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Corazón Viviente por alex solano

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Estúpida McGonagall

Estúpido Dumbledore

Maldito sean todos

Incluyendo Crabbe

No le hacia gracia, ¿Por qué no dejarlo pasara como cualquier día? Sería estupendo, muchos estarían de acuerdo con él, ya comenzaría a recoger firmas para estar en contra de tal alboroto que quiere formar el viejo de los caramelos, por supuesto con ayuda de los Hufflepuff , esos malditos cursis eran fastidiosos incluso su misma existencia, siempre decía que Hogwarts no extrañara una casa, le quedarían tres por lo menos, en este mundo se necesitaba los leones para hacer estupideces suicidas pero necesarias para la sociedad, los Ravenclaws para ejercer labores que requieran de gran aptitud mental, por supuestos también Slytherins para ver que es mejor a conveniencia para la sociedad misma, no veía en su esquema participación productiva esos cursis.

Ya aclarado eso, estaba pensando tomar una de sus mejores plumas de águila, con el pergamino mas virgen que el mismo Merlín, porque ese viejo se le notaba la soledad y la mano, para ir todos de su casa que firmen el maldito papel, estipulando que no querían un maldito hechizo del corazón viviente para el día 14 de febrero, y por supuesto años próximos que le queden estudiar aquí.

¿Qué nadie ve lo decepcionante que será ese día?

Parece ser que la basura de los tejones era contagiosa, ¿su padrino como le hace para estar sano?

Resáltese la palabra maravillosa idea, que con mucho amor cariño Hannah y Susan, con el apoyo de toda la casa, e incluir a Granger como diplomática y alcahueta, propuso un día en la dirección de la Subdirectora McGonagall, que tan encantada estada de una vez le paso voz al director, de primeras no acepto, y eso le había alegrado según rumores del pasillo, pero tenia que haber venido el Potter como ultima arma, y como es el consentido del viejo de los dulces, lo reconsidero.

He aquí esta mañana, aun mirando su plato, se veía delicioso los pancakes decorados con miel en forma de espiral, tan esponjosos y rellenos, sería un pecado no comerlos, pero se confesaría la próxima semana, porque se le ha quitado el hambre.

-como ya se ha rumoreado, se ha propuesto una idea que fue aprobada por sus profesores en jefes de casa, con intensión de apaciguar las aguas por causa de más allá de estos muros, el amor siempre ha sido la magia mas poderosa incluso sobre la muerte-

Rodo los ojos grises, por supuesto que les impuso a los otros jefes de aceptar, Snape ni en mil años permitiría a voluntad una artimaña como esta, con Ravenclaw no estaba seguro, pero le daría el beneficio de la duda. ¿el amor supera incluso después de la muerte? Llámenlo loco, pero creo que esta hablando algo de manera personal. ¿apaciguar las aguas? La guerra está encima, este año 1997 no se hablaba de otra cosa que no fuera de un cráneo con una serpiente.

-14 de febrero se celebrará el día del san Valentín, amor y amistad. Los Alumnos de sexto han propuesto una idea que lo hará interesante este año, un antiguo hechizo que no se ha utilizado en años después de la era de Grindelwald, los corazones vivientes, que se lanzara este mismo día, que disfruten el resto de su jornada-

Después de ello sus oídos se quedaron sordos, viendo a la nada, no creyendo la estupidez que proponía aquel vejete. Mando al diablo a Zabini que le insistía que se levantara de la mesa, quería saber si podía comerse los Pancakes en unos minutos, quedándose casi solo en el comedor.

No fue a clases de encantamientos, se la salto, caminando directo a la biblioteca antes que la horda de alumnos después de las primeras horas de aula llegue a saber del dichoso encantamiento que se lanzara.

El sabia un poco de historia de la magia, y por puesto sabe de que se trata, pero quiere ver con sus propios ojos grises si estaba equivocándose con otro conjuro o no, dejando los pancakes del desayuno intactos en el comedor.

La biblioteca estaba casi vacía, no le hizo caso a la mirada penetrante de la bibliotecaria ¿no deberías estar en clase?, no quería mandarla al diablo porque aun no consigue lo que quería.

