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Un Omega entre alfas por MizaiTan

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Notas del fanfic:

Bueno, hola, Fandom de Kuroko! He tenido este one-shot hace un tiempo pensado y queria publicarlo. La idea me parece tierna, el pensar en un universo donde Kise sea el unico omega entre los cinco, no me pude resistir.

Muchos años después de atravesar el periodo clasista, donde los omegas tenían pocos derechos y no podían cursar ni siquiera la educación superior, se puede ser testigo del gran cambio de mentalidad en las nuevas generaciones.

Claro que aún se tiene el predicamento que los jefes, presidentes o gerentes deben ser preferiblemente alfas. Pero los omegas pueden estudiar leyes, medicina o negocios sin problema alguno.

Incluso el respeto a los omegas se promueve tanto que ver a un alfa o beta abusando verbalmente o físicamente de un omega puede provocar reacciones fuertes en otros.

Claro que aun existen particiones obvias.

Para los deportes hay 2 secciones por género principal. Es decir, omegas-hombres, omegas-mujeres, alfas/betas-hombres y alfas/betas-mujeres.

Esto con el objetivo de lograr un juego justo y equilibrado, porque el cuerpo de los omegas es más delicado y no podría soportar la carga de rivales y compañeros alfas.

… O al menos asi se pensaba hasta que llegó él.

-Akashi-kun.- Se acerca Kuroko al grupo multicolor sentados en la mesa de la cafetería.

Aomine dejó caer su plato.- ¡Puto susto! ¡Deja de hacer esa mierda, Tetsu! – Le grita al omega.

Kuroko es un omega que juega baloncesto en su propio género, pero desde hace un año Akashi lo vio jugando en el parque y le enseñó nuevas técnicas. ¿Cómo ahora logra sentarse con la cuerda principal? En un misterio.

-Pero estuve aquí todo el tiempo.- Responde sin perturbarse.

Midorima, que se asustó pero fingió que absolutamente nada pasó, siguió comiendo su almuerzo.

-¿Qué pasa, Tetsuya? – Pregunta Akashi viéndolo, pues el omega aún no se había sentado.

-En realidad, hay un jugador que me gustaría que vieras, Akashi-kun.- Dice Kuroko viendo al capitán alfa de baloncesto de Teiko.- Tiene demasiado potencial.

Murasakibara escucha la conversación nada interesado y se concentra en terminar su torre de arroz.

-¿En qué cuerda está? – Pregunta Akashi.

-En la primera cuerda del equipo omega.

Aomine de inmediato pierde interés.- Ahh, y yo que pensé que había llegado un rival digno.

Kuroko mira a Aomine, no se nota en su cara pero transmite en sus ojos el enojo.- Eso sonó clasista, Aomine-kun.

Aomine hace una mueca.- Si, si, lo siento.

-¿Qué tiene de especial? – Pregunta Akashi, ignorando el comentario de Aomine.

-Tiene una habilidad muy interesante, creo que incluso superior a la de todos en esta mesa.

Eso gana la atención de los cuatro alfas.- ¿Oh?

-Él es muy talentoso, ha participado y triunfado en varios deportes, pero dice que se está empezando a aburrir del baloncesto y que la única manera de jugar un partido con otros equipos en conteniéndose.

Aomine se levanta de la mesa.- Picaste mi interés, Tetsu.

-El mío también.- Dice Akashi levantándose. Y viendo a los otros dos sentados.- ¿Se quedaran?

Midorima se acomoda los lentes.- Confiaré en tu criterio. Si dices que vale la pena la atención iré a conocerlo después.

-Si, si, eso mismo digo yo.- Dice Murasakibara, más que todo para zafarse y poder seguir comiendo su almuerzo, y quizás robar de los que los otros dos no terminaron.

-Vamos.

-¿Y dónde está este chico asombroso? – Pregunta Aomine con los brazos detrás de su cabeza mientras seguía a su amigo peli-celeste.

