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La carta de Papyrus por paunina12

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Notas del fanfic:

Hola! he regresado con un fanfic de undertale de mi OTP favorita el juego <3 espero que les guste, no olviden dejar su review, nos leemos más abajo

Notas del capitulo:

Undertale pertenece a Toby Fox, la historia es cmpletamente mía

Despertó bruscamente con los gritos de emoción de su hermano y se preguntó a si mismo porqué la puerta de su habitación estaba abierta y sin pestillo, rebuscó unos segundos en su memoria y recordó que la  noche anterior había dormido en su cama con Papyrus, pues había visto una película de terror y el esqueleto menor se había negado por completo a dormir solo en su habitación, en donde estaba a merced de cualquier criatura desconocida que pudiera lastimarle. El esqueleto mayor se levantó perezosamente y frotó sus ojos con sus manos mientras se preguntaba que podría causar tanto alboroto para que se escucharan los gritos eufóricos de Papyrus.

-          De seguro es  un nuevo capítulo del programa de Mettaton, no puedo creer lo popular que es ese robot.- dijo para sí, dando un largo y profundo bostezo.

Se sentó en la cama y se quedó mirando el piso como si este tuviera todas las respuestas del universo hasta que otro grito lo sacó de su ensoñación. Tomó su ropa habitual, una camiseta blanca y una sudadera azul, pantalones negros deportivos y unas pantuflas blancas.

Había tenido un sueño muy extraño en el que todo el mundo desaparecía, quedando él solo con la responsabilidad de poder detener al asesino que había acabado con todos, era una pesadilla recurrente, donde, además de sentir que todo era un recuerdo de otra línea temporal, hablaba con su padre, quién le advertía sobre alguien que tenía el control de todos en sus manos, al igual que en la profecía.

Sacudió la cabeza para eliminar esos pensamientos negativos de su mente y se levantó de la cama, al bajar las escaleras no sintió el típico olor a quemado de todos los días, sino que pudo oler masa fresca, canela y caramelo.

-          ¿Papyrus? ¿Qué estás cocinando?-dijo mirando a su alrededor, donde encontró más caras de las que esperaba.

-          Hola Sans ¿cómo estás?- Preguntó Asgore abrazando a su esposa cariñosamente por la cintura.

-          Lamentamos haber llegado tan “temprano” (eran las tres de la tarde), pero ya sabes, Frisk estaba muy emocionado y nos levantó a primera hora, al igual que Papyrus.- Se disculpó la mujer, y detrás de ella el humano apareció sonriendo.

-          Hola Sans, buenos días, lamento la hora, sé que te gusta dormir hasta tarde, pero Papyrus y yo no podíamos permitírtelo por hoy.

Un “¿ah?” salió de su boca y se giró para ver a su hermano, que estaba saliendo de la cocina. Lo miró un rato con una mueca de confusión, y al ver que el esqueleto menor lo único que hacía era sonreír de oreja a oreja antes de volver a entrar a la cocina, así que deslizó su mirada hacia el rostro de Toriel, quien también irradiaba felicidad, pero esta habló para explicarle el extraño panorama.

-          Sans, hoy es navidad ¿no me digas que no lo recuerdas?

El esqueleto abrió un poco la boca mientras le asentía a Toriel, quien no pudo evitar reír ante la cara de sorpresa de Sans.

-          Oh vaya, ahora lo entiendo todo, Buenas a todos.- Guiñó un ojo y levantó los hombros con desinterés.- Supongo que ese delicioso aroma que viene de la cocina es tuyo, ¿no es cierto Tori?

-          Gracias por el cumplido Sans, pero el mérito no es solo mío, Papyrus ha estado haciendo un gran esfuerzo ayudándome a cocinar una Tarta de canela  y caramelo. quise hacer, perdón, quisimos hacer algo distinto mientras esperamos a santa ¿No es así Gorey?- dijo Toriel mirado amorosamente a su marido.

-          Por supuesto amorcito.-Respondió él y le robó un pequeño beso de pico.

-          Por algo los llamaban “ganadores del concurso de hocicos del 88”.- Se rió frisk- Dogami y Dogaressa van a tener que esforzarse mucho para ganar este año.

