Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Recuerdos del corazón. por Wendy2001

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Milo, un chico de 17 años, se encuentra cursando su educación preparatoria en Grecia, a simple vista puede parecer alguien presumido y altanero, pero eso no es del todo cierto, a él le gusta apreciar el detalle de las cosas sencillas, pero esa faceta suya no la expresa por miedo a ser criticado, prefiere hacer creer a todos que es una persona que da mas importancia a cosas banales.
Pero todo intento por ocultarlo fracasaba cuando se encontraba con él, su cabello aquamarina recogido en una coleta floja, esos lentes que le daban aire intelectual y que servían de escudo a un hermoso par de ojos azules, no estaba en el mismo grupo pero tenia la suerte de toparse con el todos los días en las escaleras ya que sus clases coincidían, a los ojos de los demás ese chico no tenia ningun chiste, era solo un nerd hermitaño que no socializaba mas allá de los maestros y la bibliotecaria, pero para él era lo máximo, gracias a las publicaciones en la página del colegio sobre los múltiples concursos de conocimientos en los que participó y que obviamente había ganado, se enteró de su nombre Camus Acuario, intentó buscarlo en alguna red social, decidido a acercarse un poco por este medio pero para su mala suerte no lo logró, hablarle en persona no era una opción, por la fama que tenia y que dudaba fuera desconocida para Camus temía que fuera a malinterpretar su repentino interés, siempre que pensaba en ello su mente se frustraba, tendrá que conformarse con verlo a la distancia al menos hasta tener el valor suficiente para llamar su atención.
 
Esa mañana de nuevo maldecía su suerte de no tener valor de hablar con el chico que lo tenía tan desesperado, caminaba por el filo de la acera equilibrandose al extender sus brazos, cuando estaba por perder el equilibrio dio un pequeño salto bajando a la carretera, levantó la vista y observó el cabello aquamarina que tanto le gustaba, en ese instante su mundo pareció iluminarce y obscurecerce de un momento a otro, la alegría lo invadió por un instante pero así como llegó se fue al recordar que no le hablaba, aunque no todo era malo, lo siguió hasta el colegio sin perder detalle de sus elegantes pisadas.
 
Llegando a la entrada del colegio lo perdió de vista en la biblioteca, esa era otra cosa que amaba de él, su interés por la lectura, seguramente que si le hablara siempre tendría algún tema para charlar, no negará que sentía cierta curiosidad de que relatos fantásticos podría relatarle, así le nació otra incógnita, ¿Cómo sonaría su voz?...
Ahora que lo pensaba un poco jamás le había escuchado hablar, pero se imaginaba que era aterciopelada y elegante como todo él, no pudo continuar con sus pensamientos por la interrupción de su amigo, Aioria, lo llamaba desde la puerta del salón, soltó un suspiro y cerró los ojos un momento antes de dirigirse con él.
-¿Qué tanto piensas?, pareces tonto parado a medio pasillo-
- Hola Aioria, amanecí muy bien, no te preocupes, ¿y tú que tal?- le hecho en cara que ni siquiera le saludo y ya hasta lo estaba insultando.
-Perdón pero ya encerio, ¿en qué piensas?, no es la primera vez que te veo así...- la mirada que le lanzó lo hizo pensar por un segundo en contarle sobre su flechazo pero mejor prefirió callar por ahora.
-Simplemente hago memoria para ver si no olvidé nada, no tienes de que preocuparte- puso su mano sobre su hombro y apapachandolo un par de veces lo impulsó para entrar de nuevo al salón y buscar un sitio donde poder sentarse, poco a poco entró el resto de sus compañeros y la clase comenzó como siempre.
Durante el descanso Aioria se retiró a buscar a su pareja Marin, Milo no quiso salir del salón y simplemente contemplaba a los demás caminando y charlando, empezaba a aburrirse pero a su visión periférica entró de nuevo él, su corazón se aceleró al instante, una sonrisa apareció en sus labios y siguió sus movimientos, se percató de que se dirigía hacia un chico de cabello castaño rojizo y ojos azules, un mal presentimiento nació en su corazón pero no apartó la mirada ni un segundo, el arrepentimiento no tardó en darle un golpe cuando los vio besarse, la sonrisa desapareció lentamente de sus labios y la humedad salina de las dolorosas lagrimas cubrió sus mejillas, valla... Nunca se imaginó que sería testigo de algo como eso, pensó que con suerte el seria el único que se percataría de la belleza de ese niño, pero ahora comprueba que eso seria tener demasiada suerte.
Finalmente apartó la mirada de esa desgarradora escena, se puso de pie y salió del salón caminando sin rumbo y con la mirada gacha, no pudo reprimir la sonrisa entristecida acompañada de unas cuantas lágrimas traicioneras y reprocharse mentalmente su actitud, de haber querido evitar algo así le hubiera hablado, pero fue su error y ahora no tenía mas remedio que aceptar el rumbo que ahora tomaron las cosas y dejar el futuro al traicionero destino.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).