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Un Ex de verdad. por Shima_Suzuki

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Notas del fanfic:

holaaaaaaaaaaaaaaaa xD
se que prometi que lo publicaria el 31

hoy es 30 y son exactamente las 10 de la noche con los minutos que sean porque para cuando acabe de publicar esto los minutos ya hbaran cambiado xDDD

en fin, mañana no estoy muy segura de subirlo por eso se los traigo antes de tiempo xD
no creo que eso les moleste ¿o si xD? no me imagino que no :'u

en fin, solo queria desearles lo mejor para el proximo año <3
que todas sus metas se cumplan y que todas puedan asistir a los conciertos de estos malditos engendros que tanto amamos en sus paises (?) x'D <3

en fin, ahora si xD

Notas del capitulo:

Estaba una tarde tan tranquila escuchando mi mix en Youtube cuando cancion salvaje aparece y me inspira para un fic(?)

queria escribir de una pareja diferente asi que agarre Kaiha x'D <3

ya saben, siempre subo Reituha o Aoiha :'u <3

pero no me arrepiento x'DDD

letras entre comillas y en cursiva son pensamientos xD

en fin, disfrutenlo~

Era un domingo nublado de un día de otoño como cualquiera, esos días le gustaban mucho a Kouyou, son perfectos para caminar a su parecer.

Hacia algo de frio así que demás del suéter que traía, se colocó una gabardina negra que había comprado la semana pasada y una bufanda que hace dos años le había regalado su ex novio en su cumpleaños.

El hecho de que ya no estuviera en una relación con su Ex no significaba que tiraría las cosas que le había regalado, que sí, muchas si las tiro, pero vamos, era una bufanda que le había tejido el mismo, una bufanda en tiempo de frio no la iba a desaprovechar, además, tirar la ropa en la basura no era correcto, mucho menos quemarla como lo había hecho con muchas cartas.

En fin, ese era un tema del pasado que no quería recordar. Hace un año había terminado con Tanabe Yutaka, un chico que conoció en un café-mencionar que es su café favorito-, en ese momento le pareció de lo más encantador y con el simple hecho de cruzar un par de miradas fue el quien se acercó a su mesa y se sentó para conversar.

Fue una bonita casualidad.

¿O el destino? Si hubiera sido el destino, no hubieran terminado tan rápido.

Realmente ya no se quería plantear porque termino  su relación con Yutaka, al final se terminaron peleando por quien sabe que cosas y terminaron, ya hace un año…

En fin, Kouyou ese día tenía ganas de caminar y de un buen café, así que como casi todos los días camino 3 cuadras de su departamento hasta el café “Mokuzai”, se sentaría en las mesitas de afuera, disfrutaba de fumar después de beber su café.

Camino por unos 10 minutos y llego, entro pidió un café moka con poca azúcar y un pastel de fresas, la camarera lo llevo a una de las mesas de afuera y le coloco el servicio-un pequeño mantel, la servilleta y el cubierto, el azúcar, la crema y demás cositas- y se retiró para traer su orden.

Se abrió un poco la gabardina y se desamarro la bufanda para liberar su boca-la bufanda cubría hasta la mitad de su rostro- para poder comer cuando trajeran sus cosas.

Se quedó mirando al cielo nublado por un rato, después se le ocurrió mirar hacia la calle.

Y entonces pensó que lo mejor hubiera sido no hacerlo.

Ahí, entre las personas lo vio, Tanabe Yutaka, caminando de lo más normal, justamente hacia el café en el que él estaba. ¿Qué debería hacer?

¿Irse? No, ya había pedido y pagado sus alimentos...

¿Esconderse entonces? Muy obvio y demasiado cobarde. Luego pensó mejor, se supone que ya no era nada, entonces…

¿Por qué se sentía tan nervioso?

“¿Por qué hoy? Estoy de lo más tranquilo, y si es tan grande esta ciudad ¿Por qué te tuve que encontrar?”

Fue lo que pensó, para acabarla, Yutaka miro hacia donde él estaba y para joder más el asunto, ya lo había ubicado con la mirada, la sonrisa que apareció en su rostro más el brillo en sus ojos lo dejo mudo.

Sintió ese algo, unas maripositas en su estómago, los sentimientos que había guardado en un cajón bajo mil llaves se dispararon con solo ver esa maldita y hermosa sonrisa. Sin saber porque, los nervios se incrementaron.

“Cálmate maldita sea, cálmate, se supone que ya no deberías de sentir nada por él, ya terminaron, ya no somos nada ¿Por qué te emocionas?”

—Kouyou…hola—dijo Yutaka acercándose a él para saludarlo, claro que lo que Kouyou no se espero es que el saludo fuera con un beso en la mejilla.

