“¿Por qué brillan las estrellas, madre? ¿Tienen dentro un fuego que no se apaga?”
“Tienen el fuego del corazón de los amantes”- respondió dulcemente la Reina, colocando a su hijo Thor, de tres años, sobre sus rodillas, para que pudiese mirar mejor el cielo nocturno de Asgard- “Cuando los amantes se separan y miran al cielo, las estrellas absorben su calor… y después, lo reflejan hasta el corazón de quien los ama… así, sienten el calor de su amor, aunque estén muy alejados…”
“¿Y qué es el amor?”
“Es una luz que nace aquí…”- agregó la dama, colocando la punta de su dedo índice sobre el pecho de su primogénito- “Esa luz, se enciende si te separas de alguien que te ama y crece, entonces, cuando la extrañas mucho, miras una estrella y si esa otra persona también la mira, donde quiera que se encuentren, el calor de su amor los reconfortará a los dos”
“Yo creía que el amor es como cuando tú me das besos…”- dijo enseguida Thor, recibiendo la caricia de los labios de su madre en su suave mejilla de durazno- “Y también cuando me das pan con queso y miel, el amor es como cuando me asomo a la cuna de mi hermano y Loki sonríe…”
***
-Abre los ojos, hijo mío…- murmuró una voz dulce y amorosa… una voz de la que no podía explicar su procedencia, pero que resonó con nitidez, haciéndolo estremecer emocionado… y cuyo mandato logró el prodigio de que la oscuridad en la que se encontraba, se rompiera. La luz era tenue, pero la visión maravillosa de galaxias y estrellas muy pronto le rodeó, llenándolo de una inmensa serenidad.
-¿Estoy muerto?- preguntó, sorprendiéndose de poder articular esa frase a pesar que sus labios no se movieron, que sus cuerdas vocales no vibraron y, estaba seguro, ningún sonido emitió su voz.
-¿Qué es la muerte para un Dios? ¿Cuántas veces en los milenios has muerto y has renacido?
-No puedo moverme…- se quejó, dándose cuenta que su cuerpo flotaba a la deriva en el espacio, congelado y suspendido en el tiempo para la eternidad…
-Podrás hacerlo cuando comprendas que tus ojos cerrados no son los que miran la luz… y que debes dejar tu cuerpo inerte para lograr movilizarte.
Se concentró… todo lo que pudo, hasta lograr mover el dedo índice de su mano. Luego insistió y movió otros dedos… su mano… la muñeca, los dos brazos y las piernas… continuó destrabando sus cansados músculos, moviendo cada articulación, y finalmente… llevando su mano fina hasta su cuello… pudo palpar su garganta fracturada.
-¿Qué hice…? –se preguntó recordando de golpe lo sucedido en la nave arca de los asgardianos- ¿Qué cosa hice, por amor de todo? El Titán loco… ¡Los mató a todos! ¡A todos! Por mi culpa… ¿También mató a Thor?
-Ha pasado mucho más desde el ataque de Thanos, querido mío. Pero tu hermano se encuentra vivo y a salvo en Midgard… Tu sacrificio le salvó la vida y es por eso que se me permitió venir a ti… esfuérzate y deja ya ese cuerpo, ya no te sirve… ya no lo necesitas, ven ahora a mi lado.
Y de pronto, se encontró a sí mismo de pié… flotando en un limbo de la nada, entre nubes difusas, aromas a perfumes desconocidos y sobre todo, ante una luz intensa que lo cegó momentáneamente, pero que poco a poco disminuyó para mostrar una figura femenina, de hermoso rostro, de gesto sereno, que sonreía y extendía sus brazos llenos de amor.
-¡Madre!- exclamó, dudando un poco sobre quedarse quieto o seguir su impulso de abrazarla.
-Querido de mi corazón- murmuró la Reina Frigga, recibiéndolo igual que a un niño pequeño, rodeando sus hombros fuertes y acariciando sus negros cabellos… envueltos los dos en el aura mágica de la esencia de la Diosa. Loki de Asgard, Loki Laufeyson, Loki Odinson… Loki su hijo… de nuevo al amparo de su increíble y fuerte amor- ¡Cuánto has sufrido, mi amado y orgulloso hijo!
***
-No llores, Rey de Asgard…- dijo Rocket Raccoon, sentándose a un lado del Hijo de Odín y perdiendo su mirada aguda en el horizonte- Hoy que todos tenemos un motivo para recuperar la esperanza, hoy que ese Stark afirma que tal vez los que desaparecieron en el gran chasquido están vivos y pueden regresar… hoy que puedo soñar en volver a ver a Groot, mi hijo… hoy… me doy cuenta que somos egoístas y no pensamos en tu dolor…
-Noble liebre…- respondió Thor, sonriendo con un dejo de amargura- Ninguno de ustedes tiene la culpa de que todos aquellos a quien yo amé… murieran antes del chasquido… Soy yo quien debe olvidar y comportarse con generosidad, me alegraré por la felicidad de ustedes…
-Sí… has sido muy noble en incontables ocasiones…- agregó Rocket, bajando la mirada- Pero no podrás superar el dolor de saber que entre todos los que has perdido… uno solo es quien te desgarra y ese solo… no regresará…
-Es cierto… tus palabras cuentan mi verdad… todos han muerto; mi madre, mi padre, mis amigos… todos… pero solo por uno de ellos, si yo hubiese podido, me habría intercambiado para morir en su lugar...