-          Si, y pensar que hace un año Tori quería arrancarle la cabeza.- Dijo el esqueleto mayor en un susurro que solo el humano y Toriel alcanzaron a escuchar.

Toriel miró a Sans con desaprobación y le dio un pequeño golpecito en la cabeza, para luego cambiar el tema e ir a la cocina junto a Papyrus.

-          ¿y qué es lo que le pidió Papyrus a santa este año? Preguntó Asgore a Sans.

-          La verdad, es que no lo sé. El siempre pide figuras de acción o cosas así, luego me lee la carta para que le dé una opinión sobre ella. Pero este año fue diferente, ya en octubre tenía pensado lo que quería para navidad y ni siquiera me mostró su carta, lo que es bastante extraño.-dijo Sans pasando su mano por su cuello.

-          Supongo que ahora debe estar caminando hacia la madures.-respondió Asgore.- o quizás puede sea algo que le avergüence mucho pedir.

-          Tienes razón, creo que no debería preocuparme demasiado, pero ya sabes, intuición de hermanos.

Luego de un rato Toriel y Papyrus les indicaron a todos que tomaran asiento en el comedor, sirvieron la comida  y luego se sentaron junto a sus amigos. Hablaron de diversas cosas, Frisk contaba realmente orgulloso lo bien que le iba en la escuela que la reina -su madre- había fundado con ayuda de su marido, Papyrus contaba que  aunque Undyne seguía entrenando  con Undyne para convertirse en un miembro de la guardia real, la cual estuvo a punto de ser disuelta por la reina pero fue convencida por el Asgore para que se mantuviera en servicio, porque aunque sonara mal, no tenían la seguridad de que los humanos no volverían a atacarlos. Pero de vuelta a lo que estaba contando Papyrus, cada vez le era más  fácil esquivar los ataques de la chica pez, lo que significaba que estaba mejorando cada  vez más y a guardia real se le acercaba a paso seguro. Asgore y Toriel contaban como había sido su reconciliación, la mujer no pudo negarse a darle otra oportunidad porque el rey felpudo acudía a su hogar todos los días con un  ramo de flores doradas pidiéndole perdón y claro, tampoco pudo no perdonarlo porque a pesar de todo aún lo amaba tanto como el día que se casaron, y para probar que su amor lo superaba todo, ese mismo día la reina se trasladaría de las ruinas al castillo donde su empolvado trono la esperaba. Sans escuchaba con atención las palabras de sus amigos y no podía evitar ampliar su sonrisa al verlos todos juntos y unidos de una vez por todas.

-          ¿cómo lograste persuadir a Papyrus de que no le agregase espagueti a tu tarta de Caramelo y canela?- Dijo Sans divertido.

-          Bueno, cuando abrí el refrigerador y vi la inmensa cantidad de espagueti quedé algo anonadada, cuando le expliqué que la receta no llevaba espagueti, se entristeció un poco, pero cuando le  dije que me ayudara con la masa sonreía como un niño pequeño.-rió Toriel.

-          ¡Hey! ¡Aún sigo aquí!- se quejó Papyrus, causando que los nombrados anteriormente riesen más fuerte.

Una vez que todos terminaron de comer se percataron de lo tarde que era, ¡Habían estado contándose anécdotas y hablando sobre diferentes cosas todo el día! Frisk se ofreció a lavar los platos, mientras que Sans los secaba y los otros tres cambiaban el mantel y ponían los cubiertos, para la cena de que compartirían en la noche. En medio de todo eso, Papyrus recibió una llamada, era Undyne, quien le preguntaba si estaba en casa y si irían a ver las estrellas fugaces de Waterfall junto con Alphys. Papyrus lo había olvidado completamente, y sabía que sería descortés irse solo de la nada cuando él y Frisk habían planeado todo un día perfecto de navidad con itinerario incluido.

-          No creo que pueda ir Undyne, lo siento, hay invitados en mi casa.- Habló por teléfono el esqueleto menor.

-          Son Asgore, Toriel y Frisk ¿no es así?-contestó Undyne al otro lado dela línea.- No hay problema si vienen con nosotros, ya sabes, hace un tiempo que no nos vemos.

