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Dulce Amargo por FrankiMehi

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Llegaba tarde. Estaba tarde. Pensaba Zailor mientras corría por todo el área verde del campus como forma de atajo para llegar más rápido. Se reprendió mentalmente haberse quedado hasta tarde leyendo pero es que  una vez comienza algo tiene que terminarlo aunque eso traiga como consecuencia el llegar tarde a clase, enfrentarse a la vergüenza de que todo el mundo le mire y por si fuera poco enfrentar también uno de los profesores más temido de toda la facultad de medicina. No ayudaba que el edificio quedara casi al final de campus cerca del estadio de futbol. Otra vez no me pasa - piensa - y entra al edificio pintado de color gris sostenidos por múltiples columnas, sube al segundo piso y llega al aula 213. Se detiene un momento para respirar y secarse el sudor que le corría por sus sienes y llegaba hasta su espalda llena de pecas al igual que su cara, se miró así mismo dando un vistazo a su vestimenta que no era más que unos jeans azules, un tshirt de color gris con una estrella blanca en el centro y finalmente sus inolvidables converse negros. No poseía gran estilo, lo aceptaba. Tras un suspiro, abre la puerta, lo primero que sus ojos observan es la enorme pantalla en la parte frontal de salón y casi ocupando la pared en su totalidad  un vídeo que esta en pausa, ve alrededor y siente alivio al ver que el profesor no está, con el corazón más tranquilo se dirige a la parte trasera del salón para sentarse en su lugar habitual junto a su amigo.

-Amigo, te haz salvado por los pelos, ahora mismo el profe se ha ido para coger una llamada de emergencia- informa el chico de ojos y pelo igual de oscuros y sonrisa bonita de nombre Diego.

El pelirrubio asiente mientras se acomoda en la butaca.

-¡Gracias al cielo! Ese hombre es un ogro- contesta.

-Oh, vamos no están malo- dice irónico - Su apodo lo dice todo, Junior Cruel.

- Mira como rio. Bueno y ¿Que es ese video que está en la pantalla?- pregunta el rubio al tanto que extrae su cuaderno de su mochila para comenzar a tomar apuntes.

-Es sobre el tema que toca hoy, al parecer hoy si va dar su clase y no preguntar tanto-

-Mejor para nosotros-

En ese momento se escucha la puerta abrirse y entra el ya mencionado profesor de aspecto serio pero sin restarle su atractivo que le confiere sus ojos verdes, cabellera castaña y figura delicada que puede atemorizar a toda una legión de estudiantes. Se acerca a su escritorio y le da clic a la tecla de reproducir y comienza su clase.

Después de tres horas interminables, la clase da conclusión. Todos se paran apresurados para salir del salón e ir a comer para saciar el hambre que la clase impartida y la hora ocasionan. El pelirrubio y su amigo hacen lo mismo. Ya en la cafetería, que está abarrotada de estudiantes de todas la carreras se ponen de acuerdo para que Diego vaya a comprar lo que sean que van a comer y él para ver si encuentra una mesa disponible para sus otros amigos que no han salido de clase.

-Entonces, ¿Qué te pido? - pregunta Diego una vez se pusieron de acuerdo.

- Cómprame una hamburguesa con extra queso y sin cebolla y un jugo de cereza- responde mientras le da el dinero y observan por toda la cafetería si hay una mesa disponible. Finalmente logra ver una disponible cerca de la puerta trasera y se dirige hacia allá, se sienta y saca su celular para distraerse un poco. No quiere pensar en él ni en sus palabras ni en nada que tenga que ver con él. Se coloca los audífonos, selecciona un  álbum con recopilaciones de sus canciones favoritas de Linkin Park, sube el volumen y cierra sus ojos.

'Amaba a ese hombre, pensaba mientras le observaba recostado en su pecho con la respiración un poco agitada propia del acto sexual hace poco ocurrido. Amaba su cuerpo cálido, alto, color chocolate oscuro, sus brazos fuertes, sus manos grandes y callosas, amaba su pelo oscuro y crespo  y sus ojos negros como la más oscuras de las noches, pero por sobre todo amaba y deseaba su boca grande, carnosa, sedosa... hermosa. Amaba su personalidad fuerte, dominante, orgullosa e indiferente. Lo amaba, eso lo sabia y ese sentimiento inconfundible es y será la mayor causa de sufrimiento y desolación pero estaba conforme con eso y de alguna manera resignado. El sabía lo que implicaba y no le importó al involucrarse en ese juego que al principio fue excitante y placentero pero ahora era... era extenuante y doloroso y triste y a veces también rabioso y repróchante ... lleno de lágrimas de felicidad y tristeza.

-Estas callado, ¿En que piensas? - pregunta mientras acaricia su suave y pecosa espalda pálida como la leche.