“¿¡Cómo te atreves a saludar con un beso en la mejilla!? ¿¡Que este hombre no piensa en lo frágil que es la línea de mi cordura!?

—Hola…—dijo con voz muy suave, de verdad que ese beso si lo había dejado perplejo.

—Veo que aun usas la bufanda que te regale—dijo el pelinegro con una sonrisa en los labios, sentándose en la misma mesa.

— ¿Por qué no la usaría? Es ropa, independientemente de quien me la haya regalado.

—Auch…—sonrió— creí que aún me querías por eso la usabas.

¿Todavía lo quería? Tal vez…un poco, creo. No sé.

—No digas tonterías…—se quedó callado ya que la camarera le trajo su orden, Yutaka aprovecho y pidió algo también.

— ¿Te molesta si te acompaño en tu desayuno? —sonrió.

“Si, me molesta… ¿Por qué me está tratando tan bien?”

—Has lo que gustes…—bebió de su café.

Por un buen rato ninguno dijo nada, Kouyou comía de su pastel y bebía de su café, a Yutaka ya le habían traído el suyo:

“Café americano muy cargado y sin azúcar”

Kouyou se quiso golpear, aun sabía perfectamente como le gustaba a Yutaka tomar su café.

—Kouyou ¿Puedo preguntarte una cosa? —dijo el pelinegro con el café entre sus manos.

—Depende de que sea…—dejo su café a un lado.

— ¿Por qué terminamos?

Kouyou realmente no se esperaba que le preguntara eso, de hecho, el mismo se lo llego a preguntar muchas veces después de la ruptura, esa noche habían discutido, pero no recordaba bien el motivo…

—No lo recuerdo. —y decía la verdad, no se acordaba, había enterrado ese recuerdo muy en el fondo de su memoria para que no lo perturbara.

— ¿No lo recuerdas? —lo miro con una sonrisa burlesca, no le creía.

—Eso he dicho. —lo miro con seriedad, algo que odiaba era eso, que se burlaran de él.

—O más bien no quieres recordarlo…—bebió un poco de su café.

El castaño lo miro ahora con enojo.

—Por lo visto creo que tu si te acuerdas—bebió de su café.

—Sí, yo lo recuerdo pero quería saber si tú también lo recordabas.

—Eres el peor amor que he conocido…

—Soy tan perfecto que no me olvidas—sonrió.

— ¿Por qué no me ayudas tantito a odiarte? ¿Por qué no actúas como un cobarde para que ya te pueda sacar de mi vida? —odiaba que Yutaka fuera así de fastidioso y altanero.

— ¿Eso quiere decir que aún me amas?

—…

—Ah…que interesante—su sonrisa se ensancho más.

—Ahora que lo pienso, si se porque terminamos—se terminó el pastel, dejando el plato y la cuchara aun lado—Fue por tu fastidiosa actitud de superioridad…—sonrió.

—Mentira, y eso lo sabes bien.

“Como me estresa este tipo…”

— ¿Entonces porque fue “señor sabelotodo”?

—Por culpa de mi trabajo. Nunca nos veíamos y eso te fastidiaba, por eso discutíamos y terminaste conmigo…—suspiro con algo de melancolía.

—No suspires así, fue lo mejor para ambos, ya no había más presiones ni discusiones…

—Te extraño Kouyou, yo aún te amo.

— ¿Por qué no puedes ser un EX de verdad? Tu no deberías de estarme diciendo estas cosas, no tendrías que estar tratando de arreglar las cosas, esto se acabó Yutaka, se acabó hace un año—estaba diciendo todo con la mirada fija en la mesa, no se atrevía a verlo a la cara, sabía que si lo miraba a los ojos comenzaría a flaquear, y no quería rendirse de nuevo ante esos ojos.

—Te amo.

—Cállate.

—No me voy a callar, yo no quería terminar Kouyou.

— ¿Entonces porque te fuiste? ¿Por qué aceptaste lo que dije y te retiraste?

—Porque pensé que sería solo una discusión más, no creí que estuvieras hablando enserio. Cuando regrese al otro día tú ya ni siquiera estabas.

—Ya basta…

— ¿No nos podemos dar otra oportunidad?

— ¿Te parece gracioso hacer esto? —se levantó.

—No es gracioso, quiero volver contigo, quiero recuperarte. —él también se levantó y cuando vio las intenciones del otro de irse, lo tomo fuerte del ante brazo.

— ¡Suéltame! —por el movimiento que genero para soltarse termino por empujar un poco la mesa, lo cual llamo la atención de la gente que también estaba en las mesas de afuera y de la que estaba caminando por la acera.

—Estamos dando todo un show así que ¿te calmas y me acompañas o le seguimos dando un espectáculo a la gente?

