Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Déjame salvarte por Aruzab

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto.

-¡Gracias por invitarme a desayunar Sakura-chan!- Expresó eufórico un chico rubio mientras observaba las decoraciones tan "vintage" que colgaban de las paredes de aquella cafetería. Era un lugar bastante acogedor, aire acondicionado, fotografías algo antiguas en enormes marcos de madera, símbolos característicos de la culura pop, letreros con algunas frases motivacionales, entre otros adornos que distinguían a ese lugar de algún otro que haya visitado antes.

-Ni lo menciones, Naruto.- Mencionó la chica pelirrosa con una ligera sonrisa.- Ya hace un tiempo que no te dejabas ver.

Naruto sólo se limitó a sonreirle a su amiga, y es que tenía razón, hacía mucho que no se veían, ni siquiera recordaba cómo había sido la última vez que se habían dado el tiempo de conversar. Ambos se dirigieron a una mesa con vista a la calle, acto seguido, se sentaron en esta a esperar a que se
les atendiera.

Como si les hubiesen leído los pensamientos, apareció una mesera muy amable, preguntándoles qué deseaban ordenar.

-Buenos días, ¿puedo tomar su orden?- Preguntó la chica de buena manera.

-¡Sí por favor! Yo quiero un pastel de chocolate y una malteada de vainilla.- Dijo el rubio bastante emocionado, al mismo tiempo que la mesera lo miraba como si fuera un bicho.- Oh, y una galleta grande con chispas de chocolate.

-¿Tan temprano y ya vas a comer tanto dulce?- Preguntó Sakura mientras soltaba una risa tranquila- Yo sólo quiero un café y un croissant.

-En seguida les traigo su pedido- Agregó la mesera para después retirarse, no sin antes lanzar otra mirada de extrañeza al joven rubio.

-Cielos, ¿cuál es su problema?- Dijo un poco irritado el rubio pero con una sonrisa en su rostro, contrastando con su tono de voz.

-¿Ya te vas a quitar eso?- Preguntó la chica de ojos verdes, pero esta vez con una expresión seria en su rostro.- Creo que son la razón por la que esa chica te miró como si fueras un lunático.

-Ufff, sí que hace calor.- Comentó Naruto mientras se echaba aire con su propia mano, trantando de evitar la pregunta.

-Estámos en aire acondicionado.- Contestó la chica un poco molesta, ya se estaba imaginando por dónde iba la cosa.- Naruto, quítate eso, te ves como un ciego.

-Me dijeron que el café de aquí es muy bueno.- Volvió a intentar safarse de lo que ahora era una orden.- ¿Me darías un poco cuando te lo traigan?

-Naruto... quítatelos, ahora.- Dijo Sakura cada vez más irritada por la terquedad de su amigo, que obviamente le estaba escondiendo algo.

-Es que hoy no me lavé la cara, y mis ojos están llenos de lagañas.- Se excusó mientras soltaba una carcajada que ni él mismo se creyó.

-Naruto... no lo voy a volver a repetir.- Mandó con un tono que asustaría a cualquiera.- Si no lo haces, olvídate de que te pague la comida.

-Bueno, está bien, lo haré.- Resignado, prosiguió a quitarse los lentes de sol, estaba por demás explicar la razón por la que la mesera y muchos otros clientes lo miraban como si se tratara de un fenómeno, algunos incluso le tomaron fotos, ya podía escuchar a sus amigos reírse de él
mientras le mostraban un meme con su foto.

-Oh por...- No pudo terminar la frase, tuvo que cubrir su boca para no soltar un grito de terror, un escalofrío la recorrió por completo al contemplar aquella escena.- Naruto, ¿por qué...

-Fue mi culpa, lo juro.- La interrumpió, sabía que le iba a preguntar el motivo de su apariencia, y siendo sinceros, no tenía ganas de soportar todo el interrogatorio.- Pero ya no me duele tanto.- Agregó con una enorme sonrisa.

-¿Tu culpa?- Murmuró por lo bajo la pelirrosa mientras apretaba fuertemente sus puños, que rápidamente cambiaron su tez blanca a un rojo digno del más sano de los tomates.- ¿Tu culpa, dices?

-Sakura-chan, en serio no es nada, fue un malentendido.- Trató de calmarla el blondo, por lo que estaba notando, su amiga estaba cada vez más furiosa.- Te juro que todo está bien.

-... ¿Hace cuánto que pasó?- Interrogó levemente más calmada- ¿Cuándo te hicieron eso? O mejor dicho, ¿cuándo te lo hizo?

