabía que él era así, alguien que no demostraba afecto. Se alegraba demasiado de tenerlo ahí, con él.

     Siguió analizando a los chicos, al parecer todos ellos pertenecían al grupo de los mejores en distintos ámbitos, los mejores jóvenes del mundo. Miró a un muchacho de estatura algo baja, su cabellera en forma de flama era de color negro, y sus ojos parecían un par de hermosos azabaches. Su mano la tenía en el mentón, lucía demasiado pensativo mientras veía al suelo. En un momento, su mirada se levantó y se entrelazó con la de Goku.

     —¿Qué?, ¿se te perdió algo?

Vegeta Saiyan. Súper ??? de preparatoria

     El menor se sonrojó y soltó una risa nerviosa, comenzó a mover sus manos de un lado a otro sumamente apenado—. No, no es nada—mientras seguía riendo, se alejó de él. Llegó a un lugar retirado de ellos y suspiró.

     —Etto… ¿Goku, eres tú?—el menor la miró—. ¿Me recuerdas?

Bulma Brief: Súper diva de preparatoria

     —¡Bulma!—sonrió—. ¡Claro que te recuerdo! ¿Cómo podría olvidar a mi mejor amiga?

     —Me da gusto ver a alguien conocido en este lugar…

     —Bulma…—susurró—. Creí que ya nunca más le hablarías a un tipo como yo, ya sabes, por no pertenecer a tu clase social…

     —¿Eh? No digas eso, Goku. Tú eres mi mejor amigo y te quiero demasiado—dijo con un sonrojo adornando sus mejillas.

     —¿Cuánto tiempo más piensan coquetear?—interrumpió el pelilila de cabellera corta—. Debemos enfocarnos en lo importante ahora.

     —¿Lo importante?—preguntó Goku confundido.

     —Sí… ¿Por qué nos ha ocurrido esto? Debemos averiguar quién está detrás de esto.

     —¿Saben qué es más importante averiguar? Dónde está mi teléfono celular, no lo encuentro—dijo Vegetto en voz alta.

     —¿Eh?—Goku miró al castaño. Inmediatamente, tras escuchar eso, todos comenzaron a rebuscar en sus bolsillos.

     —Tampoco encuentro mi teléfono—comentó Raditz, algo aislado—. Alguien debió tomarlo de todos nosotros.

     —Vamos, no se depriman tanto—dijo el pequeño Tarble con voz animada—. Tal vez sólo forma parte de un proceso de aislamiento a la tecnología con fines eductativos…

     Un sonido agudo llenó el ambiente, todos cubrieron sus oídos por lo intenso que era. “Probando, probando…” se escuchó con voz chillona, el sonido salía de las enormes bocinas sobre el foro. “Como sea, estoy seguro de que pueden oírme bien…”, se escuchó nuevamente.

     “Hola, alumnos nuevos. En estos momentos, comenzaremos la ceremonia de entrada”.

     —¿Ven? Así da la escuela la bienvenida—dijo despreocupadamente Goten colocando sus brazos detrás de la cabeza.

     —No, no es así—dijo Vegeta con voz fría. Goku lo miró, sintiendo de pronto un escalofrío en su cuerpo.

     Una figura se alzó de la nada y se colocó sobre el pódium, sentado. Su rostro era de distintos tonos de azul, y vestía prendas en color morado con detalles en blanco y negro. Poseía una sonrisa que de cierto modo era tenebrosa.

     —¿Un oso de peluche?—comentó el de cabellera alborotada.

     —Hmm… ¡No soy un oso de peluche!—movió sus brazos arriba y abajo—. Me llamo Zeno...—se puso de pie y miró a todos—. Soy el director de esta academia… Encantado de conocerlos—agregó.

     —¡Ese peluche se movió!—exclamó Milk completamente asustada, incluso retrocedió unos pasos.

     —¡No soy un muñeco de peluche! Soy Zeno… Y soy el director.

     —¿Director?—preguntó Goku al aire, sin ser escuchado por muchos.