-Él dio la vida por ti… Calculó que la maldita obsesión por el equilibrio que tiene ese loco de piel morada, Thanos, no te alcanzaría si él moría primero… eras especial para tu hermano, Dios del Trueno, de verdad que lo eras…
-Y él era todo para mí…
-Seee… -murmuró Rocket siseando entre dientes- aquí he escuchado conversaciones a tus espaldas… aseguran que a pesar de que se enfrentaron como enemigos, él era algo más que tu hermano.
-Y no se equivocan, liebre… por más que murmuren, por más que intenten hacer burla de algo tan sagrado como el amor que yo he sentido… no podrán dañarme, no podrán manchar el recuerdo que tengo de aquel a quien mi corazón venera aun después de su partida, jamás mi memoria podrá borrar sus últimos instantes, su mirada, sus palabras… su juramento…
-Yo… yo no quiero juzgarte, pero… ¿Tu hermano? ¿El que todos nombran como el supervillano? ¿Cuándo comenzaste a amarlo, Thor?
-¿Cuándo? ¡Yo que sé! Creo que desde siempre… desde los inicios de la humanidad, desde lo eterno… desde el instante primero en que miré el brillo de las estrellas y después, me asomé a su cuna y conocí el brillo de sus ojos verdes… juro por la memoria sagrada de mi madre que nada en el universo podía igualar la belleza del jade de sus ojos…
***
-Me diste una capa… y no se me quita el frío…
-Oh, Loki… el frío, así como las dudas que sientes, terminarán cuando tú lo decidas… cuando te convenzas que ya has abandonado tu reservorio mortal, tu cuerpo que ahora flota libre por la eternidad… Cuando comprendas, hijo mío, que perteneces a este plano y que solo resta convencer al Padre de Todo de que eres digno de entrar a Valhalla, compartirás el salón de los vencedores, brindarás con hidromiel y esperarás con paciencia el nuevo renacer… porque ese es el destino de los dioses, y tú, te has aceptado como uno de nosotros… Loki, solo escucha con humildad y sumisión lo que él disponga y cúmplelo.
-Madre mía… aunque no alcanzo a comprender la dicha de volver a verte, de hablar contigo… aunque es tu presencia la que me ha ayudado a liberar mi alma de mi cuerpo… No puedo someterme a tu mandato… no quiero esta forma etérea si es para enterarme que Odín aún gobierna a los muertos, que todavía es Rey y yo su vasallo… prefiero desaparecer.
-¡Cuida tu lengua, mi hijo! No eres un muerto, ni Odín gobierna en Hel… ¡Valhalla es el destino de reposo para las almas elegidas! Y la cabalgata de las Valkirias te aguarda… tan solo es que debes terminar de purificar tu alma y ascender.
Ascender, la palabra mágica… Loki miró sus ropas… estaban rotas, manchadas de su propia sangre… o al menos, así las miraba él. Tocó sus heridas, sintió su cuello roto… lo llevaba todo escrito en la piel, cada angustioso momento de su final... sus labios seguían resecos, y en ese éter en que flotaba, no podía distinguir nada que lo alentara a obedecer.
-¿Cuál precio debo pagar para ascender?- preguntó, casi con resignación.
-El que el noble Odín disponga…
-No deseo regresar al espacio y a la oscuridad… si antes estaba resignado, creyendo que eso era la muerte… ahora, solo pensarlo me aterroriza… flotar en la nada, sin ver a nadie, sin escuchar a nadie, sin saber de nadie más… no me gusta, no lo quiero… Ahora entiendo, fuiste enviada por Padre para disponer de mi alma sin que yo luchara… solo aquella a quien venero y amo, a quien considero mi madre, solo ella podía llevarme a él convertido en un cordero…
-En Valhalla, mi querido, solo conocerás la paz. Serás por fin, digno de estar entre los vencedores, por tu generoso sacrificio, por tus acciones antes de morir… date esa oportunidad, estarás a nuestro lado, a mi lado, Loki… de tu madre que te ama…
-Sería un honor, madre mía… lo es desde el instante en que aun me permite nombrarla así… -respondió, creyendo sinceramente que era la hora de ceder y acudir a postrarse ante Odín.
***
-Es una costumbre terrana, he visto mucha información acerca de esa especie de celebración… la llaman “el día de los muertos” y se cree que durante todo ese día, la barrera entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos está abierta… Si colocas un altar, es posible que el alma de tu hermano regrese a despedirse de ti y además, encuentre su camino hacia la luz.