-          Espera un momento, deja preguntar.- Paps alejó el teléfono de su boca para preguntarles si querían ir, a lo que todo el mundo estuvo de acuerdo, es más, invitaron a las chicas a la cena de navidad.- Dicen que irán, pero que ustedes están invitadas a la cena de navidad.

-          De acuerdo, nos vemos en un rato, adiós.

Después de algunos minutos tocaron la puerta y se encontraron con una sudorosa Undyne que traía a su  novia casi volando mientras la sujetaba de la mano. Pronto se unieron a la conversación que habían iniciado Asgore Papyrus y Toriel, mientras preparaban todo el lugar para la cena, Sans y Frisk tenían una charla muchísimo más seria de lo que suponía todos.

Sans le contaba su extraño sueño a Frisk y este lo escuchaba con atención tratando de preguntar lo menos posible. Era un tema complicado para ambos, pues los dos tenían pesadillas sobre aquella línea de tiempo. Frisk se veía a si mismo cubierto de polvo con un medallón de corazón y un cuchillo real y Sans se veía a si mismo recogiendo la bufanda de su hermano entre un montón de polvo, poniéndosela y tratando de detener las lágrimas que salían por sus cuencas. Ambos se encontraban en el último corredor, llamado “el salón del juicio” en el que ambos se enfrentaban poniendo a prueba la determinación que cada uno poseía. El sueño siempre terminaba cuando el rojo se hacía presente y el esqueleto caía, pero con sus últimas fuerzas caminaba fuera del campo de visión del enemigo solo para no darle el gusto de verlo perecer a lo que sea que fuese que estaba controlando el cuerpo del niño.

Sans no podía evitar sentir algo de desconfianza con Frisk, pues los pocos recuerdos de las líneas temporadas pasadas eran de humanos poco confiable que solo buscaban hacerle daño a los monstruos, pero lo que más le hacía dudar de esto, es que Frisk tenía el poder de hacer un True Reset cuando se le diera la gana, devolviéndolos a todos a sus vidas anteriores, en las que cada uno sufría por sus propios problemas, agregando la barrera a cada uno de ellos.

-          Sans, se lo que estás pensando, tuve la misma pesadilla anoche-habló Frisk, cortando el incómodo silencio que ambos habían formado.

-          Es difícil ¿Sabes? Todos esos resets dejaron una marca en mí y no me permiten confiar plenamente en ti, después de todo tus eres el que tiene el control.

-          Sans- Frisk dejó los platos a un lado para dirigir su atención al esqueleto- ambos sabemos que no fui yo quien cometió todas esas atrocidades, sé que tengo la responsabilidad por haberlo llamado, pero nunca pensé que podría llegar a destruir todo lo que amaba, lo que los dos amamos ahora, no  puedo recordar con certeza todo lo que ella hizo con mi cuerpo cuando robó mi alma y sé que por eso perdiste a todos por mi culpa-.los casi siempre inexpresivos ojos de Frisk se abrieron más y comenzaron a humedecerse, dándole paso a las lágrimas.

Sans, que no era una persona que demostraba muy bien su afecto a cualquiera que no fuera su hermano comenzó a entrar en pánico y torpemente comenzó a secar las lágrimas del niño. Pudo sentir que en el fondo del corazón del muchacho su arrepentimiento era genuino y que aunque era tan pequeño, tenía muchos pecados trepando por su espalda, no tenía a nadie que no fuera un monstruo, todos los humanos lo habían abandonado a su suerte. Así que de un momento a otro se arrodilló para quedar más o menos a su altura y le dio un abrazo, lo apretó contra su pecho mientras el pequeño se aferraba con fuerza su sudadera buscando consuelo y el perdón del esqueleto que tanto quería a pesar de todo.

-          Sans, quiero que me prometas algo.- dijo el niño entre sollozos-

-          Sabes que odio hacer promesas, pequeño.

-          Lo sé, solo quiero que me prometas que nunca más estarás preocupado por los True Reset, porque yo te prometo que jamás, jamás voy a tratar de resetear, no importa lo que pase.

-          Será difícil pero creo que puedo prometértelo kiddo .- Sans le guiño un ojo y sonrió, para abrazarlo aún más fuerte.

-          Gracias por creer en mí, eres sansacional.- bromeó Frisk, haciéndolos reír a ambos.

-          No, tú eres friskcreible- añadió Sans.

