Capitulo I
Frustración, era lo que sentía cada día el joven Jin de 33 años cada que salía de casa para buscar un trabajo. Hace dos meses que lo habían corrido del anterior solo porque la Jefa de Comercial tenía celos de él porque pensaba que iba a enamorar a su vejete que tenía por jefe.
Ella estaba a cargo de Jin, y el Gerente del área no dejaba de ver al pelinegro y alagarlo cada que tenía oportunidad, esto la jefa lo tomó a que se lo quería arrebatar, lo cual no era así.
Vamos ¡¿Qué culpa tenía Jin de que haya nacido más hermoso que ella?! O que el vejete ese se haya enamorado de la hermosura de joven que es Jin. Pero lo despidió cuando tuvo oportunidad.
Y ahí estaba, tocando las puertas de las empresas para buscar un trabajo mientras se las buscaba como sea para pagar los gastos que tenía y sustentar a su conejo.
Y no, no nos referimos a una mascota, sino a su hijo de 15 años.
Jin tuvo una relación a los 18 con una muchacha de su escuela, quienes entre hormonas y amor mezclado —Digno de la etapa y edad— Pues dejó su semillita en una silla, la muchacha se sentó en la semillita, omitiendo los R-18 ¡Y nació el pequeño Jungkook!
Convivieron como una familia desde aquello, Jin no pudo estudiar una carrera universitaria porque tuvo que dedicarse a trabajar de inmediato, así como su pareja. Pero eso no le impidió a buscar Cursos técnicos virtuales, para al menos tener algo en su hoja de Vida, ya que solo con Preparatoria no le ayudaría en nada.
Llevaban la vida un poco agitada, pero se normalizó conforme pasaban los años.
Eran realmente felices…
Hasta que Jungkook cumplió los 6 años y decidieron darse un pequeño gusto después de tanto tiempo de irse de viaje al campo. El cumpleaños del pequeño sería en unas semanas, Jin alquiló un auto para llevarlos a la casa de campo que un amigo le ofreció.
La tragedia vino en medio de la carretera cuando un desvío, del cual no pusieron aviso, pasó desapercibido por Jin, y entró por un camino difícil de transitar, entre baches y arboles que se interponían en el camino, no vio la curva de la carretera y el auto se volcó con sus integrantes dentro de él.
Jin quedó con unas costillas fracturadas, contusiones y hombro dislocado. Jungkook por suerte solo terminó con contusiones, aunque sufrió una leve fractura en el brazo derecho a su corta edad. Pero quien se llevó lo peor fue su madre, quien por el impacto sufrió un duro golpe en la cabeza, quedando en coma y al llegar al hospital no pudo resistir más y perdió la vida.
—Haa… —Suspira el pelinegro al traer esos recuerdos a su mente— Ah… Mi ladrillo está sonando. —Busca entre su bolsillo y saca su super moderno Nokia del año 2004 con juego de snake que sonaba con su veintiunico timbre de llamada— Hola… ¿Ese milagro que estas despierto? —Comienza a caminar lento por la calle.
—No te voy a volver a llamar si me saludas de esa forma… Yo te tenía buenas noticias, ahora jódete hombrasos.
—Jajaja —Suelta su característica risa— Ya Yoongi, no te enojes, ha sido un día pesado y no he conseguido nada.
— ¿No te llaman de ningún lado?
—No, se han vuelto muy pesados con los estudios y las experiencias… Además de que mi última referencia laboral no me ayuda —Saca un pañuelo y se seca el sudor de su frente.
—Quien te manda a seducir al viejo verde.
— ¡Yo no he seducido a ese viejo! Agh, que asco de solo pensarlo —Se le escarapela el cuerpo— Lo que más me preocupa es que Jungkook está queriendo empezar a trabajar, y yo no quiero eso… Es muy joven aún, solo quiero que se dedique a estudiar.
—Bueno… Te llamaba para decirte que el asistente comercial de mi empresa renunció porque se irá a especializar al extranjero, hay una vacante en ese puesto.
—Ah… —Detiene su caminar— ¿Estás hablando en serio?, pero no me aceptarán, la empresa donde estás es una de las más grandes y exigentes.
—Convencí al de selección que aún no publiqué la vacante en internet y le dije que tenía un amigo con hombros anchos y cara de pasiva que tenía mucha experiencia en ese puesto.
—Ah… ¡No estás hablando en serio! ¡¿O sí?! —Grita en medio de toda la calle.
—Mañana tienes tu entrevista a las 9 de la mañana, ponte tus mejores trapos, por mensaje te envío la dirección y la persona que te hará la entrevista.
