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One- Shots Thorki por LaYoska

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Notas del fanfic:

Puede que muchas de historias sean tristes, trágicas o con un toque obscuro.

Mis historias cortas tienden a ser así.

Notas del capitulo:

Thor es un leñador, que se enamora de un espíritu del bosque y desea que sea suyo.

El espíritu del bosque.

Inspirado en la canción: The Willow Maid de Erutan.

 

Thor caminaba en la mañana por el bosque, debía llevar leña a su hogar, debía apresurarse para dejar que secara para antes del invierno, eligió un árbol y comenzó a cortarlo, conforme golpeaba el árbol y este perdía estabilidad pensaba en su vida, él era un leñador, un campesino, soltero que vivía solo en la cabaña que sus padres le habían dejado y estaba cansado de eso, quería llevar a alguien a su casa, ser recibido con un abrazo, una comida caliente, sin embargo no creía ser elegible, aunque las mujeres de la aldea constantemente alababan su apariencia, ninguna estaba dispuesta a casarse con un hombre humilde que sólo podía ofrecerles su trabajo.

 

Dejó el hacha cuando le pareció escuchar una voz, miro alrededor y al árbol en el suelo, tal vez era su imaginación, iba a empezar a limpiar las ramas cuando lo volvió a escuchar, si, era una voz, apoyó el hacha clavándola en el tronco del árbol y caminó hacia la voz, paso entre los árboles y arbustos hasta la laguna,  la luz entraba a través de un pequeño claro y justo al lado de la laguna había un alto y viejo sauce, sus ramas caían pesadas con ramas llenas de hojas, escuchaba a las aves que anidaban en el enorme árbol pero fue la figura a sus pies lo que llamó su atención, una silueta delicada de piel pálida, cabello negro largo hasta sus caderas, cantaba con la más hermosa voz que había escuchado, sus ropas parecían hechas con las mismas hojas del sauce y el bosque; Thor se acercó, hechizado por el sonido, hizo ruido al pisar una rama y la aparición le volteó a ver con grandes ojos esmeralda que brillaban como las joyas que el Rey usaba alrededor del cuello, se quedó en silencio, admirando su belleza.

 

-Lo lamento,  no era mi intención interrumpir tu canción- pidió disculpas inclinando su cabeza, le miró de nuevo, había pensado que estaba ante una doncella pero no, era muy alto para ser una doncella, demasiado delicado para ser un hombre ¿Tal vez un jovencito? Pero sus ojos revelaban una sabiduría que solo se adquiere con los años o los siglos.

-¿Qué haces aquí?- preguntó con esa misma voz hipnotizante

-Tu voz me ha atraído pero tu belleza me ha hecho permanecer en este lugar… no tengo mucho que ofrecer pero te daré mi vida, por favor ven conmigo, cásate conmigo- estiró su mano acercándose a él porque ahora veía claro que era un él, pero no importaba, estaba enamorado.

-admirame ahora- dijo con una sonrisa de lado- como admiras la luz de luna, como admiras el sonido del bosque; como todas las cosas que nunca se pueden poseer, admira mientras estoy ante tus ojos y oídos porque es lo único que podrás tener.

Thor le miró sintiendo una daga perforar su corazón- ¿Podrías al menos darme tu nombre?

-el bosque me ha llamado Loki- dijo mientras con soltura se subía a las ramas del sauce

-Loki… volveré ¿Puedo volver?

-El bosque no puede impedirte regresar - dijo en algo que parecía más una queja que una invitación- aunque puede decidir no dejarte ir.

-Volveré y serás mi esposo- aseguró, Loki solo sonrió condescendiente mientras lo veía irse.

 

***

 

Thor regresó unos días después con su mejor capa y una rosa amarilla en su mano, se había aventurado a los jardines del Duque de esas tierras para robar una de sus rosas, se decía que no había dama que se negara a una de esas rosas porque significaba que el caballero tenía la valentía de librar a  los guardias, él no quería una dama, él quería a Loki, había soñado cada día con él, con su piel pálida, sus ojos de esmeraldas plagaban sus pensamientos, no tenía mente para nada más, incluso el trabajo le parecía un estorbo para darle rienda suelta a sus pensamientos y fantasías, cuando hablo con  sus amigos sobre Loki, ellos le advirtieron que era peligroso, que esas apariciones hechizaban la mente y causaban la locura pero él no escuchó, Loki era demasiado hermoso para ser uno de los espíritus malvados del bosque con los que asustaban a los niños.

