Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Kaiba-gumi por MizaiTan

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hello! Aqui saliendo del bloqueo por culpa del trabajo. Nuevo one-shot para esta pareja. Wii!

¿Donde viene esto? Pues estaba leyendo diferentes mangas hasta que llegué a la autora de Tight Rope y fue un "... Y si?" Y no hay mas nada que contar XD

Disfruten!

PD: El nombre de Joey está en japonés porque llamarlo Joey-sama es un NO en mi mente. Si se usan honorificos japoneses yo considero que deben ser nombres japoneses.

Jonouchi Katsuya - Joey Wheeler

Kaiba Seto - Seto Kaiba (XD)

Isono - Roland

Y pues eso es todo lo que hay que saber por si no están familiarizados a los nombres japoneses

Katsuya Jonouichi camina tranquilamente y solo hacia el konbini cerca de su casa.

O, bueno. Hay muchas cosas malas en esa simple oración que lo hacen encrespar sus cejas al punto de querer salirse.

Reorganizando la oración hay que empezar con que Jonouichi no camina. Sino que va en un puto auto negro blindado.

Tampoco tranquilamente, porque siente que el estrés y lo ridículo de la situación lo golpean con fuerza.

Solo. Es una palabra que ya no parece existir en su vida diaria a menos que esté a solas en un condominio privado junto a su prometido. Y ni aun así estaría solo. ¡Hay putas cámaras a la salida de cada baño!

Además que alguien de su nivel, como dicen los subordinados de su prometido, no deben manejar sino que debe sentarse en al asiento trasero. Así que sí, tiene chofer junto a un guardaespaldas que va a su lado.

Decir su casa es estúpido, porque es una mansión japonesa con miles de seguidores que custodian al clan.

Lo único cierto de la oración es que iba al konbini pero es malditamente vergonzoso subirse a un auto solo para atravesar dos calles. Y tras de eso ser tratado como un puto niño en el caso.

-Creo que ya dejé claro lo poco que me gusta esto.- Dice golpeando sus dedos sobre sus rodillas.

No hace intentos de escapar porque sus malditos captores de mierda pusieron seguro externo a las puertas. Los malditos se notan que ya le tienen experiencia.

Lejos de estar mortificados de indignar al joven el guardia solo asiente sin problema.- Lo tenemos muy claro, Jonouichi-sama.

Otra vena se le encrespa al escuchar el honorifico.- Dios, solo Jonouichi. ¿Son sordos o qué? – Tamborilea más sus dedos en frustración.

El chofer lo mira por el retrovisor.- Es irrespetuoso, Jonouichi-sama. – Dice impasible

El rubio se golpea contra el respaldo del asiento delantero. Está frustrado pero sobretodo consigo mismo. ¿En qué demonios pensaba al comprometerse con el Kumicho de Kaiba-gumi?

Si, puede que sean novios desde antes de empezar la secundaria, pero incluso ya sabía que su Seto era un heredero.

Estúpidas hormonas adolescentes, y estúpido cuerpo de Seto por ser tan bueno en vistas y en acciones. Lo hicieron cegarlo para no ver todo lo que su vida conllevaría con la decisión de casarse y volverse el futuro Aniki de un clan con más de 10 ramificaciones poderosas  con sus propios sub-clanes en todo Japón.

El auto se detiene y su guardaespaldas sale y le abre la puerta como si fuera una estrella de cine, inclinándose.- Por favor, adelante.

Todos los transeúntes temen o les da curiosidad. Porque tales atuendos formales tan costosos en estos lados de Ciudad Domino sólo pueden indicar a un alto funcionario de Kaiba-gumi, sin ninguna duda. Cruzarse con ellos en un mal tiempo es un claro NO para la agenda de cualquier ciudadano.

Por lo que tantas cejas fruncidas al ver a un joven vestido completamente informal bajar con actitud rebelde, es una reacción natural.

