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Taking a Chance por N3K0-Ch4N

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El clima era extremadamente caluroso, los árboles estaban muy secos al igual que la tierra, la cual estaba llena de grietas, se notaba que no había llovido en ese lugar por un largo tiempo. Un pequeño niño semi-saiyajin de cabellos oscuros caminaba bajo el fuerte sol de aquel día, miró hacia arriba protegiendo sus ojos con su mano para impedir que los rayos del sol lo encandilaran y pudo ver una bandada de pájaros conocidos como buitres y otras aves carroñeras volar por la zona y que no dejaban de hacer ruido, al bajar la mirada pudo ver un pequeño pájaro posado sobre una espada que le resultó muy familiar, un segundo… ¡era la espada de Mirai Trunks! Y ese pequeño pájaro quizás era una representación del viajero del tiempo a quien hace tiempo había conocido y se había convertido en su mejor amigo, Gohan quiso acercarse al pájaro pero apenas dio unos pasos cuando el animal emprendió vuelo alejándose de él.

-¡Espera!-gritó Gohan corriendo hacia el pájaro-¡espera! Por favor regresa ¿a dónde vas? ¡regresa!... regresa...-

Ahora la escena cambia drásticamente al momento en el que Mirai Trunks se prepara para volver a su línea de tiempo, el pájaro que Gohan había estado persiguiendo antes, se posó en la máquina del tiempo del joven peli lila, no había nadie más a su alrededor a excepción de unas montañas a lo lejos, solo Gohan y Mirai Trunks se encontraban allí, el pequeño semi-saiyajin estaba triste, pues su mejor amigo se iría y no sabría cuando se volverían a ver.

-Por favor, no te vayas…-dijo Gohan al borde del llanto-hagas lo que hagas no te vayas porque… porque yo te amo-el pequeño se acercó más al viajero del tiempo y lo abrazó con todas sus fuerzas, con la intención de no querer dejarlo ir, Mirai Trunks se sorprendió un poco pero después correspondió al abrazo con mucha ternura, transmitiéndole su cariñó y amistad al menor-te amo, Trunks y siempre te amaré-

Han pasado diecisiete años desde aquel día, Gohan esperó pacientemente a que el viajero del tiempo regresara algún día pero conforme pasaba el tiempo, crecía y hacía su vida con normalidad, Gohan poco a poco fue perdiendo la esperanza y la ilusión de volver a verlo otra vez, por lo que decidió olvidar temporalmente aquello, siguió el sueño que su madre le había impuesto desde pequeño, se dedicó a estudiar, se alejo de las artes marciales para poder convertirse en investigador científico, no solo eso, en la secundaria conoció a una linda chica llamada Videl Satan, quien era la hija del luchador de artes marciales, Mr. Satan, con ella se casó y tuvieron una hija a la que llamaron Pan, siguiendo la tradición de la familia Son de llamar a los hijos con nombres de comida, cosa extraña en Gohan, ya que el nombre de su hermanito tenía otro significado. Despertó súbitamente de aquel extraño sueño, respiraba entrecortadamente, no sabía qué hacer, cada día ese sueño se le hacía más y más frecuente, lo atormentaba, no encontraba la razón por la que tenía ese sueño pero de algo estaba seguro, averiguaría que significaba ese sueño y porque lo atormentaba todo el tiempo.

-Dioses, tuve ese sueño extraño otra vez…-pensó Gohan intentando tranquilizarse, las lágrimas se asomaban por sus ojos ¿por qué estaba llorando? ¿acaso ese sueño era tan fuerte que lo afectaba al despertar? Soltó un suspiro angustioso y después de calmarse un poco, se secó las lágrimas, se levantó de su cama para poder vestirse con normalidad y realizar la rutina que hacia todos los días antes de ir a trabajar.

Después de tomar una taza de café pensando en lo que había visto en el sueño, Gohan se puso su morral alrededor del hombro, salió de su casa y comenzó a caminar el trayecto que hacía todos los días para ir a la universidad en la que él trabajaba, antes de ir, pasó por un puesto a comprar un periódico, mientras lo leía observó su reloj, aún faltaban un par de horas para que fuera a trabajar pero no por eso debía demorarse, pues siempre acostumbraba a llegar temprano. Guardó el periódico en su morral y retomó su camino hacia la universidad pero algo lo hizo detenerse, pues sentía un ki muy familiar no muy lejos de donde se encontraba.