-Fue hace dos días...- Contestó Naruto al mismo tiempo que bajaba la mirada, no podía mirar a Sakura a los ojos, se sentía avergonzado, como si lo estuvieran regañando.

-A ver, déjame revisarte.- Más que una pregunta, fue un aviso.

Sakura se acercó al rubio para verificar que todo "estuviera bien" como afirmaba, pero incluso antes de tocarlo, sabía que esa cosa aún seguía brindándole enormes punzadas de dolor, sin embargo, sabía que Naruto jamás lo admitiría. Al estar lo suficientemente cerca para examinar aquel moretón o mejor conocido como "ojo morado", se percató que tenía un tamaño casi el doble de lo que se percibía a la distancia, cubría al menos una tercera parte del lado izquierdo del rostro de Naruto, e incluso tenía
algunas secuelas en la parte superior de la nariz y el ojo derecho, señal de que el ataque no sólo había sido en una zona.

-!Auch!- Se quejó al momento en que su amiga tocaba con cierta fuerza el área dañada.- Es que me entró algo en el ojo.- Agregó para ocultar la verdad, pero a esas alturas sabía que todo sería en vano.

-Debemos ir al consultorio, ya comeremos luego.- Comentó la pelirrosa para después ir por su bolso y jalar la mano de su herido amigo.- Ven conmigo.

Se llevó a Naruto casi arrastrado hasta su auto, mientras que este seguía insitiendo en que se sentía bien y que no había necesidad de ir tan lejos, sin embargo, la chica hacía caso omiso a lo que el rubio tenía que decirle, tenía que revisarlo mejor, con instrumentos médicos, esa cosa parecía incluso estar infectada, cortesía de las aberturas en la piel que se crearon por lo que ella suponía, había sido un golpe (o golpes) con un objeto duro.

-Sakura-chan, eso no se hace, ya nos iban a llevar la comida.- Reclamó con un puchero infantil.- Ya no podré volver a ese lugar, al menos no cuando esa chica esté en turno.

-Me importa poco la comida, tengo que revisar esa cosa en tu rostro.- Comentó con cierta frialdad.- En serio Naruto, no puedo creer que soportes semejantes atrocidades.

-¡Ya te dije que fue mi culpa!- Exclamó un poco triste, no quería preocupar a su mejor amiga.- Me lo merecía...

-¿Estás escuchándote?- Se estaba quedando sin panciencia, pero tenía que mantenerse concentrada en el camino, lo último que quería en ese momento era un accidente vial.

-Lo siento...- El chico se limitó a bajar la mirada, podía sentir como unas lágrimas corrían por su rostro.

-¿Por qué te disculpas?- Preguntó algo confundida.

-Arruiné nuestra cita.- Contestó dejando salir algunas lágrimas- Se suponía que sería un buen día, que nos divertiríamos.

-Naruto.- Suspiró tristemente, le dolía verlo de esa manera, tan débil y afligido.- No lo arruinaste, no te imaginas lo feliz que me hizo verte después de tanto tiempo, y gracias a Dios que nos encontramos ahora, no quiero imaginar lo que hubiera sido de ti y ese moretón, con lo terco que eres.

-Lo siento...

-Deja de disculparte, por favor.- Lo interrumpió Sakura abruptamente y con un tono más serio.- Ese es el problema Naruto, eres demasiado sumiso, sé más duro, da la cara. Ya llegamos, baja.

Las palabras de la chica hicieron en su cabeza por un largo rato, mientras se disponía a bajar del coche e ingresar al consultorio. Al entrar se percató de lo mucho que tenía sin visitar el lugar, estaba remodelado, las paredes cubiertas de blanco, el aire acondicionado a una temperatura baja (como en todos los lugares de dicha índole), unas plantas en cada esquina, persianas cerradas, y unas sillas acolchonadas que representaban la sala de espera.

-¡Naruto, cuánto tiempo!- Gritó efusiva la mujer detrás de un escritorio.

-¡Shizune-san!- Gritó al mismo tiempo que se acercaba para darle un efusivo abrazo.

-¡¿Qué es eso que tienes en el ojo?!- Preguntó al percatarse de la atrocidad que se posaba en la cara del blondo.

-Lo golp... ¡HMM!- Sakura estaba a punto de dalatarlo pero el chico se lanzó rápidamente a taparle la boca.

-Me topé a una bola de pandilleros que querían asaltarme, y este...- Titubeó para convertir la mentira en algo creíble.- Traté de defenderme pero eran muchos, menos mal unos chicos iban pasando y me ayudaron... Sí, eso.

-No puede ser, será mejor que le avise a Tsunade-sama que estás aquí.- Agregó la mujer a punto de sacar su celular y llamar a la aludida.