— ¡Ahhh! ¡Min Yoongi eres la persona más dulce-amargada-floja que he conocido en mi esplendorosa vida! Muaah! Muah! —Le mandaba besitos a través del teléfono.
—Agh… No me mandes tus besos… En fin, debo continuar trabajando, me quedé dormido en mi hora de refrigerio. Nos vemos.
—Adioos! —Tenía una sonrisa de oreja a oreja, por lo que prácticamente se fue saltando de un pie a su casa que alquilaba.
Se puso a cocinar feliz de la vida mientras esperaba a su hijo que regresara de la escuela, no esperaba para contarle lo de la entrevista.
La relación que tenía Jin con su hijo era bastante de confianza, a veces tanta que el niño se sobrepasaba a la hora de no hacerle caso, pero era así como se llevaban y para ambos estaba bien.
Fue entonces que la puerta se abrió y cerró al instante, junto a un “Estoy en casa”.
—Kookieeee —Lo asaltó su padre en un abrazo que el menor solo suspiro y sonrió posteriormente para hacerle palmadas en la cabeza a su padre.
— ¿Qué sucedió? —Pregunta el recién llegado mientras dejaba su mochila en el sofá.
—Mañana tengo una entrevista —Respondió con una sonrisa que le partiría la cara en cualquier momento.
—Eh? —Su hijo pestañeó un par de veces para luego sonreír— ¿En serio? ¿Dónde? —Se sienta en el comedor.
—Yoongi me separó una entrevista en su empresa para asistente de proyectos —Comienza a servir el almuerzo— Mañana tengo la entrevista a las 9 de la mañana. —Se sienta con su hijo para empezar a comer.
—Todo irá bien —Le sonríe a su padre, pero luego al iniciar su merienda, se queda viendo fijamente el arroz jugando con él.
—Uhm? ¿Qué sucede? ¿No tienes hambre? —Pregunta extrañado el mayor.
—No, no es eso… —Alza la mirada— Papá, aún si consigues el empleo yo quiero trabajar.
—Haa… Jungkook ya hemos hablado de eso y ya sabes mi respuesta.
—Pero yo ya puedo trabajar ¡Sólo si tu me das el permiso puedo hacerlo!
—Lo sé, pero yo no te lo voy a dar.
—Pero ¿Por qué?, yo también quiero apoyar aquí, aún si trabajas en algún lado no será suficiente… —Luego se arrepintió de decir eso al ver la expresión de su padre.
—P- Perdón por no darte lo suficiente Kook, y- yo sé que tu mereces todo, eres un buen hijo, incluso quieres trabajar, p- perdón por no poder darte todo lo que quieres… —Su mirada se cristaliza.
—N- No ¡No! No me refiero a eso, no quise decir eso Papá… —Coloca una mano sobre su hombro— Yo solo quiero… Quitarte un poco de la carga…
—Kook… No puedo dejarte hacer eso, es mi responsabilidad… Quiero que entiendas algo —El mayor se repone y ahora es él quien le sonríe a su hijo quien estaba con los ojos vidriosos de la impotencia de no poder ayudar en nada. Ay Jin conocía tan bien a ese pequeño testarudo que tiene por hijo— No quiero que pases lo mismo que yo, no quiero descuides tus estudios por trabajar, y no me mires así porque te conozco y sé que lo harías… Quiero que estudies, ¿No me ves a mi tocando puerta tras puerta solo por no tener la preparación que ellos quieren?, no quiero que pases lo mismo.
—H- Hmn… —El menor solo asiente con la cabeza.
—Bien, ahora a comer que se enfría mi deliciosa comida —Le da palmadas en la mejilla a su hijo y ambos deciden culminar sus almuerzos.
Ya para la noche Jin se encontraba escogiendo que camisa debía usar para su entrevista de mañana, se sentía realmente nervioso, había pasado mucho tiempo desde su última entrevista.
Kikirikiiiiii cantó el gallo (?) A las 5 am.
Jin se encontraba duchándose para alistarse lo más temprano posible, debía dejar todo listo para el desayuno de Jungkook y su escuela.
La empresa estaba a hora y media de donde vivía, así que quería dejar todo a tiempo para no estar corriendo a la entrevista. Llegar con sudor no era para nada glamoroso.
Para cuando terminó y su hijo se levantó, se sorprendió de ver todo listo.
—Déjame adivinar, ¿Te levantaste con el gallo?
— ¡Así es! Y ya me debo ir, quiero llegar un poco antes de la hora que me han citado —Su hijo alza el pulgar en aprobación.
