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NEVER FORGET por PUCCA PARTHENOPAEUS

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Notas del fanfic:

es mi primer fanfic yaoi asi que llevenme suave Ok. solo espero que les guste ya que no soy una experta en esto pero queria intentarlo y ademas porque me encanta el Yaoi tanto como a vosotras.

Notas del capitulo:

Bueno, aqui me ven como Pucca Partenopaeus pero soy la misma Cinthya partenopaesu de Fanfic. es. solo espero que les gusta esta historia ya que es la primera que escribno. mis amigas piensan que esta bueno, pero tambien quiero saber la opinion de ustedes. besotes a todas un abrazo enorme y espero verlas en sus comentarios.

PD: historia contada desde le punto de vista de los personajes.

SASUKE

Cuando recibí la llamada de mi madre diciendo que el abuelo había muerto, y no solo eso, sino que había sido enterrado un mes atrás, ese momento fue el peor de mi vida.

Ni las razones ni los motivos por los cuales vine a vivir a España me enojaron tanto como ese momento, hace dos días atrás estaba pasándola bien con unos amigos en Barcelona. Ahora, después de unas horas difíciles de viaje, estoy en el complejo residencial Roppongi Hills en Tokio, donde trabaja una amiga quien fuera antes mi primera y última novia: Sakura Haruno.

¿Sasuke-kun?- oigo su voz luego de unos toques en la puerta.

Pasa- le digo.

La veo abrir y adentrarse al departamento. Viste de una manera elegante, ya que se casó con un magnate griego que conoció en uno de sus viajes de experiencia laboral.

Deja caer su bolso en uno de las sillas de la sala y se para a mi lado.- Espero que estés bien acomodado.

Yo asiento- sí, la verdad es que nunca me imaginé entrando aquí.

¿Por qué? Eres rico, puedes quedarte en el hotel más caro del planeta si lo deseas y te apuesto a que no lo sentirías.- me dice mientras ríe y se descalza de los tacones que tenía. Comienza a caminar hacia la cocina.- ¿Has comido?

Yo niego.

¿Demasiado horrible la comida del avión?- se enfurruña graciosamente lo que me hace acercarme a la silla más cercana sentarme para estar más cómodo.

Pues, no tenían champan, sabes que no puedo comer sin eso.- bromeo. La verdad es que la comida del avión no me apetecía. Estaba demasiado enojado como para comer y para colmo el sujeto a mi lado decidió roncar cada hora que durase el vuelo.

Pues, que puedo decirte. Aquí no tengo champan pero si puedo prepararte un jugo.- ella me sigue el hilo.

Lo aguantare- concedí.

Estuvimos un rato hablando de nimiedades. Nos pusimos al día. Muchas cosas cambiaron pero la confianza entre Sakura y yo no.

Nuestra relación fue épica. Tuvimos nuestros problemas porque a mí me perseguían demasiado las mujeres y por aquel tiempo ella era de un aspecto bastante simple según su opinión, aunque para mí era adorable. También cabe destacar que ella fue la única chica por la que sentí verdadero deseo sexual y para ella fui su primer hombre, pero al final, la lejanía y sus estudios más mi confusión acabo terminando lo nuestro.

Aunque aún la deseo al verla, la respeto demasiado como para insinuármele de esa manera. Además, está casada.

Por cierto… ¿lo has visto?- me pregunta aun distraída mientras termina de preparar una ensalada mediterránea.

¿Ver qué?- pregunto, algo perdido.

Que cosa va a ser. A Naruto. La última vez que lo vi me dijo que iba a España así que di por hecho que se veían.- me dice sin percatarse de lo que las palabras han causado en mi rostro. Una emoción que hace tiempo no sentía:

Sorpresa.

Trago en seco- ¿Hace cuánto tiempo fue eso?- me atrevo a preguntar.

Pues, tal vez un año ¿quizás? No sé con exactitud.- dijo. Esta vez sonriendo.- ya termine. ¿Me ayudas a poner la mesa? ¿O quieres comer en el sofá?

