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Harry Potter y el misterio del diamante. por Maryk0k0

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Notas del capitulo:

Se me borró. No se que pasó. 

 

Un gran perro negro de ojos claros se había aproximado a los tres chicos, sin embargo ese perro no era un perro carismático, sino una bestia que mostraba a los tres niños sus largos y filosos dientes, completamente salvaje y lleno de una espesa baba que caía al suelo, Harry y Hermione sacaron su varita mágica, sin embargo Ron podría hacerlo, su rata Scabbers chillaba y se encontraba histérica la cual no podría mantenerse quieta en la mano de su amo.

El perro se abalanzó en contra de Harry, sus dientes eran aún más grandes de cerca, sintiendo el apestoso aliento del animal.

Pero el perro no lo había lanzado tan lejos, Harry logró levantarse y  vio para horror de él, el perro se volvió a lanzar en contra de Hermione y luego a Ron, Harry tomó su varita para convocar algún hechizo aturdidor pero el perro parecía bastante ágil y bastante fuerte en comparación, el perro había mordido el brazo a Ron sin soltar.

Tanto Hermione como Harry intentaron quitarle el perro encima de Ron, sin embargo había vuelto a tirar a Hermione al suelo y a Harry le había mordido la mano derecha.

Él fue tumbado al suelo, momento el cual sus lentes se cayeron y le dejaron no ver nada, los gritos de los niños no lograron advertir que algo sucedía, Hermione gritó por ayuda pero nadie vino, el perro negro había gruñido aparentemente a Ron con un muy especial odio hacia él.

—¡Ya lárgate!—gritó Ron.

Sin embargo, por lo que logró percibir, el perro había contra atacado a Ron, el perro logró morderle una pierna y tiró de su amigo llevándoselo consigo, Hermione lanzó un grito de dolor.

Hermione gritó:

—¡Accio varita! ¡Accio lentes!

No tenía idea de que había hecho, Harry levanto su varita y pronunció:

—¡Lumus!

—Tus lentes, Harry.—dijo Hermione.

Los tomó y se los puso desesperadamente, lo único que podían ver de Ron era el torso y la cabeza siendo arrastrada por el perro negro al pie del sauce boxeador, vio a su amigo pelear con el perro sin poderse librar del animal gigante.

—¡RON!

Vio a su amiga que se encontraba ensangrentada y muy lastimada, Harry notó que era mucho más grave de lo que imaginó, Harry dio tres pasos hacia el árbol, sin embargo el sauce, entre una de sus ramas sujetó la pierna de Ron, el perro intentaba por todos los medios meterlo al hueco del árbol y el árbol le intentaba hacer el mayor daño posible, la pierna de amigo ya no pudo ceder más, un horrible crujido se escuchó hasta donde estaba Ron, su pierna se había roto pero fue la oportunidad perfecta para el perro y poder arrastrarlo hasta allí. 

—Vamos por ayuda…

—No, no podemos esperar mucho tiempo, ¡Se lo va a comer!—grito Harry a Hermione.

—Pero solos no podemos, Harry, es peligroso…

 Un gran latigazo había advertido a los jóvenes magos para no acercarse al árbol, Harry gritó de rabia.

—¡Si ese perro logró pasar el árbol, nosotros también!

—¡Pero Harry!

Él se lanzó hasta donde estaba el árbol, esquivando cada latigazo buscando la manera de poder llegar hasta donde estaba el hueco, sin embargo Hermione no era tan rápida, había sido atrapada por el sauce.

—¡Socorro! ¡Socorro!—grito Hermione histérica.

El árbol había tomado la Hermione de la garganta, Harry solo podía ver con horror aquello.

—¡Hermione!—gritó Harry horrorizado.

Como si viera algo horroroso, una “cosa” rosada había cortado la rama del árbol del sauce, el árbol había reaccionado como un humano el cual  se hubiese cortado un dedo. El cuerpo de Hermione cayó al suelo tocándose el cuello que estaba a punto de ser tronada.

—¿Estás bien?

—Estoy bien…—dijo Hermione completamente asustada.

A lo lejos, vio como Crooksharks, el gato de Hermione se deslizaba como una serpiente directamente al sauce boxeador entre las ramas enloquecidas del sauce, luego apretó con sus patas delanteras a un nudo y las ramas dejaron de moverse.

—¿Crooksharks?—dijo Hermione bastante asustada.