     —Bueno… Ya que nos presentamos, vamos a comenzar con esto—esa voz chillona era molesta, esa figura aparentaba acciones de un niño por sus ademanes y movimientos—. Todos hagan una reverencia.

     —¡Buenos días!—saludó educadamente el pequeño Tarble, como era su costumbre obedecer a los maestros siempre en clase.

     —No le hagas caso—dijo Vegeta seriamente. El menor le dirigió una mirada algo confundida.

     —¡Ustedes son el futuro! Estudiantes de preparatoria, cargan en sus hombros la esperanza del mundo—dijo el director levantando los brazos—. Tienen el propósito de proteger y cuidar de ustedes los maravillosos símbolos de esperanza. He decidido que vivan juntos dentro de los confines de esta academia.

     —¡¿Qué?!—exclamaron al unísono.

     —E-espera…—susurró el de cabellera alborotada.

     —¡¿Qué significa esto?!—se quejó el castaño completamente molesto.

     —En cuanto al tiempo que ustedes permanecerán viviendo juntos… ¡No hay un tiempo límite!—dijo animado el director—. Básicamente, ¡todos se quedarán aquí por el resto de sus vidas!—comenzó a saltar alegre y divertidamente.

     —¿Qué acaba de decir?—susurró Yamcha, con una sonrisa torcida.

     —El resto de nuestras vidas… ¿en este lugar?—preguntó el de cabellera larga lila.

     —No se preocupen, contamos con un gran presupuesto, no tienen de qué preocuparse—comentó despreocupadamente ese ser extraño.

     —Espera—dijo Bulma—. Ese no es el problema…

     —Mejor dicho, tiene que ser una broma—la interrumpió el castaño de pendientes en las orejas.

     —Entonces, ¿las cortinas de acero son para tenernos encerrados aquí?—preguntó Goku.

     —¡Así es!—empezó a reír—. Pueden gritar todo lo que quieran, pero nadie vendrá a ayudarlos.

     —Si lo que él dice es cierto—comenzó a decir 17—, no podríamos vivir eternamente aquí.

     —Ejem—aclaró su garganta—. Si alguno de ustedes quiere salir de esta escuela, tiene que cumplir con cierta regla…

     —¿Una regla?—Trunks levantó la mirada para verlo.

     —No me importa cuál sea el método—saltó y dio un giro en el aire, para finalmente aterrizar al centro del gimnasio, entre ellos—, pero sólo aquellos estudiantes que hayan matado a alguien se les permitirá salir de este lugar… ¡Eso es todo! Una simple regla, ¿verdad? Pueden utilizar un arma contundente, golpearlos hasta morir, apuñalarlos, incinerarlos, atravesarlos con una espada, estrangularlos, aplastarlos… ¡incluso dispararles! ¡Esto es tan divertido!—los miró con una sonrisa tétrica—. Una situación llena de desesperación, donde las esperanzas de este mundo tratarán de matarse unos a otros… Me pone tan feliz…

     —¡¿Hablas en serio?!—exclamó Yamcha.

     —¿Por qué tenemos que hacer eso?—preguntó la peliazul mirando al pequeño muñeco de peluche.

     —¡Eso no puede ser verdad!—la pobre Milk, algo asustada, enfrentó a Zeno—. ¡Deja de decir tonterías y déjanos ir a casa ahora!

     —¿”Tonterías”?—interrumpió Zeno seriamente—. ¿Qué tratas de decir con “tonterías”? Escuchen todos, a partir de ahora esta escuela es su hogar… su sociedad… su mundo… Pueden hacer lo que quieran, ¡así que sientan la libertad de ponerse salvajes si quieren!—caminó moviéndose de un lado a otro hacia la salida, hasta que el castaño se colocó frente a él.

     —¿Matarnos unos a otros?—se agachó hasta quedar a su altura—. Esta maldita broma está llegando muy lejos.

