La rivalidad entre Benji Price y Steve Atom inició cuando tenían 10 e iban en 4to grado de primaria.
Si bien desde que nacieron (gracias a la amistad de sus padres), se conocían. Poco a poco y con el tiempo empezaron a compartir cosas; como los buenos amigos que eran, hacían las cosas juntos y tenían casi los mismos gustos, jugaban juntos, compartían su eterna pasión por el fútbol, en fin. Eran inseparables. Hasta tuvieron hermanos al mismo tiempo, y ellos también se llevaron bien, incluso mejor que ellos, eran como mitades perfectas, hasta desarrollaron un amor incondicional al fútbol.
Pero todo cambio cuando Benji y Steve decidieron entrar al equipo de fútbol de su respectiva escuela.
Se alegraron de saber que cada uno había quedado en su equipo, Benji cómo guardameta y Steve como goleador. Poco sabían que el destino tarde o temprano los enfrentaría.
Y sucedió cuando llegó el torneo de las escuelas rivales, el Nankatsu vs el Shutetsu. Steve representaba orgulloso a su escuela, el Nankatsu, mientras que Benji lo hacía con el Shutetsu. El partido inicio y los dos mostraron sus destrezas. Desde las gradas, los pequeños Tom y Oliver veían todo con emoción.
Después del segundo tiempo las cosas cambiaron, Steve se esforzaba más en meterle un gol a Benji, este no lo permitía. La presión de cada uno por querer ganar la victoria de su equipo era bastante. El marcador seguía cero a cero, fueron muchos los intentos de gol. Para ese punto Steve ya estaba desesperado que intentó muchas veces meter un gol con su fuerza bruta.
Sus hermanitos en las gradas los animaban con toda su fuerza, claro; cada uno a su hermano.
En una jugada desesperada, Benji envió el balón cerca de la portería del Nankatsu, sus compañeros hacían de todo para meter un gol. Entonces el decidió dejar su portería y correr hacia el otro extremo para ayudar a sus amigos. Steve vio su jugada y lo siguió intentando detenerlo, sin embargo, no lo logró. No pudo hacer nada para detener el gol que Benji había metido. El árbitro sonó su silbato señalando el final del partido. 1-0 a favor del Shutetsu.
- ¡Eso es Benji, eres el número uno! - gritó Tom, celebrando el esfuerzo de su hermano mayor. - Lo lograste, eres invencible.
- ¡Deja de celebrarlo! Él es malo. - Oliver veía con cara de furia a Tom, este al notar su mirada dejó de gritar por Benji.
- ¿Qué dices?
- Qué Benji es malo, hizo llorar a Steve, mira.
Tom miró a la cancha, justo a tiempo cuando Steve se levantaba del pasto. Vio cómo se acercó decidido donde estaba Benji, y lo empujó. En instantes la pelea se armó.
- Tú hermano es un mal perdedor y un bruto, empujó a Benji.
- Fue porque lo hizo llorar, nadie hace que mi hermano lloré. - contesto a la defensiva Oliver.
- Tú hermano es un mal perdedor. Y no debía empujar a mi hermano. -defendió Tom.
Mientras tanto en la cancha los entrenadores separaron a los niños que ya se estaban revolcando en el suelo.
- Eres un mal perdedor Steve Atom, y ya no quiero ser tu amigo.
- Yo no quiero ser amigo de un tramposo como tú.
- Te hace falta saber mucho de fútbol, tonto. Por eso perdiste este partido; porque no sabes nada del deporte.
- Eres un tonto Price, a partir de ahora ya no somos amigos.
- Bien.
Después de unos momentos, los entrenadores al ver que ya no peleaban los dejaron ir. Ambos tomaron sus cosas y se fueron a las gradas por sus hermanos.
Oliver y Tom al final dejaron de lado su discusión cuando la madre de Oliver se les acercó y los convenció de que su pelea era tonta. No obstante, cuando Benji y Steve llegaron con ellos las cosas cambiaron.
- Agarra tus cosas Tom, es hora de irnos a casa, el chofer nos espera.