—Es amigo del perro, les he visto juntos.—dijo Harry con tristeza.—Vamos por Ron.

En unos segundos lograron entrar al espacio que los separaba del árbol, Harry entró al hueco del árbol, la cola esponjosa del gato había desaparecido segundos antes sin embargo podía ver sus ojos que le esperaban para avanzar.

—¿Dónde está Ron?

—No está.—dijo Harry.—Adentro hay… un túnel… vamos a entrar…

Ambos niños tuvieron que ponerse de gatas y avanzar hasta donde estaba Ron y el perro, el gato se había perdido de vista pero no era difícil saber que tenían que seguir derecho hasta poder ver al animal o escuchar la voz de Ron, Hermione iba detrás de Harry.

—¿A dónde va este pasillo?—dijo Hermione batallando para seguir a Harry.

—No lo sé. Este pasadizo estaba en el mapa de Fred y George pero sale del límite del mapa, yo creo que va a Hogsmade.

El pasadizo no se acababa, era tan largo como el de Honeydukes, lo único que pensaba era en Ron y sobre el estado de su amigo, no pensaba en otra cosa más que en su amigo, el gato aparecía y desaparecía por momentos, sin embargo cuando el túnel dejo de ser completamente recto y se volvió más serpenteante, Crooksharks ya no se veía, por lo que dieron al final del pasillo.

Él podía ver una tenue luz que se veía al final del túnel, ambos chicos llegaron al lugar. Harry contempló el lugar con la luz de su varita, inspeccionando el lugar donde el perro y el gato habían llegado, Hermione fue hasta donde estaba Harry tocándole del brazo.

Llegaron a un cuarto de una casa completamente deteriorado y polvoso, el papel tapis se  despejaron de sus paredes, las ventanas estaban cegadas por tablas, los muebles estaban rotos y rasgados y además, el suelo estaba completamente lleno de rasguños.

Harry vio a una silla la cual estaba rota de una pata, completamente inutilizada. Hermione le apretó la mano con pavor, sus dedos habían perdido la sensibilidad.

—Hermione, la mano.—dijo Harry molesto.

—L—lo siento.—dijo alejando su mano de la suya.—Creo que estamos en la casa de los gritos.

Ella miró el lugar completamente aterrada, Harry siguió mirado la casa negando con la cabeza.

—Pues no creo que esto lo haya hecho un fantasma.—dijo Harry apuntando los rasguños de la silla.

Un crujido se escuchó en la planta alta, Harry saco su varita y la iluminación de su varita daba donde estaba la apolillada escalera que se encontraba polvosa sin embargo mostraba la huella de algo arrastrado por ella, podría ser que Ron estaba bien.

Ambos subieron por ella, Harry adelante y Hermione atrás con la varita en lo alto. El sonido de un sonoro ronroneo al final de una única puerta entre abierta, los dos se vieron entre sí y afirmaron con la cabeza. Harry abrió la puerta de una patada despejando la vista.

Adentro se encontraba el gato Crooksharks acostado sobre la cama de dosel, perfectamente cómodo sobre ella, ronroneando como un gato casero normal, debajo de la cama estaba Ron, mas pálido de lo que alguna vez lo vio, tocándose la pierna que estaba en una posición de 100 grados hacia el otro lado de lo que una pierna debería estar.

—¡Ron!—grito Hermione.—¡¿Estás bien?!

—¿Dónde está el perro?—exigió Harry.

—No hay perro.—dijo entre dientes debido al dolor.—¡Es una trampa!

—¿Qué?

—¡Él es el perro!

Dirigió su mirada hasta donde estaba lo que Ron veía. Era un mago con la apariencia de un cadáver, pero no lo era, era un hombre por el brillo de sus ojos, de cabello enmarañado y ropas andrajosas, no era nadie más que Sirius Black, el prófugo de Azkaban.

—¡Expeliarmus!—grito Black con la varita de Ron.

Black recogió sus varitas de Hermione y Harry, él dio tres pasos hacia Harry viéndolo burlonamente.

—Pensé que vendrías.—dijo Black con la voz ronca.—Tú padre habría hecho lo mismo por mí.

Miró hacia Hermione que estaba aterrada.

—Fueron muy valientes para venir aquí sin un profesor, esto haría las cosas más fáciles.