Katsuya se hace el idiota y entra rápido al konbini a comprar su puto helado y algunas onigiris.

Se siente tan fuertemente custodiado que es estúpido. Aunque lo que es aún más estúpido es que ama tanto a ese bastardo que en realidad le importa poco.

 

Xxx0xxx0xxx

 

-Quiero ver a Seto.

Pronunciar esas palabras conlleva riesgo. El kumicho es una persona ocupada y condenadamente peligrosa. Una charla de unos míseros minutos conlleva de muchos meses de anticipación, porque usualmente es algo que sus komon o su Wakagashira puede resolver. Sin hablar de los jefes de sus subclanes.

Además querer encontrarse con Seto Kaiba sólo habla de la fuerza de voluntad para resistir a la presión de encontrarse con un jefe de su calaña.

Sin embargo cuando el secretario entrenado en fuerzas especiales y especializado en explosivos, levanta la mirada ve nada menos que al futuro Aniki, sólo se inclina en respeto mientras toca la puerta de la oficina privada del kumicho.

-Kaiba-sama. Jonouchi-sama desea verlo.

-Adelante.- Se escucha desde dentro casi de inmediato. A lo que el rubio sonríe mientras se abre paso, haciendo una mueca cuando todos los subordinados se inclinan mientras entra.

Puede que ignoren sus demandas con respecto a su seguridad, cosa que no pueden evitar por tres razones principales. Primero, es el pronto Aniki del clan más grande de Japón, su seguridad es incluso tan primordial como la del Kumicho. Principalmente porque el chico, a diferencia de Kaiba, tuvo una infancia normal, donde los secuestros, tratos sucios, armas y chantajes mortales no se servían a primera hora del dia.

Da igual lo mucho que diga que estuvo en pandillas, nada se compara a la vida dentro del Yakuza, así que el chico es algo confiado al tratar con las personas, y es deber de los guardias protegerlo de dichos encuentros. Por mucho que no esté de acuerdo.

Segundo, si un solo rasguño llega a pasarle al chico rubio posiblemente el kumicho mate a todos en el piso, incluso a él mismo que ayudó a criarlo. Si con sólo mirar a sus subordinados con ojos de la muerte en cuanto Jonouichi se voltea ya pone a temblar a los más fuertes, no quiere ni imaginarse si algo realmente malo llegara a pasar.

Tercero, Jonouichi ha frecuentado las maderas del condominio Kaiba desde que tenía 10 años, cuando el entonces joven amo lo trajo a jugar, sorprendiendo a sus fallecidos padres porque el chico era un completo anti-social. La mayor sorpresa es que no se espantó cuando escuchó la dedicación de la familia de su nuevo amigo.

-¿Vas a ser jefe? ¡Es tan cool!

Posiblemente implicando que conocía poco de la reputación de Kaiba-gumi. Pero consiguió que el joven ya no mostrara su aura negativa ni fría sino que se volvió más espontaneo.

El antiguo Kumicho y Aneki adoraban al pequeño niño que casi parecía un sol sonriendo por todos lados. Era simplemente normal que el niño que no teme a los yakuzas y trae alegría a la fría familia, sea querido por los miembros del clan. ¿Protegerlo? Eso no tenía que ser una orden ni siquiera.

Cuando Seto Kaiba viajé al exterior cuando tenía 15 años, para preparar sus estudios en negocios, Jonouichi pasó por una etapa rebelde involucrándose en una pandilla de los barrios bajos. Al estar el joven amo lejos y sin señales cercanas de volver, los miembros dejaron al chico vivir su adolescencia. Al menos hasta que una noche un fuerte ruido fuera del condominio se escuchó. Y Isono, el secretario, sacó su arma, siguiendo a los otros miembros mientras veían a un Jonouchi con golpes en la cara y apuñalado en el brazo.

-Yo gané. No se preocupen.- Dijo con una sonrisa que fue ignorada mientras fue atendido.

