Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nunca fuiste mío por jashinista

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Es inevitable hacer de esta pareja si formarlo como un Omegaverser.

Narración en primera persona, todo del punto de vista de Tony.

Basado en la serie de Avanger Era de Ultron, o no recuerdo el nombre

Notas del capitulo:

Violacion no grafica.

 

S.H.I.E.L.D te habían encontrado en el hielo, enterrado en una tumba helada pero milagrosamente vivo, contaron que despertaste muy tenso mirando a todos lados buscando algo o a alguien, saliste corriendo a la calle; todo cambio a tu alrededor pero supiste como controlar ese impulso de miedo y confusión.

Lentamente comenzaste a adaptarte teniendo como fuente las experiencias del pasado que formaron tus valores que aunque no quisieras lo hacías y una de ellas era bajar la mirada cuando me hablas ¿De verdad lo haces por respetó o simplemente por qué no me querías ver? 

Bromeaba contigo y no te tomaba enserio pero parecía no importarte, lentamente tu manera de ser hacia mí fue cambiando a una más atenta y cariñosa, eso después de que te perdimos por primera vez, te encontramos completamente herido, más tú te negaste a recibir ayuda de los médicos. Muchos creyeron que era por el acontecimiento que te marco de joven, siendo un hospital el principal protagonista de la muerte de tu madre.

Regresaste buscando protección que encontraste en mis brazos, si, al principio te rechazaba pero lentamente fui acostumbrándome a no sólo tenerte a mi lado sino también en mi casa. Con cuartos separados que de vez en cuando decidas visitarme para calamar el calor de tu cuerpo con mis mano, limitándome a un masaje a tu pene y un par de dedos en tu suave y caliente recto que succionaba mis dedos de una manera enloquecida pidiendo algo que lo satisfaga de verdad.

Cómo olvidar la noche en que cada vez te acercabas más a mí hasta que me acorralabas, no tuve opción más que frotarme  contra tu entrada, mis pantalones se sentían explotar pero no saque mi paquete de su envoltorio por el respeto que pensabas no tenía.

De repente, meses después comenzaste a lactar, después claro de encontrarte en el rincón de tu cuarto gravemente herido, diciéndome que había perdido la cabeza y había usado uno de mis trajes para someterte, violarte, embarazándote, apague a JARVIS para que no pudiera ayudarte. En ese mismo rincón te tome hasta que te desmayaste, me costaba creerlo pero tú estado y tú vientre ahora abultado lo comprobaba.

Para compensarte te compre nueva ropa, ropa para nuestro futuro hijo y un lugar estable en donde vivir fuera de los vengadores. Pese a lo que te hice parecía que todo estaba normal, no temías, no había rencor, incluso parecías feliz al estar a mi lado, en hablarme en como jugarías con nuestro hijo, como lo llamarías y a que escuela iría; estabas feliz ¿Por qué? Lo que te hice, ni siquiera eras mío y reclamé algo que no me pertenecía pero parecía no afectarte en lo más mínimo.

Aun así, aunque me perdonaste yo no pude estar tranquilo con eso, me reprochaba, me alejaba y te dejaba solo en casa; pensé que te estaba haciendo bien pero en realidad, cada vez que regresaba: tú estabas muy asustado, corrías a mis brazos y pese a la notoria diferencia de físico  aun así te veías tan débil, todo un Omega, ignore ese pequeño detalle creyendo que quizás eran las hormonas de tu embarazo.

Pasando los meses y ya cuando nuestro hijo estaba más formado hice una cita para ti, un eco, podríamos ver al fruto de nuestra unión forzada, nunca había pensado en nada más, que ese niño era tan sólo un lazo que te ataba a mí pero aunque mucho te insistía tú lo negabas y me decías que jamás volviera a decir eso, por mucho que no lo mencionará aún lo pensaba.

Muchas noches en vela mientras tomaba, después de que me asegurará que estabas dormido yo me levantaba y me emborrachaba por la culpa que tenía ante eso que te pasaba, sabía que en el fondo te estaba obligando a tener una vida a mi lado.

Nació nuestro hijo, una hermosa pequeña morena de ojos azules y cabello del mismo color que el mío, por primera vez escuché tus bromas, en cómo me dijiste que le había arruinado la vida por hacer que se pareciera a mí, nada más  rogabas por qué no hubiese heredado mi arrogancia, sí que fuiste cruel con tus palabras pero justo.

