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Reversión Yoonmin por mochipervertsan

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Notas del capitulo:

dejen reviews, gracias por leerlo

Park Jimin, 18 años, dulce, amable, obediente, esas eran algunas de las características del joven. Todo muy normal solo que…llevaba 18 años encerrado en su propia casa, todo porque era especial y no lo entendía, nadie le aclaraba las cosas pero él no insistía no quería hacer enojar a su mamá.

Hee le contaba cosas muy hermosas de la ciudad y no entendía por qué su mamá no lo dejaba salir, recordaba que cuando tenía 8 años se había escapado y fue reprendido, esa vez fue la única que pudo salir y no lo había hecho de nuevo desde hacía 10 años pero ya no lo aguantaba.

Él quería ser normal, tener amigos, ir a la escuela (hasta ahora solo daba clases privadas), salir con sus amigos, divertirse y conocer a su pareja predestinada. Ese era su sueño como omega (aún no lo sabía pero su mamá decía que se presentaría como uno), ya que no podía salir se entretenía leyendo libros de romance y eso había influenciado mucho.

Justo ahora estaba en su habitación escuchando música y chateando con sus amigos en internet, eran muy alegres y simpáticos. Kim Taehyung y Jung Hoseok. Todos tenían vida social menos él, Tae tenía su edad y Hobi era mayor que él por 2 años. Sus historias eran divertidas y emocionantes pero él no tenía casi nada para contar, ellos siempre insistían en encontrarse o ir a visitarlo a su casa pero Jimin sabía que su madre no le gustaría mucho la idea y siempre ponía excusas

Un toque 

Dos toques

Tres toques

Y la puerta fue abierta sin que Jimin se diera cuenta, de pronto sus audífonos fueron quitados a la velocidad de la luz y un peso cayó sobre su espalda

-¡¡FELIZ CUPLEAÑOS MOCHI!!  

-¡¡Jeon Jungkook!! Bájate ahora mismo, pesas como una vaca – Jimin giró y tumbó al menor de la cama cayendo al piso de trasero

-eres cruel, ermitaño – se quejó el omega sobando su trasero

-no soy ermitaño porque quiero y lo sabes – abultó los labios y frunció el entrecejo sacando un ´´Aw´´ seguido de risas del otro

-y eso que eres mayor que yo – dijo mientras estiraba y amasaba las mejillas de Jimin

-ya dejame, pesado – se quejó el rubio

-oblígame – lo retó el pelirrojo

- ¡MAMÁÁÁ, KOOKIE ME ESTA MOLESTANDOOOO! – gritó a todo pulmón

-eso es trampa – Jimin sonrió victorioso y a los segundos su madre estaba en la puerta del cuarto

-¿y ahora que sucede? – preguntó con el semblante de ´´otra vez lo mismo´´

-señora Park yo solo estaba jugando y él se enojó – Kookie puso su mejor cara de inocente logrando derretir el corazón de la mujer, quien se acercó y acarició su cabeza

-está bien, está bien – le sonrió y Kookie con las manos detrás de la espalda le mostró el dedo del corazón a Jimin, este último indignado saltó de la cama

-¡Mamá! ¿Por qué siempre le crees a él? – Hizo un puchero – yo soy tu hijo, él solo es tu sobrino

-pero es menor que tú y solo quiere jugar con su primo – se excusó la omega con su hijo

-es verdad – otra voz entró a la conversación – Jungkook deja de molestar a Jimin – todas las vistas fueron atraídas a la voz masculina

-si papá – Kookie rodó los ojos como siempre que lo regañaban

-Heechul, no te esperábamos – dijo alegre MinJi

-¡Hee! – Jimin de un saltó estuvo como garrapata en el torso de su tío – vamos a salir por fin, prometiste que en mi cumpleaños 18 me llevarías a dar un paseo – Heechul sonrió enternecido, Jimin había crecido de tamaño pero seguía siendo el mismo niño entusiasta

-¡claro que sí! – miró a MinJi en busca de aprobación y ella suspiró pesadamente pero luego asintió sonriendo

-¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! – Jimin emocionado corrió por todo el cuarto y recordó que Tae y Hobi le habían pedido encontrarse hoy en la cafetería Sweet Latte y por fin podría salir y conocerlos en persona, este día no podía ir mejor - ¿puedo invitar a unos amigos? – los presentes lo miraron como si hubiera dicho una estupidez pero luego todos sonrieron

-claro cariño, hoy es tu mayoría de edad, puedes hacer lo que gustes – dijo su madre abrazándolo, el correspondió

-gracias, te amo mami

 

     

Después de haberle avisado a sus amigos y ellos aceptaran encantados, Hee, Kookie y él estaban llegando a la cafetería. Jimin estaba que daba saltos de alegría, a lo lejos vio dos siluetas que se le hicieron conocidas.

