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Wicked Chanbaek; Fanfic por the evil queen

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Notas del capitulo:

Estoy publicando desde el cel y es horrible :'v

 

Los saltos en el tiempo serán notorios por la primera palabra al inicio del párrafo o diálogo que esté en cursiva. Sorry pero no poner todo en cursiva como quería ;;

 

Disfruten lel 

Hacia diez minutos que el viento había dejado de soplar con tanta intensidad, la gente caminaba con más calma por las calles grises de la ciudad, totalmente abrigados y llenos de miedo por lo que acababa de pasar en uno de los lugares, supuestamente, más seguros del mundo. Una pequeña brisa vino de entre las calles trayendo consigo unas cuantas cenizas que aun parecían arder en las esquinas. Baekhyun recibió en su palma a aquellas cenizas y las aplastó entre sus dedos. 

–Señor, debemos retirarnos inmediatamente – dijo Choi con bastante calma luego de escuchar nuevamente los gritos y llantos de las personas. 

El edificio del gabinete de consejeros ardía en llamas y pronto caería contra uno de los edificios vecinos o terminaría por desplomarse. La gente había sido evacuada hace pocos minutos y muchos otros yacían muertos sobre el asfalto con la cara cubierta de un manto gris. Baekhyun desvió la mirada del enorme edificio envuelto en llamas y entró al carro donde Choi le sostenía la puerta. 

–¿Cuántos crees que hayan fallecido? – preguntó a medida que se alejaban de la ciudad y pasaban por las puertas de seguridad que protegían su lugar de residencia.

–Fallecieron los que debían fallecer – pronunció Choi con un tono neutro, tan neutro que Baekhyun sabía que el hombre se estaba regocijando.

Baekhyun suspiró y observó desde su ventana como varios edificios de la ciudad caían a causa del fuego, a través de esas ventanas salían llamas y suplicas, casi podía sentir los gritos de la gente meterse debajo de su piel y recorrerla. Un escalofrió recorrió su cuerpo; sentía verdadero asco por todo lo que había visto y de lo que era cómplice. 

Al bajar del auto Choi le sostuvo la puerta y le acompañó hasta el interior de la casa que en algún momento estuvo llena de jarrones llenos de flores que su madre adoraba, ahora apenas había algo de luz que entraba por los ventanales de la sala que Baekhyun se permitió tener unas cuantas horas al día abierto, las ventanas estaban cubiertas con barrotes y las puertas de madera tallada habían sido cambiadas por unas más robustas y feas. Baekhyun no reconocía su casa al caminar por los pasillos blancos, en ella solo veía un punto de reunión, un punto que era clave para un cambio al que había estado cuestionando demasiado últimamente. 

–Iré a mi habitación – le dijo a Choi sobre su hombro –. Sé que todos deben estar festejando debajo, pero yo me siento algo mareado, creo que respiré mucho humo. 

–Podemos llevarle un médico, señor Byun. 

–No, yo solo quiero descansar – pidió al pie de las escaleras con los hombros hundidos y los labios pálidos, Baekhyun tenía miedo de lamerlos y sentir el sabor amargo y fuerte de la muerte. 

Dentro de su habitación Baekhyun se quitó rápidamente su traje, el cual era tan gris como las cenizas que sintió mareos de solo verlo, el olor a quemado que le cubría, el olor a carne quemada que le había llegado desde el edificio sobre la calle numero cinco, los gritos, el viento aullando, la gente corriendo, todo se acumuló tan rápido en su cabeza que terminó quitándose toda su ropa para meterse al baño y limpiarse. 

–No más, no más, no más. Vete, vete, vete. 

Se quedó una hora bajo la regadera susurrando cosas y palabras que solo él entendía a medias. Apenas pensaba en lo que debía estar ocurriendo en los niveles del subsuelo, en como seguramente Chanyeol estaba esperándole para celebrar con sus compañeros, pero Baekhyun no sentía ganas de hacerlo, ya casi no le quedaban ganas para seguir festejando aquella carnicería. 

Al salir de la ducha no se molestó en ponerse nada. Su cena ya estaba puesta en la pequeña mesita que tenía cerca de la ventana. Con el estómago revuelto por el olor de la comida Baekhyun se metió entre las sabanas desnudo y cerró los ojos esperando soñar con algo menos gris y tenebroso que la realidad en la que habitaba.