-Cuando un Aesir muere, si fue cubierto de gloria o en batalla viril, las Valkirias cabalgan en un caballo alado en busca de su alma y lo llevan hasta las constelaciones del Valhalla, donde comparte banquetes eternos en el gran salón plateado de los vencedores…
-Sus muertos no la pasan mal, eh?
-Solo si su muerte es tan digna como lo sea su vida.
-Y la vida de tu hermano… ¿No es tan digna como su muerte?
-No lo sé… quiero creer que los pecados de su vida han sido borrados por sus acciones últimas… Loki debe ser redimido, su pueblo lo aclamó como su salvador y además… dio la vida por mí…
-Una buena acción no borra una vida de maldad…- continuó Rocket, dejando una cama de rosas sobre una pequeña mesita en la habitación de Thor, colocó después varias velas blancas y doradas, aceite de sándalo y una copa con el mejor de los vinos que pudo conseguir- Pero los humanos creen que el amor todo lo puede y si celebras su memoria, su vida… el amor que se tuvieron… entonces, quizá el alma de tu hermano encuentre la paz…
-Es muy hermoso lo que haces por él, Rocket… y yo te lo agradezco con el corazón…
-No te fijes… es que simplemente, me partiste en dos cuando te vi llorar a solas… bueno, creo que eso es todo, solo hace falta una fotografía… ¿Tienes alguna?
-No…- respondió Thor, pensando que todos los recuerdos habían sido destruídos en Asgard y también en la nave arca- Pero tengo esto…
Y diciendo, buscó en su cuello una cadenilla de oro que llevaba, buscó hasta encontrar el broche y se la quitó… Rocket observó que esa cadena resguardaba un relicario decorado con una hermosa filigrana, con una esmeralda y un zafiro engarzados al frente y varios diamantes a su derredor. Thor lo abrió y dentro, una pequeña miniatura al óleo de Loki en uno de los compartimientos y una frase grabada al otro, aparecieron… lo colocó con cuidado en el medio de la ofrenda, sobre la cama de rosas.
-Eterna fidelidad…- repitió, parafraseando el último juramento del Dios de las mentiras, sonriendo- Lo de ustedes en verdad era serio… verlo morir debió ser tan duro, pero él te juro serte eternamente fiel.
-Yo cubrí el cuerpo de Loki con el mío, lloré sobre su pecho, besé sus labios inertes y luego… la nave explotó… lo tenía sujeto entre mis brazos, pero como perdí el conocimiento… lo solté… fue entonces cuando ustedes, los Guardianes de la Galaxia, me encontraron… y yo he lamentado mil veces no haberlo atado a mí, no haberlo sujetado con más fuerza… hacerle un funeral digno, enviarlo a lo eterno sin manchas, sin sangre en sus heridas, rodeado de honor… era lo mínimo que mi hermano, que el Príncipe de Asgard, que el amor de mi vida merecía, pero no pude hacerlo…
-Bueno… él está allá arriba, en algún lugar… sin duda no siente frío, no siente ya pena alguna… quizá cerca de alguna de esas estrellas que ahora llenan este cielo... ya no importa si era bueno o malo, o si su cuerpo quedó manchado de la sangre de sus heridas ¿No crees?
-¡Oh, Loki! –suspiró Thor, alzando también él la mirada al cielo, que se mostraba en todo su esplendor estelar ante la ausencia de la luna- ¡Te ruego que encuentres la paz, te suplico que donde ahora estés, sientas el calor de mi amor que te envío… hasta ti… y te guíe a la luz de las puertas doradas del Valhalla…
***
-Ahora… comparecerás ante tu Padre, ante tu Rey, ante aquel que todo puede y que te dará un lugar entre nosotros… muéstrate sumiso, hijo mío… y sobre todo, muéstrate arrepentido. Suplica su gracia y su perdón...
Loki todavía tenía su orgullo intacto… a pesar de todo lo sucedido, así que doblegarlo, inclinar su cabeza voluntariamente, colocar la rodilla en tierra por Odín, y suplicar… realmente eran su primer gran acto de sacrificio doloroso… pero estaba dispuesto a intentarlo. El poderoso (aún en la muerte) Padre de Todo, no tardaría en aparecer y entonces, sería el momento de decisión… pero antes, Loki comenzó a sentir un calorcillo extraño… la ausencia de sensaciones desde que despertara le tenían sumido en una especie de sereno letargo… salvo oleadas que iban y venían con los recuerdos, el hambre, la sed, el calor o el frío eran inexistentes… así que de pronto, sentir aquel calor lo hizo cerrar los ojos y disfrutarlo como un placer exquisito…
-¿Qué sucede?- se preguntó en voz baja, cuando una fuerza interna le estaba urgiendo para que saliera del recinto de techo plateado y abandonara la oportunidad de postrarse ante Odín y suplicar por su perdón. Pero era como un mandato superior… Loki caminó por el éter nuevamente, buscando ansioso el reflejo de aquel calor que le inundaba…
-Mírate, querido mío…- dijo Frigga, caminando tras él y comprendiendo perfectamente lo que sucedía- Míra tus manos… mira los jirones de tu capa…
-Se han regenerado… están limpias, mi traje parece nuevo…
-Y tus heridas cerrarán… poco a poco…
-Pero… ¿Por qué? ¿Qué sucede que con este calor siento una energía desconocida, como si la fuerza de una sangre que ya no tengo volviera a galopar por mis venas, como si corazón latiera tan desbocado como alegre…?
