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Serendipia por finnxjake

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Notas del fanfic:

Disclaimer: los personajes de Cómo entrenar a tu dragón no me pertenecen, si no a Cressida Crowell y a Dreamworlds

Advertencias: cosas raras y perturbadoras. Lemon, Eggpreg (creo que se escribe así). No me hago responsable de traumas severos al leer esto. Hemipenes. Reproducción partenogénesis. Tuataras. Apareamiento extraño, enserio si va a ser raro. Ya les advertí.

Pareja: Toothless x Hipo

Aclaraciones: respuesta para el Reto #10: Fuck the canon, del grupo Caldo Toothcup para el Alma

Resumen: Después de la muerte de Estoico, Hipo comienza a sentirse extremadamente mal, relacionándolo con la muerte de su padre decide ignorarlo. Pero grande será su sorpresa cuando se dé cuenta del porqué de su malestar.

Parir un huevo no es normal, y más si eres un humano.

Notas del capitulo:

Hare una especie de relatos súper raros y perturbadores… está bien, realmente no sé si les vaya a perturbar o traumar esto que acabo de escribir y que ustedes, personalmente ya van a leer.

Publicare los otros capítulos después. Serán solo tres, porque es el máximo.

Es la primera vez que escribo sexo entre dragón y humano, tratare de hacer lo mejor que pueda, pero no prometo maravillas.

Como sea disfrútenlo.

 

Dolor.

No era aquel dolor que sintió años atrás cuando vio a su padre morir, claro que sintió dolor, pero no era similar a lo que sentía en esos momentos, era como una presión en su bajo vientre que se incrementaba y disminuía raramente.

Quiso darle  una explicación lógica al dolor…con otro dolor, más emocional que físico. Tal vez su malestar se debía a que hoy era el aniversario número uno de la muerte de su amado padre, la tan sola idea de eso lo mareaba y hacia querer vomitar por lo tan asquerosamente doloroso que representaba ese día no muy feliz.

Se sentó sobre el lecho del fresco pasto.

Toothless no se encontraba con él en esos momentos, su dragón atendía algunas cosas con los dragones más jóvenes en esos instantes. Vamos tampoco tenían que pasar todo el santo día juntos, ambos tenían responsabilidades como jefes de sus respectivos pueblos, manadas, clanes, o lo que Odín quisiera.

El dolor recorrió toda su columna vertebral hasta llegar a sus piernas. Grito tan fuerte que juro que Thor lo escucho con claridad. Eso no se lo había esperado para nada. Se acostó sobre el césped para relajar su cuerpo. Respiro hondo y trato de clamarse.

“Uno, dos, tres”

Pensó para sí mismo, mientras contaba sus respiraciones, debía distraerse con algo.

Sintió un espeso liquido mojar sus pantalones. Nada lógico paso por su mente en esos momentos, imaginaba un millón de posibilidades, pero ninguna le gustaba. Temeroso se sentó de nuevo con dificultad en el suelo y bajo un poco sus pantalones.

El líquido que salía de él era incoloro, no presentaba un olor fuerte, notaba el olor ligero de duraznos, pero solo eso.

Sintió una punzada peor que las otras. Coloco una mano en su vientre para a aminorar el horrible sufrimiento que estaba experimentando en todo su cuerpo. Ya había sentido esas pequeñas, bueno, ahora gigantescas contracciones antes, no quiso darles mayor importancia en ese entonces y vaya como se arrepentía.

Con ayuda de sus piernas quito los restos del pantalón y apoyo sus rodillas contra el suelo. Tomo posición de perrito, similar a…bueno los perros, ya quedo más que claro.

El líquido de antes se intensifico y cayó en abundancia manchando sus piernas en el proceso. Sintió algo bajar por su vientre.

“¿Por qué me pasa esto a mí?”

Pensó amargamente.

Cuando creyó que no iba a soportarlo más, cuando creyó que se iba a desmayar… sintió algo mucho peor.

Algo estaba saliendo de él y era grande.

Pasaron algunos minutos para que procesara todo lo raro que le estaba pasando, pero jamás llego a la conclusión de nada y solo sentía unas ganas tremendas de pujar y eso era lo que iba hacer en esos jodidos momentos de total lucidez.

-de…demonios- exclamo con dolor. Esto era peor que cualquier otra cosa.

Respiraba agitado. Por fin había logrado deshacerse del horrible dolor.

Seguía en la misma posición de antes. Su cuerpo estaba empapado de sudor por el esfuerzo y juraba no sentir sus piernas.

Movió su pierna y sintió algo tras suyo. Con cuidado se dio la vuelta y miro fijamente lo que había salido de él.

-un huevo- se impactó, eso era posible…

¿Por qué demonios pario un huevo?

