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Agradece que estuviese por dark kirito

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Notas del fanfic:

Magi pertenece a Shinobu Ohtaka-sama. Escrito en el móvil, errores son sin querer. Gracias a Yayoi y a todos los que leen por el apoyo :3.

Notas del capitulo:

Magi pertenece a Shinobu Ohtaka-sama. Escrito en el móvil, errores son sin querer. Gracias a Yayoi y a todos los que leen por el apoyo :3.

Sindria.


Alibaba ha pescado un resfriado único que le tendrá postrado en cama al menos una semana así que su profesor está aburrido por decir lo menos. Por esa razón Aladdin dejó momentáneamente su residencia en Kou y decidió visitarlos, además de preocuparle la condición de su candidato y mejor amigo, al que ni ha podido ver al ser secuestrado por el nativo de Heliohap. Ahora se miran uno frente a otro.


- Me dijeron que aprendiste bastante de artes marciales en Magnostad, imagino que también desarrollaste nuevas técnicas el tiempo que estuviste desaparecido.


- Je je je, nada especial.


- Siempre tan sencillo - sonrió - bueno lo sabré una vez crucemos espadas.


- N-no creo que sea buena... ¡ah!


El magi alcanzó a bloquear una estocada con su báculo. Quedó claro entonces que el moreno hablaba enserio y que le daba igual que el tipo de arma utilizado no fuese precisamente el mismo.


«- A onisan no le gusta la magia pero quizá... »


Al poco se dió entre ellos un baile, sus movimientos eran ágiles y sumamente elegantes, encantarían al público de tenerlo. El metal y la madera chocaron varias veces echando chispas y produciendo sonidos que vibraban violentamente.


«- ¿Cómo puede resistir su mediador? Incluso he partido el acero con menos, ¿alguna clase de barrera? »


Sharkan agudizó la mirada. No, es pura habilidad la que mantiene intacto el bastón. Aladdin no está peleando aunque lo parezca, no va contra corriente sino lo contrario, fluye como lo hace el agua en el río, tan pura y deslumbrante. El espadachin se pierde en las hermosas extensiones de brazos del joven, en la suavidad que pone al pisar el suelo, los músculos que se marcan ligeramente en los muslos, la cadera que gira enérgicamente, el esbelto torso que despide un agradable aroma. ¿Cuándo dejó de ser una práctica para convertirse en algo sublime? ¿Por qué teme cerrar los ojos y perderse un solo detalle? ¿De dónde proviene ese dulce y embriagante aroma a fruta? ¿Manzana? Ah, la sonrisa de Aladdin, que preciosa curvatura. ¿Quién diría que puede tener pensamientos de ese tipo? Se sabía adicto al encanto femenino pero inmune al amor. ¿Qué otra cosa puede ser lo que le ataca con tal intensidad? Las estocadas se vuelven más veloces de su parte, sobre todo debido a la creciente ansiedad de probar los labios del magi que ni cuenta se ha dado de sus perversas intenciones. Tan ingenuo. Sharkan lanza una secuencia increíble de golpes que si bien no atinan al objetivo le sacan de balance y le hacen tropezar, Aladdin se precipita en dirección al piso, de espaldas hasta que el mayor le coge por la cintura. Llegó el momento de probar el elixir prohibido. Sharkan acorta la distancia y se detiene en seco a unos diez centímetros al sentir un bastón en su garganta. Mira de reojo y sonríe divertido al encontrarse con Aladdin. El de sus brazos se disuelve poco después. Se reincorpora y coloca las manos en la cintura de manera descuidada.


- Gané onisan.


- ¿Siempre pelee con un doble?


- Nop, cambié poco antes de tropezar - sonrió - ¡Fué muy divertido!


- ¿Quieres repetirlo?


- Más tarde con mucho gusto, estoy preocupado por Alibaba-kun.


- ¿Es una promesa?


- Sip.


Aladdin se retira mientras él se queda pensando. Nunca fué muy afín a la magia pero ahora le gusta un poco menos pues de no ser por ella, habría robado la pureza de los labios del hijo de Solomon.


«- Bueno, siempre habrán más oportunidades. Ese mocoso sin duda es interesante. »


Sharkan adora a su querido alumno pero por primera vez agradece que estuviese enfermo. Sabe que es un tanto cruel de su parte así que va al mercado para comprar un poco de licor para animarle, además de unas ricas manzanas que se le antojaron con desesperación.


«- La próxima no escaparás. »


Iba riendo de una manera tan perturbadora que incluso Yamuraiha que se lo encontró en el camino sintió nauseas.

Notas finales:

Nos vemos la próxima! Gracias por leer :3.


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