El quinceañero vio como su padre cogía su abrigo y su maletín para luego lanzarle un beso volado, éste solo ríe por ello y se despide de la manito.
Al quedarse solo en casa termina de hacer sus cosas para encaminarse a la escuela. Lavó todo, ordenó los trastes, lavó sus dientes de conejo y cogió su mochila para salir de casa y dejar todo perfectamente cerrado con 5 llaves.
Al llegar a la calle principal visualiza el autobús de su escuela, al cual sube y se sienta al lado de su amigo, quien parecía estar tan entretenido viendo el paisaje que hasta la boca abierta tenía. Jungkook pone una mano delante de él y chasquea sus dedos.
—A- Ah… —El aludido pestañea un par de veces— Ah Jungkookie, buenos días…
— ¿En que andabas pensando Taehyung?
—En mi crush… —Suspira el adolescente.
—Ajá… Que hasta ahora no me quieres decir que chica es.
—Para que quieres saber eso jaja saludos. —Su amigo ríe y le da un zape en la cabeza.
—Idiota, andas embobado porquienquieraqueseasiesqueexiste desde hace semanas, en serio que martirio… ¿Por qué no simplemente no le hablas y ya?
—Es difícil, no entiendes el sensible corazón enamorado de un chico —Toca su pecho con dramatismo.
—Ni lo entenderé… No me interesa esas cosas, enamorarse solo es perder el tiempo.
—Ay que insensible eres Kookie, que feo tu corazón…
—Gracias —Sonríe el contrario.
El bus se detiene en la escuela, todos los alumnos bajan para llegar a tiempo a sus clases. Era una escuela privada de las más costosas, Jungkook al ser inteligente pues se ganó una beca integral gracias a un programa del gobierno al dar varios exámenes especiales de ingreso, los cuales aprobó todos.
Es por esa razón que Jin se negaba rotundamente a que su hijo trabaje, ya que veía un futuro muy prospero para él y no quería que se arruinara.
El par de amigos al llegar al aula se sientan en sus respectivos pupitres, estaban a mitad de año, por lo que les pareció extraño cuando el profesor dijo que ingresaría un alumno nuevo a su aula.
—Su nombre es Park Jimin, por favor llévense bien con él.
El mencionado sonríe un tanto avergonzado por la atención que estaba captando y hace una reverencia en forma de saludo frente a su nueva clase.
Se escuchó un par de suspiros, el chico era muy lindo con aquellas expresiones angelicales que poseía.
—Park, siéntese en algún puesto libre para comenzar la clase.
—Entiendo… Ah… —Un grupo de chicas alzaron el brazo para que se sentara junto a ellos, pero avergonzado hizo como que no se dio cuenta y caminó hacia casi las últimas filas.
—Uhm… —Tae se queda mirando al chico nuevo como es que sacaba sus lentes de marco cuadrado para atender la clase— Me gusta su cabello —Comenta de la nada mientras poqueaba el hombro de su amigo quien solo se dedicaba a mirar su libro— Hey, Jungkook ¿Me escuchaste?
—Si.
—Ah… ¿No te parece extraño que a mitad de año ingrese alguien?
—Me vale un cacahuate.
—Con esa actitud nunca atraerás a las chicas —Se queja su amigo mientras se gira para mirar al frente.
—Pues no quiero atraer chicas… Quiero atraer dinero —Alza la mirada con los símbolos del dólar en sus ojos.
—U-Uh que frío eres, me congelas más que la Elsa de Frozen —Se abraza a si mismo.
Mientras que, con el nuevo alumno, este aún mantenía una pequeña sonrisa en el rostro, mientras abría su nuevo cuaderno de apuntes y colocaba la fecha del día en una esquina, notoriamente emocionado.
Las clases transcurrían con normalidad, al finalizar la parte teórica, iniciaron las preguntas por parte del profesor de la lección que acababa de dar.
Nadie en esa aula se sorprendía que todas las preguntas que le lanzaban a Jungkook, las respondía correctamente, cosa que llamó la atención de Jimin.
Al terminar las clases y el dúo guardando sus apuntes, notan que alguien se les acerca.
—D- Disculpen… —Una suave voz interrumpe.
—Oh, tu eres el nuevo —Comenta Tae mientras se le queda mirando.
—Ah, si… Soy Jimin, un gusto —Sonríe levemente.
—Soy Taehyung, él es Jungkook y ama el dinero.
—No tienes porque presentarme así… —Ahora su mirada se dirige al otro chico— ¿Necesitas algo?