     —¿Dijiste broma?—preguntó el de rostro azulado—. ¿Hablas de tus accesorios de mujer?—el chico se enfureció. Tomó al pequeño muñeco de peluche y lo alzó.

     —¿Qué dijiste, maldito?—dijo furioso—. No me interesa si eres un robot o un simple peluche, te haré pedazos con mis puños…

     —¡Aigh! ¡Los actos de violencia en contra del director van contra las reglas!—exclamó agitando sus brazos. Sus ojos brillaron con una luz roja parpadeante, y un sonido similar al de las manecillas del reloj se hizo presente.

     —¿Qué demonios es ese sonido?—comentó el castaño. Vegeta retiró su mano de su mentón y miró con leve sorpresa al muñeco.

     —¡Esto es malo! ¡Arrójalo lejos!—ordenó el de cabellera en punta.

     —¿Eh? ¿Por qué?—preguntó Vegetto sin entender.

     —¡Sólo hazlo, maldita sea!

     El de pendientes acató la orden y lanzó el peluche con fuerza. Éste, estando todavía en el aire, estalló. Todos expresaron su sorpresa al ver aquella esfera de fuego desvaneciéndose en el aire.

     —¿Explotó?—el rostro azul de Vegetto delataba su terror.

     —¿Ese muñeco murió?—preguntó el de cabellera lila larga.

    “¡No soy un muñeco de peluche! Soy Zeno” se escuchó esa chillona voz nuevamente. Todos voltearon hacia atrás, y lo vieron, alzándose nuevamente sobre el pódium.

    —¡Ta-dá!—dijo el director con una enorme sonrisa, como si jugara—. Te dejaré sólo con una advertencia esta vez… Pero si vuelvo a ver que alguien rompe las reglas de la academia—mostró su mano en forma de puño, a la vez que una venita se marcaba en su frente—, activaré mi magnífica función de castigo como hace un momento… Bien, esto concluye la ceremonia de entrada. Espero que disfruten esta divertida y escalofriante vida de preparatoria—el cuerpo del director fue bajando lentamente y desapareciendo de su vista.

     Una vez estuvieron solos todos se miraron entre sí, algunos asustados, otros confundidos, pero sobre todo deseando salir en cualquier momento de ahí.

     —Así que la única manera de salir de aquí es matando a alguien…—comentó el apostador.

     —Esto es… absurdo…—el mediador sentía correr unas gotas de sudor por su frente.

     —Tiene que ser una broma… ¿verdad?—Mirai miraba a todos, igual que ellos sentía una preocupación interior.

     —El problema no es si es o no una broma—dijo Trunks, sus brazos estaban cruzados y su mirada era severa—, es si hay alguien entre nosotros tan tonto como para tomarlo en serio.

Y así comenzó su nueva vida de preparatoria…

Esta escuela, a la cual llegaron con grandes expectativas, no era una llena de esperanza. ¡Estaba llena de desesperación!

 

***

 

—Bien, Raditz, ¡inténtalo!—animó el pequeño mediador al chico serio. El alto hizo su puño hacia atrás y golpeó una cortina metálica que cubría uno de los ventanales del gimnasio.

     —Por desgracia, es imposible…

 

Por otra parte, Goku sacó el pequeño MANUAL ELECTRÓNICO DEL ESTUDIANTE otorgado por Zeno. Al encenderlo, aparecieron sus datos junto con una fotografía.

 

Información del estudiante:

Son Kakarotto Goku

Altura: 175 cm

Peso: 70 kg

Pecho: 90 cm

Especialidad: Súper Suertudo de Preparatoria.

     La persona anteriormente mencionada es un estudiante de esa academia: Academia Privada Hope #1.

Director.

 

     —¡Es imposible!—dijo Tarble regresando al grupo acompañado de Raditz, refiriéndose al hecho de su intento de encontrar una salida o, en su caso, crear una.

     —Igual que aquí—Yamcha y Vegetto revisaban el pódium donde antes había salido Zeno-sama.