- ¿Qué?-pensó Gohan, reconocería ese ki aunque estuviera a kilómetros de distancia o disperso entre otros más-no… ¡no puede ser!... no puede ser él-

Gohan se teletransportó hacia el lugar donde se encontraba ese ki tan conocido para él, llegó a una zona montañosa, observó a su alrededor y pudo divisar la máquina del tiempo que había traído consigo a cierto guerrero de cabellos lilas a su vida hace diecisiete años atrás, descendió hacia la máquina y pudo ver a Mirai Trunks inconsciente a través de la cúpula de cristal de la máquina, al verlo en ese estado, la preocupación y la ansiedad comenzaron a invadirlo, golpeo el cristal de la cúpula y lo llamó por su nombre esperando a que reaccionara pero eso nunca pasó. Se calmó un poco y recordó que hace diecisiete años atrás, Mirai Trunks le había explicado que en la máquina había un botón que al oprimirlo, se abría la cúpula de cristal, rápidamente revisó la máquina hasta dar con aquel botón, lo oprimió y apenas la cúpula de cristal se abrió, sacó de allí a Mirai Trunks cargándolo en sus brazos, se dirigió volando lo más rápido que podía a la Corporación Capsula, era lo más lógico que podía hacer y quizás Bulma podría ayudarlo.

Más tarde en la Corporación Capsula, Mirai Trunks yacía inconsciente en una cama de las tantas habitaciones del enorme edificio amarillo en forma de domo, Gohan y su padre, Gokū estaban allí, Bulma había entrado a la habitación con una bandeja de comida que dejó allí para el viajero del tiempo, los tres estaban muy preocupados por él, no sabían que le había pasado ni cómo fue que terminó en ese estado. Gohan pensó en que podían hacen para ayudarlo hasta que una idea surgió en su mente.

-Tengo que ir a buscar las semillas del ermitaño-dijo Gohan-es la única manera en que podemos curar a Mirai Trunks-

-Creo que sería más rápido si voy yo mismo a buscarlas-dijo Gokū, Gohan asintió y Gokū se teletransportó para ir a buscar las semillas del ermitaño dejando a Gohan y a Mirai Trunks solos en la habitación. El semi-saiyajin adulto se acercó un poco más y contemplo a su mejor amigo de un futuro alterno que yacía inconsciente en aquella cama, apretó con fuerza una esquina de la sábana, la ira lo atacaba, le dolía tener que ver a Mirai Trunks en esa situación, seguía sin entender que estaba pasando en su línea de tiempo para estar en esa condición y haber tenido que viajar al pasado ¿acaso había algún enemigo tan poderoso que ni el propio Mirai Trunks podía enfrentar?

-¡Maldición!-Gohan comenzó a recordar cuando Cell atacó al guerrero de cabellos lilas con un solo rayo de energía, acabando con su vida instantáneamente, tuvieron suerte de poder revivirlo con las esferas del dragón pero ahora no sabía si él iba a sobrevivir esta vez, solo esperaba que su padre volviera con las semillas del ermitaño pronto, apretó con más fuerza la sábana y sus nudillos se tornaron blancos por la presión que estaba ejerciendo en la tela-no te preocupes, Trunks. Esta vez no dejaré que nada malo te pase, estaré aquí para ayudarte… ¡yo te protegeré!-

Unos minutos más tarde, Gokū regresó a la Corporación Capsula con una bolsa llena de semillas del ermitaño, le acercó la bolsa a su hijo quien la tomó, desató el pequeño cordón que la cerraba, sacó una semilla y se la dio al viajero del tiempo, cuando Mirai Trunks tragó la semilla, sintió como su cuerpo comenzaba a sentirse mejor, la semilla estaba reparando todo el daño que su reciente enemigo en su línea de tiempo, Black Gokū, le había ocasionado. Despertó y se incorporó quedando sentado en la cama, observo la habitación en la que se encontraba, observo detenidamente sus manos y sus brazos los cuales anteriormente estaban llenos de golpes, heridas y cicatrices de las golpizas que había recibido de Black Gokū.

-¿Dónde estoy? ¿Cuándo llegue aquí?-se preguntó Mirai Trunks pero al ver a Gohan allí sentado junto él, decidió dejar de lado sus preguntas, pues se dio cuenta de que se encontraba en el pasado, mejor dicho, en una línea temporal diferente a la suya donde nada de lo que le estaba pasando a él ocurría en esa línea de tiempo gracias a que le salvo la vida a Gokū hace mucho tiempo atrás-¡Gohan!-

Inesperadamente, se abalanzó hacia el semi-saiyajin ahora adulto para abrazarlo con fuerza, Gohan se quedo estático por un segundo pero después correspondió al abrazo con cuidado de no lastimarlo, Mirai Trunks cerró los ojos, dioses, lo había extrañado demasiado esos diecisiete años lejos de él y ahora que lo había vuelto a ver, no pensaba dejarlo ir nunca más, quería volver a estar con él como en los viejos tiempos, sentir su calor, volver a disfrutar de su compañía, su amistad pero sobre todo, de su cariño, pero ahora no era el momento para eso, pues su línea de tiempo estaba al borde de la destrucción y debían hacer algo para detener a Black Gokū.


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