-¡NO NO NO!- Exclamó con preocupación.- Sabes que si Tsunade-baachan se entera hará todo un escándalo y querrá ejecutar a esos tipos uno por uno... aunque sean de mentira.- Lo último fue murmurado por lo bajo.

-Pero Naruto...

-No te preocupes Shizune-san, además, Sakura-chan se hará cargo.- Volteó a ver a su pelirrosa amiga, que sólo estaba sobándose la frente ante toda la mentira que se había creado en menos de 2 minutos.- ¿Cierto, Sakura-chan?

-Oh, este, sí, por supuesto.- Respondió un poco confundida.- Vamos Naruto, permiso Shizune.

-Está bien, pero si necesitan algo no duden en decirme.- Comentó un poco resignada.- Y si la cosa se pone fea, llamaré a tu abuela Naruto.

-Sí, sí ¡Permiso!- Después de esto, ambos caminaron por el pasillo que conducía a los tres consultorios.

Así es, Tsunade, la dueña de la clínica, cirujana con más de 40 años de experiencia, era la abuela de Naruto, mientras que su mejor amiga, Sakura, era la pupila de la antes mencionada junto a Shizune. Mientras que la segunda ya tenía algunos años de haberse titulado como doctora, su amiga apenas estaba en proceso de graduarse, pero gracias a que siempre había seguido los pasos de la mayor, ya era toda una profesional.

-Wow, Doctora Sakura Haruno.- Expresó el rubio con sorpresa al ver la placa de metal que colgaba de una de las tres puertas.- ¿Así que ya tienes el tuyo?

-Sí, Tsunade-sama transformó la sala de descanso en otro consultorio.- Explicó a su amigo, que al parecer se había perdido de muchas cosas.- Y como en un año consigo mi título, me lo dió a mí.- Pronunció bastante orgullosa de sí misma.

-Vaya que ha cambiado este lugar.- Dijo Naruto admirando sus alrededores. La última vez que había estado ahí, había sido en el cumpleaños número -CENSURADO- de su abuela, y vaya que había muchos
cambios, anteriormente sólo había dos consultorios, siendo uno el de la mayor y el otro de Shizune, además de que el lugar lucía bastante anticuado, ahora se veía bastante mejor.

-Entra.- Permitió que el blondo pasara primero a su nueva área de trabajo.

Al ingresar a la oficina notó la elegancia del lugar, sin embargo, tenía ese "algo", que le dejaba en claro que pertenecía a Sakura, oh claro, los adornos rosas en algunos rincones y la feminidad, ahora que lo analizaba con mayor claridad, no era del todo elegante, pero no estaba mal. Lo que más captó su antención fue una foto colocada en el escritorio de su amiga.

-¿Aún sigues con Lee?.- Dijo Naruto mientras sostenía la foto entre sus manos, por alguna razón sintió celos, ambos se veían tan felices, estaban en un festival de fuegos artificiales.

-Sí.- Dijo un poco sonrojada y con una sonrisa.- Vamos por nuestro cuarto aniversario.

-Aw, qué romántico.- Comentó el rubio imitando una voz de chica.

-Cállate y siéntate.- Le ordenó a Naruto con un tono amigable. Naruto acató la orden de inmediato.

Después de haber revisado al rubio, ponerle algo de pomada para reducir la irritación y el dolo, además de lavarle bien, procedió a darle todas las medicinas que necesitaría para recuperar el tono de su piel, que a juzgar por el análisis final, tardaría mucho en vover. En algunas ocasiones Shizune iba para serciorarse que todo estuviera bien, mientras sostenía su teléfono con la palabra "Tsunade-sama" y la opción de marcar bajo este.

-Rayos, ¿todo esto tengo que ponerme?- Naruto contemplaba con cierto desagrado la receta que le había sido proporcionada.

-Sí, y más vale que sigas al pie de la letra todo lo que te puse.

-Está bien, está bien, bueno, con tu permiso...

-Hey espera.- Lo detuvo Sakura al ver que Naruto daba indicios de pararse para dejar el lugar.- ¿Ahora sí me dirás qué fue lo que te pasó?

-No fue nada en serio Sakura-chan...

-Naruto.- Advirtió con tono dominante.- Si no me dices le diré a Tsunade-sama y a Jiraiya-sama todo lo que sé, y créeme que ellos no lo tomarán para nada bien.

-¡Por favor no les digas Sakura-chan!- Suplicó casi llorando.- Mis abuelos serían capaces de matarlo...

-Créeme.- Recalcó la chica.- No serían los únicos.

-Está bien, te contaré todo.- Derrotado, comenzó a relatar la historia detrás de esa horrible herida.