-es de dragón- se acercó tembloroso, tenía el tamaño de un huevo de dragón, pero se veía diferente, no tenía una coraza dura como los otros para evitar que se secara, de hecho, estaba rodeado por una fina membrana transparente y babosa, similar al líquido que él expulso minutos atrás.

Se acercó lentamente al huevo y quiso tocarlo, pero no lo hizo.

¿Y si lo dañaba?

Además, ¿Por qué diablos tuvo un huevo? No recordaba que eso fuera biológicamente posible. Y dudaba que estuviera fecundado.

Él no ha tenido relaciones con nadie desde hace meses, mejor dicho, no ha hecho el amor con Toothless desde hace 6 meses, así que, no sabía que pensar.

-¿Qué debo hacer?-

Primero que nada, debía ponerse sus pantalones.

Cuando termino de alistarse noto algo raro en el huevo…se estaba secando.

-¡NO!- tomo al pequeño aterrado, su “cría” se estaba muriendo mucho antes de siquiera existir. Lo tomo con cuidado y se dirigió al lago que estaba a unos metros de él. Lo sumergió con cuidado y noto como rápidamente esas marcas desaparecían.

Quería llevar el huevo a la aldea, pero se secaría antes de tan solo pensarlo. Tampoco se podía quedar ahí, ¿Qué debía hacer?

Lo puso de regreso en el césped y comenzó hacer un pequeño hoyo

-listo- después de haber hecho esa pequeña piscina deposito al huevo dentro y se dispuso a ir a la aldea por alguien que lo ayudara en esos momentos.

Llego a Berk en un abrir y cerrar de ojos.

-¡Patapez!-

-hola Hipo- saludo con alegría.

Bien, ahora como hacer la pregunta sin levantar sospechas.

-hola, sabes… quería preguntarte algo, ¿puedo?-

-claro, dime-

-¿los dragones pueden tener a huevos no fecundados?-

-bueno, hay dos posibilidades; la primera es que la fecundación interna fracaso, por lo tanto el huevo esta “muerto” y la segunda es por el tipo de reproducción que tiene el dragón, ya sabes, cuando la fecundación ocurre fuera del vientre-

-y el huevo es viscoso, ya sabes, lo rodea una membrana transparente-

-no creo que sea posible, lo estas confundiendo con otra cosa, los huevos de dragón son duros, parecen rocas-

-gracias-

 

Después de esa explicación fugaz por parte de su amigo volvió a la cala.

Miraba fijamente a donde se suponía que debía mirar, ese huevo no estaba fecundado, hasta Thor lo sabía, y entonces… ¿Por qué le preocupaba tanto?

-quiero tener un bebé- dijo para sí mismo.

Si, ahora lo tenía claro, quería eso, quería fecundar a ese huevo, pero no podía solo. Necesitaba al “padre” de la criatura. Sí, porque, aunque le costara admitirlo, él era la “mamá dragón” en todo sentido.

Dolería cuando el huevo entrara de nuevo, sí que lo haría, pero quería hacerlo. Los dioses le dieron una gran oportunidad y no debía desperdiciarla.

Sabía que Toothless no tardaría en venir. Lo había estado evitando desde hace días, por su malestar y ahora que estaba en ese lugar el más grande no tardaría en descubrir donde estaba.

Escucho el rugir del dragón casi como un llamado y después oyó cuando aterrizo justo tras él. Pero no volteo a verle.

-Toothless- por fin volteo a ver a su pareja. El contrario se veía triste y preocupado- cálmate, no estoy molesto- sonrió para asegurar sus palabras,  pero el morocho no se vio muy convencido.

Hipo hizo un gesto con sus manos para que se acercara.

-hagamos el amor- soltó sin más. No estaba para juegos ni nada por el estilo, quería hacerlo y lo harían ahora- pero…esta vez será algo diferente- se paró del lugar y saco al huevo con cuidado- ves esto- el dragón asintió- es mío, es tuyo-

El dragón giro su cabeza hacia un lado sin comprender lo que su humano decía.

-lo tuve esta mañana- observo como los ojos del dragón su iluminaron- No te emociones, aun no hay nada dentro. Por eso quiero hacerlo, lo bañaras con tu semen y luego lo insertaras de nuevo en mí, de acuerdo-

Lo que el humano decía lo asombro, no podía creer lo que su pareja le estaba pidiendo, pero si eso involucraba el apareamiento que tanto deseaba desde hace meses lo haría.

El solo asintió.

-¿entiendes lo que te estoy pidiendo?- arqueo su ceja.

El dragón negó.

-si haces lo que te pido tendremos una cría, lo entiendes-

Toothless ya no proceso palabra del castaño, en cuanto dijo cría sus sentidos se nublaron. No era época de apareamiento, pero haría una excepción con Hipo, después de todo, estar con él de una forma más carnal se había vuelto necesaria sin importar la época, además, su humano siempre estaba de humor para hacerlo, fuera donde fuera.