En el sofá- le contesto mientras me pongo de pie y cruzo el lugar hasta llegar a ella. Agarro los platos con comida en cada mano mientras ella agarra dos botellas pequeñas de agua mineral, cubiertos y la ensalada.

Al sentarnos, Sakura comenzó a hablar acerca de cómo las cosas cambiaron con Naruto después que me fui. Según ella, él se había comprometido con una joven cuya familia tiene relaciones en los negocios con la empresa del esposo de Sakura. Fue todo un arreglo y según Sakura la esposa de él es como una hiena. Malvada.

Te engaña con esos ojos y ese aspecto de princesita pero cuando abre la boca, ayyyy…te dan deseos de aventarla contra la pared más próxima, ¡lo juro!- dice mientras pincha un trozo de carne con fuerza enfatizando que solo estrellándola contra la pared no estaría satisfecha.

Bueno, dejemos de hablar de eso. Concentrémonos en ti.- veo que se gira en torno a mí y sube los pies poniéndose cómoda. Aunque ahora tengamos veinticinco años sigue actuando como una adolescente.

¿Qué quieres saber?- digo mientras saboreo el filete que preparo con mucha salsa de tomate.

Pues podrías empezar en el por qué volviste- oigo la pregunta que sabía que iba a hacer.- la última vez que nos vimos juraste nunca más pisar Japón.

Yo sonrío sin ganas.- la verdad es que mi abuelo murió.- Sakura se queda en silencio así que prosigo- y hace solo un día que mi madre me llama para decirme que falleció hace un mes y no me habían dicho nada. Me enojé, por supuesto, y luego me suelta que debo asistir porque el testamento exige que esté presente en la lectura cada miembro de la familia Uchiha.

Ya veo. Y por supuesto debiste volver- Sakura niega mientras suspira.- ¿Qué le pasa a tu familia? No te llaman cuando muere tu abuelo, pero cuando se trata sobre el destino del dinero Uchiha enseguida necesitan de ti. Que hipócritas.

Yo suspiro- cada quien con su papel ¿no? Mi familia no es la más cariñosa, pero al menos tengo a mi hermano.

Si- esta vez ella sonríe.- ¿Y cómo esta él?

Yo termino de comer y al darme un sorbo de agua sigo- La verdad es que muy bien. Hablo con el muy seguido, supongo que él tampoco sabía lo del abuelo porque cuando se lo dije mientras volaba sonaba muy molesto. Debe dejar a mi cuñada y mi sobrina en Australia, y eso lo tiene más molesto todavía.

Sakura se echa a reír- No me imagino a Itachi molesto, pero puedo comprenderlos a ambos.

En fin.- Yo me levanto y llevo mis trastos al lavadero mientras Sakura termina de comer.

Estuvimos hablando otras dos buenas horas hasta que note que eran casi las nueve de la noche y vi a Sakura responder una llamada de teléfono y hablar en griego. Cuando terminó se levantó a prisa.- Es mi esposo.

¿Algún problema?- pregunto preocupado.

Pues que a él no le hace gracia que venga a ver a mi ex, según dice, podrías tener pensamientos impuros acerca de mi cuerpo.- Dice sonriente- ¡que bobadas!, le he dicho que nadie más que él me desearía cuando estoy embarazada pero ya ves…

La noticia me cogió de sorpresa.- ¿Embarazada? ¿Tu?

¿Hello, Sasuke?- Sakura sonríe aún más- soy una mujer casada en un matrimonio feliz ¿Qué esperabas? ¿Cigüeñas?

Pues, algo así.- reconozco. Nunca imaginaria a Sakura como madre. Pero si lo es, cosa que ya es un hecho, sería una madre genial.- ¿de cuánto estas?

Dos meses, por eso aún no se me nota la panza.- contesta. Luego veo que se pone los tacones nuevamente.

¿Está bien que tengas puestos esos en tu estado?- le pregunto.

