Ha pasado un tiempo, bueno son ya más de 5 años desde que todo estaba en un caos, no más guerras, no más secuestros o atentados contra el suantario y realmente estoy muy feliz que todo esté en una agradable tranquilidad, una que es más que dichosa. Tengo 19 años, sé que todavía estoy joven pero siendo realistas he vivido más que cualquier otro chico de mi edad, no me quejo pues lo pasado se quedará en eso y formará parte de mí y de lo que soy. En estos momentos soy muy feliz, hace poco termine mis estudios de secundario lo cual estoy feliz ¿qué por qué no continuo¬ estudiando?...
¡Sencillo!
Les comentaré, hace cuatro años desde que Hyoga y yo estamos juntos no pensé que realmente terminaríamos juntos pero aquí estamos. Tal vez esa historia se las platique en otro momento, porque si es un poco larga y me tardaría horas en poder terminarla. La cuestión es que dentro de poco, a ver déjenme aclararme un poco la garganta, Hyoga y yo… ¡Seremos padres!
Dentro de muy pronto veremos a nuestros bebés, sí, he dicho bebés porque serán gemelos dos hermosos y saludable niños, los cual me tiene más que emocionado y no se diga del otro padre, no me deja respirar que si Shun ya comiste, que si necesitas ir al hospital, que si te duele nada, que si estás cómodo, no prefieres descansar, que si esto que si el otro. En fin digamos que con sus nervios no me deja estar tranquilo aunque debo admitir que es muy lindo y tierno que se preocupe así por mí, ejem, perdón, nosotros.
Los chicos se tomaron la noticia muy bien, Seiya dijo que estaba muy contento por nosotros, Shiryu que ya lo veía venir e Ikki, pues mi hermano trato de matar a Hyoga los primeros tres meses, sé que a sus ojos seguiré siendo su pequeño hermano y nunca dejare de serlo además lo quiero demasiado como para perderlo, así que después de una plática corazón a corazón, muy forzada por su parte logró entender un poco la situación y no mató a Hyoga, aunque sólo para no dejarme solo con dos criaturas que mantener; las cuales ansío tanto conocer.
Quién lo diría yo Shun caballero de Andrómeda, discípulo de Shaka y heredero de la armadura dorada de Virgo, esté sentado en un sofá en la sala de estar, en pijama, viendo una película en la televisión, comiendo nieve con mucha salsa de soya y gomitas de sabores y con una panza de nueve meses de embarazo completamente solo.
¡Auch!
Unas cuantas pataditas en mis riñones y otra en mi vejiga cortesía de mis hijos me hacen notar que no estoy completamente solo, aunque tal vez no lo esté tanto, ya que el pronto a ser padre de mis hijos está en la segunda planta haciendo quién sabe qué de la oficina de Saori a petición de ella.
¡Auch!
Otras cuantas patadas y ya me convencieron que tengo que levántame al baño antes que cause un accidente no deseado. Después de mi gran odisea con el baño, me dirijo nuevamente a mi nido en el sofá, casi llego cuando siento algo. Una cálida sensación, como un líquido recorrer mis piernas, por lo que orina no puede ser ya que acabo de ir al baño, a menos que sea…
¡Oh!
Esa fue una contracción, realmente lo fue, ahora tengo que mantener la calma, mi fuente(1) se rompió y las contracción no son tan seguidas por lo que me dará tiempo para llegar al hospital.
¡Oh!
Esa fue otra, le doy un fuerte grito a Hyoga que vendrá enseguida y a cualquier otra persona que se pueda encontrar en la casa para que pueda venir en mi auxilio, y el primero en aparecer es en efectivo mi novio que llegó corriendo de bajar las escaleras preguntando que me pasaba. En otra ocasión le comentaría lo lindo que se ve así, pero otra contracción me recuerda la situación.
̶ ̶ mmm… Hyo los bebés ya están ansiosos por conocernos, ya es hora... ¡ya estoy en labor̶! ̶ . Le digo jadeando por la contracción que acaba de darme ̶ ̶ Hyoga?... ¡Hyoga?
De todo lo que me esperaba por parte de mi novio ocurrió lo último en mi lista… espere que se quedará pasmado, corriera de un lado a otro por las cosas, hablarle a los demás, ir por las cosas de los bebés tranquilamente pero, ¡nunca que se desmayara!
No me puedo imaginar cómo estará a la hora que tenga que pujar, pobre Hyoga; pero las contracciones siguen en aumento junto con mi enojo y dolor por lo que dejo esos pensamientos de lado.
̶ ̶ ¡Más vale que te levantes pato (cortesía de Ikki) porque si no te juro que será la última vez que los verás en tu vida!̶ ̶ . Después de ese pequeño estímulo no me pude quejar de su comportamiento, pues mi amado caballero del Cisne se puso en acción.
Fin.