Llegué a mitad de año escolar, aquel accidente me dejó más de medio año en pésimo estado y no poder moverme fue una tortura. Hasta hoy, no tenía permitido salir ni nada por mis heridas, así que mi primer día de clases era especial. No solo por ser el cliché de chico nuevo y misterioso que llega de la nada para enamorar a la chica linda del lugar, cuyo amigo de la infancia está enamorado de ella, y ahora debe debatirse entre ellos dos mientras salvan al mundo. Bueno, tal vez eso no.
Mi entusiasmo era palpable, si pudiera estaría saltando de aquí para allá cantando "I want to break free" de Queen. Pero lo máximo que podía hacer era vestirme con la ropa de mi madre y aspirar la casa con ritmo, pero no me apetecía en estos instantes. Me faltaban algunos meses más de fisioterapia para poder hacer monerías.
Ese día mi padre me dejó antes de irse a trabajar lo que llamábamos el desayuno cliché americano, conformado por las clásicas tostadas y jugo de naranja. Lo tomé con dificultad puesto que tenía que cuidar que las vendas que cubrían gran parte de mi rostro no se estropearan. Finalmente me aseé y me puse el uniforme, una camisa blanca manga larga y pantalones negros, con dificultad, la corbata negra con detalles rojos la dejé para después, no sabía como ponérmela.
Entonces sonó el timbre, cojeé hasta la puerta. Era mi primo Itachi, ese día iba a llevarme e introducirme a los muchachos de la clase además de explicarme cosas del pueblo, puesto que recién nos habíamos mudado.
- Hey, Tobi- Dijo con voz melodiosa -Es extraño verte...parado ¿Listo para tu primer día?-
- Sí...estoy algo nervioso- mi voz se escuchaba extraña con tantas vendas encima -Tú sabes que nunca estuve mucho tiempo en una escuela, y pensar que estaré más tiempo de lo que acostumbro en esta me da escalofríos -
Itachi era el único a quien podía confiar mis sentimientos. Desde que llegué aquí estuve postrado e inmóvil en una cama, y él, sin apenas conocerme y de manera desinteresada se aseguró de cuidarme cuando mi padre no podía, pasarme los deberes de la escuela y enseñarme todo lo que avanzaban. Era el mejor primo del mundo.
- Tranquilo, estarás conmigo - Me dijo, tranquilizándome al instante - Mira, traje mi bicicleta, te llevaré en ella -
Se hizo a un lado revelando detrás de el una bicicleta de touring color gris, de esas que se usan para recorrer largas distancias y cargar peso. Me llamó la atención que en el manubrio llevaba un colgante de una pequeña nube roja, pero no pregunté. Me monté con dificultad en el rack trasero con la mochila en la espalda una vez que mi primo de largos cabellos se hubiera acomodado llevando la suya delante su cuerpo.
Finalmente empezamos el trayecto, el que mi casa se encontrase en una bajada nos beneficiaba para alcanzar una velocidad decente, el camino de tierra se convirtió en pavimento a medida que nos íbamos acercando a nuestro destino.
Supe por boca de Itachi que en mi futura clase no habían muchos estudiantes, pero que todos eran singulares. Desde un chico que usaba barbijo 24/7 hasta una chica que fabricaba cualquier cosa que le pidieras con papel. En parte me emocionaba poder estar con gente tan interesante, pero por otra parte me asustaba porque yo no era un dios social y me dificultaba crear lazos.
Finalmente llegamos y mi corazón dio un vuelco. Bajé cuidadosamente de la bici e Itachi se dispuso a estacionarla en el espacio designado. Luego de esto lo seguí dentro la institución, temblando como una hoja y posando mi único ojo no cubierto en todo lo que podía para memorizarlo y así guiarme en el futuro.
Luego de algunas vueltas y subir como tres pisos llegamos, se sintió como llegar a la luz al final del túnel. El aula 5-D era el pequeñísimo lugar en el que iba a tener que desenvolverme por el resto del año junto a 10 completos extraños, por suerte tenía a Itachi para guiarme en esta selva.
- Tu asiento es ese de allá, detrás del muchacho pelirrojo- Me señaló el último asiento de la tercera fila - Te acompaño -
Con paso algo indeciso lo seguí, fijándome en los rostros que me miraban con curiosidad disimulada en algunos casos y obvia en otros. El chico de cabello de fuego y ojos color miel posó su inexpresiva mirada en mi, a partir de ahora yo me sentaría detrás suyo.