La voz de Black sonó a burla para él que no podía tolerar, se había burlado de su padre y madre fallecidos, del como los había traicionado, Harry quería recuperar su varita para matarlo, sin importar ir a Azkaban, se abalanzo sobre Black pero dos pares de manos le detuvieron para golpearlo.

—¡No Harry!

Ron se dirigió hacia Black con odio.

—Si va a matar a Harry, tendrá que matarnos a nosotros también.

El hilo de su voz sonaba débil pero firme, él se encontraba aún más pálido.

—Echate, será peor para tu pierna.

—¿Me oíste?—dijo Ron como si lo tomara por grosería.—Tendrás que matarnos a los tres.

—Solo habrá un asesinato esta noche.     

—¡¿Por qué?!—gritó Harry molesto.—La última vez no te importó, ¿Por qué te importa ahora?

—¡Harry!

—¡NO!—grito él intentándose quitar del agarre.

—¡Él mató a mis padres!—gritó con enfado.—¡Mató a todos esos muggles…!

—Si escucharas toda la historia…—dijo Black.—Lo entenderías.

—¿Entender? ¡No tengo que entender nada!

Dicho eso se zafó del agarre de Ron y Hermione, a Harry se le había nublado el juicio y había olvidado que era un mago y que era un chiquillo a comparación de Black, Harry intentó golpearlo pero Black le sujeto del cuello de la túnica, forcejearon intentando darse un golpe, Hermione metió una patada en una rodilla, Ron intentó con sus fuerzas estirarle el cabello.

Pelearon por un segundo cuando la niña había recuperado sus varitas de la mano de Black, Harry le apuntó con su varita en el corazón.

—¿Vas a matarme Harry?—dijo Black sonriendo con sangre en la boca.

—Tú mataste a mis padres, los entregaste a Voldemort.

—Si supieras toda la historia.

—¿Qué?—se lamentó Harry.—¿Cómo tienes el descaro…?

—Si me matas, te vas a arrepentir toda tu vida.—dijo Black.

—¡No me importa ir a Azkaban si puedo vengar a James y Lily Potter!

La mano le temblaba, en su mente resonaba a Harry la mente, solo escuchaba que debía matarlo antes que otra cosa sucediera. Black se mostró impávido, sin emoción alguna.

El gato había dado un gran salto intentando quitarle su varita, sin embargo fue pateado por Harry desde el aire, el animal soltó un bufido pero fue donde estaba su amo en el piso, protegiéndolo en el pecho, Harry no tendría piedad con su mascota.

—Vete. –dijo Black intentando quitarse al gato pero este hundió sus afiladas garras.

Black había tenido consideración con su mascota pero no con sus padres, él no tenía otra opción que matar al animal también,  luego como si fuese imposible, se escucharon ruidos desde abajo,   alguien pisaba desde el piso de abajo.

—¡ESTAMOS ARRIBA!—gritó Hermione.—¡ESTAMOS AQUÍ! ¡SIRIUS BLACK ESTA AQUÍ!

La mano de Harry tembló, había llegado alguien más, ¿Tendría que matarlo? Harry negó a sí mismo, claro que sería una buena oportunidad de vengar a James y a Lily, sin embargo permaneció allí hasta que haya llegado la ayuda, antes de pensar que maldición podría matarlo, una voz firme salió desde la puerta.

—¡Expelliarmus!

Del umbral de la puerta, se apareció Remus Lupin el profesor de defensa contra las artes oscuras y recogió las varitas, inspeccionó bien la escena. Harry no había tenido el valor para poder asesinarlo, Black volvería a Azkaban y contaría que Harry Potter no tuvo los suficientes huevos para vengar a su padre y a su madre.

—¿Dónde está Sirius?

Harry, Ron y Hermione se quedaron helados, sin saber qué demonios estaba pasando, ¿los había desarmado para protegerlos o para protegerlo a él? El profesor Lupin puso una careta sobre tener todo bajo control pero el que lo haya llamado por su primer nombre le tenía extrañado. El hombre quien parecía ser tan sorprendido como ellos no habían hecho ninguna expresión pero muy lentamente apuntó a Ron, su amigo se había mostrado valiente pero eso ciertamente lo desconcertó.

—¿Y porque crees que no se ha manifestado antes?—dijo Lupin como si viera algo más que nadie podía.—A menos que lograras transformarte ¿Eh?