     —¡No hay que perder la esperanza!—dijo Tarble al verlos tan decaídos por la situación—. ¡Seguro encontraremos una pista para poder salir de aquí!

     —Bueno, ¿les parece si revisamos alrededor del lugar?—propuso el beisbolista amigablemente.

     —Yo iré por mi cuenta—dijo el genio, todos voltearon a verlo.

     —¿Por qué, eh?—cuestionó Vegetto.

     —Porque existe la posibilidad de que alguien ya planee matar—respondió, y mientras ignoraba la mirada inquisitoria del castaño, caminó a la salida del gimnasio.

     —Pero eso es…

     —¿Imposible?—interrumpió al Son, ídolo adolescente—. Admitámoslo, no es garantía—respondió cortante mientras seguía alejándose.

     —Momento—se puso delante de él el pandillero—. No te irás de aquí.

     —Fuera de mi camino.

     —¿Eh? Eres un maldito… Veo que quieres una paliza—tronó sus nudillos mientras lo veía fijamente, tratando de intimidarlo.

     —¡Esperen!—Goku, al ver esa discusión, se acercó y se interpuso entre ellos, tratando de evitar un conflicto—. No lograremos nada si peleamos entre nosotros…

     —¿Qué?, ¿acaso crees que puedes decirme qué puedo o no hacer?

     —Esa no era mi inten…

     El pelirrosa, completamente furioso, alzó su puño y lo estampó contra el rostro del azabache. Goku cayó completamente inconsciente al suelo.

 

***

 

Parpadeó un par de veces y miró hacia arriba. Después giró su vista a un costado y miró a la peliazul quien lo veía con una sonrisa dulce. Esa chica era demasiado bella, sus ojos turquesas eran enmarcados por largas y rizadas pestañas, su piel parecía de porcelana.

     —¡Bulma!—se incorporó apenado por la presencia de la chica después de notar que estaba acostado sobre una cama.

     —Gracias a Kamisama despertaste.

     —Etto… ¿dónde estamos?

     —En tu habitación.

     —¿Eh?

     —Todos tenemos nuestra propia habitación—explicó—. Hice que Raditz y los chicos te trajeran aquí.

     —¿Dónde están todos en estos momentos?

     —Después de lo ocurrido, se separaron a buscar pistas—bajó la mirada, mientras un sonrojo pronunciado aparecía en sus mejillas—. Pero yo me preocupé por ti, así que…

     —¿Bulma?—susurró, empezó a jugar nerviosamente con sus dedos—. G-gracias.

     —Goku, me alegra ver una cara familiar en este extraño lugar…

     —Bien…—trató de ponerse en pie—. Estoy bien ahora, no te preocupes. Además, no puedo ponerme a descansar o calmarme en una situación como esta.

     —De acuerdo, entonces ahora yo te acompañaré—dijo con una gran sonrisa. Tomó sus manos y se acercó un paso más a él—. ¡Saldremos de este lugar!

    —Sí…—respondió el pelinegro con un sonrojo en sus mejillas.

 

Ambos fueron a la cafetería, al llegar vieron a todos, la mayoría compartía mesa, mientras que unos otros estaban más aislados. Las miradas se posaron sobre ellos cuando entraron.

     —¿Estás bien, primo?—preguntó Goten.

     —Sí, estoy bien—le dedicó una sonrisa y se sentó al lado del pandillero.

     —Una disculpa, Goku—dijo el pelirrosa tan sólo se sentó a su lado.

     —Sí, descuida, Black… Es decir, en una situación así todos estamos exaltados.

     —Podríamos asumir que nadie asesinará a otro estando frente a todas estas personas, ¿no creen?—comentó el apostador.

     —Comencemos, entonces—el pequeño mediador se puso de pie—. Sería nuestra primera reunión ordinaria de la Academia Hope #1. Intercambiemos los resultados de nuestra investigación, y lleguemos a una conclusión grupal.

     —17 y yo tratamos de abrir y destruir la puerta principal de muchas formas, pero fue inútil. Esa cosa es dura como el acero—dijo Black. 