El colchón se movió ligeramente y Baekhyun abrió los ojos en un instante, su miedo fue tan grande que incluso Chanyeol lo notó en medio de la oscuridad de la habitación y procedió a intentar acariciar las mejillas de Baekhyun para hacerle saber que estaba en un lugar seguro. Se puso algo tenso al principio, pero se fue calmando a medida que Chanyeol usaba su pulgar para hacer círculos sobre sus pómulos. 

–Te estaba esperando – susurró Chanyeol mientras Baekhyun parecía querer volverse a dormir. 

–¿No se nota lo cansado que estoy?

Baekhyun tocó sus propias ojeras con su mano derecha como muestra de ello y Chanyeol siguió sus trazos.

–Eso nunca fue impedimento para ti. 

–No creas que por tres caricias amables voy a estar de ánimos para…

–No, eso nunca ha funcionado contigo – dijo con una sonrisa cargada de un orgullo que Baekhyun no entendía.  

Baekhyun llevó su mano cerca del rostro de Chanyeol y tocó su cabello negro con la punta de sus dedos. 

–Muchos murieron – susurró avergonzado de si mismo, deseaba desahogarse con locura, incluso si eso significaba tirar su orgullo. Chanyeol frunció los labios y enfureció sus caricias –. Es fácil mandar a matar, pero cuando tú lo ves con tus propios ojos te quedas…

La mano de Chanyeol cubrió su boca por completo y con sus ojos tirando llamas Baekhyun dejó de intentar hablar. Al ver su rendición Chanyeol empezó a acariciar y pellizcar el interior de sus muslos, tocando su sexo mientras se ponía encima de Baekhyun, besando cada centímetro de él. Después de las victorias a Chanyeol le encantaba hacerle gemir su nombre, y cuando llegaban las derrotas a veces convertía esos gemidos en gritos. 

Mientras Chanyeol le penetraba, Baekhyun recordaba los momentos en los que sí había disfrutado de las pequeñas victorias, donde sí se había sentido feliz por sus decisiones y ahora, mientras Chanyeol lo tomaba por las caderas y le pedía que gimiera su nombre, cuando aún el olor a carne quemada seguía en el aire, Baekhyun se preguntaba hasta qué punto amaba a Chanyeol para continuar ayudándole.

*

Ambos habían crecido demasiado cerca y demasiado lejos. Baekhyun era hijo de un científico que muchos consideraban loco, incluso el mismo Baekhyun lo pensaba; y Chanyeol era hijo de un senador del Parlamento, un hombre decente y de familia hasta donde todos podían apreciar. Iban al mismo instituto de elite y fueron criados con propósitos claros y fijos. Ambas familias nunca se habían llevado bien, el señor Park estaba en contra del desarrollo armamentístico y el señor Byun presentaba nuevos inventos cada temporada. El conflicto era tal que, al día de hoy, se seguía pensando que fue con uno de los inventos de Byun con los que se hizo desaparecer la casa de los Park. 

Chanyeol debía desaparecer ese día junto con toda su familia y servidumbre, pero aquella noche se la había pasado en las afueras de la ciudad entre las piernas del menor de los Byun. 

Nadie sabía de ellos dos, ni mucho menos que ambos eran lo que eran. Baekhyun tenían una novia a la que veía cada mes ya que ella estudiaba en un campo de investigación fuera de la ciudad, y Chanyeol tenía bastantes ofertas para pasar la noche y satisfacer sus necesidades, y también fue ese el plan original con Byun cuando este se le había insinuado en un bar donde se habían encontrado. Tener al hijo del enemigo declarado de su padre era demasiado excitante y más con Byun Baekhyun quien lucía igual de dispuesto a cometer esa misma traición hacia su familia.

Una noche llevó a otra y a otra y muchas otras donde el sexo pasó a otro plano cuando ambos encontraban un tópico del cual hablar durante horas echados, desnudos, sobre la cama de un motel demasiado alejado e irrelevante para el mundo donde ambos existían. Ninguno de los dos se había prometido amor, pero la manera en que empezaron a necesitarse les dejaba en claro que estaban total y absolutamente jodidos el uno por el otro. 