Muy despacio él afirmó con la cabeza, Lupin bajo la varita mágica y le tendió la mano y le ayudó a levantarse del suelo haciendo que el sobre protector gato callera al suelo, le había abrazado como si fuese un hermano perdido, Harry se sorprendió tanto pero Hermione gritó de enfado.

—¡No, no es verdad!

—Cálmate Hermione.

—¡Yo! ¡Yo guardé su secreto!  ¡Confié…! ¡Confié en usted…!

—Por favor, cálmate…

—¡No, yo no le dije a nadie! ¡A nadie y resulta que es su amigo!

No podía calmar a Hermione. Harry temblaba no de miedo sino de ira renovada.

—¡Yo confié en usted!—gritó Harry.—¡Y en realidad era amigo de este asesino!

—No, Harry, tienes que oírme.

—¡Es un licántropo!—grito Hermione.—No lo oigas, el miente. Es amigo de Black y lo ayudó a entrar.

El hombre que se suponía ser su mejor profesor se entristeció, Hermione le había visto como un basilisco a punto de matarlo.

—No has atinado dos de tus tres afirmaciones señorita Granger.—dijo Lupin.—No he ayudado a Sirius, pero no voy a negar que soy amigo de Sirius y si soy un hombre lobo…

Ron intentó alejarse de Lupin lo que más que pudo. Sin éxito.

—Si me permites podré contarles todo…

Lupin se alejó de Ron debido al rechazo que él había presentado, sin embargo escucharon el rechinar de la puerta, otra persona había entrado al cuarto.

Era el hombre más extraño que haya visto, con varita en mano, se trataba de un hombre de la misma edad que Sirius Black y Remus Lupin, él vestía el uniforme del colegio con los colores de Slytherin, sin embargo el uniforme le quedaba pequeño, su piel era bastante oscura pareciendo un hombre egipcio con sus grandes y saltones ojos y cabello largo acomodado en una trenza.

—¿Y tú quién eres?—dijo Lupin.

—Lo siento.—dijo el hombre con voz áspera.—Pero el profesor Snape me mandó a darle su cenita y cuando fui a su despacho noté que iba a prisa hasta acá. No es un lugar muy bonito para quedarse, profesor Lupin.

El miró a Black con aprensión, luego volteó a ver a Ron y a Harry y bajó su varita mágica.

—¿Eres amigo de Black?—dijo Hermione molesta.

—No. No lo conozco.

—¿Eres estudiante?—dijo Harry sorprendido.

—Sí, si no lo has notado.—dijo el hombre que a pesar tenia los pantalones rabones y apretados.—Consideré cambiar de forma.

No entendía a qué se refería, sin embargo no era algo anormal en el mundo mágico porque Lupin dejo de tensar su mirada sobre “el estudiante”.

—¿Eres un metaformago?—dijo Lupin sorprendido y el hombre afirmó.—No había visto uno en Slytherin…

—Yo prefiero el termino: cambia formas.—dijo el hombre dándole un recipiente a Lupin y el mapa.— ¿Y bien? Yo creo que no están aquí para pasar el tiempo de calidad en familia.

—¡No sé si lo has notado!—dijo Hermione.—¡Pero Sirius Black está aquí!

—Ya lo sé.—dijo como si fuese simple y miró a Black.—¿Eres inocente, no es así?

Sirius Black que se había comportado como un ser sin emociones afirmó con la cabeza, Harry no entendía absolutamente nada, el hombre miró a Ron con sorpresa.

—Uno, dos… ocho… bueno… hay ocho sujetos aquí y no, no estoy contando a los animales aquí.

 —¡¿Qué quieres decir?!—grito Hermione molesta.

—La rata de Weasley es un animago.—dijo el hombre como si fuese simple.

Lupin se acercó al “estudiante de Slytherin” como si fuese imposible.

—¿Cómo lo supiste?

—Tengo dones rastreando magia y cosas extrañas.—dijo él.—De hecho en un principio cuando lo vi creía que era imaginación mía y luego sentí asco, como cuando comes grasa y lo único que quieres es vomitar, un hombre plenamente adulto dormía con un niño, aunque no debería decir eso, es como dispararse el pie.

—¡Mi rata ha estado por años en mi familia!—grito Ron defendiendo su rata.

—See.—dijo con asco en su cara.—Se asentó en una familia mágica para tener noticias del mundo mágico, de hecho no es el único que lo hace.