-Has dejado atrás, querido de mi corazón… a un amor que no te olvida…
-Thor…- murmuró Loki, sin dudarlo ni un solo instante- Dices, madre mía… que esta nueva energía, que esta nueva ropa… ¿Son a causa del amor de Thor?
-Él te está pensando… él te está convocando… pide para ti, hace oración para ti…
-Quiero verle…
-No, Loki… eso no está permitido. Thor te envía ese amor que ustedes escondieron ante los Nueve Mundos, pero que en el fondo, todos adivinaban… en especial yo… la madre de ustedes, que tanto los ama… Permítele honrarte con su oración, permítele elevarte ante los ojos de tu padre… presentarte derrotado era muy triste, pero ahora… puedes presentarte magnífico y orgulloso, respaldado por el amor verdadero.
-¿Tú lo sabías, madre querida? ¿Tú sabías los encuentros clandestinos de un amor que nos estaba prohibido y que sin embargo, en muchas ocasiones, fue más fuerte que nuestra cordura… que nuestro sentido común? ¿Tú sabías del fuego que nos consumió y que sin embargo, los dos luchamos por apagar para no ofender a la casa de Odín?
-Lo sospeché largo tiempo… hasta que una tarde, mis ojos lo atestiguaron… mis dos hijos discutiendo, cosa que no me sorprendía… y que al final, ambos arrearan sus banderas, finalizando el desencuentro y enredándose en besos apasionados, en labio a labio, como nunca dos hermanos deberían, pero siempre como dos amantes harían.
El rostro de Loki se iluminó con una renovada felicidad. El amor de Thor estaba trascendiendo la muerte y le alcanzaba para hacerle el bien. Urgía de deseos de volver a su lado.
-¡Debo ir a él! ¡Si Thor me está llamando, yo debo acudir!
-Ya no puedes… ya no… has trascendido al siguiente plano y el noble Odín te espera… no desperdicies tu oportunidad, Loki y regresemos a su presencia, no le hagas esperar. Thor te ayudará con sus oraciones, será ahora más sencillo obtener el perdón.
-Pero me llama… me llora… y siento que en el medio de mi pecho renace esa llama de eterno amor… Madre mía, a usted le imploro sin dudarlo… ¿Cómo hago para ir a él?
***
Steve Rogers se guardó muy bien de ser indiscreto, no hizo la menor alusión al pequeño altar que señoreaba la salita de la alcoba de Thor, pero no le perdió detalle… cercana la celebración de Halloween, derivada de antiguas costumbres paganas, sin duda celebrar la vida y la muerte de su hermano era algo importante para el asgardiano. Pero en todo caso, según su forma de pensar, entonces también deberían estar representados sus padres, sus amigos… o quizá su antiguo amor, Jane Foster… aunque de la científica no tenían la menor noticia e ignoraban si estaba viva o muerta.
El que no tuvo problema alguno en preguntar, por supuesto, fue Tony Stark, quien tomó el relicario con irreverencia y observó detenidamente la imagen de Loki.
-Se ve bien en esta foto… se ve guapo y muy sexy- dijo, tomando la joya del altar y desentendiéndose de que eso no le agradaba a Thor- Luce un poco más maduro de como yo le recuerdo en Nueva York… ¿A quién pertenece este retrato? ¿Fue un regalo a alguna dama asgardiana o giganta de hielo a la que el Dios de las Mentiras le robó el corazón?
Rocket, captando de inmediato la intención de broma y burla en las palabras del millonario, soltó una carcajada de diversión. Estaba seguro que el rubio ya estaba mucho más allá de las frases hirientes y que defendería el recuerdo de su amor como el bravo guerrero que era… y no se equivocó.
-Ese relicario me lo obsequió él, que a su vez, lo recibió de nuestra madre- afirmó el rubio, estirando la mano para quitarle aquel tesoro a su amigo- El cuadro, es una miniatura que uno de los gladiadores de Sakaar, un artista escondido, le realizó apenas una semana antes de su muerte. Y quedó pendiente mi propio retrato, que se supone iría en el otro lado… el gladiador desafortunadamente murió antes de terminarlo, así que entonces, Loki y yo hicimos grabar. ¿Quieres saber lo que dice esa inscripción?
-Seguro… en tanto no sea una declaración de amor entre hermanos…- dijo Stark, guiñando el ojo a Rogers.