–Creo que mi padre por fin encontró su muerte – le contó Baekhyun mientras apagaba su cigarrillo en la mesita de noche –. Siempre lo encontraba encerrado en ese lugar subterráneo, creo que ni el gobierno sabe que tiene todo un jodido edificio debajo de mi casa, pero revisé el lugar y no hay rastro de él y un amigo suyo me llamó diciendo que mejor dejara de buscar – sonrió de lado y besó a Chanyeol en los labios para contagiarse del sabor azucarado que tenía. 

–Ya puedo ver a mi padre saltar de alegría – comentó Chanyeol con una sonrisa burlona.

Baekhyun no había compartido tiempo de calidad con su padre hasta que empezó a interesarse en la química y la probable muerte de su padre le dolía, pero no para llorar por él y mucho menos para pedir por el alma del señor Byun, cuya inteligencia había sembrado demasiado dolor como para que Baekhyun considerara su supervivencia como una ventaja para la humanidad, por el otro lado, Baekhyun estaba demasiado centrado en consumir todo el tiempo de Chanyeol para alejarlo de su familia y tenerlo para él en todos los sentidos posibles. 

–Que no festeje mucho, de seguro mi amado padre le dejó muchos juguetes al gobierno – respondió con una sonrisa de resignación –. Desde que mi madre falleció él solo vivió para su trabajo y eso fue lo que lo mató, apuesto a que murió feliz. 

–¿La sigues extrañando? – preguntó Chanyeol bajo la mirada de Baekhyun quien se empezó a acomodar entre los brazos del más alto –. A tu madre digo, tu padre era una basura.

–La extraño, pero ya no con la misma intensidad que hace dos años. 

*

–Baek, Baek, Baek despierta. 

Baekhyun abrió los ojos de par en par y se levantó lo más rápido que pudo. 

–Dime que no voy tarde, solo dime eso – murmuró mientras corría por su ropa que ya estaba puesta al borde de su cama. Un traje negro, corbata negra, todo de luto perfecto por la muerte de sus colegas y amigos.

–Vas dos minutos tarde, Choi ya vino a regañarme pero no le hice mucho caso.

Chanyeol se estiró sobre la cama y totalmente relajado empezó a comentar sobre los planes que tenían para el siguiente golpe.

–Al menos dales momento a las familias para sepultar a sus muertos – dijo Baekhyun en un tono algo agrio para el gusto de su amante. 

–Estamos cerca de una rendición Baek. No pararemos hasta ver a cada uno de ellos muertos y tomar el poder. 

–Bajaré en la noche – le dijo Baekhyun acomodando su saco y saliendo de la habitación. 

*

El  humo salía de entre sus labios a medida que la música de fondo llenaba la habitación del motel. Su madre siempre le había dicho que podía fumar cuando ella muriese y Baekhyun, en su primera visita a la tumba de su madre, probó una nueva marca de cigarrillos. Siguió fumando por bastante tiempo hasta que la enfermedad de su padre también le restringió de fumar en casa o este empezaría a gritar como un loco por todos lados. A él apenas le tuvo consideración, pero luego de su desaparición Baekhyun regresó al habito con mucha más intensidad. 

–No me gusta que fumes – le dijo Chanyeol dejando de tocar la guitarra y así deteniendo el ritmo del tarareo que Baekhyun empezaba a adorar escuchar de él cada noche que se veían en pequeños moteles de mal gusto. 

El rubio apagó el cigarrillo contra el mueble de la cama y tiró la colilla al basurero. Sopló un poco de humo que quedaba entre sus labios y se encogió de hombros sin decir nada más para que Chanyeol volviera a tocar la guitarra y quizás cantarle un poco. Chanyeol le sonrió con una ternura tan abrumadora esa noche que Baekhyun tiró el paquete entero sin mirar dos veces.

*

–Chen – saludó Baekhyun a medida que entraba en la habitación y cerraba la puerta. 

Pocos entraban a aquel pequeño cuarto lleno de pantallas, cables y cosas extrañas cubiertas de más cables y botones de colores. Jongdae había pedido que no dijeran su nombre y en general no pedir su presencia en ninguna reunión que no fuera importante e íntima a menos que ya nunca más quisieran verle nuevamente, y todos obedecieron porque Chen era lo más cercano a dios dentro del lugar. Si algo sucedía, Chen ya lo sabía, y siempre se lo reportaba a Chanyeol o Baekhyun. Él era el encargado de la seguridad y espionaje de toda la organización que Chanyeol había fundado con la ayuda discreta de Baekhyun, quien también le había presentado a Jongdae para la ayuda de todo su plan. Eran unos pocos en un principio, ahora eran tantos que eran contados los que ingresaban a la especie de cuartel que Chanyeol había montado en el laboratorio del padre de Baekhyun.