A media que pasaban los meses tuvimos que dejarla en cuidado de una niñera, cada mañana te despedías casi diez veces de ella mientras hacías la promesa de volver, me sorprende como eras con ella una persona y en las misiones otra. Claro que cada vez que nos enfrentamos a la camarilla tomabas una actitud aún más pacifista, evitaba enfrentarte a tu rival y cada que lo hacías te daba una paliza que te dejaba herido por varios días, no lograba entender el porqué de tu ineptitud a con el cráneo rojo.

Fui un siego, un estúpido que no pudo identificar entre el dominio de una Alfa a su Omega, si lo hubiera visto no estaríamos en esta situación, no estarías en peligro, ni tú ni mi hija. Nuestra relación, las palabras de amor, tan solo eran mentiras, ahora me mirabas hacia abajo junto a tu pareja, el líder de Haidra.

—Oh Tony ¿De verdad creíste que alguien como el a sus años aún no poseía una pareja?—sus  palabras eran crueles como cualquier dictador.

Entre tus manos se encontraba la vida de mi pequeña, de tu hija, a pesar que no fue mía, que el día en que me juraste que abuse de ti en realidad había sido él. Me usaste para llegar a mi tecnología ganándote mi confianza pero yo te conozco mejor que nadie, en tus ojos se vía el sufrimiento, te duele, te duele estar unido a él.

—Deshazte de ellos — te ordenó el cráneo rojo mientras colocaba sus manos en su espalda y caminaba sobre la plataforma a unos metros arriba de mí.

— Pero... Es... — lo cuestionaste, él te miró seriamente, tan sólo te basto aquello para acercarte más a la orilla ¿De verdad lo vas a hacer?

—Yo quiero un ejército, un ejército perfecto con mis genes y los tuyos ¿Te pedí una niña? No, así que lo que no sirve simplemente tenemos que deshacernos de él, todos son simples peones y ella ya cumplió su parte, traer a Tony hacia acá y guiarlo a su muerte.

No tenía propulsores y era una caída alta hacia el vacío.

—Roger, no lo hagas — no me dio tiempo a reaccionar cuando la soltaste, ella lloraba y sin dudarlo me lancé para atraparla ¿Qué pasó con el futuro que tendría? ¿Con la fiesta de cumpleaños que le haríamos?  ¿No importó nada para ti? Fue tan sólo una farsa. 

Cuando la sujete estábamos a un par de metros del suelo, la abrace y cerré los ojos mientras en fuerte golpe dañaba la espalda de mi armadura, me dolió tanto que escupí sangre de mi boca en el proceso pero al menos mi hija... Mi pequeña estaba bien.

Los soldados y Steve habían huido, su idea era hacer explotar su cuartel haciendo que la nieve con los años lo sepultara, logramos escapar tan solo me encontraba con mi hija en brazos mirandó como el Jet de Red Skoll se marchaba junto con el cap. Mi pequeña, con los ojos llorosos me observaba y miraba la nave que se alejaba, como si en realidad también sintiera que en esa nave estaba su madre.

—J.A.R.V.I.S, ven por nosotros...

No pude aceptarlo, tenía que tener una explicación, sabía que el cap no era malo... Al final toda mi teoría era cierta, Skoll tan solo lo utilizaba como incubadora humana, tomando ADN de enemigos poderosos para que al final pudiera formar sus súper soldados, perfectos y leales, un ejército nacido de las entrañas del soldado perfecto. Reuniendo ADN de Drácula, del señor de las aguas incluso de Gotmor, un plan retorcido pero eficaz al parecer.

Pasaron años antes de combatirlos nuevamente, cuando lo vi de nuevo ya no eras tú, si no la madre de un ejército entero, habían experimentado contigo llevando tu cuerpo al límite, me ordenaste que te matará no sin antes declarar que de todas las personas que fingió querer yo era el único quien por su corazón daría su vida.

Tomaste mi mano y con una sonrisa la colocaste en tú pecho

—Es hora de cumplirlo, yo daría mi vida por ti... Solo quiero saber cómo está — sin demorarme le mostré un holograma de nuestra hija, tú hija — sabía que sería hermosa —me habló mientras miraba al techo y cerraba los ojos, yo me animé a besarlo pero al momento en que toque tus labios dispare mi cañón de plasma, cuando me separé de ellos Roger estaba muerto, sé que no fue su culpa, nunca le guarde rencor y fue algo que por desgracia, nunca le dije y ahora lo tenía sin vida en frente de mí. Al menos ahora era libre, quizás su cuerpo no me pertenecía pero su corazón siempre fue mío.

—Te amo Steven... Aunque nunca fuiste mío....

Fin

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).