Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Imbécil sin corazón por Kumagoro2093

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Midorima x Takao. Midorima es un imbécil.

Quien diría que tendría que pasar tanto tiempo, tantos años para lograr que entendieras que te amo. Que tu terquedad y ceguera ante los sentimientos que te demostraba pudiese desaparecer luego de tantos acontecimientos un tanto dolorosos. ¿Por qué tuve que enamorarme de un hombre ciego, terco, frío, necio, y por sobretodo, orgulloso? Tan orgulloso que su tristeza la ocultaba con silencio. Su felicidad con miradas, y su amor desentendiendo al otro.

Cuando tenia 18 años debí de buscar trabajo a penas terminé la escuela. No tenía tiempo para darme aquellos lujos de "El año sabático", y es que era pobre. Mi madre había muerto 1 año atrás y mi padre no tenía trabajo, es decir, era cesante. 
Como no podía encontrar trabajo por la depresión profunda que yacía en el, lo cual "no era apta para la empresa", decidí que por mientras mi padre sanaba, sería yo quien llevaría los insumos y necesidades básicas. Por suerte existe el Seguro de Cesantía, así que de alguna manera también recibía algo de él. Sin embargo, la depresión de mi padre era profunda. Lloraba día y noche por la ausencia de su mujer, mi madre.

—¿Aún no encuentras trabajo? —Me había dicho mi mejor amigo de la escuela, Tetsuya Kuroko. Ese chico de cabello celeste con rostro inocente me había ayudado tanto como nadie lo hacía hecho con anterioridad.

— No. No tengo experiencia, y recién soy mayor de edad. ¿Que puedo hacer? —Y es que era cierto, ¿En que rayos iba a trabajar si no tenía nada a mi favor más que la juventud?

—Vamos Kazunari, no te aflijas. Te ayudaré a buscar algo. Le pediré ayuda a Satsuki, aunque conociéndole no sé si sea buena idea. —Satsuki era su novia de hace algunos meses. Desde antes que saliéramos de la escuela ella había estado detrás de Tetsuya en variadas ocasiones, buscándolo en todos lados. Finalmente, decidieron salir. —Comenzará con sus celos de mierda.

"Celos a un amigo" pensé. Suspiré y agradecí por su ayuda.

Cuando llegue a casa sentí el ambiente que ya se había vuelto costumbre para mi. Mi padre llorando y entre sus brazos el retrato que él había dibujado de mi madre. ¿Tan enamorado había estado de ella? ¿Que tanto se puede sufrir por amar? Me acerqué a él para abrazarlo. Sus lágrimas sólo lograban aumentar una vez sentía mis brazos en el. Apretó aún más la foto con una de sus manos y con la otra me abrazó a mi. Agradecía a Dios que sus lágrimas no hubiesen provocado la locura, y que seguía cuerdo. Triste, pero cuerdo. —Vamos, papá. Mi madre se fue, esta en un lugar mejor. Lo que menos hubiese querido ella era que sufrieras de esta manera.

Mis palabras habían logrado que se calmara un poco. Me alejé para buscar un pañuelo y ayudarle a limpiar los residuos de lágrimas y mucosidad, y le mire a los ojos para sonreírle. Al verme hizo lo mismo. — Agradezco que siga estando ella en ti. Que fueras igual que tu madre, que tu sonrisa y ojos se asimilaran tanto a ella. —Finalmente alzó sus largos brazos y abrazó mi cuerpo. Logró calmarse.

Esa tarde conversamos como no habíamos hecho hace tiempo ya. Nos pusimos al día con nuestros pensamientos, mi padre hablándome de sus recuerdos y yo de los míos, aunque ocultando la tristeza con nostalgia. Recordábamos escenas que nos provocaban risas, otras inclusive un poco de molestia.

— Necesito encontrar un trabajo. 
— No desesperes, ya volveré a trabajar. Solo falta un poco de tiempo para que me recupere por completo. 
— ¿Y mientras? El seguro de Cesantía se acaba, papá. Necesito traer insumos a la casa. Ayudar. Le pedí ayuda a Tetsuya, pero es más difícil de lo que pensé. 
—¿Y tus estudios? 
—La vida es larga. Tendré ya más tiempo para estudiar. —Sonreí a mi padre y terminé la conversación.

Cuando me fui a acostar, sentí una vibración desde mi celular. Terminé de peinar mi cabello y me acerqué a él. Era Tetsuya.

— Oye, tengo una buena y una mala noticia para ti.

—¿Y cuál es esa?

—Dime si quieres saber la buena o la mala primero.

—Claramente la buena. Mientras más pequeña sea la mala, mejor.

— Encontré un trabajo de sirviente en una mansión. El dueño es amigo del padre de un buen amigo mío. Le consulté y me dijo que había un vacante.

En ese momento sentí que la vida me sonreía. Finalmente, finalmente con ayuda logré encontrar un trabajo para sacar de este lugar a mi padre. Buscar un sicólogo, una ayuda para él. Eso sería lo primero que haría.

—¡Gracias, Tetsuya! ¿Y cual es la mala?

— ... 
— Solo para mujeres.

—¿Para que rayos me das opciones que me llenan de vitalidad para luego dejarme caer así? Sabes que soy hombre, imbecil.

— ¡Hey, tranquilo! Hay una solución.

—¿Cual?

—Vístete de mujer.

—¿Que? ¿Me viste cara de maricon?

—Cálmate, Kazunari. Maricon es el hombre que golpea a una mujer. En este caso creo que es lo mejor que se puede hacer. Es una buena paga, todo lo necesario te lo darán ellos. Aunque deberás de vivir allá y tendrás 3 días libres al mes.

— Lo pensaré.

En ese momento preferí desconectarme del chat. Creí que sería la mejor opción. 
¿Vestirme de mujer? Admitía que tenía un cuero delgado y relativamente femenino. Más que nada por las piernas formadas al igual que mi trasero, tenía cintura y mis hombros no eran para nada anchos. Pero mi dignidad, mi dignidad estaba en juego. ¿Por que tendría que hacerlo?

Al día siguiente me junté con Tetsuya en una cafetería para discutirlo un poco más. El estaba decidido a hacerme trabajar ahí solo por la buena paga que supuestamente me darían.

—¿Y que tan buena paga se supone qué hay?

—Tanto como para cajas y cajas de malteadas de vainilla a la semana.

Comencé a deducir un poco, el precio de una malteada, la caja de una, la docena... ¿Por qué me dejaba llevar por pensamientos idiotas?

—Vamos, Kazunari. Yo te ayudaré con Satsuki para que aprendas lo básico de buenos modales femeninos. Ellos tienen estética antigua, así que deberás aprender algunas cosas.

— ... Bien... ¿De verdad Satsuki va a ayudar?

—No. Pero si busco en internet sé que puedo hacer algo para hacerte ver femenino. —Rio. En ese momento sentí miedo. — ¡Bien! Iremos primero a un... ¿Salón de belleza? Si, eso.

— ¿Y donde rayos hay uno de esos?

— Ni idea.

Notas finales:

¡Recuerden dejarme un comentario sobre que tal creen que esta! Es una gran ayuda. <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).