-Pues Kise-kun es modelo así que es muy guapo.- Responde Kuroko tranquilamente avanzando.- Por lo que al entrar al pasar por la cancha de los alfas de tercera cuerda no pararon de chiflarle, así que los retó a un tres versus tres con otros dos alfas cualquiera.

-Espera, ¿Modelo? ¿Por qué coño no lo dijiste antes? Hubiese ido más rápido.- Dice Aomine de repente más emocionado que antes, al menos hasta que sintió cierta aura a su lado.

-Daiki, no toleraré ningún abuso a un miembro del club.

-C-Claro.

Al llegar a la cancha, está repleto de personas viendo el partido mientras alguien iba anotando los puntos en un pizarrón, la diferencia era estratosférica.

De repente vieron a un rubio pasar corriendo con un pase perfecto hacia uno de sus sorprendidos compañeros. Este hizo una fuente para devolverla al rubio y hacer una anotación impecable.

Muchos se pusieron a vitorear con sus movimientos.

-¿Hay alguien como él en la tercera cuerda? – Pregunta Akashi confundido, pensando en lo idiota al no notarlo.

-No.- Responde Kuroko entre sus dos amigos. Ambos instintivamente se acomodaron para que ningún alfa mano-suelta se atreviera a hacer algo.- Ese es Kise-kun, el omega del que les hablo.

Ambos alfas lo miran inmediatamente con esa afirmación. Akashi sorprendido pero aun cubierto con su habitual calma mientras Aomine se encarga de mostrar la sorpresa gritando un - ¡¿Quée?!

-Shh.- Silencia Kuroko para que no interrumpa el juego ni la concentración de Kise.

Pero a Aomine le importó un rábano y miró a Kuroko sobresaltado.- ¿Me estás diciendo que ese rubio es omega? ¡Juega como un alfa!

-Tetsuya.- Interrumpe Akashi aun viendo al rubio jugar.- ¿Cuál es la habilidad de este chico Kise?

-Puede copiar cualquier habilidad con solo verla.

Interesante.

Al acabarse el juego, algunos alfas con orgullo lastimado se fueron mientras otros halagaban al rubio que sonreía como mil soles juntos.

-Kise Ryota.

Todos voltean a la voz y notan de inmediato las dos fuertes presencias. Uno de los alfas se pone valientemente delante del lindo rubio, aunque por dentro estaba cagado de miedo.- Sólo fue un pequeño juego.- Excusa rápido hacia el temido capitán alfa

Akashi mira al sujeto.- Quiero hablar con Ryota.- Lo cual no fue una petición, sino una orden. Haciendo a todos moverse efectivamente y dejando a un confundido Kise en el centro de la cancha.

Kise lo conocía, ¿quién no? Es el capitán alfa de Teiko, famoso por sus múltiples victorias. Porque si algo es cierto es que los deportes alfas llaman más la atención que los deportes omegas, a pesar de que él haya ayudado a ganar.

-¿Si? – Pregunta Kise con cautela mirando a los dos alfas.

Akashi sonríe.- ¿Qué te parecería tomar la prueba para hacer parte de la primera cuerda?

-Emm, ya soy parte.

-No creo que se refiera a eso, Kise-kun

Kise salta al escuchar a Kuroko a su lado.- ¡Kurokocchi! ¿Cuándo llegaste ahí?

-Llevo aquí todo el tiempo.

-Es en efecto lo que dice Tetsuya.- Dice Akashi acercándose.- Estoy hablando de la primera cuerda del equipo alfa.

Se escucha un jadeo colectivo en la cancha por la impresionante revelación.

Kise mira extrañado al pelirrojo.- Pero soy un omega.

Akashi sonríe.- Estoy seguro que algo se puede hacer con eso, pero te quiero en mi equipo.