- Hola Sasori - Le saludó Itachi - Este es Obito, mi primo -
- Por favor llámame Tobi - Dije algo nervioso
- Hola Tobi- Dijo con voz calmada Sasori -Encantado de conocerte
Me tendió la mano aún estando sentado, la tomé algo inseguro. Tenía tacto a plástico, y estaba fría y rígida. No pregunté obviamente, no solamente porque no conocía a Sasori y no quería incomodarlo, sino porque no quería que me conozcan como alguien curioso o metiche.
- Muy bien, los dejo para que se conozcan- Dijo Itachi mientras tocaba el timbre de entrada a clases y se dirigió su asiento, ubicado delante del de Sasori, quién parecía estar examinándome con la mirada.
Me senté en mi respectivo asiento. Entonces me di cuenta que tendría que hablar frente a todo el curso. Entré en pánico, a pesar que estaba acostumbrado a presentarme en las clases porque siempre era el nuevo, esta vez era una experiencia diferente porque sabía que como mi padre ya no viajaba más tendría que quedarme acá y la primera impresión sería importante. Estos serían mis compañeros por mucho tiempo.
Me senté y bajé la cabeza, rezando para que el profesor, que acababa de ingresar, no me notara. Entonces empezó la clase...
- Muy bien muchachos, continuemos con la clase del viernes, pero antes...tenemos a alguien muy especial que nos acompañará por el resto del año - El profesor de largos y alborotados cabellos blancos vio disimuladamente su libreta - Obito Uchiha ¿Harías el favor de presentarte?-
Esto último me sonó agresivo, pero lo dijo en tono tan amable que me tranquilizó y me puso nervioso al mismo tiempo.
- Eh, hola - dije mientras me ponía de pie tratando de disimular mi nerviosismo sin mucho
éxito - Soy Obito Uchiha, pero pueden llamarme Tobi -
Sentía como mi rostro se ponía rojo bajo las vendas, como mi estómago se revolvía, pero noté como Itachi me sonreía para darme confianza
- Tengo 17 años- continué un poco más seguro- Mis pasatiempos son ver caricaturas, leer y jugar videojuegos - Creo que no debería haber dicho eso último - Un placer conocerlos...-
Silencio ¿Debería decir algo más? ¿Debería hacer algo? ¿Qué hago ahora?
- Gracias, Tobi, puedes tomar asiento - Dijo el profesor, sonriente - Ahora, muchachos, espero que ayuden a su nuevo amigo con las tareas. Si no entiendes algo o tienes una duda solo levanta la mano ¿Sí? No tengas miedo -
Hice caso y me senté dando un suspiro de alivio, para sacar una carpeta y así tomar apuntes de la clase de historia que estaba presenciando. Sin embargo, no podía prestar atención ¿Me aceptarían? ¿He causado buena impresión? La ansiedad me invadía haciendo sentir enferma cada célula de mi cuerpo. Hasta que finalmente la campana sonó, las hojas donde tomaría notas seguían en blanco.
En ese pequeño descanso que teníamos me propuse tranquilizarme y me puse a analizar a mis compañeros uno a uno. Un par de gemelos, se sentaban en lados opuestos de la clase, uno a la puerta, otro a la ventana, se miraban, parecían tener una conversación telepática. El chico del barbijo del cual me hablaron llevaba además uno de esos sombreros para el frío, tenía una discusión con uno con pinta de busca-pleitos. También encontré a la chica que fabricaba cosas de papel por llevar una rosa de origami en el pelo, estaba acompañada por un par de pelirrojos, uno con el pelo de un rojo más intenso y largo que el otro.
Entonces se me acercó Itachi para conversar, y noté como Sasori se acomodaba para escucharnos de manera disimulada.
- Noté que estabas algo nervioso toda la clase - dijo Itachi angustiado - ¿Está todo bien?-
- Eh...prefiero hablar de eso luego - murmuré, mirando de manera disimulada a Sasori, quien estaba atento a nuestra conversación.
Itachi pareció entender la indirecta y cambió de tema de conversación rápidamente. Pasamos los siguientes cinco minutos hablando del nuevo capítulo de la serie de ninjas adolescentes con la que estábamos obsesionados, hasta que nos vimos interrumpidos por un joven de pelo pelirrojo y alborotado, el cual estaba hace unos momento con la chica papeles locos.
- Hola, yo soy Yahiko, soy el presidente de curso - Me saludó tendiéndome la mano, le correspondí el saludo - Cualquier duda o curiosidad que tengas puedes decirme. Hoy día te puedo dar un tour por todo este lugar si quieres -
- Hola...Gracias - Le correspondí el saludo con inseguridad- El tour estaría bien... - Miré a Itachi, el cual asintió en señal de aprobación.