-Tony, basta… no seas así… Thor tiene en alta estima el recuerdo de su hermano y no es de buen tono que sigas haciendo burla de los sentimientos familiares de un buen amigo.
-Vamos… que a todos nos ha picado la curiosidad ver tanto adorno y flores… y velas… y un relicario que más parece el regalo que se hace a una novia, con eso de los retratos de pareja y las frases grabadas…
-Dice: “Tu beso sacudió mi boca y aún me tiembla el recuerdo”
Tony abrió la boca sin poder decir palabra alguna, Steve confirmaba sus sospechas y se reservó, no iba a ser él quien juzgara la vida privada de un Dios. Rocket se tiró al suelo agarrándose la barriga… ¡Pobres terranos de visión tan limitada! Espantarse porque dos hombres que habían crecido como hermanos y después habían sido enemigos, en realidad ocultaban un pasado como amantes… “¡Sus caras parecen las de un tonto! ¡Deberían verse!” dijo, sacando una lágrima de risa “Los héroes más tontos de la tierra… porque no comprenden que el amor no entiende de razas, de edades o de circunstancias… ¡El amor es el amor!”
-Siempre he dicho que eres muy sabio, amigo Rocket- murmuró Thor, chocando el puño con el peludo.
-No estarás hablando en serio- dijo de todas formas Tony- Yo lo dije en broma, quería molestarte… no tienes por qué seguirme la mentira… Es más, si te ha molestado, estoy dispuesto incluso a disculparme, Pointbreak.
-Yo te he hablado con la verdad, amigo Stark… tú querías saber, tu querías de alguna forma, hacer burla del sagrado recuerdo de aquel a quien amo infinitamente… aún más allá de su muerte, de su glorioso sacrificio. Porque si hoy estoy aquí, escuchando tus impertinencias, es porque Loki ofrendó su vida para salvar la mía del estúpido afán de equilibrio de Thanos. Y yo me siento orgulloso de su valor, de cada una de sus acciones antes de morir…
-¿Pero acaso no recuerdas todo el daño que provocó?
-Lo único que sé es que Loki ha sido redimido… y que si hay justicia divina, mi Padre, el noble Odín, envió una escolta de caballos alados montados por Valkirias, y ellas, poderosas guerreras, han rescatado su alma y ha ascendido, magnífico y liberado, hasta el Gran Salón de los Vencedores… y si, el amor es suficiente razón… quizá le sea permitido mirarme, y escuchar que lo amo… que siempre lo amé y que aún sin resignarme a su muerte, agradezco a lo eterno haber reconciliado su corazón con el mío a tiempo…
***
-¿Qué me sucede?
-¡Oh, Loki! Una fuerza infinita e invencible te atrae… ¡Cuídate, mi corazón! ¡Cuídate…! Y recuerda que te espero…
La luz provenía de sus espaldas… Loki dejó de mirar el rostro amoroso de su madre adoptiva para volver sus ojos de esmeralda a una deslumbrante puerta de plata que se abrió… y su espíritu voló ligero para atravesarla. Era el portal que unía el reino intangible con el reino tangible, era la delgada separación de la vida y la muerte… pero no la muerte penosa de los abismos de Muspelheim o de Hel, sino la que merodeaba entre el limbo y el descanso de los victoriosos…
Loki sabía que era una oportunidad y si la dejaba pasar, entonces tendría que aceptar el mandato de Odín renunciando a Thor para siempre… de manera que no dudó. En un parpadeo estaba flotando en el éter, tomado de la mano de Frigga y al siguiente, estaba en medio de una zona llena de árboles, frente a un lago apacible y muy cerca de un complejo de edificios que le resultaban completamente desconocidos.
-¡Thor!- exclamó Loki, sintiendo la certeza de que se encontraba en Midgard y que su hermano, su gran amor, estaba ahí… de alguna manera, habría conseguido llegar al destino final… solo o con algún sobreviviente, si es que existía… o la nave salvavidas lo habría rescatado y juntos, buscando a los antiguos camaradas, encontraron el lugar adecuado para establecerse…
-No tengas tanta prisa en irte, Loki de Asgard.
-¿Quién eres?- preguntó el espíritu del Dios del Caos, sin asombrarse de que aun existieran obstáculos para superar.
-Soy Alfa… soy Omega… principio y fin… más antigua que la chispa primigenia y quiero ofrecerte un trato: Únete a nosotros, observa desde las sombras y conviértete en un inmortal. No más Ragnarök para ti… no más sentimientos ni dolor, tu deseo de poder omnipresente se hará realidad.
-¿Me estás… ofreciendo un lugar al lado de los Dioses antiguos? ¿Así como así?
-Te he seguido y te he contemplado desde el instante de tu muerte. Te acompañé mientras flotabas en el espacio y en silencio, te acompañé mientras la reina de los Ases rescataba tu esencia… lo que yo te ofrezco… es la recompensa a tu sacrificio, es la meta que todos ambicionan, pero no se atreven a confesar… Loki, despreciaste el descanso eterno, por eso yo te ofrezco poder eterno. No debes dudar...