 

Caminó por el bosque hasta la laguna,  Loki estaba sentado en las raíces del sauce de nuevo, cuando le vio, intentó subir de nuevo a las ramas.

 

-Espera, por favor- extendió la rosa amarilla en su mano- por favor, acepta este regalo, es para ti, he arriesgado mi vida por esta flor, solo por ti- dije arrodillándose ante él, Loki la tomo y giro en sus manos, su mirada triste.

-Y ella ha perdido la vida por tu egoísmo- se apartó, metiendo el tallo de la flor en la laguna, vio maravillado como la rosa crecía y se abría, raíces salieron del tallo, luego Loki hizo un hoyo en la tierra y la puso ahí- esperemos que el bosque tenga piedad de ella y le permita dar hijos en esta tierra fértil- lo dijo como una plegaria que fascinó a sus oídos.

-Por favor, cásate conmigo, Loki, yo te amo, he perdido el sueño, mi cabeza está llena de tí- dijo ansioso al verlo regresar a las raíces del árbol- no hay belleza más grande en este mundo, nadie puede atormentar y alegrar mi corazón del modo que tú lo haces, ten piedad, te daré lo que quieras.

-Nunca me casaré contigo, ni hoy, ni mañana ni en un siglo, yo pertenezco al bosque, no puedo alejarme de este sauce- acarició la corteza áspera del árbol- yo nací aquí y este será mi hogar por la eternidad.

-¿No quieres conocer más? ¿Ir al Reino, ver las fuentes de los jardines del Palacio? yo te llevaría lejos, te mostraría el mundo si fuera necesario- dijo en un tono suplicante, Loki solo le sonrió de lado.

-No necesito más que mi sauce y el bosque para maravillar mis ojos, no puedo dejar el bosque, ahora vete, este no es lugar para tí.

-Volveré - dijo sintiendo un color en las entrañas, una furia, una impotencia que nunca había sentido - volveré y tú te casarás conmigo- aseguró golpeando el sauce con su puño para después darse la vuelta y salir del bosque, necesitaba un hacha, la mejor hacha que todas sus tierras, ganado y siembras pudieran pagar.

 

***

 

Tardó dos meses en volver al bosque, había vendido el ganado, la casa, sus campos y ahora regresaba con un hacha, la mejor de todas, creada para tirar árboles grandes, resistentes; sus amigos le habían  pedido que fuera con el sacerdote, que el espíritu del bosque lo había hechizado, que su mente estaba trastornada, que estaba enloquecido… pero no había cura ni oración que pudiera hacerle olvidar a Loki, el invierno se acercaba, él iría por Loki  lo liberaría del sauce.

 

“Me casaré con él, lo haré mi esposo, con el criaré a mis hijos, con él haré mi vida” había asegurado al sacerdote que intentó ayudarlo antes de darle un puñetazo en la cara.

 

Cuando llegó al claro Loki le miró sorprendido, su sauce tan grande como siempre tenía algunas hojas marrones, se acercó en silencio a Loki y de su capa saco unas cadenas de hierro, Loki intentó subir al sauce pero le detuvo, rodeándolo con las cadenas y amarrandolo a una roca, tal como la bruja había dicho, Loki gritaba de dolor por el hierro quemando su piel.

 

-Shhh, Shhh pronto terminará- tomo su rostro y lo besó con fuerza, raspando los suaves labios con sus dientes- pronto serás libre, libre para ser mío.

-¡No! ¡No! ¡Detente!- le suplicó, jalando las cadenas, lágrimas caían por sus mejillas pero lo ignoró, el primer golpe del hacha en el tronco del sauce pareció hacer eco en Loki, su grito desgarrando el aire del bosque, el viento soplo furioso mientras Thor seguía golpeando el árbol, sin piedad, como un trueno, golpeando hasta que sus manos tuvieron ampollas, enloquecido y sordo al llanto del espíritu, cuando el sauce cayó sus manos sangraban en carne viva, soltó el hacha y camino a Loki que miraba el árbol que alguna vez fue su hogar en el suelo, sin vida.