**Flashback**


-Al fin llegué, justo a tiempo.- Dijo para sí en tono victorioso el rubio que venía sudando de tanto correr a su apartamento.- Hora de preparar la cena.

Había sido un excelente día en la universidad, como ya estaban a punto de terminar el semestre, el tutor de su grupo decidió llevarlos a un museo de arte antiguo, con la excusa de que sería material para el proyecto final. Naruto estudiaba Lincenciatura en Legua y Literatura, por lo tanto, como todos sus compañeros se imaginaban (y así fue), el proyecto sería un artículo a detalle de todo el museo, mas esto no hizo que la emoción por ir se esfumara.

Una vez que habían recorrido todo el lugar, fueron libres de hacer lo que quisieran. A Naruto le hubiera gustado irse con sus amigos a pasar el rato, sin embargo, tenía deberes qué hacer, y estos le fueron recalcados aún más cuando vio en su teléfono que ya eran casi las 9 de la noche, por lo que tuvo que irse corriendo lo más rápido que podía para llegar.

A pesar de no haber estado más tiempo con sus compañeros, el día había sido muy agradable, y estaba seguro que así terminaría, o al menos eso se decía a sí mismo.

-Al ver la cena que le preparé ¡Quedará encantado!- Exclamó con bastante entusiasmo y con un ligero rubor en sus mejillas. Cocinar era por naturaleza lo suyo, sin embargo, sólo cuando se trataba de dar a alguien más, ya que cuando tenía que alimentarse, optaba por un vaso de fideos instantáneos, con eso era feliz.

Escuchó que la puerta se abría, era él. Su corazón palpitaba con fuerza,  pero al mismo tiempo, se sentía nervioso, nunca sabía en qué humor se encontraba, si le había ido bien o había sido un día de los mil demonios, sin embargo, confiaba en que una buena comida solucionaría cualquier situación por más mala que fuese.

-Ya llegué.- saludó con voz seria

-Bienvenido, Sasuke.- Saludó el rubio con una sonrisa.- La cena está casi lista.

-De acuerdo.- Pronunció el moreno con un tono de indiferencia.

-¿Cómo te fue hoy?.- Preguntó con un tono de curiosidad.

-Igual que siempre.- Contestó con el mismo tono mientras miraba su teléfono.

-Oh, ya veo...

Así solía ser la mayoría del tiempo, se veían a la hora de la cena, Naruto intentaba entablar una conversación pero su novio no ponía de su parte, por lo tanto siempre terminaban comiendo en silencio... en el mejor de los casos. Cuando Sasuke tenía un mal día se comportaba de una manera bastante agresiva, lo insultaba, lo humillaba y si Naruto lo ignoraba, Sasuke sacaba lo peor de sí mismo para darle una lección. Puños, bofetadas, patadas, escupitajos y abuso sexual era lo que recibía si se dignaba a ignorarlo, no le quedaba de otra que sucumbir ante las palabras hirientes de Sasuke.

No obstante, Naruto siempre lo terminaba perdonando, lo amaba como a nadie y no quería perderlo, además de que la esperanza de que algún día todo volviera a ser como antes no desaparecía. Aunque no era tan común como cuando empezaron a salir, Sasuke tenía su lado romántico y apasionado,
siempre se decía a sí mismo que por esos momentos, valía la pena soportar las peores noches.

-¿A ti cómo te fue?.- Preguntó el azabache sin desepegar la mirada de su celular.

-Oh... pues, bastante bien a decir verdad.- Contestó el rubio con sorpresa, era muy raro que Sasuke le preguntara sobre su vida escolar, debía estar de buen humor, quizá aumentaron las ventas de la empresa o su hermano le había dado un aumento, quién sabe.

-¿En serio? ¿Qué hiciste?.- Interrogó de nuevo realizando la misma actividad que en la pregunta anterior.

Eso tomó todavía más por sorpresa a Naruto, no recordaba la última vez que Sasuke le había preguntado a detalle por su día, de lo único que hablaban (de las pocas veces que lo hacían), era sobre la empresa Uchiha, propiedad de sus padre y próximamente de su hermano mayor, por lo que Sasuke les guardaba cierto resentimiento, según él, no les bastó con no dejarle una parte de la herencia, sino que tampoco lo dejaron dedicarse a otra cosa, tuvo que estudiar lo mismo que su hermano y trabajar en la empresa una vez terminara la carrera. Pero eso era otro tema, lo importante es que su novio se estaba interesando por él de nuevo, y no podía desaprovechar la oportunidad.

