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Destino por Topo

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Notas del fanfic:

Drabble de 723 palabras que salió de la nada durante una distracción.

Una vez más, mi inspiración interrumpe mis tareas para crear otra cosa en vez de seguir trabajando con mis fics que no han visto la luz. Gracias por nada, pinche inspiración traidora c:

 

 

Byun Baekhyun no era precisamente gay. Bueno, sí era delicado y un poco afeminado a veces, pero no era tan afeminado o delicado, independientemente de las pavadas que dijera Jongdae.

Simplemente era partidario de la estética, y como un modelo valioso y cotizado, eso incluía cuidar su porte, su forma de vestir, su forma de hablar, su forma de caminar, su postura al sentarse, la pulcritud de su rostro, y la brillantez de su sonrisa.

Primero moriría antes que salir sin estar totalmente radiante. Ni un pelo fuera de lugar, a menos que él lo quisiese así, artísticamente desprolijo. Nada menos. Porque “nunca se sabe cuándo conocerás a tu destino, así que es mejor estar siempre listo para conocerlo”.

Y los payasos de JongDae y JongIn podían irse bien al carajo. BaekHyun era hermoso y creía en su destino, su media naranja.

Cada semana, se tomaba un día libre del mundo, de todos, dedicado especialmente a sí mismo y a su mimo; y en ese día, cerraba su puerta con cerrojo y se permitía verse un poco menos bonito; por ello, después de un relajante baño en su preciosa tina con sales exfoliantes y suavizantes, a confianza usaba pantalones muy cortos, camisetas enormes, pinzas para el pelo, y decenas de remedios caseros y cosméticos, y como hormiga laboriosa llevaba a cabo manicura, pedicura, exfoliación, y casi todo tipo de procedimiento orientado a la belleza.

No era egocéntrico, es solo que ante su exigente y maltratador trabajo como modelo, influencer y activista sacaba tiempo para mimarse y cuidarse a sí mismo, subsanando el agotamiento de las exhaustivas sesiones de fotos y viajes de último momento.

Estaba muy ocupado. Relajado, tatareaba con suavidad un fragmento de la pieza musical interpretada por una floreciente estrella del violonchelo, repantigado cómodamente en una silla con una pierna apoyada en el borde de su bañera y la otra precariamente alzada, las bandas de cera depiladora adheridas a sus vellos y piel, listas para ser retiradas y subsanadas con más cosméticos.

Por ello, cuando su teléfono osó sonar, chirriando una horrenda canción demoníaca indicando la entrada de la llamada de Kim JongDae a.k.a Fastidio, y la puerta de entrada a su precioso apartamento fue aporreada bestialmente, Byun BaekHyun, hizo lo que haría cualquier ser humano ante una situación como aquella: grito y saltó, girándose de forma instintiva hacia la amenaza. Entonces todo se desplomó, y cayó con estrépito, desprendiendo de las puertas corredizas de cristal en su afán por sujetarse a algo, todo hecho una maraña, emitiendo un grito diferente, esta vez advirtiendo que estaba herido.

 

 

Diez minutos después, un JongDae blanco como el papel, auxiliado por un nervioso JongIn y capitaneados por el furioso manager de BaekHyun ingresaban a toda velocidad a la unidad de urgencias del hospital más cercano, con un paciente en condiciones penosas.

Byun BaekHyun lloraba como un niño, su cara arrugada por el dolor y empapada por las lágrimas. Su cabeza estaba llena de rulos y la mascarilla roja en su cara se había arruinado por las lágrimas, con dos riachuelos escarlata bajando por su mentón y cayendo en la raída y enorme camiseta celeste size XL. Sus pantalones cortos dejaban ver una pierna a medio depilar, con las bandas de cera depiladoras medio adheridas, mientras que la otra, ya depilada y untada con aceite after-depyl brillaba, aceitosa y en un extraño ángulo.

Entonces, descalzo, con rulos en la cabeza, la mascarilla corrida, la cara hinchada y llena de lágrimas, camiseta vieja, pantalones cortos raídos, una pierna a medio depilar y la otra rota, BaekHyun conoció a su destino, su media naranja.

No era el guapo enfermero que le asistió. Tampoco era el amable doctor que se hizo cargo de su pierna rota.

El destino de BaekHyun era Park ChanYeol, mecánico de profesión e inventor por vocación, el pelo revuelto como si se hubiese electrocutado, ojos saltones, nariz sangrante, vestido con un sucio overol y sucio de grasa ennegrecida de pies a cabeza, múltiples perforaciones en las orejas, un brazo tatuado y el otro roto, barba y bigote desprolijos a medio afeitar, una sonrisa contagiosa, y un arsenal de ocurrencias con las cuales BaekHyun rió y lloró al mismo tiempo mientras era enyesado y dado de alta.

 

 

Seis años después, aún modelo, influencer y activista, y recién comprometido, Byun BaekHyun mantiene a su destino cerca.

 

 

 

Notas finales:

No sé qué hago aquí. Debería estar trabajando en mi asquerosa tesis, pero no... ¡VENGA FIC!

Recen por mí lol

Nos leemos~~


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