Kise tomó la prueba, aun nervioso, más aun con tantos fanáticos que se reunieron no solo por ver a su querido modelo, sino para ver a un omega destrozar a los alfas que tratan de llegar al puesto faltante del equipo principal. Y de hecho pasó.

Kise prácticamente conquistó la prueba.

Y asi nació la Generación de los Milagros.

 

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Que un omega participe en un torneo mayormente jugado por alfas claramente llamaría la atención público, entre críticas sobre la equidad de género, defensas aboliendo el clasismo, subestimación de rivales, burlas del público.

Kise tuvo que demostrar con sangre y sudor que el ser omega no lo hacía menos que ninguno de los jugadores. Que tiene un cuerpo natural para este deporte.

Alrededor de seis meses después  de la unión de Kise la Generación de los Milagros se volvió conocida por siempre ganar, pero también por tener un omega en sus filas capaz de vencer a los alfas que se le pongan delante.

 

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Después de ganarse el respeto de todos, Kise pensó que por fin podía respirar en paz, mientras se encargaba de disfrutar su último año en la escuela media. Al menos, ese era el plan.

-Ryota, súbete rápido al transporte en cuanto salgamos del estadio.- Dice Akashi avanzando por el corredor.

-¿Eh? ¿Por qué? – Pregunta curioso.

Pero Akashi lo ignora a favor de llamar a Murasakibara.- Atsushi, tú ve con él detrás y deshazte del que se atreva a hacer algo.

Murasakibara pone una cara de determinación, muy rara en él.- Lo aplastaré sin dudarlo.

-Daiki, adelante abriéndole paso.

-Por supuesto.- Ni siquiera debatió la orden y se puso en posición.

-¿Eh?

En una ráfaga rápida y sin saber cómo, ya estaba en su asiento en el transporte. Aomine se sienta detrás de él junto a Murasakibara. Que rara combinación.

Un chico, que estuvo en el banco todo el partido, se monta al transporte y ve que el asiento donde la mayor cantidad de aire acondicionado soplaba estaba libre, y con el bonus de estar al lado del despampanante rubio.

Se acerca.- ¿Puedo sentarme a tu lado?

Kise le sonríe pero no alcanza a decir nada cuando el chico es sacado del camino por Murasakibara.- Ki-chin se sienta solo.- Dice con voz peligrosa haciendo al chico huir.

Eso fue en el último partido donde ganaron la copa, cuando aún estaba en segundo.

Kise sabe que la Generación de los Milagros se encarga de que no se sienta discriminado por ser omega. No lo tratan exactamente igual que a un alfa, salvo en los entrenamientos y partidos donde debe darlo todo, pero no se quejaba porque igual Kise no era alfa.

Kise sabe que los cuatro alfas están de acuerdo con la igualdad de género y les fastidia la idea que alguien hable mal de él sin ni siquiera verlo jugar. Más de una vez ha tenido que detener a Aomine y Murasakibara de romperle la cara a alguien.

Porque ellos lo valoran como compañero y lo respetan como omega.

Pero poco a poco la protección fue creciendo. Llegando al punto que lo sobre protegen cuando está a la primera mitad del primer semestre de su tercer año.

Akashi se encarga de recogerlo y llevarlo todos los días, incluso preguntando si necesita uno de sus guardaespaldas para su día a día.

Midorima se encarga de revisar sus notas de todos sus exámenes para asegurarse que está aplicando de manera correcta. ¿Cómo consigue esas notas si Kise dobla sus exámenes en los cuadernos de su hermana? Es un misterio que le asusta averiguar.

Al estar en el mismo curso, Murasakibara prácticamente se ponía como un poste a su lado para alejar a cualquier alfa aprovechado o cualquier alfa que solo quiera intercambiar unas palabras con él.

Y Aomine se volvía loco por protegerlo de absolutamente lo que sea.

¿Es que acaso Kise hace nacer el instinto de protección de estos cuatro alfas?

 

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El entrenador autorizó jugar un partido de práctica entre los titulares con otros jugadores de la primera cuerda en la cancha exterior.