-En nada- responde e intenta sonreír pero no puede. Deshace el abrazo y se acuesta a su lado mirando hacia el blanco techo de su cuarto. Él le mira con incredulidad, por supuesto que el sabe lo que estaba pensado. El rubio nunca ha representado un problema en el contexto de leerlo y por supuesto sabe cual es el mayor problema aquí. Pero se muestra indiferente y hace la vista gorda como siempre.

-Esta bien, al parecer no estas de humor hoy- se levanta de la cama para buscar sus ropas que están desparramadas por todo el cuarto y ponérselas. Tiene un compromiso esta noche y no puede faltar. Zailor le ve mientras se cambia y enrojece un poco a ver el cuerpo tonificado del hombre.

-Haz lo que quieras- habla con aparente indiferencia a verle cambiarse para marcharse - Total ya conseguiste lo que querías- afirma con voz ácida e intenta caminar hacia el baño pero el mayor se lo impide sujetándolo en sus brazos - ¡Suéltame! - forcejea y grita pero el mayor le sujeta más fuerte y acerca su cuerpo mas al suyo haciendo que se note más la diferencias de altura y complexión que existe entre ellos. Precisamente eso era una de las cosas que más le gustaba del rubio, el poder manejarlo a su antojo físicamente y también su apariencia angélicar que aparentaba por su pelo rubio y ojos azules aunque la realidad fuese otra -Deja de hacer berrinches- le intuye con voz calmada y grave. El más bajo suspira y se relaja para que finalmente el mayor pueda soltarlo.

- Haz estado raro estos días, y no se porqué- afirma el mayor.

El rubio sonríe - Estas imaginando cosas, señor Laconme. Estoy bien- contesta. Por supuesto estoy bien viendo a al hombre que amo irse con otra después de usarme- Mejor vete con mi querida hermana, tu amada esposa a celebrar su flamante aniversario de su muy feliz matrimonio- dice lo más sarcástico posible y finalmente camina hacia baño- Ah! Y me saludas a mi familia por fis. Cierra después de irte- y cierra la puerta.
Entra a la regadera, abre la llave a toda su capacidad y llora por lo que queda de noche.

Zailor se sobresalta al sentir que alguien le jala el pelo y sale de su letargo y ve que es su amigo pelirrojo de ojos avellana y baja estatura y su pareja, Andrés, un chico alto y de pelo negro y atrayentes ojos pardos.

-¡Joder, Eliazar! Me dolió- exclamó.

-Pues hasta que te das cuenta. Llevamos como quince minutos aquí y ni cuenta te diste estabas como ido - reclama al tanto que tomaba asiento, en ese preciso momento llega Diego con la bandeja del almuerzo y la coloca sobre la mesa - ¿Estas bien? Te he notado raro estoy días.

-Cierto- secunda Diego - Mira esas ojeras que tiene - señala.

- Encontré un libro muy bueno y ya sabe como soy, no he descansado hasta leerlo completo además se acercan los exámenes y he querido adelantar.

- ¿Seguro que es eso? - sus amigo le miran fijamente, ellos saben de su intermitente relación con aquel hombre. El asiente y con eso todos se dedican a comer para después volver a sus respectivas clases.

Después de pasar el resto de la tarde en clase, finalmente se dirige a casa junto sus amigos en el auto de Andrés que amablemente se ofreció a llevarlos a todos por el día de hoy. Se encontraban hablando entusiasmados acerca del fin de semana próximo y los planes en conjunto que deberían hacer.

-Oigan chicos, tengo entradas v para la inauguración de una discoteca en el centro que según escuchado va estar buena.

-¿No será una de esas guarras a la que vas con Andrés?- pregunta Diego con una sonrisa maliciosa, Eliazar se sonroja de inmediato y Andrés de ríe escandalosamente .

-¡Oye! No son guarras mojigato- afirma - ¿Qué dicen?¿Vamos?.

- Yo estoy dispuesto- confirma Diego, mira a Zailor interrogante.

- Yo también, necesito despejarme un poco- Eliazar lanza un grito - Oigan, ¿Han visto Amina? No la vi en todo el día- todos niegan.

-Estoy seguro que se quedo por ahí con algún ligue- afirma Andrés y todos asiente.

Una vez pasado par de minutos en carretera finalmente llega al complejo de departamentos donde vive Zailor, se despide de sus amigos y entra a edificio moderno de diez plantas, sube al ascensor y presiona la tecla número seis que donde esta su apartamento, una vez llega al piso sale del ascensor y camina a las puerta de numero seiscientos dos, saca las llaves de su mochila quita el seguro y entra.
Todo esta oscuro al entrar pero no le incomoda ya esta acostumbrado por lo que deja sus llaves en recipiente circular cristalino en el recibidor y camina directamente a la espaciosa sala ocupada unos muebles en forma de ele de color beige, junto a una pequeña mesa de color marrón y enorme pantalla plana. Enciende el interruptor después va a la cocina coge el teléfono y llama para pedir comida china una vez realizada la llamada se dirige a su cuarto se quita la ropa y entra al baño a bañarse.


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