Miró al gato que estaba en el suelo, sin embargo este bufó y se dignó a mostrar su verdadera apariencia, rápidamente el hombre se iba transformando de un gato a un humano, era tan andrajoso como Black, incluso tenía el mismo cabello y los mismos ojos, Black por fin había mostrado signos de completa sorpresa.

—¿Regulus?—murmuró Black con un hilo de su voz. 

—Buenas noches, Sirius.—dijo el hombre con un hilo de voz también.

Sirius Black fue a abrazarlo y el otro recibió el mismo abrazo del hombre, Harry no entendía absolutamente nada, solo estaba viendo cómo es que animales se convertían en hombres, Hermione estaba estupefacta.

—Tú también dormías con una niña.—dijo el “estudiante”.—Ustedes son asquerosos.

—¡Deja de charlas!—dijo Black.—¡El único que morirá hoy es esa maldita rata!

—Me temo que no.—dijo el joven Slytherin.—Esa actitud es estúpida.

—¡Malditos sean los Slytherin! ¡Esa maldita arrogancia…!

—El único arrogante aquí, eres tú. Y Potter. No escuchan.

El hombre le miro otra cara diferente, muy parecida a Snape o más bien era el rostro de Snape.

—¿No te has puesto a pensar, grandísimo tarado, que podrías entregar al verdadero asesino y que tus cargos en tu contra sean retirados?

—¡Snape!—Murmuro Black mirando a Lupin con aprensión pero el sonrió.

—Weasley, si tu rata no es un humano yo te juro que mostraré mi verdadero rostro y podrás llevarme a Azkaban por ayudar a un prófugo y lo haré sin rechistar. Pero, si tengo razón, no solo vas a entregarlo tu.—dijo con enfado.— te daré una hermosa lechuza, sales ganando.

Ron miro a Hermione y a Harry buscando alguna explicación, su amiga estaba confundida, Harry lo estaba aún más y Black parecía más desquiciado.

—¡¿Pero de que están hablando?!—grito Harry nerviosamente.

—¡Ay Potter! ¡Y me dicen que soy un idiota! ¡Ya te lo dije! Si Black es un animago, el gato era un animago y tu profesor Lupin es hombre lo…—miró a Lupin nerviosamente.—Oiga, usted debería estar dándole tragos a eso.

—Cierto, cierto.—dijo Lupin abriendo el recipiente de la poción.

—Es obvio que la rata es un animago… hay gato encerrado… y dos perros… tres con Lupin… —fue mirado con odio por los tres.—Necesitan una explicación previa ¿Verdad? ¡Que flojera!

Dicho eso sacó una clase de golosina que fue vista por los dos animagos confirmados pero el Slytherin mordió la barra de chocolate con aprensión.

—No doy.

—No te pedí.

—Pero lo pensaste.

Sirius Black le miró con enfado mientras él convirtió su cara y cuerpo a la del profesor Snape, Harry puso sus dos ojos a Lupin con enfado pero exhaló tratando de liberar el odio que sentía por todos.

—¿Cómo sabes que la rata de Ron es un animago?—preguntó Harry al Slytherin con aprensión mientras que Hermione afirmaba con la cabeza.

—Verás…—dijo Snape con la boca llena de chocolate.—Los… asesinos…

Siguió masticando su chocolate con paciencia, nunca había odiado más a Severus Snape aun en piel ajena.

—Los asesinos.—dijo tragando su chocolate.—Tienen un alma que grita. Por decirlo así…

—¿Qué?—preguntaron los demás.

—Que el alma grita.—dijo el Slytherin como si fuese normal.—Puedo enseñarles a ver la luz del alma pero no quiero hacerlo porque me caen mal… en fin… el alma de Black esta regordeta y canta pero eso no quiere decir que sea el más puro de los hombres, veo que eres un grandísimo imbécil y no tengo ánimos de ofender.

Miró a Black con enfado.

—En fin… las almas de ustedes son iguales, unos son grandes, otros son pequeños y otros tienen diferentes colores pero como dije, cantan y su canto es agradable.—dijo como si fuese normal.—Cuando matas, tu alma se desgarra, por eso el alma suele gritar. Y,  en estos momentos, hay un alma que grita y esa es la de la rata de Ron.

—Quizá sea así porque es una rata y mato a alguna de su propia especie.

—No funciona así,  el alma de los humanos difiere del alma de los animales… aunque el alma de los humanos también es un animal y hay humanos que son muy animales.

Miro al perro y al gato con burla.