-¡Tae, Hobi! – gritó eufórico Jimin, feliz de ver a sus amigos

-¡Jimin! – dijeron los dos alfas al mismo tiempo y se acercaron para saludarlo

-realmente saliste – dijo Tae con una hermosa sonrisa cuadrada - ¿y ese olor? – Olfateó un poco cerrando sus ojos y guiándose hasta dónde provenía – es muy relajante

-¡Taehyung cuidado! – le advirtió Hoseok pero fue demasiado tarde y el alfa más joven se estrelló contra un delgado cuerpo

Ambos cuerpos en el piso, Tae sobre la otra persona. Olisqueó un poco más estando cerca del rojo cabello. Lo encontré

Lirios, arándanos y vainilla

-Kookie, ¿estás bien? – preguntó Jimin viendo a su amigo sobre su primo olfateándolo como un perrito y el joven omega sonrojándose hasta el cuello

-s-si y-yo es-estoy bi-en – tartamudeó como metralleta logrando que todos se vinieran abajo en carcajadas hasta su padre, Heechul lo miraba con gracia y nostalgia secreta

-¡LO SIENTOOO! – Gritó Hobi agarrando de una oreja al alfa sobre Jungkook – es un idiota, por favor perdónalo – se inclinó frente al joven omega arrastrando consigo a Tae, que aún seguía hipnotizado por el aroma del más joven – oye tú – le susurró al alfa a su lado

-¿eh? – respondió aún ido con la mirada fija en el pequeño pelirrojo pero de pronto sintió un coscorrón en el costado de la cabeza quedando su cabello rubio todo despeinado de manera graciosa. Jungkook intentó reprimir una sonrisa apretando los labios e inflando los cachetes viéndose muy adorable – eres muy lindo, conejito

-¿y-yo? – preguntó incrédulo tornándose aún más rojo y bajando la mirada, Tae sonrió y casi se podían ver los corazones salir por su cabeza

-¡Taehyung déjalo en paz, no ves que lo asustas! – exclamó Hoseok y la sonrisa del otro se desvaneció y miró asustado al lindo omega, se podían ver sus orejas gachas. Con cautela se acercó y lo miró, Kookie hizo lo mismo por inercia

-siento si te asusté, soy algo impulsivo – Kookie negó rapidamente y se apresuró en hablar

-n-no, solo fue…algo – hizo una pausa y comenzó a jugar con sus dedos – me sor-prendí – susurró pero el alfa lo pudo escuchar claramente

-menos mal – exhaló Taehyung aliviado y le extendió la mano – mucho gusto, soy Kim Taehyung, alfa, 18 años…y soltero – agregó sonrojándose un poco, Kookie tomó su mano, el toque fue electrizante

-Jeon…Jungkook, 16 años, omega, soltero también – su omega le hizo agregar eso también, fue muy vergonzoso

- Ju~ Ju~ - silbó Jimin

- jovencito, aún estoy aquí – agregó Heechul, mirándolo con una ceja alzada. Ambos chicos se separaron de un salto rojos hasta las orejas

-bueno, ¿entramos? – sugirió Hoseok, todos estuvieron de acuerdo y se adentraron en el lugar

 

      

Fue una tarde divertida, sobre todo por los coqueteos poco disimulados de Tae con el pelirrojo, los sonrojos de Kook y las carcajadas de Hoseok y Heechul. Los dulces y el cappuccino estuvieron deliciosos, el servicio fue fantástico y el lugar tranquilo.

Todos se despidieron. Tae le pasó su número a Jungkook y todos los vitoreaban alegres, se notaba que serían una buena pareja.

Jimin se encontraba en la sala de su casa contándole a su madre sobre todo lo que hicieron, la mujer reía de tan solo escuchar las vergüenzas que les hacían pasar a los jovencitos atraídos. Las cosas iban bien pero todo se vino abajo cuando la luna llena entró por las ventanas abiertas.

-mamá – Jimin la llamó algo asustado y ella lo sintió

-¿Qué pasa, mi niño? – intentó sonar calmada pero no lo logró, sonó preocupada y agitada

-me siento raro, me duele el vientre y el pecho – se tocó la zona punzante y dolió mucho más

Su cuerpo estaba caliente, dolían sus articulaciones, le faltaba el aire y su cabeza daba vueltas, se estaba comenzando a marear. Era extraño, él se estaba presentado como omega, ¿pero por qué dolía tanto?