Los dos comenzaron a contarse chistes malos después de eso, llamando la atención de Papyrus que pasaba por la cocina.

-          ¡OH POR DIOS SANS! ¡No le enseñes eso a Frisk!-Asomó su cabeza solo para decirles eso y luego agregó- Los platos no se lavarán solos, ¡dense prisa!

Una vez los platos estuvieron limpios, Sans estaba a punto de salir de la cocina cuando una mano pequeñita lo detuvo.

-          Tengo algo que contarte, es sobre Papyrus.- murmuró Frisk

-          ¿Qué pasa con Paps?

-          Es solo…que yo sé lo que quiere de cumpleaños…el me lo dijo.

-          ¿Qué es? eh tratado de sacárselo de todas las formas posible, ¿Cómo lo hiciste?- preguntó algo celoso el ojiazul.

-          Oh, ya sabes, es por mi reputación, In this world is flirt or be flirted.

-          ¿Que no flirt es coquetear?

-          Exacto, por allí va el regalo que quiere Papy, así que no te sorprendas mucho cuando te enteres de lo que quiere.

Frisk le dio una palmadita en la espalda al  contrario y salió sonriendo de la cocina, Dejando un perplejo esqueleto detrás de sí.

Después de eso Sans no tardó en salir de la cocina a encontrarse con todos sus amigos reunidos, justo como cuando se rompió la barrera, con la única diferencia de que esta vez los lazos que los unían eran muchísimos más fuertes.

Se acercó a Papyrus para tratar de entablar una conversación con él y averiguar qué era lo que quería para su cumpleaños. Pero Papyrus no tenía ninguna intención de hablarle, por alguna razón parecía evitarlo y solo lo miraba de reojo antes de caminar disimuladamente hacia otro lugar. Este “juego” de “te me acerco y tú te alejas” duró un rato, ya que finalmente Sans se dio por vencido, decidió guardar lo que lo que  le quedaba de energía para el resto del día, no quería caer dormido en plena celebración. Además sabía que tarde o temprano tenía que leer a alguien el contenido de la carta.

Pero su cabeza no dejaba de dar vueltas, ¿qué sería lo que  había pedido su hermano menor? Si nadie le decía, lo adivinaría por descarte. No podía ser una figura de acción, ya que antes las había pedido sin sentirse mal por ello. Entonces recordó las palabras de Frisk “in this world is flirt o be flirted”  es decir: “en este mundo es coquetear o ser coqueteado” una frase bastante tonta, pero le hizo sentido, el regalo que quería Papyrus podrá ser un tomo más avanzado del libro de citas que pidió en la biblioteca, por su mente se repitió otra frase “debe estar caminando hacia la madurez” ¿Qué tal si era eso? O tal vez, solo tal vez, le entregaría la carta a Aphys pidiéndole poder reunirse con el famoso Mettaton en un modo romántico…tal vez, sintió una puntada en el pecho, pensó en su hermano teniendo una cita con el robot, ellos abrazados cariñosamente y a punto de besarse.

Su propia fantasía lo lastimo bastante, había ocupado mucha energía para autoconvencerce  de que su amor por Papyrus era solamente un amor de hermanos  puro y sincero, pero esas puntadas descontroladas y dolorosas en su pecho al imaginar a Paps siendo de alguien más le mostraban todo lo contrario, lo tenía claro, ya no podía seguir engañándose, estaba cansado de tratar de negarlo y ocultar la verdad que tanto temía, se estaba enamorando de Papyrus ,no, a esas alturas el esqueleto mayor se hallaba perdidamente enamorado de su hermano menor .

Salió un poco de sus pensamientos y los vio a todos medio apretados, más bien como sardinas enlatadas en el sofá, ya eran las 10 de la noche y el programa del robot ya había comenzado, era un especial de una hora por navidad, donde Mettaton en su forma EX enseñaba como hacer una casa de jengibre y luego recorría hotland con un estilo más navideño, usando una especie de carro alegórico que un gato malhumorado muy enfadado iba empujándolo apenas mientras que el robot lanzaba besos y regalos a sus espectadores y a los fans que estaban más cerca de él.