     —Por supuesto—dijo desinteresadamente el apostador—. Está hecha de acero.

     —Raditz y yo encontramos unas escaleras que llevan a la planta alta en uno de los pasillos—dijo Goten—. Pero había una persiana de barrotes de acero bloqueándola.

     —Por ahora podemos decir que accedemos únicamente a la primera planta de este edificio—dijo Vegeta con seriedad.

    —Las camas de los dormitorios eran bastante cómodas—comentó  Milk—, pero no es fácil ignorar las cámaras de vigilancia y las placas de acero en las ventanas.

     —El refrigerador estaba lleno de comida, esto es algo de lo que no debemos preocuparnos… Pero no sabemos cuánto tiempo nos vaya a durar—comentó el atleta—. Aunque…—vio hacia el techo—Zeno me dijo que el refrigerador se llena todos los días.

     —¿Eh?—el modelo levantó la mirada y lo vio—. ¿Te encontraste con él?

     —Sí… De repente apareció cuando revisaba el refrigerador… Desapareció poco después.

     —Ejem—el pequeño mediador tosió y llamó su atención—. ¿Alguien encontró otra cosa?

     — No hemos encontrado una salida, ni la identidad del culpable hasta ahora. Sus “investigaciones” no tuvieron sentido alguno—comenzó a decir Launch, su voz era caracterizada con un toque novelista, como era de esperarse en ella.

    —No, pero conseguimos confirmar algo—17 sonrió de medio lado—. El hecho de que estamos en una jaula sin salida.

     —Entonces, ¿qué se supone que debamos hacer?—preguntó la peliazul, su voz dramática era demasiado ensordecedora.

     —Si quieres salir de aquí, sólo debes asesinar a alguien—comentó el pelilila, harto de la novelista. Eso hizo que todas las miradas se posaran sobre él por su seriedad.

    —¡Oye! Esto no es gracioso, cierra la boca—Vegetto recriminó al de ojos azules.

    —Debe haber algo que podamos hacer para soportar esto—Yamcha se tomó la cabeza y cerró los ojos, se veía desesperado.

     —Adaptación—dijo 17.

     —¿Eh?—el castaño frunció el ceño y miró al de cabellera lacia—. ¿Pretendes que vivamos aquí?

     —No son los más listos o fuertes los que sobreviven, sino los que aceptan los cambios—respondió con simpleza—. ¿Entiendes?—se puso de pie—. Basado en esto, tengo una propuesta para todos ustedes… El reglamento escolar menciona algo de la “Hora nocturna”, agreguemos una nosotros que prohíba deambular en la noche. Eso es todo.

     —¿Para qué?—la novelista vio seriamente al chico.

     —Sin esta regla tendríamos que pasar las noches asustados, preocupados sobre si alguien nos matará—sonrió con cierta malicia—. Pero a diferencia del reglamento escolar, esto no podemos imponerlo. Dependerá de que todos colaboren…

     Todos miraron al chico. Era cierto lo que sugería, ayudaría a que permanecieran tranquilos. Sin embargo, al mismo tiempo los preocuparía más. ¿Y si alguien no seguía la regla que ellos mismos habían impuesto?

 

 

 

Day Time:

Día 2

 

Al día siguiente, todos buscamos una salida. Sin embargo, no la encontramos. Bulma y yo pasamos ese tiempo juntos, me alegra tener a mi mejor amiga conmigo, pero… no me gusta saber que estaremos encerrados en este lugar para siempre.

 

 

Day Timer:

Día 3

Al final, terminamos aceptándolo. Ahora estamos conviviendo normal, el tiempo sin piedad seguiría avanzando, así que sólo quedaba adaptarnos.

 

—No encontraremos ninguna pista si buscamos en los mismos lugares siempre—se quejó Yamcha. Todos estaban reunidos en la cafetería.

     —Es imposible que estemos atrapados aquí para siempre—dijo Mirai con voz baja, algo desanimado.