¿Poder eterno cuando había despreciado paz eterna? Una chispa de ambición restaba en su esencia… y tal como aquel ser etéreo y encubierto le dijera… simplemente no dudó…
-Quiero ver a Thor.
-Loki… tu permanencia en este reino no será duradera… ¿Acaso no te advirtió la Reina Frigga? La gloria eterna no se renuncia por unas horas al lado de un ser que ni siquiera puede verte…
-Vete, quien seas… basta de tentar mi decisión. Quiero estar aquí, quiero ver a Thor y que él sepa que estoy bien y que sigo amándolo con toda mi alma… que es todo lo que tengo.
Los Dioses antiguos podían ser aún más crueles que Thanos, si se lo proponían… ofrecer poder eterno a quien deseaba olvidarse de toda ambición para merecer la paz. Era un truco muy sucio… e interesante, Loki sonrió admirando la tenacidad de quien fuera que tuviera los hilos de esa grandeza para manejarlo a su antojo. Y se preguntó con genuina curiosidad, qué otra prueba le esperaba más adelante…
El ser se fue, al menos, aparentó irse y Loki entonces pudo concentrarse en lo que ocurría a su alrededor.
-¡La cara que puso ese Stark! ¡Todavía no puedo dejar de reír!
-Como siempre, es un mortal impulsivo, pero es un gran amigo, liebre… ya terminarás de acuerdo conmigo.
¡Esa voz! ¡Ese tono majestuoso, grave y varonil era inconfundible! Los ojos de jade brillaron al verlo… caminando cerca del lago, lanzando pequeñas rocas para hacerlas rebotar sobre la superficie de espejo, y hablando con una especie de rata gigante que usaba ropa…
-¡Thor! ¡Thor!- le gritó, volando hacia él y colocándose enfrente- ¡Aquí estoy! ¡Aquí, mírame! Oh, cariño… pensé que jamás mis ojos volverían a mirar tu rostro, que tu voz jamás volvería a acelerar los latidos de mi corazón… ¡Thor!
Loki cambió su expresión de euforia a desencanto en medio segundo… en realidad, Thor no lo veía, no lo escuchaba… no tenía la menor idea de que él se encontraba ahí. Porque estaba muerto… y se suponía que los muertos no regresan al plano de los vivos de forma tangible.
Arrugó la nariz y suspiró…
-¿Qué te pasa?- preguntó Rocket, al ver el estremecimiento que cimbró el poderoso cuerpo de su amigo.
-Sentí algo… como una sensación helada en mi nuca…
Loki se alertó.
-¿Un escalofrío? ¿Me puedes percibir, mi amor?- exclamó alargando sus manos una y otra vez, deseando en cada ocasión que Thor sintiera su contacto, que demostrara de alguna forma que podía darse cuenta que él estaba ahí.
Pero nada…
-Te vas a resfriar… has pescado un virus terrano, del que los Asgardianos no tienen defensas y que te va a hacer caer en la cama, temblando, con fiebre y esperando que alguien te lleve sopa caliente para sentirte mejor…
Thor y la rata parlante continuaron como si nada… y los esfuerzos de Loki por hacerse notar fueron inútiles. Pensó que eso sería todo… podía verlo, escucharlo y suspirar por él… pero no volver a tocarlo, volver a hablarle, volver a sentir sus besos y sus caricias en un cuerpo que ya no poseía...
Lo siguió durante el resto del día… maravillándose de como, desde el otro plano, cada cosa cotidiana se convertía en una maravilla. Thor regresó a lo que parecía ser el nuevo cuartel general de los Vengadores, se sentó a la mesa con sus amigos y cenó con buen apetito… Loki lo observó detalladamente mientras comía, mientras se bebía él solo una botella de vino tinto y dos tarros de cerveza… lo escuchó conversar y bromear con Stark, con Rogers, con la rata parlante…
-No es una gran noche en este sitio, eh…? El resto de tus amigos héroes deben estar encargándose de todo, porque este lugar es enorme y hay poca gente- murmuró, sentándose a su lado frente a una enorme pantalla de TV donde se transmitía algo como un reportaje acerca de la recuperación de la población del planeta después del gran chasquido- ¿Qué es el gran chasquido, cariño?- preguntó, reclinando su cabeza en el poderoso pecho… Thor lanzó entonces un enorme, poderoso y ruidoso suspiro que hizo voltear a los demás.