–Byun, ¿tienes problemas domésticos? – preguntó mientras miraba una pantalla donde Baekhyun y Chanyeol discutían.

–Cambia eso – pidió Baekhyun con vergüenza cuando vio en la pantalla como él y Chanyeol ahora pasaban a quitarse la ropa y compartir besos. 

–Sabes, no todo en tu vida va a solucionarse con sexo Baekhyun. Él lo sabe y tú también. 

–No vine a hablar de eso ahora.

–Lo sé, viniste por un extra de información para tu discurso de mañana. Debo decirte que todos te aman desde que te vieron en el funeral dando ese discurso bajo la lluvia. Fue tan dramático y perfecto.

–Cumplí con lo que debía hacer, ahora dame lo que necesito. 

Chen asintió y busco algo pequeño entre sus bolsillos y se lo pasó a Baekhyun. 

–Ten cuidado Byun – le dijo Chen sosteniendo su mano antes de pasarle el aparto –. Antes que a Chanyeol siempre te tendré más lealtad a ti que a él – le dijo entre pequeños murmullos que de alguna forma helaron el alma de Baekhyun.

Chen lo sabía.

Oh, joder.

Le habían descubierto. 

*

Este  lugar es desconocido por todos. Mi padre hizo cosas que ni el gobierno aprobaría… hey, mírame Yeol, deja de llorar – Baekhyun limpió las lagrimas de Chanyeol con sus pulgares mientras el más alto mantenía la miraba baja. 

–¿No quedo nada? – preguntó por enésima vez. Durante todo el trayecto Baekhyun había temido por su vida y más cuando alguien que se suponía estaba muerto se hallaba escondido en la cajuela de su automóvil. Había agradecido a los cielos que esa noche hubieran tomado el auto de Baekhyun.

El rubio observó los ojos rojos e hinchados de Chanyeol mientras recordaba como la casa de los Park había ardido en llamas rojas y azules. Llamas azules. Baekhyun recordaba bien que una de las bombas de su padre era así, pero mantuvo silencio.

–No sobrevivió nadie y es lo único que deberías saber por ahora – Baekhyun tenía un mal presentimiento y ya no podía desperdiciar más tiempo –. Debo subir y saber cómo va todo sin llamar la atención. Por favor no salgas de acá Chanyeol, prométeme que no saldrás. 

–Sólo si tú me prometes que esto no se quedará así o yo mismo subiré y–

–¡¿Y qué?! – gritó Baekhyun yéndose hacia la salida –. Si te quieres morir te aconsejo que salgas de una vez, pero te vas por la puerta de atrás cabrón porque yo no seré asesinado como un jodido cerdo.

*

–Necesitamos un plan estratégico. En un principio planeamos que fuese Chanyeol quien tomara el poder del estado, pero viendo las acciones que tomaste creo que sería mejor si Baekhyun asume el cargo una vez que todo caiga. Él no ha sido enlazado con nada de lo que sucedió este último año y cuando se necesite a alguien a la cabeza Baekhyun recibirá el apoyo de todos – Sehun dio su propuesta de manera fría y clara antes de volver a sentarse y todos asintieron, inclusive Chanyeol. 

Nadie notó que Baekhyun había perdido todo el color de su rostro a excepción de Jongdae quien decidió hablar en contra.

–No me parece. Baekhyun se convertiría en el blanco de ataque de todos los demás partidos y si él muere – miró directo al rubio y luego a Chanyeol quien lucía bastante relajado –, todos nosotros nos quedaremos sin ojos ni oídos en el parlamento. Seré buen hacker, pero es Baekhyun quien ha estado filtrando documentación física y metiendo a mis dulces virus en todas las computadoras cuando cambian los sistemas y códigos cada mes. 

–Él entrará al poder cuando todo esto acabe, no hay necesidad de preocuparnos – dijo Chanyeol frunciendo el ceño.  

