—DongHyuck... Lee DongHyuck —sacudió al muchacho casi sin esperanzas de poder despertarlo— Vamos Hyuck, se nos va a hacer tarde para ir a la academia.
—fjdnfsa —balbuceó, dejando un rastro de baba en su almohada.
—Vamos, no tengo tiempo para esto... ¡Donhyuck!
—Haceuuan
—¿Qué? —cuestiono acercando su oreja al adormecido chico.
—Haechan —completo haciendo rodar los ojos del mayor.
Cuando Mark conoció a Donghyuck lo último que pensó terminarían siendo mejores amigos.
...
El pequeño camino los pasillos de la residencia tratando de llegar a su cuarto. Estaba absorto en sus pensamientos, producto de los rumores que habían corrido durante todo él día. Un nuevo estudiante ingresaría a su escuela y por lo que se decía, no era cualquier chico. Era hijo de alguien importante. Mark odiaba a la gente que obtenía las cosas por el dinero o la fama de sus padres, y para su desgracia, todos sus compañeros eran así, ya que iba a uno de los colegios de arte más caros y prestigiosos de la zona. Desde que tenía memoria se había esforzado por todo y ahora podía decir orgulloso que había obtenido una beca.
De cualquier manera, este chico debía ser realmente impresionante si todos sus compañeros estaban haciendo revuelo por él. Y ellos no se impresionaban con muchas personas considerando sus propias raíces.
Camino los últimos metros hasta su dormitorio esperando poder descansar tras un agotador día.
—Mark —llamó su atención una de sus maestras favoritas que se encontraba allí. Detrás de ella, un pequeño niño cachetón y bajito sostenía una valija más grande que él. Casi estaba oculto por ella, menos sus ojos que miraban a todos lados como perdido— que bueno que estés aquí, le estaba comentando a tu nuevo compañero las reglas del lugar ¿podrías ayudarme?
Mark no se sorprendió de no ser informado, podía estar becado y que le dijeran que todos tenían los mismos derechos ahí, pero eso no era verdad, los ricos no compartían sus cuartos.
—Si, claro —respondió automáticamente, acercándose. El niño pareció asustarse y se ocultó aún más detrás de su valija. Pero sus ojos se posaron en Mark incomodándolo.
—Oh, el pequeño Hyuckie es algo tímido —sonrió la mujer aproximándose al menor para que saliera de su escondite— Ve, saludo a tu compañero.
—Mi nombre es Mark Lee —siguió el mayor de los dos, tratando de generar confianza, si ese iba a ser su compañero de cuarto, debía por lo menos poder comunicarse con él.
El niño tímidamente salió de su escondite y estirando su mano:
—Lee Donghyuck —dijo bajito y de repente todos los comentarios de la semana se hicieron presentes, pudiendo reconocer quien era su nuevo compañero... Y lo odio.
...
—Veinte minutos Hyuck, tenemos que llegar en menos de veinte minutos.
—Haechan... Haechan ¿tan difícil es? O de ultima Fullson —habló revisando nuevamente el espejo del auto y poniendo la marcha atrás para salir. Su acompañante bufo.
—¿Porque siempre haces eso?
—Si querías llegar tan temprano no te hubieras quedado en el departamento.
—Fuiste tú el que quería ver una película más.
—Y tú no te negaste ¿porque no simplemente te mudas conmigo y ya? De cualquier manera, casi vives conmigo —Y miles de respuestas llegaron a la mente del mayor, pero no dijo ninguna. Su amigo no lo entendería.
Mark prendió el estéreo y sintonizo una de sus radios favoritas. El tema que estaban pasando le gustaba así que se puso a cantar ignorando la conversación. Siempre hacia eso cuando no quería seguir discutiendo y Haechan lo sabía.