Hizo en gesto para que su humano dejara al “pequeño” en el suelo y así lo hizo.

-tranquilo- rio suavemente el castaño.

 Con sus manos tomo la cara de su dragón. Sus escamas eran tan suaves y brillantes. Amaba tocarlo, amaba sentirlo y amaba ser llenado por él. Comenzó a repartir pequeños besos alrededor de su trompa. Sentía como las garras del contrario deshacían su camisa dejándola solo en pedazos irreconocibles.

 -Toothless- dijo en un tono sensual.

El dragón había decidido mimar un poco a su Hipo.

Lambia todo el pequeño, pero hermosos, torso del menor. Lo llenaba de saliva. Sentía como el esmeralda subía su pecho y abría sus piernas para más contacto directo.

De un tirón rápido el morocho logro quitarle los estorbosos pantalones.

 -hazlo- suspiro.

 Su cuerpo ardía por dentro, sentía las llamas más intensas creciendo dentro de él. Era un calor extraño, era más sofocante que otras veces. Sentía una gran desesperación al no ser penetrado en esos momentos.

Deseaba que Toothless lo tomara ya, como fuera. Quería sentir el pene duro y caliente dentro de su ser. Necesitaba saber que el morocho lo necesitaba tanto como él lo hacía.

Quería fundirse y ser uno con Toothless.

 Sintió la respiración caliente de su dragón cerca de su entrada. El mayor se percató de todo, el cuerpo de su Hipo se calentó de la nada, aun no había comenzado y el menor ya estaba duro y su entrada goteaba por el sudor de todo su cuerpo.

 -por Odín, Toothless haz algo- gimió en suplica.

Su cuerpo pedía atención y el morocho no hacía nada. Comenzó a mover sus caderas frotándose con la pata trasera del inmenso reptil.

 -ah-

Una electrizante corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo. El toque fue fugaz y sin embargo fue lo más maravilloso que haya sentido. Se sujetó de las patas delanteras e hizo su fricción más intensa

. -¡Si, si, si!- gritaba al borde del éxtasis.

Su cuerpo vibraba con emoción, el calor en su parte baja creció de manera alarmante. Deseaba acabar, deseaba manchar el cuerpo del dragó con su semen, deseaba que Toothless lo penetrara, ¡YA! Finas lágrimas de placer escapaban de sus ojos. Su cara se tiñó de un fuerte carmesí.

 Escuchaba el rugir excitante del dragón y el golpeteo de su cola contra el suelo. Ver a su Hipo de esa forma lo excitaba más de lo que el imaginaba.

Fue demasiado para su sensible cuerpo y dejo que el fuego lo consumiera por completo. Abrió aún más sus piernas y levanto su cadera mientras se frotaba con fuerza en la pata del dragón, dejo salir su semilla y mancho su abdomen. Sintió sus pies acalambrándose y una ola de satisfacción en todo su cuerpo.

Eso había sido rápido, pero no pudo evitarlo.

Toothless se dedicó a bañar su cara de saliva mientras acomodaba mejor al humano bajo él. Hizo un gesto con su trompa y con su cola movió, con cuidado, el huevo hasta ponerlo cerca de la entrada del castaño.

-¿qu…qué haces?- se apoyó en sus codos, observando mejor lo que el dragón quería hacer.

Sintió una ligera presión en su entrada.

-¡Toothless!-

Apretó sus garras en el césped. Con delicadeza introdujo un poco del huevo dentro de Hipo. Sintió al menor temblar y respirar con rapidez.

-no lo metas aun- el dragón gorgoteo en respuesta. Comenzó a lamber el pene del castaño. Sentía el calor aumentar en todo su cuerpo. Las paredes internas de Hipo se contrajeron y expulsaron al huevo.

-¡ah! Ya hazlo reptil inútil-

Toothless se acercó aún más al cuerpo contrario. Lo enrollo en su cola para mejor manejo y comenzó a frotar su pene erecto con desesperación en la entrada de Hipo.

Soltaba bocanadas de aire en el cuello del menor, inhalando y exhalando para que sintiera su aliento caliente.

Levantó las caderas del pecoso y este lo rodeo con sus piernas.

Entro en el despacio, no lo había preparado, pero parecía que el menor no lo necesitaba. Anticipando su llegada Hipo empujo sus propias caderas auto-penetrándose.

-¡Si, Toothless!-

Sintió el fuego callar por un momento, sintió su carne interna arder de dolor y placer cuando el miembro erecto y caliente entro en él, se sintió en el infierno y cielo a la vez.