–Chanyeol ni siquiera he aceptado – pronunció Baekhyun con molestia –. Aún queda mucho por recorrer, y siendo honesto con todos ustedes, yo… – Chen negó levemente con la cabeza y Baekhyun reformuló dentro de su cabeza algún plan para salir intacto –. Yo asumiré el rol que me toque en el futuro, pero por ahora debemos enfocarnos en el siguiente movimiento, por favor. 

Las personas sobre la mesa asintieron no muy convencidos de sus palabras, se le notaba el nerviosismo, ya no irradiaba la misma confianza que en un principio. Los roles habían cambiado y ahora era Chanyeol el que tenía el control de la mesa y ya se empezaba a notar que Baekhyun no estaba tan dispuesto a todo por los objetivos de la organización. 

–El siguiente ataque deben ser las residencias del sur. Ahí entre las cuadras cinco y nueve viven todos los parlamentarios corruptos – señaló Chanyeol en el mapa de la ciudad anotando los puntos –. Hay bastante armamento y lo mejor sería hacerlo explotar de noche para que todos noten el fuego desde lejos.

–Todos esos bastardos arderán – alguien entusiasta en la mesa dijo, incluso Choi asintió con aprobación.

Baekhyun conocía hasta a los hijos de aquellas personas. Se preguntaba si así se vieron los asesinos de la familia de Chanyeol cuando decidieron convertir el hogar del pelinegro en cenizas. Todos en la mesa lucían tan indiferentes y felices con las perdidas humanas que Baekhyun se excusó y subió a prepararse para salir. 

*

Quiero  cambiar todo el sistema. Retirarlos a todos y detener las guerras internas que tenemos ya que nadie acepta a este gobierno y este gobierno hace desaparecer a quien no le acepte. Esto tiene que acabar Baek, ¿me ayudarás? Sabes que sin tu ayuda no llegaré ni a la esquina de este lugar sin recibir una bala entre ceja y ceja. 

Los últimos días habían pasado rápido, demasiado rápido, el gobierno le había dado las cenizas de su padre sin explicar mucho sobre las causas de su muerte, la casa de los Park se había desvanecido y ahora había un parque para niños y Chanyeol, bueno, Chanyeol pensaba en vengarse, huir del país, suicidarse, y muchas otras cosas que Baekhyun veía por las cámaras de seguridad.

–Te puedo ayudar con información de personas que piensan cómo tú. Muchos odiaban a mi padre casi tanto como el tuyo y créeme que ese viejo loco sabía quiénes le odiaban, excepto yo por supuesto.

 El más alto le sonrió y besó con intensidad. Baekhyun tenía ganas de hacerlo en el escritorio de su padre y llenar de sudor y semen sus preciados apuntes.

–Baek, yo necesito que te metas al parlamento por una temporada – le dijo Chanyeol jadeando en su oído.

–Solo por una temporada. Prométemelo.

–Lo prometo. 

*

Las manos de Chanyeol le sostenían con demasiada rudeza de sus caderas mientras le embestía de forma descontrolada. Baekhyun apoyó los codos cuando no pudo resistir más y comenzó a gemir más fuerte dejando a Chanyeol todo el trabajo mientras él solo disfrutaba el ser poseído. Sentía los labios de Chanyeol sobre su espalda, sus dientes marcando su hombro y esas manos gruesas y ásperas recorriendo su cintura con la misma rudeza con la que le embestía. 

–Joder, ¿quién es? – Chanyeol se detuvo y salió de la habitación de un momento a otro. 

Baekhyun no había escuchado que llamaran a la puerta, y solo se quedó tendido en su cama con las piernas abiertas y nada en la cabeza más que la idea de salir y fumar un cigarrillo. Le urgía salir y fumar no uno sino toda la cajetilla. Desde hacia años que no sentía tanta necesidad de la nicotina. 

–Por fin viniste. Chanyeol te ha estado vigilando durante semanas Byun, no sé qué planeas decirle, pero cuando descubra que tienes planes que no lo incluyen a él, ese maniático es capaz de prender en llamas toda la ciudad. 

–No lo descubrirá nunca – dijo Baekhyun jugando con uno de los aparatos de Chen. 