—Ah, si… ¿Jungkook verdad?, quería pedirte algo… ¿Puedes ser mi tutor?
—Eh? —Abre mucho los ojos— ¿Tutor?
—Si, es que no estoy casi nada al corriente de las clases que han llevado acá, ya sabes es mitad de año y…
—No. Pídele a otra persona —Coge su mochila y la cuelga en su hombro— Lo siento, no tengo el tiempo suficiente como para ser tutor de nadie, vámonos Tae. —Sin más que decir se va retirando del aula.
—Ahh… —Jimin cambia su expresión a una decaída.
—Oh… No te pongas así chico, así es él al inicio, pero en el fondo es un terrón de azúcar —Esto último lo susurra— Espero que encuentres a alguien, yo te ayudaría, pero no apunto nada en las clases, Arrivederci~ —Se despide mientras seguía a su amigo.
—Uhm… —Jimin sacude la cabeza, prometió que este año sería provechoso, debía conseguir que ese chico sea su tutor ya que no ha visto a nadie más inteligente que él por aquí.
—Fuiste un poco duro con el chico nuevo.
—Pero no quiero ser su tutor, yo quiero trabajar en las tardes, ya te dije.
—Pero igual tu padre no te dejará —Toman el bus de retorno.
—Eso ya me lo arreglo con él…
Nos trasladamos horas antes, 8:50 de la mañana para ser exactos. Jin ya se encontraba en el edificio de la compañía a la cual estaba postulando. Se peinaba en el reflejo del espejo del ascensor, al llegar un piso, ingresan otras personas a las cuales hace una reverencia y continúo enfrascado en lo suyo, practicando en voz baja lo que diría en la entrevista.
Al llegar a su piso, baja un poco desorientado y comenzó a preguntar donde era la oficina de la persona que lo entrevistaría. Al darle el dato agradeció y se encaminó hacia el lugar indicado.
Pasaron 10 minutos y llegó la entrevistadora, la saludó cordialmente y se presentó como debía ser, ambos tomaron asiento y empezó la entrevista.
Se le estaba dando muy bien de hecho, comentaba de su experiencia, de los cursos que había llevado y las especializaciones a las cuales se estaba inscribiendo actualmente, tratando de sacarle el mayor provecho para que vea que era la mejor opción.
Media hora pasó enseguida y la entrevistadora comentó.
—Me gusta tu experiencia y tu perfil, si estás de acuerdo con esperar unos minutos más, te pasaré con el Gerente del Área Comercial para que él mismo te pueda dar una última entrevista y pasaras el siguiente proceso con nosotros.
A Jin se le iluminó rostro, de lo emocionado que estaba casi le manda un beso volado a la señorita, pero trató de estar lo más sereno posible.
—Perfecto, con gusto esperaré para la siguiente entrevista. —Respondió con una sonrisa.
Pasaron un par de horas, en la cual Jin se preguntó si realmente el Gerente iba a venir, quizás no le prestará importancia a su entrevista, pero ya estaba ahí y debía esperar.
Al cabo de unos minutos se acerca nuevamente la señorita.
—Mis disculpas, el gerente no tarda en venir, eso solo que había ido a dejar a su hijo a su escuela y demoró más de lo usual. Estará a- aquí en unos minu-
—Ya llegué Marin —Se escucha una tercera voz que provenía de un hombre alto, piel ligeramente acanelada, sonrisa amable que era acompañada de unos hermosísimos hoyuelos.
Jin se levanta al instante para saludarlo.
—Y- Yo me retiro, con permiso —La joven hace una reverencia y cierra la puerta tras sí.
—Buenos días —Saluda Jin mientras estrechaba la mano con el contrario.
—Buenos días y disculpa la demora, estuve algo emocionado con dejar a mi hijo a la escuela —Sonríe con amabilidad el hombre— ¿Seokjin verdad? Tome asiento por favor.
—Gracias —El pelinegro hace caso y el castaño se sienta frente a él.
—Antes de iniciar la entrevista, me parecería imprudente no presentarme, mi nombre es Kim Namjoon, Gerente del Área Comercial de esta compañía. Tengo muchas expectativas sobre ti, ya que se que eres recomendando de Min Yoongi, me encuentro ansioso por saber más de ti —Sonríe levemente mientras tomaba en sus manos la hoja de vida del Jin.
—Muchas gracias… —El pelinegro de repente se puso nervioso, no como cuando lo entrevistó la señorita, el saber que él era el encargado del área era un poco más de presión.
—Muy bien, empecemos la entrevista….
Continuará.