- Fantástico, te espero durante la hora de almuerzo entonces, te presentaré a todos los de la clase uno a uno también. No puedo esperar - Se fue, dirigiéndose a su asiento de primera fila en segunda la columna
- ¿Presentar? - Balbuceé, pero no me escuchó debido a el timbre de fin de receso ahogo mi voz.
Ya ni Itachi estaba a mi lado para expresarle mi sorpresa y angustia. Conocer gente era sencillo cuando tenías la certeza que nunca más los podías volver a ver, pero en este caso era simplemente abrumador porque los vería probablemente durante muchos años, o el tiempo en el que me quede en el pueblo, el cual era indefinido. Relájate, Tobi, solo es gente, no te van a morder.
La siguiente clase era física, se me daba bien, por lo que resolví los ejercicios casi sin consultar dudas a la profesora de cabello largo rubio que daba la clase, la cual estaba sorprendida por mi desempeño. Terminé flojeando en mi escritorio ya que había terminado antes que los demás.
Noté algunas particularidades en la mochila de color oscuro de Sasori como un escorpión bordado en un extremo y un pequeño colgante de un reloj de arena negra. Además, de adentro de uno de los bolsillos vi que se asomaba un pequeño muñeco de madera, de esos que usan los artistas para hacer dibujos de personas.
Decidí que era un buen momento para ver quienes se sentaban a mi lado:
A mi izquierda, el muchacho con pinta de busca-pleitos, llevaba mal puesta la corbata y la camisa algo desabotonada, el pelo de color claro hacia atrás con mucha laca, parecía estar luchando con los ejercicios. Se lo veía algo impaciente por como movía sus piernas bajo el pupitre.
A mi derecha un chico de pelo largo rubio, el cual tapaba uno de sus ojos, delgadísimo, con las uñas pintadas de negro y por alguna razón llevaba pintada con marcador una boca en la palma de una de sus manos. Se veía relajado, pero algo malhumorado.
Itachi tenía razón cuando decía que la gente de nuestro curso era peculiar y muy variada. En parte me emocionaba darle nombre a mis compañeros, pero prefería hacerlo yo solo y poco a poco a que me los presentasen de golpe como quería hacer Yahiko.
Sonó el timbre del almuerzo y muchos alumnos salieron con alimentos en las manos. Esta hora solo significaba que tenía que reunirme con Yahiko, el cual ya me estaba haciendo señas para que me acercara, y eso hice, sin antes sacar mi tupper con mi comida de adentro la mochila.
Llegué a la altura de Yahiko, el cual me señaló un asiento, perteneciente a uno de los gemelos que se fue, para que me sentara.
- Hola, Tobi - me dijo de manera entusiasta Yahiko - Te presentó a la mesa directiva. …l es Nagato, vicepresidente-
Yahiko señaló a un chico sentado detrás suyo cuyo pálido rostro era cubierto gran parte por su pelo rojo. Me saludó levantando la mano tímidamente, correspondí el saludo.
- Ella es Konan, secretaria -
Konan se sentaba al lado de Nagato y detrás de donde yo estaba. Era la chica origami de la cual Itachi me había hablado.
- Hola Tobi, cualquier duda que tengas con las materias estaré feliz de ayudarte- Me saludó alegremente.
- Konan tiene los mejores apuntes de toda la case, deberías echarles un vistazo algún día - continuó con voz suave Nagato
- Y por último -Continuó Yahiko -Ese de allá, el del sombrero con barbijo, es Kakuzu, nuestro tesorero-
Del otro lado del curso, detrás del asiento del otro gemelo, nos mostró agresivamente el dedo del medio Kakuzu
- Vaya, está de buen humor hoy día - exclamó Konan.
Itachi hizo acto de presencia con una bolsa llena de comida para él y dos latas de refresco, me tendió una que parecía tenía sabor uva.
- ¿Qué tal?- Dijo Itachi en tono burlón a Yahiko - ¿Ya le presentaste a todo el mundo?-
- Aún no - Respondió el pelirrojo siguiendo el tono de burla - Casi todos se fueron a comer-
- Pues podríamos agarrar, comer y ver todo el instituto, les presentas a la gente otro día-
- Mmmm, seh. - Yahiko parecía algo decepcionado porque sus planes se habían frustrado
Yo por otra parte estaba alegre, no quería que me lancen al mar sin saber nadar. Además la gente que había conocido hasta ahora me resultaba agradable, hasta Kakuzu y su agresividad me causaban gracia. Por un día me parecía bien ya que tenía miedo de decir alguna estupidez o algo, podría volverme el idiota del salón en un abrir y cerrar de ojos.
