Corría un viento tan frío que podía hacer temblar los huesos de cualquier persona que estuviese en la calle a esa hora, pero el albino sabía que su cuerpo temblaba por otra razón. Su sádico hermano, que ahora era buscado por la Asociación de Cazadores, estaba parado frente a él con sus ojos negros inexpresivos, mostrando esa aura que siempre lo congeló, aun pese a que la guardia real de las hormigas quimera podía ser infinitamente más poderosa que Illumi, Killua aún no podía sentirse del todo valiente cuando se trataba de su odiado hermano mayor.
- Has crecido, Killu. ¿Cuántos años tienes ya? ¿15? – le preguntó con desinterés. Ese tono que usaba siempre que quería iniciar una conversación para forzar al menor a escucharlo, a seguir sus órdenes. Pero el ex asesino ya no era el mismo.
- Si vienes por Alluka, pierdes el tiempo. No está conmigo. – le soltó. En parte era verdad, Alluka estaba en un lugar muy bien cuidada, precisamente porque el albino había escuchado rumores de la presencia de su hermano mayor en la ciudad.
- Te equivocas, Killu. No vengo por ese motivo. En realidad, estoy aquí para contarte de mi nuevo trabajo. – de haberse tratado de cualquier otra persona, no lo habría notado, pero Killua se dio cuenta de la forma sutil que tenía el mayor de acercarse hasta él y se vió obligado a retroceder un poco ante su aura. – Me han contratado para matar a uno de tus amigos. – le soltó.
En ese momento, el aura de Killua se puso densa, sus ojos perdieron expresión y activó su interruptor de asesino para mostrarse fiero ante Illumi.
"Viene por Gon."
Pensó el menor. Killua sabía lo sádico que era su hermano mayor, peor aún, sabía también el odio que podía tener contra el moreno a quién no había visto en los últimos dos años. No podía permitir que le diera caza a su mejor amigo, no podía permitir que le hiciera daño a él. Tenía que matar a Illumi antes de que...
- No es a Gon, por cierto. – dijo de pronto el mayor, poniendo una mano en la cadera y fingiendo sorpresa. Entonces, el aura de Killua se calmó, miró con más objetividad la escena en la que estaba metido y comenzó a analizar todo lo que su interlocutor le había dicho.
- ¿Qué quieres realmente, Illumi? – le preguntó, casi agotado mentalmente. No podía comprender las razones que tenía el mayor para contarle su nuevo trabajo, tampoco podía imaginar a quién podía referirse, salvo a Gon. Todo parecía revuelto cuando una sonrisa misteriosa se dibuja en el rostro del mayor de los Zoldycks.
- Me ha contratado la araña para matar a tu amigo del clan Kurta. El usuario de la cadena. -
El cuerpo de Killua volvió a temblar. La sonrisa desquiciada de Illumi le llenaba el cuerpo de recuerdos que quería borrar para siempre, sin embargo, algo comenzó a nacer de su pecho. La idea de que uno de sus amigos estuviera en peligro significaba una sola cosa: problemas y reencuentros.