     —¡Tranquilo, Mirai!—dijo Milk con una enorme sonrisa tomándolo del hombro, eso le provocó un sonrojo al pelilila—. Tarde o temprano alguien vendrá a rescatarnos.

     —¿Por qué dices eso?—preguntó Vegetto con cierta duda.

     —Chicos, han pasado tres días desde que nos secuestraron. ¡Seguramente la policía ya está haciendo algo!

      —JA JA JA JA—de la nada apareció Zeno sentado a un extremo de la mesa. Todos voltearon a verlo, sorprendidos por su aparición repentina—. ¿Confiarán en la policía?—su mirada se volvió más tétrica—. Mejor dicho, si tanto quieres irte ¡ve y mata a uno de tus compañeros!

     El grupo se dividía en dos, unos que permanecían serios, como Trunks y Vegetto, y el otro asustado, como era el caso de Milk y Bulma. Esa declaración era demasiado fuerte, imposible que fuera la única opción.

     —Tengo que decirles que su generación tiene agallas… Pero esto ya es un poco aburrido…

     —No importa cuánto intentes provocarnos—Goku lo confrontó—. ¡No vamos a matar a…!

     —¡Ya sé!—Zeno lo interrumpió—. Acabo de entenderlo…. Y yo me preguntaba por qué nadie había cometido un asesinato—sonrió burlón—. A pesar de tener un lugar, personajes y un escenario que parece salido de una novela de misterio… ¡falta una cosa!

     —¿Qué? ¿Cómo que falta algo?—cuestionó Yamcha.

     —Una motivación—rio con pena disimulada—. Les dejé un regalo en la sala de audiovisual.

     —¿La sala de audiovisual?—susurró Goku, teniendo un mal presentimiento de aquello.

 

***

 

El salón era espacioso y tenía computadoras en pequeños cubículos, más de una para cada quien. Estando ahí se percataron de los diferentes CD que había, tenían su respectivo nombre escrito. Goku tomó el suyo y se sentó frente una computadora, al lado de Bulma. Ambos se vieron antes de iniciar la reproducción y colocarse los auriculares.

 

Now Loading…

 

Sonido de estática fue lo que retumbó en sus tímpanos, mientras en la pantalla se mostraba un blanco parpadeante. Se sintió desconcertado y por un momento dudó de sí mismo, creyendo que estaba siendo un completo idiota al asustarse por algo inexistente. Entonces la voz chillona y tétrica de aquel peluche azulado resonó con su típica agudez en sus oídos, haciéndolo fruncir el ceño y dibujar en sus labios una mueca fastidiada.

     “Son Kakarotto Goku… ¿No son hermosos los vínculos familiares? Tus padres son tan amorosos…”

     La imagen de sus progenitores apareció en pantalla, ambos sonriendo con orgullo sentados sobre el sofá ubicado al centro de la sala de estar en su casa. Su madre lucía tan bella como siempre; su lacio cabello largo de un azabache intenso cayéndole en cascada por la espalda y sus ojos brillando con bastante ilusión, una sonrisa cálida y reconfortante curvando hacia arriba sus finos labios pintados de un suave carmín.

     —Goku, cariño… ¡No imaginas lo orgullosa que estoy de ti! Mi pequeño afortunado, sé que lograrás todas tus metas de la mano de la esperanza que te brindará tan prestigiada escuela. Creo en ti, hijo… no tengo dudas que llegarás lejos, muy lejos. Te amo y te espero para abrazarte fuerte, mi bebé.

     Él sonrió, sintiendo una calidez sumamente agradable explotando en su pecho.

     —Kakarotto…–fue el turno de su padre para hablar, ese rostro tan idéntico al de su hijo siendo enfocado en primer plano —. Aprovecha cada oportunidad y sé el mejor, sin importar cuán difícil te resulte. Sé que no eres de rendirte, así que hazme sentir aún más orgulloso de lo que ya estoy. Con tu madre te esperamos ansiosos y te deseamos el mayor de los éxitos… tú puedes, hijo mío.