- Si hermano.
- Oliver, mamá, vámonos. Quiero irme a casa ya. - Steve se mostraba molesto y decidido.
- Ya vamos, ven Oliver. - Dijo su madre.
Oliver se iba a despedir de Tom con un abrazo, pero Steve lo detuvo con su mano. Cosa que Benji notó.
- Dije vámonos Oliver. No tienes nada que hablar con el hermano de un tramposo.
- ¿Qué? - Oliver estaba confundido.
- No metas a mi hermano en esto, Steve. - contesto a la defensiva Benji.
- No quiero que mi hermano se junte con alguien que puede ser un potencial tramposo.
- ¡Cuida tus palabras! Es mi hermano del que hablas, tonto.
- Niños, ya basta. Steve, pídele una disculpa a Benji.
- Nunca, él es un tramposo y no quiero que Oliver se lleve con el hermano de un tramposo.
- Steve, hijo. Ustedes son amigos.
- Éramos, yo ya no me junto con personas embusteras. Y Oliver tampoco.
- Hermano, Tom es mi amigo.
- Pues ya no Oliver.
- ¡Bien! Mi hermano y yo nunca jamás nos llevaremos con ustedes. Vámonos Tom, no quiero verte cerca de ninguno de ellos.
- Benji, no. Oliver es mi amigo.
- Ya te dije que nos vamos.
Benji jalo del brazo a Tom, él y Oliver se miraron una última vez antes de que Tom fuera llevado a rastras.
En su auto, Benji miraba serio a Tom, este le devolvía una mirada de enojo.
- ¡No puedes separarme de Oliver, él es mi amigo!
- No te juntaras con personas que creen que somos malos. Vi que tú igual te peleaste con Oliver en las gradas. No puedes mentirme.
- Pero él y yo lo solucionamos.
- No me importa. Tú y él no volverán a hablar. He dicho. Yo soy tu hermano mayor y se lo que te conviene.
Después de eso no volvieron a hablar del tema y el viaje continuo en silencio. Algo similar sucedió con Steve y Oliver. Cuando llegaron a su casa, su madre los dejo para prepararles el almuerzo. Apenas ella salió de la sala, Oliver fue atacado por su hermano.
- Es enserio lo que te dije, no quiero verte cerca de ese niño.
- ¿Por qué? Los problemas son entre Benji y tú.
- Él es su hermano, puede ser igual o peor que él. No quiero que este cerca de ti.
- Steve, escúchame.
- No, tu escúchame a mí. Yo soy tu hermano mayor, se lo que te conviene y lo que no. Sé que él es malo para ti así que no volverás a hablarle. Yo mismo me encargaré de que cumplas con lo que digo.
- Pero Steve.
- Fin de la discusión.
Semanas después del incidente, sus padres intentaron arreglarlo. Cada quien hablo con sus hijos mayores, pero estos eran necios. Después intentaron tener más actividades juntos, como fiestas, días de campo o de playa; pero ninguno de sus hijos iba y si lo hacían cada quien se mantenía en su lado.
Por otro lado, Steve y Benji cumplieron con su promesa. Ninguno había permitido que sus hermanos se volvieran a hablar.
Steve siempre regañaba a Oliver si se acercaba o hablaba a Tom. Él era muy rudo y creía que con regaños y reglas Oliver entendería.
Benji, por otro lado, trataba que Tom se llevará con otros niños, o lo acompañaba para que Oliver no se le acercara. Sus padres dejaron de insistir con el problema, pues pensaban que algún día podrían llegar a los golpes; era mejor que estén distanciados.
Con unas semanas de esfuerzo y dedicación Benji logró su cometido. Durante las vacaciones de primavera cuando él iba a pasar a 5to grado y Oliver a 3ro, Tom empezó a llevarse con otro niño; Armand Callahan, de la misma edad que Tom, y un poco más alto; pero no se notaba la diferencia. Era el hijo de uno de los amigos y socios de sus padres, jugaban fútbol entre ellos, claro no eran una buena pareja como lo eran Oliver y Tom pero lo hacían bien.