El viaje fue tranquilo, tararearon sus canciones favoritas y admirando la vista. Ambos eran muy diferentes entre sí, tanto psíquica como físicamente. Mark, el mayor de los dos por un año, tenía un temperamento tranquilo y responsable que le impedían meterse en problemas. Era tan alto y esbelto que casi podía pasar por un modelo, y su cabello negro oscuro delineaba un pálido y angular rostro pomuloso siempre llamaba la atención; en cambio Haechan era el típico buffon de la clase, metiéndose en problemas cada vez que tenía oportunidad y molestando a todo el mundo. Era más bien bajo, aunque no del todo, con un cuerpo robusto y unas regordetas mejillas enmarcadas por un cabello castaño claro, lo que más resaltaba era su exótica y brillante piel canela. Podían considerarse opuestos entre sí, pero eran inseparables, donde estaba uno, el otro lo seguía y compartían casi todos los gustos, así que era fácil para ellos llevarse bien.
—¿Preparaste la presentación para la profesora Park? —cuestiono el mayor, mientras su amigo estacionaba.
—No —dijo corto sin importancia, Mark revoleo los ojos.
—No puedes seguir así, te van a reprobar.
—Sabes que no es así —respondió bajando a toda velocidad para acompañar a su amigo que no lo esperaría. Si Mark tenía que elegir entre su amigo y llegar a horario, ya sabía la respuesta.
—¿Por qué siempre vives al límite?
—Exageras Minhyung, exageras —Mark rio. Su amigo era un caso perdido.
Caminaron a toda velocidad y llegaron al pasillo que los separaba, técnicamente ambos iban al mismo año y estudiaban la misma carrera, pero no compartían todas las clases, Mark estaba en algunas clases más que Haechan, el cual prefería tomarse las cosas con calma. El mayor no podía darse esos lujos, era un becado.
—¿Puedes tratar de no meterte en problemas por un día? Quiero volver temprano hoy, tengo que preparar un guion —dijo Mark con el ceño fruncido. Haechan ni siquiera le reclamo que estuviera hablando de ir a su departamento en vez de ir a su propio hogar. Habían convivido desde que eran pequeños, estar separados era algo extraño para ellos. La gente ya los consideraba una especie de combo, no se podía invitar a uno sin el otro.
—No se de que hablas, yo siempre me porto bien —hizo una mueca con su cara y Mark rio revoleando sus ojos.
Haechan cerró los ojos y estiro sus brazos y labios para poder despedirse como siempre lo hacía, pero Mark solo rio y se dio media vuelta dejándolo a la espera. La faceta tímida de su amigo solo había durado unas horas cuando se conocieron, despues se volvió una especie de koala descarado que no lo dejaba en paz. No sabía si lo odiaba o lo amaba justamente por eso, pero ya no lo analizaba más, simplemente lo aceptaba.
—¡No vas a saludarme! —gritó gesticulando, esta era una escena de rutina para ellos, pero a Haechan aún le gustaba fingir indignación. Mark ni siquiera se volteó por esto, solo alzó su mano y grito.
—Nos vemos Fullson —el menor infló sus cachetes y pensó que tal vez esta vez debió optar por su saludo de manos.
Mark camino por el pasillo sin despegar la sonrisa de sus labios. Su amigo podía hacerlo llegar tarde, podía meterlo en problemas, podría ser un completo fastidio, pero era la persona más graciosa que había conocido en su vida y lo adoraba.
—Señor Lee —lo reprendió la voz conocida del profesor Choi, Mark se sorprendió de que estuviera ahí, nunca llegaba tan temprano— ¿Por qué llega tan tarde? Un alumno becado como usted no debería darse el lujo de perderse horas de clases.
—Lo siento.
—Puede borrar esa sonrisa que tiene y unirse a la clase, estábamos por repasar la obra —Mark entro a toda velocidad y saco su libreto. Estudiaba en el instituto nacional de artes la carrera de canto.
—Otra vez Haechan —dijo Yuta, uno de sus compañeros becados— No sé porque te juntas tanto con él, te vas a meter en problemas por ese vago acomodado y solo tu vas a salir perdiendo —Mark quiso responder, pero se contuvo. A pesar de que su amigo se llevaba bien con todos, era sabida la reputación que él menor tenía. Para cualquiera que lo conociera superficialmente Donghyuck era solo un chico descuidado y gracioso que estaba ahí gracias a la influencia de alguien más, solo que no sabían quién. El mismo Mark fue una de esas personas en algún momento, pero ya no. Su amigo era una especie de genio, jamás hacia nada a menos que fuera necesario y siempre tenía las notas más sobresalientes. A veces envidiaba su capacidad.