-Ahora eres libre- Thor tomó las cadenas y jaló a Loki para que caminara detrás de él, necesitaba sacarlo del bosque, buscar al juez para que los casara y entonces recuperaría la casa, llevaría ahí a Loki y sería su esposo para la eternidad, tenía que ser así, tenía que hacerlo así, porque era el único modo; su mente viajaba en escenarios de una vida hogareña, cálida, con Loki recibiendolo en casa con brazos abiertos y una sonrisa, cuando de pronto las cadenas pesaron más, volteó a ver a Loki en el suelo, se acercó, su piel blanca parecía gris, con un tono fantasmal, sus ojos verdes eran ahora del color de las hojas de otoño, alarmado se acercó, lo tomó en sus brazos, estaba cerca de los lindes del bosque, solo unos pasos más y estarían fuera pero Loki parecía estar…

-Muriendo- dijo en una voz esposa, agonizante- no puedes sacar del bosque lo quea le pertenece a él… - con esto suspiró, largo, suave y lo vio convertirse en una flor blanca las cadenas se convirtieron en espinas que crecieron alrededor del bosque, que desgarraron sus piernas cuando intento huir, corrió gritando  horrorizado por su crimen, intentaba salir del bosque pero siempre terminaba de regreso en la laguna para admirar su obra de muerte, el bosque que antes verde y fragante le daba la bienvenida, ahora era un ente oscuro, frío y cruel que lo castigaba con las garras de sus habitantes y los dientes de sus criaturas desgarrando su carne.

 

Aún ahora, siglos después, las espinas rodean el bosque, en otoño sus flores blancas abren sus pétalos solo por una noche y después mueren, a lo lejos se escuchan los gritos del leñador que cada noche es traído a la vida por el bosque y destrozado por él mismo al amanecer, aún busca una salida, aún busca perdón, pero hay pecados que incluso las más devotas plegarias no pueden perdonar.

 

FIN.

 

El espíritu del bosque.

Inspirado en la canción: The Willow Maid de Erutan.

 

Thor caminaba en la mañana por el bosque, debía llevar leña a su hogar, debía apresurarse para dejar que secara para antes del invierno, eligió un árbol y comenzó a cortarlo, conforme golpeaba el árbol y este perdía estabilidad pensaba en su vida, él era un leñador, un campesino, soltero que vivía solo en la cabaña que sus padres le habían dejado y estaba cansado de eso, quería llevar a alguien a su casa, ser recibido con un abrazo, una comida caliente, sin embargo no creía ser elegible, aunque las mujeres de la aldea constantemente alababan su apariencia, ninguna estaba dispuesta a casarse con un hombre humilde que sólo podía ofrecerles su trabajo.

 

Dejó el hacha cuando le pareció escuchar una voz, miro alrededor y al árbol en el suelo, tal vez era su imaginación, iba a empezar a limpiar las ramas cuando lo volvió a escuchar, si, era una voz, apoyó el hacha clavándola en el tronco del árbol y caminó hacia la voz, paso entre los árboles y arbustos hasta la laguna,  la luz entraba a través de un pequeño claro y justo al lado de la laguna había un alto y viejo sauce, sus ramas caían pesadas con ramas llenas de hojas, escuchaba a las aves que anidaban en el enorme árbol pero fue la figura a sus pies lo que llamó su atención, una silueta delicada de piel pálida, cabello negro largo hasta sus caderas, cantaba con la más hermosa voz que había escuchado, sus ropas parecían hechas con las mismas hojas del sauce y el bosque; Thor se acercó, hechizado por el sonido, hizo ruido al pisar una rama y la aparición le volteó a ver con grandes ojos esmeralda que brillaban como las joyas que el Rey usaba alrededor del cuello, se quedó en silencio, admirando su belleza.