Como un regalo caído del cielo le llegó la noticia a Steve, los vio jugando muy animadamente en el parque, debía aprovechar muy bien ese acontecimiento, Oliver aún insistía en que él y Tom eran buenos amigos y que no importaba la enemistad de sus hermanos, ellos seguirían. Pero con esta noticia, cerraría esos pensamientos. Corrió rápido a su casa para darle la "buena" noticia a su hermano.
- Oliver, hermano.
- ¿Qué quieres Steve? - respondió Oliver mientras jugaba con su balón.
- Sólo quería decirte que por tu bien, olvida que Tom es tu mejor amigo...
- ¡Ya basta! Él y yo no tenemos problemas, son sólo Benji y tú...
- Él tiene un nuevo mejor amigo.
- ¿Qué? - la noticia lo tomo por sorpresa. - Me estás mintiendo.
- Claro que no, ¿Por qué no vas al parque y lo compruebas?
La duda entro en Oliver, reconocía que Tom y él no se habían hablado en mucho tiempo, ni un día de vacaciones habían pasado juntos. Ese tiempo pudo servirle a Tom para encontrar otro amigo... Oliver dejó olvidado el balón y fue corriendo al parque.
Lo que vio lo dejo destrozado, Tom estaba jugando fútbol con alguien más, y estaban practicando el pase que habían ideado juntos. Y lo que le dolió más, Tom sonreía a otro, reía con otro, alguien más que no era él. El coraje le nublo sus pensamientos y enojado se acercó a la parejita que jugaba.
Tom lo vio acercarse, tenían semanas sin verse o hablarse. Era maravillosos verlo sin que sus hermanos se interpongan. Alegre y con el corazón latiendo desenfrenado de felicidad se aproximó a su encuentro, dejando un poco olvidado a Armand.
- Oliver, amigo. - Tom lo abrazo, pero Oliver lo apartó bruscamente. - ¿Qué?
- Ya no soy tu amigo.
- ¿Por qué dices eso?
- Porque sí, porque tienes un nuevo amigo, porque mi hermano tenía razón. Eres un embustero, ¡Eres peor que tu hermano!
- ¡Ya basta Oliver! No hablas así de Benji, tú y yo somos amigos.
Otra vez Tom intentó abrazarlo, pero Oliver está vez lo empujó, haciendo que cayera sentado en el suelo. Armand se apresuró a levantar a Tom, no sin antes intervenir.
- ¿Qué te pasa, tarado?
- No te metas en lo que no te incumbe, tonto.
- Me meto porque al que acabas de tirar es mi amigo. Y no tenías ni un derecho de tirarlo.
- ¡Vaya! Que valiente resultó tu nuevo mejor amigo Tom, que rápido me cambiaste, bueno; que te aproveche.
- Vete y déjanos en paz.
Tom veía la pelea, aún no entendía porque Oliver lo trato así, pero si entendió que ya no serían más amigos. Benji tenía razón, no debía de juntarse con personas que lo consideraban malo. La pelea entre Armand y Oliver estaba a punto de llegar a los golpes, era mejor intervenir.
- Armand, vámonos. - Dijo poniendo una mano en el hombro de su amigo. - No pelees, no vale la pena.
- Pero Tom. Él te empujó y te está insultando.
- No importa, el ya no es mi amigo, así que ya no importa. Vamos, ya jugamos mucho por hoy.
Armand le dedicó otra mirada de odio a Oliver para después seguir a Tom.
Por otro lado, Atom los veía irse, aún sentía enojo por la traición de su amigo. Cuando los dos ya no estaban a la vista Oliver se fue a su casa.
Esa noche cada niño fue consolado por sus hermanos mayores, la pérdida de su mejor amigo fue devastadora. Tanto Benji como Steve se sentían raros. Por un lado, se alegraron de que al fin no se llevarían, pero por el otro les causaba un gran malestar ver llorar a sus hermanos.
Pero todo lo hacían por su bien, eran sus hermanos mayores y sabían lo que les convenía.