Varias personas de todas las cuerdas e incluso de las cuerdas omegas estaban como público.

Kise es un ejemplo para todos los omegas demostrando que está en igualdad al enfrentarse a alfas, así que no es raro ver fanáticos omegas apoyando los partidos de todas las escuelas. Incluso ha llamado la atención de diferentes celebridades omegas que han hablado sobre patrocinio.

Por lo que había mucha gente viendo. Y no solo eso, la Generación de los Milagros era una obra maestra para el disfrute de la vista. Cualquiera, versátil o no el deporte, entiende la supremacía cuando se ve.

En el segundo cuarto el partido está casi decidido cuando GoM dobla los puntos del rival.

Empiezan a caer unas pequeñas gotas y Kise mira al cielo mientras toma agua en la banca. Los cinco descansan un poco mientras Akashi repasa las estrategias con Momoi.

No está lloviendo fuerte, por lo que seguir el juego es natural, solo son unas pequeñas gotas que pasarán. Aunque siguen estando frías por lo que Kise se estremece un poco.

-¿Pasa algo? – Pregunta Midorima a su lado luego de dejar la toalla.

Kise sonríe y niega con la cabeza.- Nop, nada, Midorimacchi. La lluvia está un poco fría, es todo.- Pero en definitiva no debió decir eso, porque casi de inmediato el peliverde pone una mano en su frente, ganando la atención de los otros.

-¿Pasa algo con Ryota? – Pregunta Akashi enseguida mirándolo con ojos francamente aterradores.

-N-Nada, Akashicchi.

-¿Shintaro? – Pregunta Akashi ignorando a Kise.

-Mm, no tiene temperatura pero aun tiembla un poco.

Kise lo sabe, puede ver las miradas de los cuatro en él, incluso Momoi está buscando algo en su bolso. Debe detener esto.- C-Calma, chicos. No es na… ¡Achuu! – Estornuda de repente. Antes de que pueda decir algo, una chamarra de gran tamaño cae sobre su cabeza.- ¿Eh?

-Cúbrete con esto, Ki-chin – Dice Murasakibara de pie en frente suyo.

-Creo que tengo medicina para resfriados – Dice Momoi sacando una tableta de pastillas.

-Entrenador.- Kise voltea para ver a Akashi hablando con el entrenador.- Me gustaría pasar el partido al interior, Ryota parece que está resfriado.

El entrenador nunca aceptaría tal…

-¡El partido continuará en la cancha interior debido al mal tiempo! ¡Recojan y tienen 10 minutos para secarse y estar preparados en el lugar! – Grita el entrenador sin dudar. Recibiendo la rápida respuesta.

-¡Si, señor!

Kise ve todo con una gota deslizándose por su cuello. Solo es una pequeña lluviecita. Piensa mientras es jalado por Midorima para que avance más rápido.

 

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¿Alguien queriendo confesarse a Kise? Hay miles en la escuela

¿Cuántos tienen los cojones de hacerlo? Quizás un 5%.

No sólo por el miedo a ser rechazado por tan singular belleza, sino porque, por alguna razón, aunque se cite a Kise en un lugar solitario para evitar a los cuatro alfas, uno de éstos siempre aparece y no terminaba muy bien.

Asi que Kise Ryota es conocido como la belleza intocable, porque según sus compañeros de la Generación de los milagros, los alfas que dicen confesarse lo miran con lujuria y no permitirían que su compañero omega sea expuesto a esto. Lo cual… No es del todo equivocado en la mayoría de los enamorados.

Es que hay poco que hacer, el chico es demasiado atractivo por su propio bien.

Aunque en éste caso Kise no discute ni un poco la interferencia.

En la azotea de uno de los bloques de la escuela, Kise mira incomodo al chico alfa que le pidió subir para preguntarle algo de baloncesto. Como el sociable que es no pudo rechazarlo, aunque, en retrospectiva, era ilógico cuando el chico tenía amigos en algunas cuerdas.