-Pues, fuimos a un museo con Iruka-sensei, vimos estatuas viejísimas, durante el trayecto...- El rubio comenzó a contarle toda la historia de la pseudo-excursión a su pareja mientras terminaba los últimos detalles de la cena, por ende, no se percató de que el moreno ni lo estaba escuchando, seguía ensimismado en su celular.- Y entonces mientras veíamos la última exposición, a que no adivinas con quién me encontré.

La pregunta del rubio se perdió en el vacío, ya que la respuesta de Sasuke nunca llegó, pero como dicen por ahí, el que calla otorga.

-A Sai, se veía idéntico, al parecer también estaba de excursión, porque lo vi con un grupito de personas y...

-¿A quién?- Interrumpió serio el azabache apartando la mirada del dispositivo por primera vez en toda la noche.

~Mierda~ Fue lo único que pensó en ese momento. Había arruinado lo que pudo haber sido una velada agradable, no podía creer lo tonto que podía llegar a ser. Sasuke no era el más cariñoso del mundo, lo trataba mal en varias ocasiones, a veces actuaba como si él no existiera, y por si fuera poco, era extremadamente posesivo y celoso, la principal razón por la cuál Naruto dejó de frecuentar a muchas personas, desde sus amigos de confianza hasta su propia familia. Sai era un ex-novio de la preparatoria, sabía que Sasuke no se tomaría para nada bien el hecho de que ambos hayan conversado
un poco, por más mínima y banal que la charla haya sido.

-N-no es n-nada, o-olvídalo, l-la cena está l-lista.- Dijo bastante nervioso, sólo le quedaba salvar la situación con la comida y desviando el tema.- Preparé algunos onigiris para empezar y- ¡WOAH!.

No, no era su noche, la vida se estaba esforzando por hacer que la pasara mal, y vaya que lo haría. Al ser dominado por los nervios, se le resbaló todo lo que contenía el plato mas el vaso con agua, y todo empeoró al ver que todo caía sobre el ragazo y la elegante camisa de Sasuke.

-¡Idiota!- Gritó mientras se limpiaba los restos de comida, pero la humedad del agua derramada lo volvía más complicado.

-En serio lo siento muchísimo Sasuke, deja te ayudo.- Si ya estaba bastante intranquilo, ahora parecía un terremoto andante, aún así se acercó con un trapo para ayudarlo, pero eso sólo apresuró su castigo.

-¡Eres un inútil!- Apartó con fuerza el trapo que el blondo le había extendido, ahora sí que estaba perdido.- Oh, ya sé porqué andas más estúpido de lo normal...

La mirada de Sasuke pasó de ser una de irritación y enfado, a una completamente estática, sin emociones, pero con un aire maligno. Lo miró fijamente, Naruto de verdad que temía por sí mismo en ese momento, pero no había escapatoria, sabía que si intentaba correr, Sasuke de inmediato lo
alcanzaría y el castigo sería mil veces peor, de verdad que estaba perdido, un día tan genial como ese se había convertido en su peor pesadilla.

-¿A-a qué t-te ref-fieres?- Pregunto con pavor.

-¿No es obvio?- Pronunció el moreno mientras una mostraba una media sonrisa con aire de arrogancia.- Las colegialas se vuelven más tontas cuando están enamoradas... Y dices que viste al idiota de tu ex-novio, ¿verdad, Naruto? No será que...- Sasuke se acercó lentamente al rubio, sus ojos se habían tornado inexpresivos.- ¿Ver a ese pendejo te puso caliente?

-No Sasuke, sabes que...¡Agh!- El aludido lo empujó contra la barra de la cocina, lastimándole la espalda baja, acto seguido, lo acorraló y lo levantó, de modo que el blondo quedó sentado sobre la barra.

Una vez en esta posición, el azabache tomó el pene de Naruto y lo apretó con un montón de fuerza. El rubio soltó un grito de dolor, el agarre de Sasuke era demasiado fuerte, sentía como si fuera a arrancarle su hombría o a reventar la parte baja de esta.

-¡Sasuke me duele!- Exclamó con dolor, se sentía fatal- ¡Por favor suéltame!

-"Me duele"- lo imitó con malicia.- ¿Desearías que fuera Sai, verdad maldita puta?

Su propio comentario lo hizo explotar, sin soltar el agarre del miembro de Naruto, lo abofeteó con fuerza 4 veces seguidas. El pobre chico sólo podía suplicar porque parara, sin embargo, Sasuke no mostraba indicios de terminar pronto, al contrario, parecía que su martirio apenas comenzaba.

-¿Quieres que ese comemierda te la meta, verdad?- Dijo desafiante mientras el rubio lloraba, ya lo había soltado pero el dolor persistía.- ¡¿QUIERES QUE TE LA META COMO LA PUTA BARATA QUE ERES?!