–Sí lo hará. Estuve borrando todo lo que me dijiste y legalizando tus cuentas fantasma. Estás limpio por ahora, pero esta mañana compraste un boleto con otro nombre. Te vieron las cámaras. 

Baekhyun dejó el juguete que Seulgi, la hermana de Jongdae, le había regalado a su hermano poco antes de ser asesinada con la misma crueldad que Chanyeol y su jodida organización hacían ahora. Había tanta sangre de inocentes manchado sus manos que ya no podía soportarlo más. 

–¿Lo borraste? – enarcó una ceja con el semblante tranquilo. 

–En ese mismo instante – dijo con obviedad mirando el último buen recuerdo de su adorada hermana. La extrañaba tanto que a veces lloraba por ella, Baekhyun lo sabía, Jongdae ya no tenía a nadie a quien amar en el mundo.

–Gracias Jongdae. Quizás la culpa más grande que cargue siempre será esta. 

–¿A qué te refieres? ¿es sobre esa arma que escondes en tu espalda? 

–Precisamente. 

–Entiendo. 

–Salúdame a Minseok y a Seulgi cuando los veas – dijo Baekhyun sacando el arma ya cargada y jalando del gatillo antes de que Jongdae pudiera decir algo. Era mejor así. No tener palabras finales que pudieran atormentarle. 

Baekhyun salió de la habitación guardando el arma en su saco, miró el cuerpo tendido de Jongdae admirando lo bien que se veía la pequeña bomba que puso sobre el pecho de su mejor amigo. Cerró la puerta y siguió su camino con calma. Nadie entraba donde estaba Jongdae, apenas pasaba una persona que no fuera de extrema confianza y Chanyeol había salido temprano, bajo la custodia de Choi, a otra base en el centro de la ciudad para planear con los demás grupos el siguiente paso de su plan. 

Al entrar a su habitación Baekhyun tomó su maletín de negocios repleto del dinero que pudo robar en los últimos días, salió de su casa y sin mirar hacia atrás caminó por las calles hacia las afueras de las puertas de seguridad donde tomó un taxi con dirección hacia la estación. Antes de subir al tren se metió en el baño y con un tinte previamente adquirido se tiñó de negro el cabello, se quitó el saco con el arma dentro y lo dejó dentro de su maletín que enterraría o tiraría al río en las siguientes paradas que le quedaban. Se colocó unos lentes de pasta negra y una chaqueta vieja que no usaba desde que terminó la universidad junto con unos jeans azules y una gorra. Sacó el dinero para colocarlo en una mochila de viaje junto con el maletín y salió del baño.

Un hombre se paró a su lado mientras esperaban el tren, el sujeto sacó una cajetilla.

–Disculpa, no está permitido fumar en la estación – dijo Baekhyun sonriéndole al hombre de mediana edad, lucía como cualquier joven que se iba de viaje por el país, atractivo y lleno de curiosidad por ver el mundo –. Además, fumar sólo te hace daño.

 

 

Notas finales:

Notas finales:

–Seulgi estaba en contra del gobierno. Ella junto a Minseok protestaban junto con otras personas y fueron asesinados uno a uno de manera misteriosa.

–Jongdae y Minseok eran pareja. 

–Luego de la muerte de ambos, Jongdae cobró venganza ayudando a Baekhyun y Chanyeol, pero también estaba en contra del asesinato de inocentes. 

–Baekhyun notó que estaba entrando en un círculo vicioso, que la paz que todos prometían no existía y por eso decidió huir, aunque tuviera que renunciar a sus principios y matar a la única persona que no merecía morir para tapar sus secretos.

–Baek empezó a resentir a Chanyeol porque le recordaba a su padre loco con su obsesión por el trabajo y eso también contribuyó para su huida. 

Al final de esta historia, a mi parecer, ninguno gana. Quizá Baek, sólo quizá. 

Planeaba este fic como algo enorme e interesante con acción, sexo y misterio, pero soy demasiado floja y mi inspiración dura dos minutos al mes entonces preferí algo corto y sencillo y por cierto esta historia la tengo terminada desde el… 2017 ¿? Lol. Espero lo hayan disfrutado! 

Adiós~ 

Déjenme amor en los comentarios :'v aunque dudo que pase :v 

  

Ah sí, Baek tenía una novia. Terminó con ella luego de la muerte de los padres de yeol. Fin.

 


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