—¿Has notado, Black, que los dementores no suelen hacerle daño a los animales?

—Sí, ese fue el modo en el que escapé. Los dementores no sienten las emociones más complejas como la de los animales y cuando me pude convertir en perro ellos creyeron que perdi la cabeza.

—Porque el alma humana es la más superior que la animal en términos sencillos, el animal mata para comer y defenderse, el humano mata para comer, defenderse y por placer y la rata mató por placer.

—¡Maldito, hijo de Moldred!—grito Black aun con la rata gritando en la mano de Ron.

Harry estaba enfadado pero no probaba nada, Lupin negó con la cabeza, y Black estaba tan enfadado que tenía las manos cerradas en un puño, ¿Eso quería decir algo? ¿Qué era realmente inocente?

—Difiere… en fin… ellos se convirtieron en animales pero lo hacen con conciencia y vuelven a conciencia a la humana, mientras son animales saben que son humanos, no un gato o un perro o una rata. Se transmuta el cuerpo no sus almas. El alma de ese animal es la de un humano, tal y como descubrí que el gato era un humano.

—Eso es estúpido.—dijo Black.—El alma que grita…

—Tiene sentido.—dijo Regulus con la voz temblorosa.—Hay un… mago… un mago oscuro que dividido su alma en dos pedazos y las convirtió….

Miro al prófugo de la justicia con nerviosismo.

—Lo siento…—dijo entre lágrimas.—Es… demasiado…

—¿Qué son los horrocruxes?

—¡No leas mi mente, mocoso!

La cara de Snape lo miro como si fuese un sabiondo, el “metaformago Snape” volteo a ver a Harry como si fuese poca cosa.

—De ese modo me di cuenta.—dijo él.—Supuse que así es como Black escapó de Azkaban, iba a lincharlo pero viendo que su alma está bien…

—Que canta.—dijo Black burlesco.—Al menos tiene voz de tenor como su dueño.

—No es una grandiosa canción Black.—dijo el “chico Snape”.—En fin. ¿Qué pasó? ¿Por qué lo quieres matar?

El hombre respiro hondo pero tratando de calmar sus ansias, el profesor Lupin hacia muecas de asco mientras se tomaba la poción que el Slytherin le trajo.

—¡Bien, pero toma bien esa rata!—gritó Black.—¡No lo sueltes!

—¡pruébalo!

—Yo no era el guardián de los secretos de los Potter. Si, alardeamos de eso y yo dije que sería el guardián ante todos.—señalandose a si mismo.—Se nos había advertido que había un traidor entre nosotros.

—¿Quién te dijo? ¿Snape?—dijo el Slytherin.

—¿El alma de Snape, canta?—dijo con burla.

—Oh si, y suele gritar. Es un asesino pero está arrepentido, de verdad, verdad.

Black le miró con odio, Harry no podía estar más de acuerdo que odiarlo.

—Si.—dijo Black.—Fue Snape. Él nos advirtió que había un traidor entre nuestras filas.

Miró a Lupin con lastima, el profesor Lupin estaba viendo con asco la poción.

—James y yo creíamos que eras tú, Remus. L—lo siento.

—No te preocupes Sirius.—dijo el profesor Lupin.—En todo caso, perdóname a mí por creer que tú vendiste a James y a Lily.

Los dos se sonrieron como si nada hubiese pasado.

—Tenían motivo.—dijo Regulus.—Lupin es un hombre lobo.

—Si.—admitió Black.—Pensamos que Remus estaba molesto por el trato injusto de la sociedad mágica, así que creíamos que se había unido a Voldemort por ese motivo.

El rostro pálido de Regulus, Ron y Hermione contrastaba con el rostro tranquilo del Slytherin, Lupin, Black y la de él mismo.

—Así que, para evitar que tus padres fueran localizados por Voldemort, yo me ofrecí como guardián del secreto.

—¡Así es! ¡Y los traicionaste!

—Cállate Potter, aún no termina su historia.

—Gracias. –se volteó hacia el Slytherin.—Pero pensé que de todos modos irían tras de mí, era simplemente obvio que los Potter me eligieran a mi guardián, no solo era su amigo, era el padrino de bodas y el padrino de Harry, así que pensé en alguien más y confié… ¡en esa asquerosa rata!

Black apuntó con su esquelético hueso a Ron.

—¡Él era el auténtico guardián de los secretos de James y Lily! ¡Peter Pettigrew!


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