Todos nos dispusimos a comer nuestros respectivos almuerzos, haciendo que el aula se inunde con olor a comida, por lo que una vez terminamos de comer tuvimos que abrir todas las ventanas para que dejara de apestar. Kakuzu se veía muy molesto por el hedor, pero más por el frío que dejábamos entrar, terminó retirándose del aula con su almuerzo a medio terminar en las manos.
Antes de que Yahiko pudiera hacerme el tan esperado tour el timbre que daba fin al almuerzo. Lo único que quería conocer hoy día no se pudo, así que decidimos hacer el recorrido finalizadas las clases.
Konan me regaló un papel que llevaba el horario de clases, y si lo plegabas de manera correcta, al lado de las materias aparecían sus listas de materiales, y si doblabas de otra manera tenía el nombre de los profesores con sus respectivas oficinas dentro el instituto. La chica tenía talento, además era muy amable, casi como un ángel.
En fin, la clase que me tocaba era química, por lo que teníamos que irnos hacia el laboratorio una vez que el profesor llegase. Así que mientras esperaba, y luego de haber guardado mis cosas me puse a deambular por el curso.
Nunca en mi vida había estado en un aula tan pequeña, si no fuera por que tenía ventanas y que no le daba el sol de frente seguramente olería a diablos, y gracias a todos los dioses existentes y por existir que no era verano porque ahora mismo me estaría ahogando en sudor. Además, este lugar era tan diminuto que si estiraba el brazo podría tocar la mesa de Sasori (sí, así de cerca estábamos).
Noté que Itachi no dejaba de mirarme, seguramente para ver que no hiciera alguna tontería. La verdad hoy no pensaba hacer nada, estaba un poco harto que me consideraran el payaso del lugar a donde quiera que fuera. Pero es que a veces no puedo evitarlo, si se me ocurre algo lo tengo que hacer o decir, resistir el espíritu del impulso de idiotez no era fácil, poseía mi cuerpo y nadie lo podía exorcizar.
Escuché una conversación
- Bah ¿recién me cuentas? Eso apesta Sasori ¿Hace cuánto pasó?
- Hace dos meses...Mira, no es que haya afectado nuestra amistad ni nada, es solo que se siente raro a pesar que nuestra relación haya durado menos de un mes.
Sasori estaba conversando con alguien cuya voz no conocía, me volteé disimuladamente para ver de quién se trataba. Era un joven corpulento de pelo corto oscuro y revuelto, llevaba algunas pecas debajo sus diminutos y oscuros ojos, además era muy alto, media casi dos metros, poseía un collar con un colmillo posiblemente de tiburón que le llegaba hasta un poco más debajo de las clavículas.
- Kisame - continuó Sasori - perdón por haberte contado esto tan tarde, pero es que necesitaba recuperarme hasta sentirme bien a pesar que yo fui quién terminó con Deidara.
>> Me siento extraño porque aún trabajamos juntos en casi todo, y si está con alguien más me sentiría aún peor
- No te preocupes - Le respondió Kisame, su voz sonaba consoladora -Entiendo. Pero si te hace sentir mejor, no creo que Deidara esté con nadie pronto, por lo menos no hasta que terminemos esto - Seguramente se refería a cuando salgamos de la preparatoria a la universidad.- ¿Cuánta gente gay crees que habrá en este pequeño pueblo? Yo creo que es muy probable que ustedes dos sean de los pocos, si no los únicos.-
Suficiente espiar por hoy, me fui, no quería saber más de la vida amorosa de Sasori. Eso sí, no sabía que era gay. No es que me molestase, solo que pensé que en un pueblo tan pequeño como este la gente sería menos tolerante.
Finalmente entró la profesora de física para anunciarnos que hoy día no pasaríamos química debido a que el profesor tuvo una emergencia de último momento. Nos dijo que podíamos quedarnos en el curso hasta que suene el timbre de salida si queríamos, pero a condición de no ser muy ruidosos. Finalmente se fue y el bullicio comenzó.
Los cuadernos volaban de aquí para allá. Habían algunos haciendo bailes extraños, otros como Sasori y Kisame seguían conversando plácidamente. Yahiko, Konan, Nagato e Itachi se me acercaron.
- Heeeeeeeeeey - Yahiko exclamó -Es una suerte que haya pasado esto, vamos a presentarte a todo el curso-
- Oh sí, estaría bien- fingí entusiasmo, Itachi pareció darse cuenta a pesar de todo el caos
- Empecemos por el sector tranquilo - La dulce voz de Nagato apenas se escuchaba por tanto barullo.