Sobra decir los molestos que toda la familia Kaiba se encontraba. Y se hizo misión de todos proteger al rayo de sol del ahora Kumicho.

Pero a pesar de todas estas razones hay algo que caracteriza a Katsuya Jonouichi y es su falta de miedo al peligro y un orgullo para mostrar en todas las situaciones. Puede que haya manifestado mil veces que no le interesa ser parte de los yakuzas más allá de ser esposo de un kumicho, lo cual ya es estar de lleno en la boca del lobo, sino su afán de tener trabajos normales donde se gane su propio dinero, pero aun asi su porte es el de todo un Aniki. Transmite un respeto y una imponencia propia de alguien de su posición.

Una orden suya es como una orden del mismísimo Kumicho, ignorarla puede significar un motín y una razón justa para cortar el meñique por traición. Eso sí, a excepción de la seguridad, donde el chico no está de acuerdo para nada pero tienen luz verde por parte del kumicho para hacer lo que sea necesario para proteger al rayo de sol.

 

Xxx0xxx0xxx

 

¿Por qué rayos terminó enamorándose de un Kumicho del clan más grande y peligroso de Japón? Puede que sea muy cool como se movía reluciendo su cinta negra en Karate y su versatilidad en armas, o lo muy inteligente que sea para negociar.

Pero no, hay otra cosa a puertas cerradas.

-¿Qué haces, amor? – Pregunta mientras se acerca al escritorio donde su prometido trabaja incansablemente en algo.

Kaiba mira hacia arriba y sonríe cuando están lo suficientemente cerca para darse un beso de saludo. De inmediato jala al rubio para que se siente en su regazo, con su espalda apoyada en su pecho.- Un nuevo prototipo de un videojuego de realidad aumentada.

Jonouichi sonríe y dobla su cabeza para besar esa mejilla.

Su novio puede ser un Kumicho peligroso con armas en cada metro cuadrado de su oficina, listas para una guerra en cualquier momento, pero es un tierno nerd que ama los juegos. Aunque eso sólo lo sabe él y Roland.

-Si los enemigos del Kaiba-gumi supieran que el kumicho es un fanático de los juegos no sabrían si reir o llorar.- Dice el rubio riendo, a lo que Kaiba besa su cabello.

-Estarían muertos antes de si quiera reaccionar.

El rubio voltea a verlo pero decide pasar el tema. Conoce ese tono de cero bromas, y es mejor dejarlo asi antes que estalle otra discusión sobre dejar de matar sin razones de peso.

Ambos simplemente se sientan en su silencio cómodo mientras Katsuya ve trabajar a las ágiles manos. No quiere interrumpir la concentración, así que decide comenzar la conversación cuando lo ve poner la tapa.

-Seto, por favor diles que se detengan.- Suplica Jonouichi.

-¿Qué? – Kaiba pregunta dejando de lado el prototipo para prestar atención, aunque frunce el ceño por el contenido de la frase.

El rubio ve el aura se su novio, por lo que se apresura a hablar antes de que se le ocurra mandar sicarios - ¡Era solo el konbini! ¿En serio? ¿Qué rayos podría pasarme a dos putas calles?

Kaiba enseguida se relaja y sube su mano para acariciar el suave cabello dorado.- Es su deber protegerte. Si no lo hicieran saben muy bien las consecuencias.

Un temblor pasa por la espalda de Katsuya porque aunque traten de mantenerlo inocente con respecto a las amenazas explicitas, tiene cierta idea de la implicación.

El rubio suspira y se voltea para verlo a los ojos con seriedad.- No soy un niño. No necesito andar en autos blindados. Además, hacer trámites es una tortura.

Jonouichi, aparentemente un brujo que ve el futuro, tenía el presentimiento que ir a la universidad sería complicado con toda su… situación particular. Por lo que decidió tomar su carrera en línea. Y fue una decisión inteligente. Porque cuando va al campus a presentar el examen final presencial, su guardaespaldas se queda de pie en el marco de la puerta y no lo deja por ningún motivo.