Miró a Papyrus y se sorprendió al no verlo gritando como una fangirl, es más el esqueleto menor se notaba nervioso y bastante  pensativo, casi no miraba la pantalla y cuando lo hacía se fijaba en ella unos momentos para comentar algo en particular y luego se iba a su mundo nuevamente. La duda lo estaba carcomiendo por dentro, el contenido de la carta que su hermano celosamente guardaba en su bolsillo parcia tentarlo y decirle “ven a leerme Sans, sé que quieres saber mi contenido”.

Una mano en un gesto repentino apagó la televisión con el control remoto, dejando la habitación a oscuras antes de hablar.

-          Rápido, tenemos que irnos, a esta velocidad nos perderemos la lluvia de estrellas- dijo Undyne.

Todos estuvieron de acuerdo con esto y uno tras otro fueron saliendo de la casa de los esqueletos, tomando turnos para subirse de a dos en el bote que los levaría a Waterfall, Asgore y Toriel subieron primero, poniendo a Frisk en el pequeño espacio que quedaba, luego les siguieron Undyne y Alphys, y por ultimo pero no por ello menos importante, los hermanos esqueleto, quienes en vez de estar riendo y haciéndose bromas se encontraban en un profundo silencio incómodo que ninguno de los dos sabía cómo romper.

Una vez que todos estuvieron reunidos caminaron hacia el salón de los deseos, pusieron unas mantas en el suelo y se recostaron sobre ellas, admirando las primeras luces que comenzaban a pasar sobre el cielo nocturno, era un espectáculo impresionante, las estrellas y luces parecían bailar sobre la oscuridad, dejando un rastro que permanecía durante unos segundos hasta ser borrado por otra brillante. Era la mejor idea que se le pudo haber ocurrido a Undyne, quien se encontraba terriblemente acaramelada con su novia y no perdía la oportunidad para robarle un beso a su amada. Toriel y Asgore tampoco se quedaban atrás, se tomaban cálidamente de las manos mientras abrazaban a Frisk, quien disfrutaba de la vista entre sus padres.

-          Son muchas estrellas, creo que debemos pedir un deseo-dijo Frisk de repente

-          Tienes razón cielo, pidamos todos un deseo. Pero recuerden, no tiene que contarlo porque si lo hacen no se cumplirá- agregó Toriel

Todos cerraron sus ojos y cruzaron sus dedos con mucha energía, como si el deseo dependiera de ello.

Cada uno pidió un deseo diferente, Sans pidió que nunca más hubiese ningún reset, Frisk pidió estar siempre con todas las personas que amaba, Asgore y Toriel pidieron que su amor nunca terminara, Alphys deseó poder ser más sincera y mejorar cada día un poco más y Undyne deseó que nunca más se desatara la guerra entre los humanos y los monstruos. Pero ¿Qué deseó Papyrus?  Era algo tan secreto que en vez de decirlo en voz baja al igual que los demás, simplemente tomó la carta que estaba en su bolsillo trasero y la apretó fuertemente contra su pecho.

Al abrir los ojos, todas las miradas se posaron en Frisk, eran miradas cargadas de cariño y sentimientos encontrados, porque dentro de sus corazones todos sabían que podían tener la oportunidad de vivir ese momento en paz gracias a él, al hijo de los hombres, el ángel de las alturas que había sido predicho en las profecías más antiguas.

Sin duda había sido una velada maravillosa que habían compartido, ya era media noche y todos comenzaron a despedirse de sus amigos, pues era bastante tarde y tenían que regresar a sus respectivos hogares. Frisk se despidió de todos, dejando a Papyrus de ultimo para darle las palabras de aliento que necesitaba para entregar la carta, tomó el rostro del esqueleto menor y le susurró un suave “Vamos Paps, tu puedes, esta es tu única oportunidad, no la desperdicies por el miedo, yo creo en ti. Ya verás que para mañana todo estará bien” y luego le dio unas palmaditas en la espalda, para luego tomar las manos de sus padres y partir en dirección al castillo.

Una vez que los hermanos estuvieron listos para marcharse, se subieron nuevamente al bote, que los dejó en snowdin, caminaron en silencio hasta su casa y abrieron la puerta lentamente, para después sentarse en el sofá uno al lado del otro, en silencio. Papyrus se levantó, sacó su carta del bolsillo trasero y dirigió  a la cocina, Sans lo siguió  con la vista hasta que perdió contacto visual cuando el menor entró a la cocina, desde donde salía un ligero olor a quemado, que enseguida lo levantó de su asiento y lo hizo correr hacia la cocina, donde se encontró un triste esqueleto tratando de quemar una carta.