Un vaivén lento empezó, las embestidas eran duras pero certeras, comenzaba a acalorarse.

-¡ah, ah!- gimió bajo el humano.

Sujeto aún más sus piernas alrededor de la cadera del inmenso reptil que tenía encima. Por lo general Hipo prefería estar arriba, así evitar cualquier tipo de accidentes no deseados, pero hoy era diferente. Necesitaba sentirse protegido por Toothless, quería que las hermosas y brillantes escamas negras rozaran toda su piel. Deseaba que Toothless lo cubriera con todo lo que tenía.

El dragón gruño.

Al pasar los minutos Toothless decidió que ya era suficiente. Dio una estocada; más profunda, más rápida, más fuerte que las anteriores.

-¡SI, MÁS!- puso sus manos sobre ambas patas delanteras y continuo con la sofocante y excitante fricción de sus cuerpos. Sentía la membrana babosa del huevo chocar con sus glúteos.

 Por Odín, que a Toothless no se le ocurra soltarlo o caerá sobre el pequeño.

-yo… yo...- echo su cabeza hacia atrás y sintió sus paredes internas contraerse con tanta desesperación, deseaba ser llenado por el esperma del alfa.

Sus piernas se acalambraron, arqueo sus caderas y rasguño el cuerpo del dragón.

-me…me corro…Toothless, ¡Mas rápido!-

Y sin más, el morocho siguió la orden de su humano.

Dio embestidas más rápidas que las anteriores, sentía como su pene crecía y se ponía más duro en el interior de Hipo, sentía sus propias contracciones. El calor de su cuerpo se elevaba cada vez más,  sintió calambres en su parte baja y sus extremidades comenzaban a fallar. Era la señal inevitable de que todo acabaría pronto.

-¡por Odín!, ¡TOOTHLESS!-

Por fin se liberó, su cuerpo fue golpeado por una ola gigantesca de placer, su ser tembló por el post orgasmo. Su interior se contrajo deliciosamente, no faltaba mucho para que el alfa llegara igual al clímax.

Aun con su cabeza dando vueltas recordó algo, Toothless debía eyacular encima del huevo y no dentro de él. Intento separarse del cuerpo contrario cuando este desplego sus alas en señal de lo inevitable. A Toothless le encantaba hacer eso cuando estaba llegando al orgasmo.

Gruño molesto cuando noto las intenciones del castaño y para evitarlo apretó aún más fuerte su agarre con su cola.

-en el huevo-dijo en un suspiro- tienes que hacerlo sobre el huevo-

Miro molesto al contrario. Cómo se atrevía a intentar irse antes de culminar el acto. Que descortés.

Dio una estocada más fuerte y dura, necesitaba enseñarle a ese humano quien mandaba.

-¡NO ESPERA!-

No pasaron más de cuatro embestidas que fue cuando el alfa acomodo a Hipo sobre el huevo y se vino dentro del pecoso. Su semilla salió a chorros del interior del castaño que baño fácilmente al pequeño de bajo suyo.

-¡SI!- se sintió por fin completo. Amaba ser llenado por Toothless.

Se podía escuchar la respiración agitada de ambos.

-ahora mete el huevo de nuevo-

El morocho asintió.

Con una de sus garra tomo el cuerpo de Hipo y lo recostó un poco más arriba de donde estaba, desenrolló su cola de la cadera ajena y acerco al pequeño a la entrada dilatada del castaño.

-hazlo- estiro sus mano y sujeto el césped que estaba bastante largo. Algo le decía que dolería.

Con su trompa el dragón introdujo al pequeño.

 

Ya habían pasado unas horas desde ese acto, ahora se encontraban listos para volver a Berk.

-¿qué le diremos a mamá?- el alfa solo ronroneo- no creo que te importe, ¿o sí?- el contrario negó.

Rodo los ojos, estaba molesto.

No debía enfadarse, tenía en su interior a su futura cría, debía cuidarse de emociones fuertes.

-a mi padre le hubiera gustado ser abuelo… aunque- miro a su dragón que se encontraba persiguiendo a un pequeño conejo- … no de ti, reptil inservible-

Estos sí que iban hacer los meses más largos de su vida.

 

 

 

Notas finales:

No sé si se traumaron, para serles sincera a mí no me parece nada perturbador pero…hubo una vez que leí un manga (no tengo idea de quienes eran) donde el seme masturbaba al uke con huevos (de gallina) y la verdad me dio más risa que trauma, pero hubo chicas y chicos que lo vieron raro, así que no sé cómo lo vayan a tomar ustedes.

Se supone que aquí habría mención de la reproducción partenogénesis (pero termine haciendo lo que quise) el Eggpreg y el Lemon (que espero me haya quedado decente).

Nos vemos en el otro capítulo, adiós, adiós.

 


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