-Lo siento- dijo Thor- De pronto sentí una especie de opresión en el pecho…
Y muchas ganas de llorar… pero eso no lo confesó. Dijo que había cenado de más, que lo mejor era irse a descansar y buscar al día siguiente, la mejor forma de pasar el día que no fuera perdiendo en tiempo frente a ese aparato televisor. “Hey, es una pantalla gigante de altísima resolución!” se quejó Stark, mientras cambiaba el canal de un partido de futbol a otro “Y hay que reconocer que se quedaron algunos buenos jugadores, no todos desaparecieron en el chasquido”
Thor no quiso quedarse más, caminó rumbo a su alcoba… el inmenso complejo se encontraba solitario… oscuro… sin la vida de antaño. Pero él no se sentía deprimido… nostálgico tal vez, pero no de una mala manera. Loki conoció esa noche, la rutina de descanso de su hermano. Lo vió llegar hasta el pequeño altar, encender dos pequeñas velas votivas con aroma a sándalo y retirar un par de rosas marchitas, mientras colocaba algunas otras más lozanas que aguardaban en un jarrón.
-Buenas noches, amor…- murmuró entonces, con su ronca voz- Fue realmente divertido ver la cara que pusieron nuestros amigos cuando les confesé que te amé y que todavía te amo… los mortales poseen una moral algo retorcida, se espantan no porque crecimos como hermanos, sino porque éramos enemigos… les es difícil perdonar una ofensa, pero intentan disimular que les molesta un incesto…
-También en Asgard era pecado… y sin embargo… nos unimos en amor…- murmuró Loki, intentando acariciar la rubia barba del hijo de Odín, y como era costumbre, sin lograrlo.
-Ya no intento, como antes, comprender por qué… solo quiero quedarme con el recuerdo de nuestras noches… desde la primera en la cueva tras la cascada ¿Recuerdas? Éramos casi unos niños… y a ti no te gustó…
-Te equivocas… soñé con ese beso por semanas, pero era demasiado orgulloso para dejarte saber que me agradó…- sonrió, respondiendo a cada frase del Dios del Trueno fingiendo que conversaba con él.
-Y hasta la última vez que estuvimos juntos, Loki… en mi camarote, en la nave… justo antes que ese desgraciado loco apareciera- continuó hablando Thor, dejando resbalar una lágrima por su ojo izquierdo, que aún era de un azul limpísimo- ¡Oh, nornas del destino! ¡Cómo te extraño! ¡Lo que daría por volver a besar tu frente, tu boca… por volver a sentirte mío!
Thor emanaba amor… Loki lo sabía porque su cuerpo estaba de nuevo iluminado… mientras ese amor se desprendiera con esa intensidad, él se sentiría atraído y atrapado en el plano tangible… y eso era todo lo que Loki deseaba.
-Él te va a olvidar…- dijo de nuevo la voz que lo invitaba a unirse a los dioses antiguos- Desaparecerás de cualquier plano existencial porque Thor te olvidará… tarde o temprano. Ese es el último destino, la muerte de los muertos… desaparecer cuando nadie los recuerda…
-Eso no me sucederá… Thor me ama y yo a él…
La extraña figura se desvaneció, porque la luz en el cuerpo de Loki era más y más intensa… Pensó que era tiempo de intentar nuevamente, entonces, probó a apagar la una de las velas… y se sintió satisfecho: lo había logrado. Thor, sin pensar en otra cosa, simplemente tomó la otra vela y la encendió de nuevo. Loki volvió a apagarla y el rubio la colocó en la basura, concluyendo que no servía más. Luego se levantó para ir a darse una ducha… Loki hizo un mohín de frustración, pensando que el otro sospecharía algo al notar sus esfuerzos por comunicarse, pero simplemente, fue ignorado.
Espió el baño de su amado… se mostró enamorado y absorto en la contemplación de aquel cuerpo maravilloso y bien dotado. ¡Cómo deseaba poder entrar y mojarse junto a Thor! Sentir el agua correr por su cuerpo, palpar aquellos poderosos pectorales y apretar las nalgas redondas y firmes, pasar sus manos traviesas por el vientre como plancha de hierro, duro, tonificado y hacerle cosquillas con la lengua dentro de su ombligo… y después pasarla a lo largo de la sensible línea perineal… todos los juegos previos que adoraban los dos antes de enfocarse en los miembros erectos y deseosos y hacer el amor…
-¡Si pudiera!- se quejó Loki, esforzándose en hacerle sentir su presencia- Vamos cariño… si te has guardado desde mi muerte debes estar que estallas…
Thor sintió un cosquilleo… bajó su mano y enjabonó su bolsa escrotal, pensando que había sido un chorro de agua el causante de aquella sensación… luego, volvió a sentirla y luego, una vez más.
-¿Qué demonios…?- murmuró, quitándose el jabón de los ojos para buscar por todas partes sin encontrar nada que estuviese rozando sus partes íntimas.
-Thor… ¿Sentiste eso?- preguntó Loki, traspasando la toalla del rubio y haciéndole sentir cosquillas nuevamente- ¡Lo sientes! ¡Dime que lo sientes!
-Maldita toalla- dijo Thor, culpando ahora a la prenda. Y más enfadado que curioso, secó ligeramente su cabello, destendió su cama y simplemente se dejó caer… comenzando a roncar casi de inmediato.