Es vergonzoso.

Kaiba no se inmuta ni un poco.- ¿Entiendes tu posición como mi prometido? Tenerte por ahí sólo no es una opción.- Sentencia frunciendo el ceño.

Katsuya se abstiene de darse un facepalm y arrastrarse la mano por toda la cara. Hablar con el terco de su novio equivale lo mismo a hablarle a una mosca.

Pone sus manos en alto.- Mira, entiendo eso que alguien me vigile. De verdad. Pero.- Da un suspiro frustrado.- No hay que ser tan obvios y directos. Ir en un auto blindado alerta a todos, créeme. Y al salir quizás otra ropa para que no todos estén volteando sus estúpidas caras al ver quien pasea por ahí y no gruñir a TODO lo que se me acerca sería un buen comienzo.

Kaiba frunce el ceño, aun para nada convencido

Asi que solo queda recurrir a un arma secreta para aplacar al peligroso kumicho. Una arma que lo domina y cualquiera mataría por tener para poderse librar del hijo de puta rey del inframundo. Un arma que sólo una persona posee. Y es…

Katsuya voltea su cabeza y da los mejores ojos de cachorrito degollado con todo y puchero mientras una mano pasa por la mejilla de su amante.- Por favor.- Dice deslizando su mano circularmente por su pómulo.

Casi al instante el corazón frio de Seto Kaiba se derrite para formar una pequeña sonrisa y besar ese puchero que se forma.

Jonouichi hace un baile de la victoria al tierno contacto y la sensación de una mano deslizándose en su cabello.- Creo que algo podemos arreglar, cachorro.

Jonouichi sonríe alegremente y abraza por el cuello a su bastardo favorito.

Es maldito delincuente, controlador, asesino, sangre fría… Que ama con toda su alma.

 

Xxx0xxx0xxx

 

La sensación de libertad es muy buena. Tiene años que no la siente.

Bueno, no está completamente libre, pero tomar un coctel con su guardaespaldas con un atuendo casual en lugar de su traje negro y de pie a su lado junto a tres guardias más es infinitamente superior.

Por estar en servicio no toma nada alcohólico, así que Jonouichi solo decidió tomar un coctel porque beber alcohol sólo no le gusta.

Los siguientes segundos se pueden definir como una sucesión lento de sucesos donde el rubio presenció en primera fila.

Empezando con una entrada repentina.

-¡Tu! – Un hombre en camisa hawaiana grita señalando al rubio.- ¡Eres de Kaiba-gumi, maldito!

Técnicamente era incorrecto. Puede que esté comprometido pero no ha tomado un trago de sake para hacerlo parte del clan, asi que es incorrecto. Pero el tipo no le da tiempo de explicar aunque quisiera, y no quiere porque es una pérdida de tiempo con estúpidos.

Algunos clientes giran a ver a Jonouichi y se burlan de inmediato.

-¡Borracho! – Señalan al hombre.

-Loco.

Enojado y sonrojado el hombre se acerca y lo señala con su índice.- ¡No estoy loco! ¡Los rumores describen a un niño rubio que frecuenta este bar!

Eso fue estúpidamente general pero extrañamente efectivo porque de tantos rubios en el bar justo apuntó al técnicamente indicado.

Pero eso sólo provocó que más personas se rieran y Jonouichi también se ríe con ganas mientras pone una mano en el muslo de su guardia porque ya lo siente tenso con sólo un loco hablando sobre él y Kaiba-gumi.

Salir de la situación no es difícil, nadie puede tomar en serio al hombre que dice estupideces sin parar en un puto bar.

-Estás viendo cosas, ossan. Deberías ir a tomarte un té y viagra también te vendría genial.- Le dice el rubio formando más risas y una cara incluso más enrojecida entre vergüenza e ira.