-¡Papyrus!- gritó llamando la atención del menor, que por el repentino susto soltó la carta y el mechero, cayendo ambos al piso, la carta pareció deslizarse en cámara lenta hasta llegar a los pies de Sans, quien rápidamente la recogió y corrió hacia la sala, siendo perseguido por Papyrus.

-¡devuélveme esa carta Sans, no estoy bromeando!- Dijo El esqueleto menor bastante exaltado.

-No pienso hacer eso, ¿Acaso no sabes que…no tienes la menor idea de todo lo que he pensado que pudiera estar escrito en esta hoja de papel? Barajando un sinfín de posibilidades que nos podrían cambiar la vida. – Sans agitó la carta con la mano derecha- ¿Qué puede ser tan malo que no quieres decirme?, ¡¿Acaso quieres irte?! ¿Vas a dejarme  como lo hizo papá? Si es que hice algo lo siento, de verdad. Sé que te molesta que sea un perezoso, que no alimente a mi piedra mascota, pero puedo dejar de serlo. Por favor explícame por qué perdiste la confianza en mí. Somos hermanos, Papyrus, somos bros – dijo con voz triste el esqueleto mayor.

- No es nada de eso Sans, lo lamento, estaba pensando solo en mi cuando no quise mostrarte esa embarazosa carta, yo jamás te dejaría, de verdad siento que te hayas vuelto paranoico por mi culpa. Y aunque me duela, sé que no puedo seguir escapando de esto, no solo me esa causando daño a mí, sino que a ti  también, y lo último que quiero es lastimarte…Así que hazlo, lee esa estúpida carta y sabrás lo que quiero como regalo, pero solo te pido una cosa, no me odies por lo que vas a leer.

Sans observó el papel que yacía en sus temblorosas manos y procedió a sacarlo del sobre, lanzando este al suelo, respiró profundamente y comenzó a leer.

 

“Querido Santa:

Es primera vez que escribo una carta sin mostrársela a mi hermano antes, espero que puedas disculparme si no puedo expresarme muy bien, pues lo que te tengo que decir de seguro te dejará algo confundido. También espero que me perdones por escribir esta carta en primer lugar, ya que sé muy bien que solo le traes regalos a los niños buenos, y yo no eh sido eso exactamente.

Todo comenzó hace unos meses, tres para ser exactos. Era un día como cualquier otro, yo había ido a entrenar a la casa de Undyne, pero no estaba al 100% que digamos, caía fácilmente y no podía esquivar los ataques que esta me lanzaba, por algún motivo había despertado como si cargara a la roca mascota de Sans en la espalda. Undyne, al ver que estaba fracasando y peleando de forma torpe, me envió a casa a descansar y me invitó a volver en unos días más, cuando estuviera preparado y en forma otra vez. Pensé en pasar al puesto que tiene Sans a la entrada de Waterfall, pero no lo vi allí. Encontré en cambio una nota que decía “estoy en grillby´s”.

Me dispuse a ir a casa, estaba muy desanimado, pero sabía que cuando Sans llegara él podría hacerme sentir mejor. Me puse a ver televisión, sintonicé el canal de Mettaton, esperando que el carismático robot pudiera distraerme en eso que Sans volvía a casa, pero no lo logró. El robot estaba en su forma cuadrada dando una aburrida entrevista a un ciudadano de la aldea Temmie llamado Bob. Al no encontrar nada mejor apagué el televisor y subí a mi habitación, donde jugué con algunas de mis figuras de acción hasta caer dormido.

Desperté cuando ya era de noche, miré el reloj y marcaba las 2 am. Fui hasta la habitación de mi hermano y golpeé la puerta muchas  veces, pero nadie me abrió, entonces me preocupe de sobremanera y salí a buscarlo a Grillbys, ya que ese era unos de los lugares probables en los que se podría encontrar a Sans y efectivamente, ahí fue donde o hallé, pero lo que vi no me gustó para nada.