Pues la verdad no, pero hoy tenía una reunión con una mujer algo caprichosa y no iba a tolerar que me dijera nada por estar en zapatos bajos, y tengo un temperamento algo explosivo por las hormonas del embarazo. Así que solo por hoy.- me dice antes de besarme en la cara y darme un abrazo.- Nos veremos. No te pierdas ¿sí? Y no te preocupes por mí, mi marido fue quien te consiguió lugar aquí.- dijo y finalmente se fue.

Ahora que estoy solo, pienso en darme una ducha así que preparo las cosas para eso. Solo quiero dormir pues tengo un poco de jet lag.

Ya adentro de la ducha, me pongo bajo el chorro de agua a pensar. Lo he estado haciendo mucho en estos días.

Pienso en la manera en la que me fui, la cual no fue muy agradable.

 

“Cinco años atrás”

¡Estoy cansado de que me envíes chicas a donde quiera que voy! ¡Entiéndelo, no voy a renunciar a lo que siento por él ni aunque me amenaces con dejarme en quiebra!- mis gritos cortan por la mansión mientras mi padre, tan implacable como siempre esta ahí sentado. Sin mostrar ninguna emoción, ningún signo que debajo de ese aspecto haya un corazón humano.

No lo haría si al menos tuvieses sexo con alguna de ellas.- su mirada va a sus papeles.

¡No las deseo! ¡No se me para siquiera cuando se restriegan como babosas contra mí!-suelto- y saber que son enviadas por ti no ayudan a la ecuación.

Pero con Sakura lo hiciste ¿no?- se ríe satisfecho.

¡No te atrevas a ponerla en medio de esto! ¡Ella es diferente y especial para mí, pero ya no la veo de ese modo!- le grito.- No puedo creer que tu estés pagando a mujeres para que se acuesten conmigo. ¡Entérate viejo! ¡Desde que descubrí que tengo vello en mis genitales las mujeres hacen cola para que las pruebe! No necesito, ni quiero que vuelvas a hacer semejante cosa solo porque una vez mencione que me siento algo confuso sobre Naruto.

Esta vez, su mirada se posó en mí directamente.- No lo vuelvas a mencionar.- se levanta y suelta bruscamente los papeles en el buró.- ¿crees que me gusta hacer todo esto? Pues no, fíjate. No me gusta y mucho menos cuando mi hijo dice sentir “cosas” ¡y por otro hombre! Es ridículo y para nada gracioso.- va al minibar que tiene en su despacho y se sirve un trago de Wisky. Luego se para frente a mi apoyándose contra el escritorio – si todo este sórdido asunto sale a la luz, si tú decides, como lo llaman ahora “salir del closet”, nuestra familia seria el hazme reír de todo Japón. Imagínate lo que publicarían todas esas revistas amarillistas “Hijo de magnate, un auténtico gay.” No puedo permitir semejante cosa. Nuestros socios del bajo mundo se sentirían sobretodo ofendidos porque el más joven de mis hijos y con más probabilidades de heredar el imperio Uchiha se estuviera volviendo un marica.-

Me estas cabreando. Ya te dije que no ha pasado nada.- digo entre dientes.

Pero podría pasar. ¡Podría pasar, maldición, vives con ese sujeto! Y lo peor es que moriría de ansiedad preguntándome si tú fuiste quien recibió o quien dio.- esta vez, Fugaku se traga todo el trago de un golpe.- ¡y mientras vivas aquí o con el dinero de esta familia no voy a permitir semejante cosa! Y ese estúpido de protegido de tu abuelo, ese Naruto, tendrá que desaparecerse, porque como solo me imagine que ha pasado algo lo hare arrepentirse de haberte influenciado.

No te atreverías- mi respiración se cortó al ver a mi padre tocar el celular.

Dame solo una pista Sasuke, solo una, y veras como ocurre un “accidente” peor que unos cuantos golpes en las afueras de un bar.- suelta.- es más, si lo vuelves a ver veras su cuerpo en el primer plano en las noticias

Estoy horrorizado. Mi padre, quien nunca dio una cosa por mi o mi hermano, solo dinero, mucho dinero, está amenazando y en serio con hacer desaparecer a Naruto o peor. Si algo se de mi padre, es que no hace amenazas en vano y puede usar a toda esa panda de arrastrados del bajo mundo para matarlo.