-hijo, tranquilo – su mamá parecía más relajada como sabiendo que era lo que le sucedía

-¿qué me está pasando mami? – las lágrimas se le salían y se comenzaba a doblar sobre su vientre apretando la zona

-Minie, ya te estás presentado como lobo pero – la suave mano de su madre le acariciaba los rubios cabellos – también como elfo, la raza de tu padre

-¿mi padre no era un lobo? – Ella negó y abrazó el cuerpo de su hijo -¿cómo era él? – intentó distraerse preguntando y le funcionó un poco

-era un hombre hermoso, como lo eres tú ahora mi niño. Eres su viva imagen – rió un poco dando masajes en la espalda del menor para calmarlo – excepto por tus ojos, son iguales que los míos

-¿pero, un hijo de dos especies distintas no debería desarrollar solo una especie? – preguntó confundido, el dolor había apaciguado y ya podía sentarse mejor

-recuerdas que te dije que eras especial, ¿verdad? – Jimin asintió – bueno, tu desarrollaste una extraña mutación – Jimin se alarmó y abrió sus ojos desmesuradamente – no te asustes, no es nada malo – soltó el aire retenido y continuó escuchando a su madre – solo que tu cuerpo fue capaz de tener dos genéticas diferentes pero se fusionaron en una sola, esto es conocido como reversión de genes y muchos son los que buscan a los híbridos para hacer experimentos con la genética pero también para traficar sus órganos ya que son 5 veces más funcionales que los normales, es por eso que nunca te dejé salir solo cuando eras pequeño, tenía miedo de que te pasara algo malo, pero ya eres un hombrecito y puedes cuidarte tú solo, ya puedes salir con tus amigos pero con una condición – Jimin asintió – nadie debe saber que eres una especie con reversión de genética, podrías estar en peligro, solo debe saberlo tu pareja y tus hijos, en fin, tu familia, ¿entendido?

-s-si – por fin pudo hablar normal pero sintió algo raro en su interior. Fuerza, poder – mamá, ¿papá podía utilizar poderes mágicos?

-si cariño, es una de las cualidades de los grandes elfos y tu padre era conocido como El Príncipe del Bosque. Es normal que hayas heredado sus poderes

-¿es decir que, soy un súper lobo? – bromeó y la mujer rió dándole un beso en la frente

-asi es mi Jiminie. ¿Ya estás bien? – Él asintió, ella miró la hora en el reloj de la sala y era algo tarde – mi cachorro hay que dormir, es tarde

-está bien – le dio un beso en la mejilla a su mamá y entró al cuarto contiguo donde se dejó caer en la cama pensando en el reciente dolor y en todo lo que implicaba ser un híbrido y le asustaba un poco el ser diferente a los demás pero no le molestaba al saber que él era así por el amor de sus padres.

Algún día el encontraría a alguien con quien compartir su vida y que lo aceptaría como era, sin importarle que fuera un híbrido nacido del amor de un lobo y un elfo pero la sociedad aún no aceptaba a los mitad-mitad y los trataban como una aberración.

Jimin quiso dejar de pensar en eso y se concentró en idealizarse utilizando poderes mágicos como en las películas. ¿Qué podría hacer? ¿Hechizos tal vez? Algún día lo sabría

Esa noche soñó, se vio en un hermoso bosque rodeado de arboles gigantes y flores con fragancias exquisitas. Caminó por un sendero que se sentía demasiado familiar, lo siguió hasta llegar a una pequeña cabaña, rodeada de rosas rojas, blancas y amarillas. Una deteriorada cerca de madera bordeaba todos los arbustos, se sentía atraído por esa casita y sus pies comenzaron a moverse por sí solos

Cada vez más cerca, solo un paso más y llegaría a la puerta cuando de pronto esta se abrió sola mostrando a un hombre de cabello largo y rubio, piel dorada, ojos de esmeralda y labios en forma de corazón, un poco más finos que los suyos.

El hombre se quedó estático mirándolo para luego sonreírle y extender sus brazos hacia Jimin. El joven sintió la necesidad de ir corriendo a esos brazos y así lo hizo, aterrizó en el gran pecho cubierto por suave tela con bordados de hojas por toda la parte superior.