—Cierra la boca —Mark no se caracterizaba por iniciar peleas, el siempre era bueno manteniendo la calma y el buen humor, pero cuando alguien hablaba de su mejor amigo, su paciencia se acababa.
—Solo era un comentario —contestó retirándose.
El resto de la clase paso sin sobresalto, Yuta se mantuvo alejado y su humor volvió a la normalidad. Mark era el alumno ejemplar, siempre acatando las reglas, siempre entendiendo las cosas a la primera. Todos lo adoraban. Todos querían ser su amigo.
—¿Hiciste la presentación para la señora Park? —cuestionó Jaehyun animado. El joven tenía una personalidad agradable y tranquila, muy sensato y centrado. Demasiado similar a Mark en todo. Estaba seguro de que, si Donghyuck no existiera, el seria su mejor amigo.
—Claro, estoy ansioso por mostrarla.
—Yo igual, espero que le guste.
Caminaron hasta uno de los salones con escenario del lugar y cuando estaban por llegar se cruzaron con otro grupo que se dirigía al mismo lugar.
—¡Mark! —gritó una voz que conocía bien. Donghyuck venia riendo, rodeado de varios de sus amigos. Chenle, Jisung, Rejun, Jaemin y Jeno. Mark sonrió y los chicos se acercaron a él.
—¿Cómo estuvo tu clase? ¿Te retaron? —preguntó el menor, ignorando a las otras personas presentes.
—Si —la boca de Haechan se abrió por la sorpresa, pero luego levanto los hombros, indiferente.
—Eso te enseñara a no salir tan tarde Minhyung —dijo mirando a sus amigos que se rieron con él, Mark quería golpearlo: descarado.
Entraron al salón y se sentaron en ronda, como siempre Haechan se sentó junto a Mark y junto a él el resto de los menores que no paraban de molestarlo.
La clase de la señora Park era una de las más importantes y todos debían tomarla. Como siempre tomo lista y comenzó con las actividades, con ella no se perdía el tiempo.
—¿Alguien quiere pasar a mostrar la presentación? —preguntó amable, la mujer era agradable y estricta. El silencio se hizo presente— ¿Nadie? Entonces voy a llamar.
—¡Haechan! —gritó Jaemin ante un atónito chico. Él tampoco había hecho la tarea, pero cuando estaba por reclamar, el resto de la clase repitió su nombre también, incluido Mark. Traidores todos.
—Bien Donghyuck, puedes pasar —el joven avergonzado se paro y fue hacia el frente. La sonrisa divertida no se iba de sus compañeros, los iba a matar.
—¿Trajiste alguna canción o será a capela? —cuestionó expectante la mujer.
—A capela —dijo tomando su lugar, tratando de pensar algo bueno para hacer. No sabía cómo saldría de esta, debía empezar a escuchar a sus amigos, pero entonces recordó una película que había visto hacia poco con Mark y cambiando un poco los diálogos, improviso un pequeño monologo cantado.
Haechan canto sin mirar a nadie, tratando de conectar con sus emociones y cuando termino, el lugar se lleno de aplausos. Diablos, eso había estado demasiado cerca. Con una sonrisa traviesa como si todo hubiera estado planeado, hizo una reverencia exagerada y se fue a sentar.
—Cierra la boca Mark, te van a entrar moscas —le dijo retador a su amigo.
—No puedo creer que hayas improvisado eso.
—Lo se soy fantástico —levanto los hombros, indiferente, como si los halagos le fueran indiferentes.
—¿Quién es el siguiente? —cuestiono la mujer y una sonrisa malévola se dibujó en el menor.
—¡Mark Lee! —gritó Haechan con una sonrisa malévola.