Para su mala suerte era tal como esperaba, un embrujo que se lanza en un área específica, sea el caso el castillo, que afectara todo aquel que este dentro de Hogwarts. Tiene muchos niveles de afección, en primera tu palma de la mano se escriben tus más leales amistades, como segundo nivel esta los papeles de tus cuadernos convertirse en palomas, volando a la persona que te gusta, está por supuesto un efecto del Hanahaki antiguo de toser pétalos de flores cuando estas cerca de tu amor soñado, hasta ahí bien, podía evadir todas las anteriores sin problemas, si no fuera por el ultimo nivel.

Literalmente se te ilumina el corazón, el pecho o cualquier cosa que tengas ahí, brillando intensamente en señal que amas de manera tan pura como lo es la sangre de todos sus ancestros Malfoy. Hasta ahí estaba todo tranquilo, podría taparse el pecho si podía con alguno de su sacos y capas, pero temía que Hogwarts, siendo el castillo que hace lo que se la da la gana, le haga padecer el ultimo nivel...

El corazón viviente...

Por así decirlo saca una proyección física que representa tus sentimientos en cualquier forma simbólica, por lo general como se le conoce el corazón cursi de dos orejas de tazas unidas, hecho con los pensamientos, sentires y emociones más sinceros.

Lo peor no era eso, la palabra viviente estaba explícitamente resaltada en la página, como si el anterior que lo tuvo también estaba igual de desesperado que él. Esa cosa del demonio iría tras su amor verdadero y no se detendría hasta que este en manos de X persona, comenzando a recitarle en susurros los sentimientos a los oídos de la X persona que no quiere, y por supuesto muchos en Hogwarts no quieren que se enteren.

No era una bendición, era más bien una tortura medieval que durara una semana hasta la llegada del san Valentín.

Hoy es viernes 7 de febrero, por alguna razón antes de comenzar sexto año, y salir del tren después de haberle roto la nariz a x persona, sintió que cambiaría los miércoles a los viernes como días que odia en la semana.

Odiar era su especialidad...

Así como también le encantaba encontrar algún modo de reparar el armario maldito.

Como odiaba esa cosa del demonio, pero era la salida de su familia de una tortura.

Matar al viejo le estaba siendo muy difícil, estaba rezado por alguna entidad, lo juraba.

Potter era idiota, no se le metía en la cabeza cuantas veces lo quería lejos, y parece que en un parpadeo lo tiene justo respirándole en la nuca.

Quería llorar...

Solo esperaba que Graham Montague este diciendo la verdad.

Debía pagar por el fracaso de su padre, tenia que echarse al hombro semejante misión de castigo con su frágil madre en la mansión, rodeada de esos viles monstruos.

Estaba aterrado, mirar como su tía sin problema podía matar a niños mestizos, así como también se reía de la muerte de Sirius Black al entrar en el velo.

¿héroes? ¿villanos?, en una guerra no existía eso, todos mataban, matar era matar, no importaba cual razón sea por encima de ello.

Algo estaba de acuerdo, que se viene un montón de mierda encima, y a él le caerá como piedras.

Todo por su madre, y lo valía...

Así que venir con un encantamiento que revelara sus más íntimos pensamientos en estas circunstancias no era bueno para sus nervios constantes y paranoias. No, deseaba tanto despertar en su cuarto, salir por la puerta, caminar entre los grandes salones vacíos de su mansión, tenues con la luz del sol que filtraba entre las ventanas enormes de cristal. Su madre en el sillón al lado de un ventanal, puliendo la plata con sus chocolates suizos en la mesita de estar a su lado, Su padre lanzándole maldiciones a los preciados pavos reales por arruinar sus estatuas.

Esas mañanas están extintas...

El pergamino encima de su escritorio de la habitación privada se le hacia bello, con la pluma y tintero tentadores a recolectar firmas.

Un leve temblor se produjo en todo el castillo, perdiendo un poco el equilibrio. El aire sintió que le fue por un minuto, y sabía que ya había sido lanzado el conjuro.

¿Amaba a alguien a parte de su madre?

Si...

Y era una persona muy inoportuna en estos momentos.

 


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