Después de semejante barbaridad, el moreno lanzó a Naruto al suelo, el adolorido chico sólo pudo soltar un quejido, sabía que si suplicaba le iría peor. Sasuke comenzó a patearlo en el torso de forma violenta mientras lo llamaba de diversas formas denigrantes, el pobre blondo sólo podía llorar y quejarse, no había manera de safarse de esa horrenda situación. Después de patearlo, el azabache tiró todo lo que estaba sobre el comedor de la cocina para después acostar al rubio que yacía en el suelo
llorando por el dolor.

-¿Así que andas en celo maldita zorra?- Masculló el moreno mientras acomodaba a Naruto sobre la mesa y se desabrochaba los pantalones.- No te preocupes, tu hombre te dará lo que tanto necesitas.

-Sasuke, por favor, no lo hagas.- Rogó Naruto mientras las lágrimas caían rápidamente de sus ojos, sabía lo que venía a continuación.- Te lo ruego por fav- ¡AGHHHH!

Estaba sucediendo de nuevo, su novio, la persona que tanto amaba, estaba abusando sexualmente de él, ni siquiera se percató cuando este lo había despojado de sus pantalones. Era la tercera vez que eso ocurría, aunque fueran relativamente pocas, eran suficientes para dejar con traumas a Naruto. Con cada embestida sentía como si lo apuñalaran por dentro, una sensación que no le desearía ni a su peor enemigo. Rogaba porque Sasuke se viniera rápido, no podía soportarlo más, sin ningún tipo de preparación era como si le metieran un tubo de plástico una y otra vez, esa era la descripción más cercana que encontraba para ese dolor tan agobiante.

-Sa-Sasukk-ke por-por -AGHH- Ni siquiera podía terminar de decir una simple oración, el dolor era más que intolerable.

-!!!CÁLLATE!!!- Gritó Sasuke al mismo tiempo que golpeaba a Naruto en el ojo izquierdo. Con uno de sus brazos alcanzó un vaso de vidrio y acto seguido lo estrelló en la misma zona donde había golpeado con anterioridad, todo esto mientras chocaba contra los adoloridos muslos de su víctima.

Naruto estaba a punto de soltar un estrenduoso grito, pero sabía que si lo hacía despertaría a los otros inquilinos y se armaría un escándalo. Si no se habían dado cuenta desde que inició la tortura, era porque se encontraban en el último piso, y eran los únicos que  vivían en esa parte del edificio, el resto vivía en los primeros niveles, mientras que los dos útlimos dos niveles estaba casi deshabitados, de no ser por ellos y la anciana con problemas de audición en el penúltimo nivel.

Al ver que Naruto ya sólo sollozaba, quitó su mano y la miró con repulsión, tenía unas pocas manchas de sangre por culpa de las cortadas en las mejillas del rubio. Por si el dolor de dichas heridas fuese poco, decidió darle otro golpe, uno todavía más fuerte que el anterior, sin olvidar que la pentración seguía en frenesí.

-¿Te gusta, no? Zorra de cuarta- Pronució Sasuke entre jadeos- Ma-maldi-ta pu-put-ta ¡AHHH!

Al fin se había corrido, eso significaba que la tortura había cesado. Sasuke sacó su miembro de la entrada del rubio y se subió los pantalones.

-Limpia todo esto- Fue lo último que dijo antes de irse al baño a ducharse.

Naruto no contestó seguía llorando, le dolía horrible todo el cuerpo, sobretodo la cara y toda la entrepierna, pero de todas maneras se las arregló para levantarse y limpiar con la poca fuerza que le quedaba, sabía que si no limpiaba antes de que Sasuke saliera del baño el sufrimiento se
prolongaría.

Mientras arreglaba todo el desastre que habían causado, no pudo evitar sorprenderse de no haber quedado incosciente después del impacto del vaso en su cara, quizás era más frágil de lo que aparentaba,  pero todo eso ya daba lo mismo, hubiese preferido terminar noqueado, de esa manera se
hubiera salvado de una pequeña parte de la violencia de su novio.

Como pudo, terminó de limpiar y dejar la cocina como si todo ese maltrato nunca hubiera ocurrido, y eso mismo debia hacer él también, sin embargo, el dolor corporal y sus heridas no le permitían simplemente olvidar todo lo ocurrido hace unos momentos. Eran las 11 de la noche, relativamente
temprano, decidió ir al baño para revisarse bien, el moreno ya se encontraba durmiendo, por lo que no tenía que hacer ningún tipo de ruido.