 

-Lo lamento,  no era mi intención interrumpir tu canción- pidió disculpas inclinando su cabeza, le miró de nuevo, había pensado que estaba ante una doncella pero no, era muy alto para ser una doncella, demasiado delicado para ser un hombre ¿Tal vez un jovencito? Pero sus ojos revelaban una sabiduría que solo se adquiere con los años o los siglos.

-¿Qué haces aquí?- preguntó con esa misma voz hipnotizante

-Tu voz me ha atraído pero tu belleza me ha hecho permanecer en este lugar… no tengo mucho que ofrecer pero te daré mi vida, por favor ven conmigo, cásate conmigo- estiró su mano acercándose a él porque ahora veía claro que era un él, pero no importaba, estaba enamorado.

-admirame ahora- dijo con una sonrisa de lado- como admiras la luz de luna, como admiras el sonido del bosque; como todas las cosas que nunca se pueden poseer, admira mientras estoy ante tus ojos y oídos porque es lo único que podrás tener.

Thor le miró sintiendo una daga perforar su corazón- ¿Podrías al menos darme tu nombre?

-el bosque me ha llamado Loki- dijo mientras con soltura se subía a las ramas del sauce

-Loki… volveré ¿Puedo volver?

-El bosque no puede impedirte regresar - dijo en algo que parecía más una queja que una invitación- aunque puede decidir no dejarte ir.

-Volveré y serás mi esposo- aseguró, Loki solo sonrió condescendiente mientras lo veía irse.

 

***

 

Thor regresó unos días después con su mejor capa y una rosa amarilla en su mano, se había aventurado a los jardines del Duque de esas tierras para robar una de sus rosas, se decía que no había dama que se negara a una de esas rosas porque significaba que el caballero tenía la valentía de librar a  los guardias, él no quería una dama, él quería a Loki, había soñado cada día con él, con su piel pálida, sus ojos de esmeraldas plagaban sus pensamientos, no tenía mente para nada más, incluso el trabajo le parecía un estorbo para darle rienda suelta a sus pensamientos y fantasías, cuando hablo con  sus amigos sobre Loki, ellos le advirtieron que era peligroso, que esas apariciones hechizaban la mente y causaban la locura pero él no escuchó, Loki era demasiado hermoso para ser uno de los espíritus malvados del bosque con los que asustaban a los niños.

 

Caminó por el bosque hasta la laguna,  Loki estaba sentado en las raíces del sauce de nuevo, cuando le vio, intentó subir de nuevo a las ramas.

 

-Espera, por favor- extendió la rosa amarilla en su mano- por favor, acepta este regalo, es para ti, he arriesgado mi vida por esta flor, solo por ti- dije arrodillándose ante él, Loki la tomo y giro en sus manos, su mirada triste.

-Y ella ha perdido la vida por tu egoísmo- se apartó, metiendo el tallo de la flor en la laguna, vio maravillado como la rosa crecía y se abría, raíces salieron del tallo, luego Loki hizo un hoyo en la tierra y la puso ahí- esperemos que el bosque tenga piedad de ella y le permita dar hijos en esta tierra fértil- lo dijo como una plegaria que fascinó a sus oídos.

-Por favor, cásate conmigo, Loki, yo te amo, he perdido el sueño, mi cabeza está llena de tí- dijo ansioso al verlo regresar a las raíces del árbol- no hay belleza más grande en este mundo, nadie puede atormentar y alegrar mi corazón del modo que tú lo haces, ten piedad, te daré lo que quieras.

-Nunca me casaré contigo, ni hoy, ni mañana ni en un siglo, yo pertenezco al bosque, no puedo alejarme de este sauce- acarició la corteza áspera del árbol- yo nací aquí y este será mi hogar por la eternidad.

-¿No quieres conocer más? ¿Ir al Reino, ver las fuentes de los jardines del Palacio? yo te llevaría lejos, te mostraría el mundo si fuera necesario- dijo en un tono suplicante, Loki solo le sonrió de lado.

-No necesito más que mi sauce y el bosque para maravillar mis ojos, no puedo dejar el bosque, ahora vete, este no es lugar para tí.