Entonces, recuerdo como hace una semana Naruto llego golpeado del bar que suele visitar. Pensaba que podía ser una pelea, pero ante las palabras de mi padre…- No me digas… los golpes de Naruto la otra vez……

Mi padre me mira altivo- el poder de unas cuantas palabras. Mande a decirle que no se acercara a ti, pero el muy terco dijo que tu tendrías que decidir eso. Solo fue una advertencia.

Aprieto los puños de la impotencia. Naruto nunca me hablo de eso. Simplemente me dijo que se había metido en una pelea de un amigo, y decidí tragarme ese cuento.

Me voy.- digo- si me voy y no vuelvo mas ¿no hay problema, no?

Fugaku me mira calmadamente- Haz lo que te dé la gana. Pero si lo haces, si huyes como el cobarde que estas demostrando ser, no esperes cartas ni nada. Ni dinero. Te iras justo con lo que tienes. Pero eso sí, sí solo me entero de que estas junto a ese sujeto…

Ya lo sé… no tendrás que usar a los Anbu otra vez.- lo miro con odio. No sé cómo mi madre pudo casarse con semejante hombre.- Solo prométeme, no… ¡Júrame! Que nunca le harás las cosas difíciles a Naruto.

 

Después de eso, me fui a ver a Naruto, quien me esperaba en la oscuridad de su apartamento en la prefectura de Shizuoka. Su semblante decía que sabía porque había venido.

¿Hablaste con tu padre?-me pregunto acercándose a mí.

Si.- fue todo lo que conteste.

¿Entonces?- me mira ansioso- ¿Cuánto sabe?

¿Saber qué?- mire su rostro confundido una vez más.

¿Pues qué va a ser? ¿Crees que no me he dado cuenta de que tienes sentimientos hacia mí?- me dice esta vez malhumorado.- No es la primera vez que estoy con un hombre, Sasuke. Lo sabes. Aun así aceptaste averiguar que significaba para ti al vivir conmigo. Si tu padre te llama, cuando nunca lo hace eso solo puede significar una sola cosa. O ya se enteró o se lo imagina. Cual sea, no son buenas noticias porque no sería bien visto que tu tengas gustos hacia el sexo masculino. ¿Me equivoco?

Dio en el clavo, pero no puedo decirle. No puede saber porque me voy. Si lo hago, será testarudo y me seguirá, y si lo hace… está muerto.

No puedo permitirlo.- Estas equivocado.- le dije tratando de sonar como si no tuviese importancia, y después de tantos años ocultando mis sentimientos a mi familia ya se me hace fácil hablar con indiferencia a cualquier persona.

- No fue por eso que me llamo. La verdad es que tengo que hacer un viaje. Es por la familia. Tenemos socios en España que requieren nuestra atención para poder construir un hotel en Barcelona.- digo una obvia mentira, pero no voy a ceder. -Y para que sepas, acabo de ver a una mujer. Así que todo este estúpido tema acerca de mis gustos no tiene sentido. En ningún momento considere mudarme aquí porque me sintiera así por ti, te considero mi amigo Naruto. Además, solo quería conocer a la persona que mi abuelo tanto quiere.

Si, seguro.- la cara de Naruto es seria.

No me creas. Es tu asunto. Como sea, solo vine a recoger mis cosas. Salgo mañana temprano.- digo mientras paso por delante de él para ir a mi cuarto y comenzar a guardar mi ropa, cuando siento que una mano me jala hacia atrás y choco contra la pared. Naruto se acerca a mí, luce enfadado. Bastante de hecho.

Me gustaría golpearte por decirme esas mentiras- me dice. Por un segundo, viendo su expresión atormentada, su cara con algunos hematomas por los golpes de los hombres Anbu, quise decirle todo. Pero hacerlo sería como poner una carne delante de una manada de lobos hambrientos.