Al llegar fue recibido con un ramo de rosas y unos chocolates. Ya sabía por dónde iba la cosa. Aunque de hecho se estremece cuando escucha un portazo.

Voltea y nota la puerta de la azotea cerrada y al acercarse y girar la perilla ésta se encuentra bloqueada por dentro.

-No quería ser interrumpido.- Dice el chico ofreciendo los obsequios.- Para ti.

Kise ve la situación y sonríe. Rechazar a los chicos que se esmeran tanto por conquistarlo es doloroso, y a veces no sabe cómo hacerlo.- No debiste molestarte.- Dice aceptando ambos objetos.

El chico traga y lo mira a los ojos con un gran sonrojo.- Me gustas, por favor, sal conmigo.- Se inclina estirando su mano.

Kise da atrás un paso. ¿Cómo rechazar a este chico que tanto hizo para lograr confesarse?

-Y-Yo…

Y caído del cielo, un fuerte choque de vidrios se oye, ambos voltean para ver el puño de Murasakibara atravesando el pequeño vidrio de la puerta.

¿Qué necesidad si sólo debía girar la perilla para destrabar el seguro? Ni idea.

La puerta abre y quienes están allí son Akashi y Murasakibara. Los dos nada felices mirando al chico alfa, que trató de sacar pecho por la situación.

-¿Qué significa esto? – Pregunta Akashi. Y Kise alza la ceja en plan “¿Se cree mi madre?”

-Me confieso a Kise.- Fa un paso y pone la mano en el hombro del rubio.- ¿Podrían por favor…?

No termina su pregunta porque es empujado por Murasakibara para que se aparte de Kise.

-Ryota.- Kise voltea para ver a Akashi a su lado.- ¿Te los dio él? – Pregunta señalando los chocolates a lo que Kise asiente.- ¿Me dejarías verlos un segundo?

Kise se alza de hombros y pasa los chocolates.- Claro, Akashicchi.

Akashi abre la caja y acerca su nariz a los chocolates para luego hacer una mueca y cerrar la caja. Camina hacia el chico que se levanta del empujón que le dio Murasakibara, pero Akashi le da una seña al alto que de inmediato vuelve a sentar al chico en el suelo.

-Éstos son chocolate con vino.- Le da un resplandor de muerte al chico que lo hace temblar.- ¿Pretendías abusar de Ryota luego de emborracharlo?

-¿Q-Qué? ¡No! ¡Son los más finos de la tienda!

Akashi lo mira sin creerlo y se da la vuelta.- Atsushi, Ryota. Nos vamos.

-Si, Aka-chin.- Dice el peli-morado volteándose también.

Kise decide acercarse un poco al chico, aunque aun manteniendo cierta distancia y le sonríe, porque no quiere que todo termine tan lastimeramente, aunque por dentro está agradecido por la interrupción y la buena excusa.- Lo siento, no creo que pueda salir ahora con nadie.

El chico mira hacia las espaldas de los dos alfas que avanzan a la salida, y suspira.- Entiendo.

Espera no enamorarse pronto, porque sería un dolor en el culo con estos guardaespaldas.

 

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Muchos entrenadores y jugadores rivales que vienen por un juego de práctica siempre se preguntan la razón para haber una ducha privada con cerradura de huella digital en el lado opuesto de las duchas del gimnasio de los alfas de la primera cuerda.

Las duchas son espacios gloriosos para despejarse luego de una larga sesión de práctica. Y para otros un lugar de alivio para relajar sus tensiones… Y no sólo ocasionadas por la práctica.

Es simple.

Hace un tiempo se hizo un acuerdo verbal que nadie podía entrar mientras Kise se daba una ducha. Es parte de la decencia y sentido común no espiar omegas desnudos.

Es lógico… Aunque eso no quita la lujuria que da el ver al lindo rubio correr sudado por todo la cancha y secarse la cara con la punta de su camisa, haciendo que su torso pueda verse.