Pero nadie le dijo a Katsuya que no podría divertirse un poco. Y si resultara en una pelea bien podría estirar un poco sus músculos, le hace falta sobre todo ahora que los subordinados de su novio creen que necesita ayuda incluso hasta para cortar sus uñas.

Las risas no pararon.

-¡Que alguien saque al borracho!

-¡Me estás haciendo la noche, imbécil!

-¡Ja! ¡Ese niñato no podría ni defenderse sólo y piensa que está asociado a Kaiba-gumi!

-¡Si! ¡Se nota que es un don nadie sin futuro!

Jonouichi frunce el ceño. Imbéciles. Está a punto de levantarse a decirles algunas verdades en su cara cuando, en una coreografia perfecta, diez o doce hombres se levantan de distintos puntos del bar y apuntando con pistolas a las personas que ríen.

Jonouichi sabe lo que significa pero antes que pueda abrir la boca, su guardaespaldas se levanta con una mirada asesina y una pistola en cada mano.- ¿Qué fue lo que dijeron de nuestro Aniki, pequeñas mierdas?

Sobra decir que efectivamente, todos notaron que está relacionado al Kaiba-gumi, y de un puesto alto por tantas cabezas con expresiones asesinas solo por unos pequeñas insultos.

Y, en lugar de preocuparse o correr por su vida cuando empezaron los disparos y los gritos, el rubio simplemente se da un facepalm.

Al menos su novio hizo el esfuerzo de ocultar todos los guardias. ¿Pero para qué tantos? Lo único de lo que estaba seguro es que con este incidente, esa cantidad de escondidos guardias podría quedar igual o aumentar, pero no disminuir.

 

Xxx0xxx0xxx

 

-Señor, el tratado con Zagitova ha sido pactado sin problemas por nuestro lado.- Isono dice leyendo su agenda al Kumicho que murmura una afirmación mientras lo mira tomando un brandy.- Mañana hay una reunión con el ministro de transporte para concretar el ingreso de armas por la carretera sur de Domino.

-¿Se envió el recado para que la asociación no tenga problemas? – Pregunta alzando una ceja.

-Sin problema.- Ambos calmadamente hablando mientras el ministro en su casa mira entre lágrimas una foto de su esposa amordazada con una pistola en la cabeza.

-Perfecto.

-Hubo un pequeño altercado con uno de los grupos inferiores pero fue disuelto en el momento que hablaron mal del kumicho anterior.

Kaiba asiente porque nadie tiene permitido si quiera pronunciar el nombre de su respetado padre en un plan nada reverenciatorio.

-¿Y?

Con tantos años de experiencia Isono solo asiente.- Sus dedos fueron cortados sin demora.

Kaiba asiente.

El celular de Isono suena y es de inmediato contestado a lo que éste solo murmura afirmaciones para luego confirmar y luego mirar a su jefe.- Señor, la operación se cumplió satisfactoriamente, con leves contratiempos de involucrados heridos con más heridas de balas de lo acordado.

Kaiba rueda los ojos. Putos debiluchos.- Dales otro millón y que desaparezcan de Domino. Cumplieron su trabajo.

Isono se inclina.- Si, señor.

El celular de Kaiba suena en ese momento y él sonríe porque sabe de quién es ese tono, por lo que no demora en contestar.- Hola, cachorro.

-Seto. ¿Puedes creer los locos que tus guardaespaldas se pusieron? – Escucha a su novio frustrado y solo puede sonreir porque se escucha muy tierno a sus oídos.

-¿Qué pasó? Estaban ocultos, ¿No? No interfirieron contigo de ninguna forma.

Jonouichi suspira del otro lado de la línea.- Lo cumplieron hasta que se levantaron a supuestamente salvar mi honor. ¡La he tenido peor de insultos que esas estupideces que dijeron! ¡Reaccionaron de más!

-Siento que omites detalles, pero no importa. Pronto me enviarán el reporte de lo sucedido.