Una vez en el baño, se miró de piez a cabeza, sus piernas no mostraban ninguna herida, mas no podía decir lo mismo de su torso y su cara, estaban cubierto de moretones y algunas cortadas no tan profundas, pero que al tocarlas ardían como el infierno. Se duchó con extremo cuidado y una vez
limpio, se frotó pomada en las heridas, al menos así dejarían de doler por un buen rato. Se dirigió hacia la cama donde el moreno dormía profundamente y se acostó en su lado, sintiendo un inmenso temor de que este despertara y quisiera maltratarlo de nuevo. Cuando menos se lo esperó se quedó profundamente dormido.

Al día siguiente, o más bien, unas horas después, se levantó con cuidado, al parecer el dolor había regresado a visitarlo. Se duchó de nuevo, colocó pomada en las heridas y se dispuso a alistar las cosas de su pareja, su atuendo, el almuerzo, etc. Ya estaba todo preparado para que se marchara al trabajo y no lo atacara.

Mientras se preparaba su propio almuerzo, sinitió cómo unos brazos rodeaban su cintura por detrás, no pudo evitar dar un pequeño brinco de sorpresa, no, no era por sorpresa, era por miedo. Era obvio de quién se trataba, sólo estaban ellos dos ahí, sintió como Sasuke se recargaba sobre su cabeza, era ligeramente más alto que él, por lo que le era posible hacer ese tipo de acciones. De su cabeza pasó a su nuca, el rubio no podía evitar temblar y sentir un poco de desconfianza, sin embargo, esto no
detuvo al moreno quien pasó de la nuca hacia el oido.

-Lo siento - Sintió un enorme escalofrío al sentir el aliento de su novio, no estaba acostumbrado.

Era la tercera vez que se repetía exactamente lo mismo, después de tratarlo como una vil prostituta en la noche, a la mañana siguiente se levanta y le ruega que lo perdona mientras es excesivamente meloso con él. Sí, así había sido en las dos veces anteriores.

La primera vez que abusó de él violentamente, fue por culpa de su ebriedad, por eso pudo perdonarlo, sabía que no había hecho las cosas conscientemente. A la mañana siguiente de esa vez, Sasuke le preparó el desayuno, lo ayudó a preparar sus cosas y lo llevó a cenar.

La segunda vez, fue un poco más violenta, cometió el error de conversar con su hermano mayor, Itachi, durante una fieste de la empresa de la familia Uchiha, Sasuke al estar cegado por los celos, se lo llevó de ahí y abusó de él en su oficina. Al día siguiente le rogó que lo perdonara, le llevó flores, dulces, fideos instantáneos de otras partes del mundo y fueron a dar un paseo por la playa durante la noche.

~¿Esta vez qué será?~ Se preguntó el rubio mientras veía sobre su hombro, cómo Sasuke recargaba su cabeza en él.

-No te preocupes- Dijo con tono bajo y melancólico- Entiendo que te hayas molestado.

Sasuke comenzó a besarlo lentamente, su espalda, su nuca, su cabello. Marcó todo un camino de besos por toda la parte trasera de su cabeza hasta llegar a la mejilla que tenía lastimada. Beso suavemente las zonas adoloridas, sin importarle el sabor a pomada de estas.

-En serio lo lamento tanto.- Dijo Sasuke con un tono triste pero grueso- Es que al imaginarte con alguien más, dejando que te toque, que te bese, que te haga el amor, pierdo el control.

Naruto se sentía raro, no sabía qué decirle, ya lo había perdonado, pero no se sentía del todo cómodo, al contrario, se sentía aprisionado en sus brazos.

Pasó el rato y ambos comenzaron a desayunar antes de irse a atender sus propios asuntos, como Sasuke era un año mayor, ya estaba trabajando, a él aún le faltaba poco para terminar la universidad. Sasuke se levantó de su asiento, se acercó al rubio y lo besó tiernamente.

-Ya me voy a la oficina- Dijo antes de volver a darle otro beso con sabor a café amargo al rubio.- Posiblemente ya no te vea en la tarde, me iré con Itachi en un viaje de negocios, serán sólo unos días,  y te prometo que en cuanto regrese.- Tomó la mano del rubio.- Te compensaré por todo.

Besó la mano de su novio y se dispuso a irse, Naruto se sintió más tranquilo, pero no sabía si era por el hecho de que Sasuke no estaría en algunos días o porque le había prometido compensar las horribles cosas que le hizo. Naruto lo alcanzó en la puerta y alcanzó a darle otro beso.

-Que te vaya muy bien.- Dijo a su amado, el cuál le contestó con una sonrisa pequeña.