-Volveré - dijo sintiendo un color en las entrañas, una furia, una impotencia que nunca había sentido - volveré y tú te casarás conmigo- aseguró golpeando el sauce con su puño para después darse la vuelta y salir del bosque, necesitaba un hacha, la mejor hacha que todas sus tierras, ganado y siembras pudieran pagar.

 

***

 

Tardó dos meses en volver al bosque, había vendido el ganado, la casa, sus campos y ahora regresaba con un hacha, la mejor de todas, creada para tirar árboles grandes, resistentes; sus amigos le habían  pedido que fuera con el sacerdote, que el espíritu del bosque lo había hechizado, que su mente estaba trastornada, que estaba enloquecido… pero no había cura ni oración que pudiera hacerle olvidar a Loki, el invierno se acercaba, él iría por Loki  lo liberaría del sauce.

 

“Me casaré con él, lo haré mi esposo, con el criaré a mis hijos, con él haré mi vida” había asegurado al sacerdote que intentó ayudarlo antes de darle un puñetazo en la cara.

 

Cuando llegó al claro Loki le miró sorprendido, su sauce tan grande como siempre tenía algunas hojas marrones, se acercó en silencio a Loki y de su capa saco unas cadenas de hierro, Loki intentó subir al sauce pero le detuvo, rodeándolo con las cadenas y amarrandolo a una roca, tal como la bruja había dicho, Loki gritaba de dolor por el hierro quemando su piel.

 

-Shhh, Shhh pronto terminará- tomo su rostro y lo besó con fuerza, raspando los suaves labios con sus dientes- pronto serás libre, libre para ser mío.

-¡No! ¡No! ¡Detente!- le suplicó, jalando las cadenas, lágrimas caían por sus mejillas pero lo ignoró, el primer golpe del hacha en el tronco del sauce pareció hacer eco en Loki, su grito desgarrando el aire del bosque, el viento soplo furioso mientras Thor seguía golpeando el árbol, sin piedad, como un trueno, golpeando hasta que sus manos tuvieron ampollas, enloquecido y sordo al llanto del espíritu, cuando el sauce cayó sus manos sangraban en carne viva, soltó el hacha y camino a Loki que miraba el árbol que alguna vez fue su hogar en el suelo, sin vida.

-Ahora eres libre- Thor tomó las cadenas y jaló a Loki para que caminara detrás de él, necesitaba sacarlo del bosque, buscar al juez para que los casara y entonces recuperaría la casa, llevaría ahí a Loki y sería su esposo para la eternidad, tenía que ser así, tenía que hacerlo así, porque era el único modo; su mente viajaba en escenarios de una vida hogareña, cálida, con Loki recibiendolo en casa con brazos abiertos y una sonrisa, cuando de pronto las cadenas pesaron más, volteó a ver a Loki en el suelo, se acercó, su piel blanca parecía gris, con un tono fantasmal, sus ojos verdes eran ahora del color de las hojas de otoño, alarmado se acercó, lo tomó en sus brazos, estaba cerca de los lindes del bosque, solo unos pasos más y estarían fuera pero Loki parecía estar…

-Muriendo- dijo en una voz esposa, agonizante- no puedes sacar del bosque lo quea le pertenece a él… - con esto suspiró, largo, suave y lo vio convertirse en una flor blanca las cadenas se convirtieron en espinas que crecieron alrededor del bosque, que desgarraron sus piernas cuando intento huir, corrió gritando  horrorizado por su crimen, intentaba salir del bosque pero siempre terminaba de regreso en la laguna para admirar su obra de muerte, el bosque que antes verde y fragante le daba la bienvenida, ahora era un ente oscuro, frío y cruel que lo castigaba con las garras de sus habitantes y los dientes de sus criaturas desgarrando su carne.

 

Aún ahora, siglos después, las espinas rodean el bosque, en otoño sus flores blancas abren sus pétalos solo por una noche y después mueren, a lo lejos se escuchan los gritos del leñador que cada noche es traído a la vida por el bosque y destrozado por él mismo al amanecer, aún busca una salida, aún busca perdón, pero hay pecados que incluso las más devotas plegarias no pueden perdonar.

 

FIN.

 

Notas finales:

Canción:

https://www.youtube.com/watch?v=P5O_0Lu5z8s

 


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