Adelante si eso te hace sentir mejor.- digo simplemente.

Hare algo peor que eso.- dijo mientras se apoderaba de mi boca con un beso fiero.

Sus labios tomaban. Mi sorpresa era patente. Nunca espere que el clasificara mi primer beso con un hombre como lo peor que me pudiese pasar. De hecho, aunque está siendo duro, la manera en la cual me abraza, como adueñándose de mi cuerpo hace que me estremezca y no puedo evitar responderle con la misma intensidad.

Desee esto, maldito yo si lo niego. A pesar de mi confusión, la cual desapareció como si nunca hubiese estado ahí. Si, Naruto me gusta y pienso todo esto mientras posee mi boca, mientras su lengua se adentra en mi, mientras una de sus manos va por debajo de mi camisa y me acaricia la línea entre mi pantalón y mi pelvis. Mientras lo siento pegarse a mí, como queriendo formar parte de mi piel, ya yo habia olvidado el motivo por el cual había venido.

Sin embargo, sentir mi celular vibrar en el bolsillo hace que me detenga.

Cuando me separo un poco, algo agitado por los besos y veo que hizo a mi celular vibrar, me congelo.

Un claro mensaje de Kakashi, el jefe de los Anbu de mi familia. Era una foto del momento exacto del cual Naruto y yo acabamos de salir: el beso de hace unos momentos. Abajo ponía claramente que si no me iba en los próximos tres segundos llamaría a mi padre, y que si demoraba un segundo más, que solo mirara hacia la cabeza de Naruto.

Y cuando lo hice, fue un momento aterrador. Ahí estaba, en toda esa oscuridad un punto rojo estaba en el hombro de Naruto e iba lentamente ascendiendo hacia su cabeza.

Fue como un cubo de agua fría. Maldición. No estaba pensando.

Debo irme.- dije dirigiéndome a la puerta. Nunca se me ocurrió que podríamos estar siendo vigilados.

Solo alcancé a dar unos pasos cuando sentí a Naruto gritar- ¡No hagas esto Sasuke! ¡Si te vas, te juro por dios que nunca te volveré a dirigir la palabra!

Yo me detuve. La verdad es que no podía hacer nada más que esto. No estaba dispuesto a poner a Naruto en una posición en la cual su vida estaba en juego. Si no me quiere hablar solo hará las cosas más fáciles para mí.

-Adiós-

Mi cuerpo se siente bien después de la ducha. Me pongo una toalla alrededor de mis caderas y salgo del baño secándome el cabello con otra.

Voy hacia la cocina y saco del refri una botella de agua. La abro y me dispongo a abrirla para beberla.

Mientras bebo, mi celular suena encima del sofá y veo un número desconocido.

Extrañado descuelgo y contesto- ¿Si?

¿Me abres la puerta?- oigo una vez familiar desde el otro lado.

No podía ser.

Camino hacia la entrada, olvidando que no llevo prácticamente nada de ropa, solo una toalla y voy a abrir la puerta. Y de verdad, de verdad no tenía que haberlo hecho.

-Hola, me dijeron que te estabas quedándote aquí así que decidí pasar a saludar.- la voz familiar, el rostro que no ha cambiado casi nada.

Todos los sentimientos que tenía enterrados para que nunca más saliesen a la luz comenzaron a revolverse en mi mente.

-¿Puedo pasar?- esa persona me pregunta. Su rostro serio, estoico. Tiene un aire diferente al chico que conocí que parecía un rayo de sol. Es muy diferente al chico de mis recuerdos.

Y solo por eso, solo porque se atrevió a venir aquí justo cuando le dije hace cinco años que me iría, justo cuando me dijo que nunca más me iba a dirigir la palabra, justo cuando me jure a mí mismo que le mentiría para protegerlo, por todo eso es que yo no puedo permitirle entrar a mi vida de nuevo.

-¿Qué demonios estás haciendo aquí, Naruto?

Notas finales:

y? que les parecio.....


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