Si sólo eso prende a más de uno, el imaginarlo desnudarse y entrando a una ducha es algo que no puedo resistir en el cerebro hormonal de más de un alfa.

Ese día Kise se colocaba su masaje olor a mandarina que su hermana le había regalado. Lo pasa con lentitud por su cuerpo.

Acerca su brazo a su nariz y sonríe con el olor.- Muy delicioso.- Se ríe pasando más por sus brazos.

-Ah~

Kise levanta la cabeza asustado por el sonido y mira a todos lados. Suspira aliviado cuando no ve nada.- Creo que estoy más cansado de lo que pensé.

Sigue con su masaje de mandarina por un tiempo hasta que llega a las piernas. Toma un taburete para poner allí su pie izquierdo y su pierna queda en un ángulo de noventa, perfecto para deslizar sus manos. Pero no más alcance a acercar sus manos cuando.

-Ahh~

Kise se estremece porque ahora es muy claro, mira por todos lados y se paraliza de miedo cuando ve unos ojos a través de la rejilla del ducto de aire en la parte superior.

-F-F-Faa.- Tartamudea asustado hasta que no puede soportarlo más y grita.- ¡AAAHHHH!

Todos afuera escuchan el grito con claridad, pero antes de hacer algún movimiento la puerta de las duchas se abre y sale un despavorido y asustado rubio. Desnudo de pies a cabeza.

La última parte haciendo que más de uno sangrara por la nariz.

Kise ignora los charcos de sangre y corre hasta abrazar a Aomine quien se sobresalta. Porque puede verlo y sentirlo desnudo.

-K-Kise

-¿Qué rayos Kise? – Pregunta Midorina con un sonrojo mirando hacia otro lado avergonzado.

-Atsushi.- Murmura Akashi con los dientes apretados, pero incluso desde antes ya Murasakibara habia acercado una toalla para cubrir al menos la decencia trasera de Kise.

No es más que Kise alce la cara para que los cuatro alfas vean sus lágrimas. Haciéndolos alertarse enseguida. Aomine empujó su lívido a un lado y aseguró las toallas con más fuerza.- ¿Qué tienes?

Kise aprieta sus labios y traga audiblemente.- F-Fantasma.- Murmura con miedo obvio en la voz.

Aomine hace una mueca. Es conocido lo dramático que puede ser el chico.

-Te aseguro que no es nada.- Dice desinteresado mientras Murasakibara frunce el ceño a todos los ojos que miran con detenimiento al rubio.

-¡Es cierto! – Dice Kise y Midorima solo rueda los ojos. El rubio en desespero señala las duchas.- ¡Vi un par de ojos que no paraban de mirarme desde las rejillas! ¡Un fantasma me acecha!

La última parte pudo haber sonado tierna e inocente. Pero sólo si se omitía la primera parte.

-Todos fuera.- Fue lo último que se oyó de Akashi esa tarde antes que todos, excepto la Generación de los milagros, saliera corriendo por el fuerte olor a dominio que emitían los cuatro alfas.

No pasó mucho hasta que hallaron al mirón. Un estudiante de la segunda cuerda se había logrado colar y esconder desde su ducha hace horas sólo para ese momento. ¿Recibió su lección? Ni él mismo puedo contarlo.

¿Y Kise? Se le dijo que habían echado al fantasma. Es mejor conservar su inocencia tanto como se pueda.

 

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La Generación de los Milagros es conocida por muchas cosas.

Logros estratosféricos.

Trabajo en equipo insuperable.

Tener un omega en su equipo titular.

Y Alfas con la ardiente de ambición de proteger a dicho omega.

Notas finales:

Bueno, gracias por leer hasta aqui! He disfrutado escribir esta pequeña pieza.

¿Quién es el idiota que termina con Kise? Eso queda a la imaginación de todos.

Besitos!


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