La ropa de Sans estaba desordenada, al igual que las vestimentas de Grillby , que tenía unos botones desabrochados, pero lo que más me llamó la atención fue que Sans tenía marcas de quemaduras en los huesos de su cuello y en sus mejillas. Sentí algo realmente incomodo en el estómago y por alguna razón me enfadé bastante, no había que ser un genio para entender lo que estaba pasando allí, así que miré de mala forma al cantinero, tomé a Sans en brazos para dirigirnos a nuestro hogar. Mientras caminábamos Sans no dejaba de balbucear cosas inentendibles. Lo único que podía decir con claridad era el nombre de Grillbys, y le decía que lo ayudara a olvidar ¿Qué rayos tendría que olvidar Sans? Digo, su vida es bastante despreocupada, bueno, al menos lo es cuando no está teniendo pesadillas sobre lo que él dice que son las “líneas de tiempo pasadas” algo que no logro entender de todo.

Desde ese día me di cuenta que Sans ya no era un niño, había cumplido la mayoría de edad y ya se hallaba en el mundo de los adultos, porque si no era así ¿por qué intentaría algo de “otro nivel” con aquella fogata?

Lo dejé en el sofá y fui a la cocina para buscarle un poco de agua, y al volver vi algo que me dejó completamente sorprendido, tanto, que el vaso calló de mis manos causando un gran estruendo y que Sans me mirara.

Estaba utilizando su magia de color azul y sudaba, había formado una lengua y respiraba con dificultad, me acerqué a él y utilizando su fuerza me dejó acostado en el sofá, subió encima mío y comenzó a frotar su pelvis contra mí, había un bulto azul que  amenazaba con escapar de sus pantalones, entonces comprendí que su lengua no era el único órgano que había invocado. Me sonrojé de inmediato y traté de detenerlo, nunca había sentido algo como en ese momento, por alguna razón también deseaba formar una lengua, besarle y con ayuda de mi magia tomarlo por completo. Incuso para mí, que si su hermano, se me hacía tortuosamente deseable, tanto que cuando me había dado cuenta mi propia magia había creado un…bueno…creo que se entiende, le pregunté qué le ocurría, pero estaba jadeando tano que no podía responderme con claridad.

-¿Qué te pasa Sans?¿Qué te dejó así de…raro?

-Ahh…Grillby…ngga...kétchup…afrodi- Respondía con dificultad.

-¿acaso Grillby te dio algo que te puso así?

-ngh, eso…creo, Dios…-Seguía jadeando y gimiendo.

-De acuerdo, mañana hablaré con Grillby para aclarar lo que pasó, por ahora…debes tratar de quedarte tranquilo e ir a dormir.

-Pero…ahh…Duele…-me miró suplicante, pero yo no podía aprovecharme de él si estaba en  ese estado.

Lo quité de encima de mí como pude y fui al baño, mojé mi rostro y me miré al espejo, estaba completamente sonrojado y sudaba, así que lavé mi cara con abundante agua fría hasta que me calme por completo. Al salir del baño Sans yacía dormido sobre el sofá como si nada hubiera pasado.

Lo tomé en brazos nuevamente y lo fui a dejar a su habitación para que durmiera tranquilamente, parecía un ángel, un ángel muy pervertido. Pensar eso me causó muchísima gracia, pero eso no logró distraerme lo suficiente y al  poco tiempo noté que eso era solamente para aparentar lo que hace tiempo estaba creciendo dentro de mí.

Ese episodio bochornoso lo único que hizo fue afirmar  los sentimientos impuros que tenía hacia él, cualquier otros se hubiese asqueado o hubiese hecho cualquier cosa para evitar el contacto con su hermano si este se hallaba bajo los efectos de ese tipo de droga, pero yo no, yo no sentí asco alguno, la verdad es que si no hubiese tenido autocontrol, me hubiera aprovechado de Sans.

¿Entiendes por qué soy un niño malo? Nunca debería haber tenido esa clase de pensamientos, pero la verdad es que he estado confundido mucho más tiempo, mucho antes de ese incidente incluso. Cuando era apenas un baby bones le admiraba muchísimo –No es que ahora no lo haga- si no que en ese entonces, pensaba que cuando creciera quería tener una novia como Sans, una chica amable, graciosa, simpática que no le temiera a nada y fuera segura de sí misma. Con el paso del tiempo la descripción no cambió, lo que si cambió que me di cuenta que la persona perfecta para mi había estado a  mi lado todo el tiempo. Ese incidente lo único que hizo fue aclarar todo en mi cabeza.