***
Rocket acudió al lago como cada mañana… su dormitorio era cómodo y lujoso, igual que el de cualquiera de los Vengadores. Pero siempre prefería nadar al amanecer y acicalar su pelaje a solas, entrando un poco más en contacto con su naturaleza salvaje.
-Que raro…- murmuró al ver una hoja mecida en apariencia por el viento, pero con un inusual patrón de movimiento. La hoja parecía flotar en el aire… bajaba y volvía a subir, quedándose suspendida por breves segundos. Rocket sintió un impulso de curiosidad e intentó atraparla… la hoja se movió para evitarlo. Con un gesto decidido, el mapache insistió… ninguna hoja voladora iba a romper las leyes de la gravedad sin que él averiguara que demonios sucedía.- Ven acá, hoja voladora… muéstrame como haces para no llegar al suelo.
Por varios minutos intentó sujetar la esquiva hoja, de hecho, aquel ejercicio semejante a un juego comenzaba a serle divertido, hasta que dio un zarpazo en el aire y golpeó algo… no vió nada, pero lo golpeó y entonces, la hoja cayó al suelo. Rocket se enfocó entonces en la hoja y en hacer conjeturas sobre lo que había sucedido… Loki en cambio, estaba sorprendido y feliz… “Lo he logrado… practiqué toda la noche, pero lo he logrado.”
Thor todavía dormía profundamente, así que no se dio cuenta como la sábana de fino satén comenzó a resbalar sobre su cuerpo, lentamente, hasta dejarlo descubierto.
-¡Oh, gracias a lo eterno! Te dormiste desnudo… veamos si puedo darte un despertar como lo mereces…
Si era un sueño… era un sueño maravilloso… Thor se volvió boca arriba para ofrecer su miembro a medio despertar a las caricias placenteras de la mañana. Loki gustaba en ocasiones de ser travieso y comenzar con sexo al amanecer, eso lo ponía de buenas. Sonrió y se aferró a la almohada para disfrutar más… una deliciosa fricción que subía y bajaba el cuerpo de su mástil, que lo ponía en forma y le estaba haciendo hervir la sangre.
Pero… ¿Quién estaba haciéndole eso?
-¿Quién se atreve a tocar a Thor, Rey de Asgard?- exclamó saltando de la cama y mirando en todas direcciones. Estaba solo en su alcoba, con el miembro erecto y húmedo… a solas… según él- ¿Qué sucede? ¡Por todo lo eterno! ¡Vaya un sueño tan real!
Thor regresó a su cama… ya no podía dormir, estaba tan excitado que prefirió continuar con su mano lo que el sueño había comenzado. Comenzó a tocarse con lentitud, imaginando a Loki cuando se metía a la tina de baño… la forma sensual en que dejaba caer su bata de seda, su sonrisa prometedora y su blanca piel… aquello bastaba para masturbarse en paz. Era una gloria recordar el cuerpo desnudo de su hermano… la blanca piel, el negro y largo cabello de azabache… y dejarle marcados los dientes en algún sitio oculto de su bella anatomía… era un placer inimaginable… su masturbación sería al menos, muy satisfactoria si conseguía un orgasmo pensando en como penetraba el santuario trasero de Loki...
Pero nuevamente sintió que alguien estaba “apoyando” su causa…
-¿Hermano?- preguntó, como si pudiera ser verdad.
Pero la respuesta llegó… algo parecido a un beso sopló suavemente su mejilla.
-¿Loki? No… no… me estoy volviendo loco… Sigo soñando y no quiero despertar…
Ahora, una boca invisible comenzó a chupar su escroto… Thor brincó de nuevo. ¿Estaba bajo los efectos de una droga? ¿Había algo en la cena o el vino y estaba intoxicado? Como fuera… era un delirio maravilloso. No estaba asustado, aunque aquel evento era totalmente fuera de lo natural… porque solo uno sabía como besarlo y como acariciarlo… porque solo uno pasaba su lengua de esa forma y lamía dulcemente la piel del prepucio para retraerla y permitir que emergiera gloriosa toda su erección… y eso es lo que estaba sucediendo…
-Loki…- gritó, con gesto de éxtasis… porque cabalgó al clímax con toda intensidad, porque su humedad pronto se transformó en derrames llenos de placer y espasmos previos a su eyaculación llevaron oleadas de placer por cada centímetro de su cuerpo, la sensación de estar siendo succionado continuó, y Thor comenzó a llorar al mismo tiempo que explotaba en un orgasmo liberador- ¡Loki, debes ser tú! ¡Este… prodigio de amor! ¡Eres tú!
Pero Loki no podía expresar un solo sonido que Thor pudiera escuchar, aún así… se sintió feliz… pudo darle placer, pudo prodigarle intimidad y amor, aunque él no pudiera verlo, aunque él no pudiera escucharlo… lo más importante era que pudo sentirlo… y el amor aumentó la luz que recorría su cuerpo.
-Cariño… te extraño… te necesito… ni siquiera la muerte ha de poder separarnos… murmuró, pleno de felicidad.