     —Oh, pero que conmovedor.–la voz de Zeno se volvió a escuchar, mientras la imagen de los señores Son se difuminaba lentamente, provocando en el corazón de Goku una opresión horrenda—. Sería una pena que algo malo les pasara, ¿no es así? Siendo unos padres tan ejemplares…

     Lo último que vio fue la radiante sonrisa de su madre, antes que la pantalla se fuera a negro y de un segundo a otro se mostrara la sala de estar siendo arrasada por lenguas de fuego inmensas.

     —P-Pero… ¿Q-Qué…? N-No…

     El horror era visible en su rostro, al tiempo que esa visión del terror acababa con un gran trozo del techo cayendo justo sobre el sofá, donde tan sólo instantes antes sus padres yacían sentados.

     —Mátalos… o algo muy malo les sucederá…—fue el último susurro perverso del director, antes que la estática volviera y la reproducción del CD llegara a su fin.

     —¿P-por qué?—susurró asustado. Se retiró los audífonos, estaba completamente alterado—. Tengo que salir ahora mismo…

     —¡No!

     El grito de su amiga lo sacó de sus pensamientos. Volteó a verla y la notó aterrada. Bulma se puso de pie y se abrazó a sí misma a la vez que bajaba la mirada.

     —¡Tengo que salir de aquí!—decía ella en su trance.

     —Bulma…—la llamó.

     —¿Por qué tenía que pasar esto?—lentamente se dejó caer hasta llegar al suelo—. ¿Matar o morir? No puedo con esto…

     —Bulma, por favor…

     Se escuchó la risa de Zeno, al voltear lo vio en la pantalla principal, se estaba proyectando su imagen en vivo. Goku notó cómo Vegeta se ponía de pie.

     —¿Quién eres? ¿Por qué haces esto?—cruzó sus brazos el de cabellera en forma de flama—. ¿Qué pretendes que hagamos?

     —¿Lo que quiero que hagan?—preguntó el muñeco con cinismo—. Bueno… lo que quiero hacer es… Que pierdan todas sus esperanzas. ¡Eso es todo!

     —¡No!—la de cabellera celeste no soportó más y salió corriendo del aula. Goku fue tras de ella, preocupado por su reacción.

     —¡Bulma!—la persiguió, tomó su brazo para detener su huida.

     —¡Déjame!—forcejeó para librarse.

     —Podemos salir si cooperamos todos juntos…

     —¡No es cierto! ¡Mientes!

     —O pueden rescatarnos antes de que eso suceda…

     —¡Claro que no! ¡Nadie vendrá!

     —¡Yo te sacaré de aquí!—la chica se sorprendió por esa respuesta. La seriedad con la que Goku lo dijo demostraba que estaba decidido a ello—. No importa qué tenga qué hacer, te sacaré de aquí. ¡Te lo prometo!

     La chica miró fijamente esos ojos negros, tan brillantes y llenos de esperanza. Sus mejillas se ruborizaron y un par de lágrimas se deslizaron por sus mejillas. Sin poder evitarlo se abalanzó hacia él y apoyó su rostro contra su pecho, llorando desconsoladamente.

     Atrás estaban varios chicos y chicas, viendo la escena. Todos se veían asustados, alterados, preocupados. Incluso temblaban y se abrazaban a sí mismos, cada quién tuvo su propio video con sus pesadillas. Además, los que se quedaron en el aula de audiovisual estaban en el mismo estado, Trunks, a pesar de no demostrarlo, tenía su frente llena de gotas de sudor. Y Vegeta tenía una mano en la barbilla, analizando las imágenes que se le habían presentado.

     Goku miró a Bulma, seguía apoyada contra su pecho, su playera ya estaba llena de lágrimas, y sentir el cuerpo de la chica estremeciéndose le dolía mucho.

Bulma, te prometo que te sacaré de aquí.

 

Personas: 15

 

 

To be continued…

Notas finales:

Capítulo creado en colaboración de Emmyllie.


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