Yahiko me dirigió hacia donde estaban sentados Sasori y Kisame, Itachi nos seguía de cerca junto a Nagato y Konan. Como el curso era muy pequeño llegamos después de dar unos cinco pasos, incluso pude escuchar parte de la conversación que tenían.
- Bueno, la verdad espero que él tampoco se sienta raro, me considera su maestro y todo...-
- Este es Tobi- Saludó Yahiko interrumpiendo a Sasori y colocándome una mano en el hombro
- Bueno, creo que todos sabemos su nombre- Dijo casi inexpresivamente y con la sonrisita pícara que le caracterizaba.
- Este es Sasori, ya lo debes conocer, tiene extraños hobbys - Me dijo Yahiko y continuó tendiendo su mano hacia Kisame - Este de acá es Kisame, es el deportista de la clase, hace natación.-
- ¿Qué hay, Tobi? Tú pareces ser del tipo tímido pero gracioso ¿o me equivoco? - Me guiño un ojo mientras me tendía la mano a modo de saludo
- Eh...sí...komo lo zupo- Le correspondí el saludo
- También es mi mejor amigo - Se metió en la conversación Itachi
- Uh, sí, sí, tu primo es un tipo muy sobre-protector, aunque sabe que yo podría partirlo como un palillo- dijo en modo de broma el mastodonte
- Continuemos con nuestra ronda- Yahiko me llevó a otro lado mientras me despedía con la mano de Kisame y Sasori
La siguiente parada era un poco más bulliciosa. Eran los gemelos, se decían cosas en un idioma extraño y luego estallaban de la risa al unísono.
- Este es Tobi- Yahiko parecía haber planeado todo, hasta el mismo golpecito en el hombro era igual a cuando me presentó a Kisame y Sasori
- Hola, Tobi - saludaron al mismo tiempo, como si estuvieran en un grupo de alcohólicos anónimos. Me escaneaban con la mirada.
- Los nuevos son amigos, no comida - Dije tratando de entrar al ambiente de alcohólicos anónimos, haciendo referencia a aquella escena de Buscando a Nemo.
- Me caes bien. Yo soy Shiro- Interrumpió antes que Yahiko pudiera presentarlos.
- Y yo Kuro - su voz era lúgubre, era lo único que lo diferenciaba de su hermano
Yahiko estaba visiblemente molesto por haber sido interrumpido.
- Les gustan las plantas, ellos fundaron el club de jardinería que tenemos- Dijo el pelirrojo tratando de camuflar su molestia en su voz.
- Nuestra favorita es la Venus atrapamoscas- Dijeron al mismo tiempo en tono de mofa
- Continuemos- Yahiko me llevó a otro lugar. También me despedí de los hermanos.
El siguiente lugar era el más bullicioso, y según yo era de donde venía el mayor ruido del curso. Los dos chicos que se sentaban a mis lados durante clases reían a carcajadas mientras Kakuzu los observaba. Noté que estaban armando figuritas con arcilla, una de ellas tenía cierto parecido con Sasori.
- Yo soy Tobi - me coloqué una mano al hombro antes que Yahiko pudiera hacerlo.
Se me quedaron mirando, parecían un poco molestos por haberles interrumpido. Yahiko parecía divertido por mis acciones. Itachi y los demás estaban dispersos por el aula.
- Este es Hidan- dijo mi guía
- Hola...solo no te metas conmigo- Me saludó de mala manera
- Este de acá ya lo conoces, es Kakuzu- continuó Yahiko
Kakuzu volvió a sacarme el dedo del medio sin decirme una palabra
- Este es Deidara, es el menor del curso. Tiene 16 recién cumplidos, sá amable- Esto último lo dijo a manera de irritar, estaba seguro.
- ¿Quieres que te dé un golpe, hm?- Gruño el chico rubio.
Ahora que lo notaba, Deidara era muy pequeño, apenas pasaba el 1,60
- Oh, es adorable- Admito que también quería irritarlo
Me lanzó una mirada asesina y a continuación me lanzó la estatuilla de Sasori al estómago. Por lo menos era considerado con mi rostro...
Sonó el timbre y los chicos que estaban frente a mi armaron sus mochilas a toda velocidad, y en un abrir y cerrar de ojos ya no estaban presentes. Los demás salían tranquilamente.
Noté que se acercaban Konan, Nagato e Itachi seguido por Kisame. Los ojos de Yahiko brillaban de entusiasmo. Había llegado la hora de pasear por todo el instituto.
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