Kouyou miro a su alrededor, la gente los miraba entre preocupada, curiosa y extrañada, suspiro y acompaño al pelinegro a pagar su café. Después ambos caminaron hacia algún lugar más privado. Véase, al departamento de Kouyou.

El camino fue completamente en silencio y muy incómodo pues Yutaka tomaba a Kouyou de la mano como si fueran la “Feliz pareja” y eso realmente no era así, pero no podía hacer nada por soltarse sin armar otra “escenita”. El camino a su departamento se le hizo eterno.

Cuando llegaron al edificio, subieron por el ascensor, Kouyou no sabía porque estaba aceptando que Yutaka lo acompañara, debería de gritarle que se fuera y que lo dejara en paz, pero no, él era una persona educada y cuando llego el momento de entrar lo dejo pasar.

—Wow, las cosas aquí cambiaron—dijo mientras se quitaba los zapatos para poder entrar, después se quitó el abrigo y lo colgó en el perchero. —No se parece mucho a lo que recordaba. —lo decía principalmente porque cuando estaban juntos él le había ayudado a Kouyou a remodelar su departamento.

Kouyou no dijo nada, se quitó los zapatos y entro a su casa dejando la gabardina y la bufanda en el perchero.

—Bien, aquí en mi casa si puedo hacer el escándalo que yo quiera ¿Por qué lo haces? ¿Por qué no me puedes dejar tranquilo?

—Porque tú sabes que no quieres que te deje tranquilo, sé que aún me amas Kouyou.

—Yo YA-NO-TE-AMO, entiéndelo.

— ¿Entonces por qué tienes los ojos llorosos? —sonrió de nuevo.

Kouyou toco su rostro, una lagrima ya había bajado.

—Maldito…

— ¿Yo soy el maldito?

—Siempre lo has sido.

—Y aun así, me amaste, me amas y me amaras igual. —sonrió.

Kouyou no dijo nada, se quedó en silencio limpiando las traviesas lágrimas que lograron salir, respiraba con demasiada fuerza para tratar de clamar sus sentimientos.

Lo amaba, aun lo amaba, le dolió que se fuera y se hizo el fuerte para no aceptarlo, pero aun lo amaba.

Yutaka sonrió al verlo tan “vulnerable”, se acercó con cautela y lo abrazo, dejando que se desahogara como hace un año no pudo, él también lo extrañaba, quería estar con él, por eso fue a ese café, tenía la certeza de que lo encontraría ahí, era el favorito de ambos, su trabajo ya no era un impedimento  puesto que ahora tenía un horario más flexible, quería recuperar a su amor, a su niño, o como a veces le decía, “a su patito”.

—Ya…Ya todo está bien, no llores—dijo con voz calmada mientras acariciaba el cabello del castaño hasta la mitad de su espalda.

—Te odio idiota…—dijo entre sollozos al mismo tiempo que se abrazaba al cuerpo del pelinegro.

—Yo también te amo cariño. —dijo Yutaka sonriendo mientras lo apegaba más a su cuerpo, el hecho de que le correspondiera el abrazo lo hacía muy feliz. — entonces… ¿Podemos darnos una oportunidad más?

Kouyou no contesto, se quedó llorando unos momentos más, después asintió con la cabeza, por más que dijera que ya no sentía nada, en el fondo seguía amándolo, seguía extrañando todo de él, sus besos, sus abrazos, el calor que desprendía su cuerpo, los deliciosos desayunos en las mañanas, esa preciosa sonrisa, el amor que se daban en momentos de intimidad, su gusto por los colores y muebles del departamento… Todo.

—Te amo—repitió con la esperanza de que el castaño contestara.

—No me presiones…—ya estaba más tranquilo, se separó un poco de él, pero Yutaka no lo dejo.

—Te amo—dijo besando sus manos.

—Basta—se sentía avergonzado.

—Te amo—ahora abrazando al castaño comenzaba a besar su cuello.

—Ya…—estaba avergonzado.

—Te amo—sonrió y beso sus mejillas.

—Yutaka…—lo miro a los ojos.

—Te amo—acaricio su mejilla, Kouyou entonces suspiro.

—Yo también te amo…—sonrió aun con los ojos rojos por las lágrimas.

— ¿Por siempre?

—Y para siempre mi amor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fin:’D <3

Notas finales:

y~ eso es toso x'D espero que les haya gustado esta pequeña historia x'D <3

nos leemos el proximo año criaturas del señor, que se la apsen muy bien con sus familias, coman muy rico, no se atraganten con las uvas y siempre tengan buenos deseos para su familia y ustedes <3

¡¡¡Mucho amor para ustedes <3!!!

bye bye~ <3 ^^/


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