Se sintió en casa, el calor que le fue brindado en ese momento era igual que el de su querida madre. Se aferró fuertemente cuando sintió que pronto todo acabaría

-mi pequeño – se hizo escuchar la dulce voz del hombre – ya estás tan grande, estoy orgulloso – Jimin levantó la vista y aquel hombre, su padre estaba llorando, eso le partió el corazón y lo volvió a abrazar – lamento no estar vivo, hijo

-eso no fue tu culpa, padre – el primer sollozo abandonó sus labios

-ahora solo puedo cuidarlos desde arriba, tu madre es una mujer muy fuerte, ella te cuidó sola todo este tiempo, sin duda me tuve que enamorar de ella – ambos rieron y se separaron del abrazo – cuídate mi niño, no confíes en extraños

-¿algún día podré usar los poderes? – preguntó bajito y Twan sonrió orgulloso

-claro que sí, ellos vendrán cuando más lo necesites

Jimin asintió con una sonrisa y luego se dio la vuelta, de algún modo sabía que debía irse, su padre lo despedía agitando una mano en el aire, aun sonriendo.

Al otro lado del bosque había una luz que lo llamaba hasta que la atravesó.

Los ojos de Jimin se abrieron suavemente y los rayos del sol lo cegaron. Se levantó con una sonrisa plasmada en el rostro, ya quería hablarlo con su mamá. Con ánimos salió del cuarto para entrar al baño, pasaron unos minutos y salió vestido con el uniforme escolar, hoy era lunes y desbordaba energía ya que sería su primer día en una escuela real

¿Quién dice que todos odian los lunes?

En la cocina estaba su madre, preparándole el almuerzo para la prepa, él se acercó por detrás y besó sonoramente su mejilla, ella sonrió automáticamente y le dio un vaso con leche y unas galletas dulces. Jimin se sentó en la mesa y comenzó a comer

-mamá, tuve un lindo sueño – dijo risueño contagiando a su madre

-¿ah sí? – ella también se sentó frente a su hijo con su desayuno

-sí – se dio un sorbo de leche – soñé con papá – MinJi sonrió

-¿y qué pasaba en el sueño? – preguntó curiosa

-papá me hablaba y me dijo que había crecido mucho – mordió una galleta de chocolate – que te quería mucho y que eras una mujer fuerte por cuidarme sola todo este tiempo – los ojos de MinJi comenzaron a aguarse – que lamentaba no estar con nosotros y lo último fue – terminó de beber lo que quedaba en el vaso – que me cuidara y que no confiara en extraños

-tu padre tiene razón, mi niño – se limpió la humedad de sus ojos – ahora debes ir a la escuela

Jimin se levantó y fue a fregar los envases utilizados, aún tenía tiempo antes de partir. Al terminar tomó el almuerzo y sus libros, los guardó en la mochila y se la echó al hombro.

-me voy~ - dijo Jimin poniendose los zapatos

-que te valla bien, Minie – lo abrazó – cualquier cosa me llamas al celular y no olvides el consejo de tu padre

-si mamá – rodó los ojos y luego sonrió – no confiar en extraños

-ese es mi hombrecito

Jimin salió de la casa feliz, iba por las aceras tarareando canciones de Big Bang. Solo faltaban unas seis cuadras para llegar a la escuela.

Su instinto se activó cuando notó que un auto lo seguía no muy de cerca pero iba demasiado lento. Fue allí donde recordó el sueño. Respiró hondo y se relajó, continuó caminando, dobló una esquina y el auto aún lo seguía. Hizo lo mismo varias veces pero el auto seguía allí, tras él

Sintió una presencia tras él y se sobresaltó. Una mano aterrizó en su hombro y saltó a la vez que daba un grito de horror, muy pronto escuchó las carcajadas.

Esa voz

-¿Ta-Taehyung? – estaba casi al borde del llanto y el alfa se preocupó

-¿q-qué pasó Jimin? – le acarició un poco la cabeza y Jimin se relajó

Solo es Tae      

-s-solo me asusté – rió forzado pero al parecer no era tan mal actor

-umh vale – ambos comenzaron a caminar rumbo a la escuela y fue allí donde Jimin se dio cuenta que el auto ya no estaba y respiró aliviado - ¿y…Jungkook no viene? – Jimin rió y Tae se sonrojó

-tal vez ya esté allá – Tae abrió los ojos y la boca sorprendido – es un alumno muy aplicado

-ya lo creo – sonrió tontamente

Así pasaron el camino hasta la escuela, entre conversaciones y risas. Todo bien, nada sospechoso volvería a pasar

¿No?

Notas finales:

muchas gracias por leerlo, no esperé que en un día tuviera 29 vistas, estoy contenta


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