Un golpe se escucha del otro lado, y no necesita ser psíquico para saber que su prometido golpeó su frente contra alguna superficie.- ¡Por ese truco ahora todos en el bar saben que tengo algo que ver con Kaiba-gumi!

-No tienes algo que ver.- Le dice con calma pero con una sonrisa por sus reacciones.- Tienes absolutamente todo que ver.

-Quiero patearte el culo ahora.

Kaiba sólo se ríe del encanto de su pronto esposo.

-No me cambies de tema. ¡Ahora no puedo volver al bar!

-Querido, puedes ir a mis bares sin problema siempre que quieras.- Casi puede ver su cara resoplando por lo que se apresura en agregar.- y por ser tú, te daré todos los tragos gratis. ¿Qué tal suena?

-¿Oh? Mm.- Se escucha una consideración casi inmediata un gruñido afirmativo.- Supongo que puedo probar los cocteles. Pero no quiero interacciones obvias conmigo. Después tus socios querrán acercarse a mí.

Kaiba aprieta los dientes de sólo imaginar la escena.- No pasará, no te preocupes.

-Pero, si no se pueden ir, quiero que mis guardias sigan viéndose como civiles.

-Claro que sí, amor.

-Genial, entonces creo que iré a casa. Ahí te espero. Te amo.

Kaiba sonríe con ternura.- Yo también.

Cuelga el teléfono y lo pone sobre su escritorio mientras Isono aun termina de acomodar las grandes y nuevas asignaciones de los hombres que contrató para hablar mal del cachorro.

Usualmente mataría a quien se atreviera a tal cosa pero esto era para poder sacar a Jonouichi de ese bar donde ya se estaban expandiendo rumores y podrían lastimarlo, y para que ahora que hay secreto revelado prefiera estar con sus guardias.

La felicidad de Jonouichi es la primera en su lista de cosas por hacer en el día. Y quiere complacer cada capricho. Pero dejar que camine solo por la calle cuando ya hay personas de altos mandos que conocen su rostro y la debilidad del kumicho.

Ahora que el secreto se ha dicho sabe que no puedo arriesgarse y debe protegerse más.

Unos agujeros en las piernas con algunos millones de yenes para pagar el silencio no era nada. Y francamente estaba complacido porque, trabajo o no, igualmente estupideces brotaron por las bocas de los bastados.

El equipo de guardias de Jonouichi no tenía idea, asi que esto tambien sirvió de prueba de su lealtad a su prometido. Se siente satisfecho de la reacción.

Y ahora con Katsuya en su bar estaría más tranquilo sobre la seguridad y podría bajar a tomar unos tragos con él de vez en cuando.

Te amo.

Escuchar esas palabras lo hacen feliz. Y ahora todo para conservar esa sonrisa. Podía matar a todos en el mundo solo por conservarla.

Ese chico le ha dado una razón para vivir desde que lo conoció. Ser Kumicho de Kaiba-gumi es sólo para protegerlo, contratar imbéciles que se hagan matar por una actuación es sólo para hacerlo respetar delante de todos, mandar a matar al tipo de camisa hawaiana tan pronto como se retiró del bar es sólo para que su cachorro no se moleste al caminar si ve esa misma cara.

Todo es por él.

Mataría sin parar, haría los tratas más sucios sin problema. Porque es un yakuza perdidamente enamorado de un cachorro inocente que no dudaría en proteger.

Notas finales:

Antes de que alguien pregunte, Mokuba no es hermano de Seto en este fic. ¿Por qué? Porque no le encontré un papel para cumplir. Asi que queda a mente abierta su paradero.

Y Yakuza AU! Estoy explotando todos mis AU favoritos en esta pareja.

Por favor dime que piensas!

PD: Estoy pensando roganizar un evento Puppy para la semana de Halloween, si estas curioso no dudes es escribir tu comentario!

Besos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).