Sí, definitivamente estaba tranquilo porque sabía que Sasuke había recapacitado, ya no habría más violencia como la de la noche anterior, o al menos eso esperaba.

**Fin Flashback**
   

-Eso fue todo lo que ocurrió, Sakura-chan- Terminó de contar su relato el rubio- ¿Lo ves? Te dije que todo fue un malentendido.

La pelirrosa sólo pudo soltar unas cuantas lágrimas, mientras veía a su mejor amigo sonreír después de contarle semejante atrocidad, digna de una película gore. Se levantó de su asiento y lo abrazó fuertemente. Era la segunda vez que lo veía herido por culpa de su abusiva pareja, la primera vez fue sin querer, de no ser porque Naruto se tuvo que cambiar de camisa durante una reunión, jamás hubiera visto los moretones que recorrían su cuerpo, era consciente de que su amigo sufría violencia de todos los tipos, sin embargo, él no hacía nada por ayudarse a sí mismo, le había prometido que eso nunca se volvería a repetir, pero ahí estaban, en la clínica y con el rostro de su amigo bastante lastimado.

-Naruto, eso ya no puede seguir.- Le dijo a su amigo.- Tiene que detenerse ahora.

-Pero todo estará mejor.- Contestó el blondo.- Sasuke de verdad me ama, y estoy seguro que ya no se repetirán esas escenas, además, ya te dije que yo me lo busqué.

-Naruto, de verdad que si no estuvieras tan lastimado.- Comentó Sakura con un tono lleno de ira y tristeza.- Yo misma te molería a golpes justo ahora.

Rompieron el abrazo y Sakura lo miró.

-Tengo que decirle a tus abuelos, Naruto.- El rubio rápidamente reaccionó ante tal comentario.

-¡NO!- Suplicó a su amiga- ¡Por favor Sakura-chan! No sé cómo lo puedan tomar, ya están grandes, capaz y se enferman por el susto o algo.

-Entonces prométeme que tú harás algo al respecto.- Sentenció la pelirrosa.- Prométeme que acabarás con esa relación tóxica, y nada de "Is qui Siski mi imi" o "Siski vi i quimbir", porque no te compro esa excusa
para nada.

-No lo sé...- Fue lo único que atinó a decir Naruto.- Y por el momento no puedo hacer nada, ni siquiera está en la ciudad.

-Entonces, aprovechemos este tiempo para que te despejes y te des cuenta que no lo vale.- Dijo Sakura.- El sábado Lee hará una fiesta por el receso de verano en la universidad, invitó a muchos amigos.- Agregó para volver más atractiva la invitación.- Y quiero que vengas, te diviertas, y abras los ojos para que te alejes de ese malnacido.

-Pero, ¿eso no es como ser infiel?- Preguntó inocentemente Naruto.

-Si vuelves a actuar del lado de ese hijo de perra.- Alzó su puño con apariencia amenzadora.- Juro que te termino de romper la cara.

-Ya, ya, no te enojes Sakura-chan.- Trató de tranquilizarla, aunque sabía muy en el fondo que su amiga jamás haría algo así.

-Entonces, sábado en mi apartamento, a las 2.- Pronunció cerrando el caso.

-¿Por qué tan temprano?- Preguntó ingenuamente.- Pensé que las "salvajes y juveniles" reuniones de Lee siempre empezaban a las 9 p.m. y terminaban hasta que el último se fuera.


-Para hacer algo con esas heridas en tu rostro.- Explicó Sakura con obviedad.- Tienes que verte guapo para los invitados.

-No estoy seguro de que es...

-¡VAS A IR Y PUNTO!- Gritó la pelirrosa dando un golpe a su escritorio, Naruto podía jurar que vió unas pequeñas grietas surgir en el pobre mueble.

-Bueno, bueno, está bien pero ya no te enojes.- Contestó resignado Naruto.

Agradecía mucho que su amiga se preocupara tanto por él, sin embargo, no estaba del todo cómodo con asistir a la fiesta, pero el negarse ya no era una opción, sabía que Sakura lo iría a buscar a su apartamento si él no llegaba, o le diría a sus abuelos lo que había pasado, por lo que no quedaba de otra. Iría y se distraería un poco.

De todas formas, Sasuke no tenía cómo o por qué enterarse... ¿o sí?

Continuará...

Notas finales:

¡Hola a todos! Esta es mi primera historia después de estar alejado del mundo del fanfiction por casi 7 años. ¡Espero sea de su agrado! Tengo planeado hacerla a lo mucho de 6 o 7 capítulos, claro, si a ustedes les interesa.

Críticas, sugerencias, opiniones, son bien recibidas siempre y cuando sean respetuosas. c:

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).