Ahora que ya lo sabes todo, si es que puedes ayudarme, solo tengo un deseo, por favor, has que Sans tenga mis mismos sentimientos y pueda corresponderme, y si es mucho pedir y no puedes cumplir eso, por favor hazme olvidar a Sans de manera romántica para que pueda verlo como el hermano perfecto que siempre ha sido para mí.

 

                                                                                           Se despide atentamente

                                                                                                                                       Papyrus

PD: Espero que perdones lo explícito de la carta, trate de ser lo menos detallista posible, también lo siento por la longitud de la carta.

 

 

Sans terminó de leer la carta y quedó completamente abochornado, su sonrojo azul era tan grande que no sabía dónde meterse, ni siquiera podía alzar la está para mirar a Papyrus, que estaba igual o peor que el, No tenía idea de que decir para romper el silencio incómodo en el que se habían metido. Lo único que rogaba Papyrus era que su hermano  rompiera el hielo con una de sus típicas bromas en los peores momentos, pero de la boca del mayor no salía nada. Y se quedaron allí, hasta que Sans comenzó a toser y lentamente subir la mirada al rostro de su hermano, la cual no pudo mantener por mucho tiempo.

-Así que…¿Hice todo eso…Ebrio?- Dijo en voz baja el esqueleto mayor.

-Al final no era solo alcohol en tu kétchup, Grillby le había agregado un afrodisiaco…

-¿Afrodisiaco eh…? Creo, que esto es algo incómodo. Yo, lamento todo lo que hice cuando no estaba en mis cinco sentidos…-Respondió el ojiazul.

-Eso, eso ya no importa…-Dijo Papyrus, sintiendo como algo se sacudía en su interior, necesitaba sacarlo, ya no podía seguir ocultándolo, incluso aunque su hermano acababa de leer lo sus sentimientos, él necesitaba expresárselos de manera correcta, así que se acercó hacer y suavemente levantó su rostro con su mano derecha.

Se miraron a los ojos el uno al otro, pero de inmediato el esqueleto mayor aparto la mirada pero su hermano sujetó su rostro con sus dos manos obligándole a mirarle, necesitaba hablar y requería toda la atención del contrario.

-Sans, sé que o que este puede parecer idiota y tonto, o simplemente el capricho de un adolescente que no tiene a nadie mas que a su hermano, pero quiero que sepas que no es así. Yo siempre te he amado Sans y siempre lo seguiré haciendo sin importarlo que pase entre nosotros y eso ya lo sabes. Pero lo que te quiero confesar en este momento es que te amo, pero te amo como lo hacer los amantes de verdad,  esos que son pareja y no temen ir de la manos mientras son vistos por todos, yo sé que nunca te voy a poder dar un amor visible a los ojos de todos, pero te puedo jurar que si me eliges puedo hacerte completamente feliz para todo lo que dure nuestra vida, porque Sans, tienes que saber que yo te amo con todo mi corazón y quiero hacerte una pregunta.-El Menor tomó ambas manos del esqueleto mayor y de su pantalón sacó una pequeña cajita, se arrodilló y bajo la mirada expectante e impresionada de Sans, la abrió y pudo ver dos brillantes anillos de plata que hacían juego.- ¿Quieres ser mío para siempre?

Sans llevó sus manos a su rostro, no podía creer lo que estaba ocurriendo. Ahora era el momento, tenía que decidir lo que ocurriría a continuación. Entregarse a Papyrus en cuerpo y alma o tratar de olvidar los errores y malentendidos cometidos.

♥Aceptar

♥Negarse

El final lo eliges tú.

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Espero lo que les haya gustado, lo hce con todo mi corazon y el dolor de mi estómago (estoy enferma), apresiaria que dejaran un review, ya que me motivan a seguir escribiendo y no saben lo gratificante que es dejarle en claro a una persona que te gusta lo que ha hecho y le salió del corazón.

En algunas semanas más continuaré con los siguientescapítulos, asi que piensen con cuidado ¿aceptar o negarse?


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