-Muchas gracias, Señor Stark… prometo que no dejaré pasar esta oportunidad… prometo que usted seguirá escuchando hablar sobre mí y se sentirá orgulloso. ¡Aprovecharé su apoyo al máximo!
Era un adolescente con aire de timidez, no muy alto, más bien delgado y de mirada pizpireta, estudiante brillante de noveno grado y ganador de un premio patrocinado por su fundación. Tony de inmediato detectó no solo su inteligencia, sino un don sobresaliente, un genio similar al suyo que valía la pena cuidar y hacer crecer… además, tenía ciertas sospechas de que aquel jovencito desgarbado, que no era popular con las chicas ni con los chicos de su edad, escondía más secretos de los que prefería no hablar.
Lo miró marcharse después de estrechar su mano, llevando bajo el brazo la carpeta con los documentos que le harían acreedor al apoyo económico y el acceso limitado a uno de sus laboratorios. El muchacho se mezcló entre un grupo de alumnos, donde otro estudiante, moreno y corpulento, el único que parecía feliz por su logro, se acercó para abrazarlo y para entregarle un pequeño ramo de flores. Tony enarcó la ceja… ¿De quién podía ser aquel presente insignificante, pero bastante simbólico? ¿Acaso entre esos dos había algo más que amistad?
-¿Y ahora qué?- le preguntó al oído Steve, haciéndolo sobresaltar- Desde que hablaste por primera vez con ese niño, parece que hay algo que te interesa sobremanera… el concurso terminó, Peter cobrará su premio y su vida como estudiante de una escuela común seguirá, su talento puede perderse en el anonimato para siempre…
-Es la vida que le tocó vivir…- respondió Stark, alzando las manos en un gesto de conformidad- Con suerte, empleará su premio para construir un prototipo y buscar un lugar entre mis becados del próximo año…
Tony fingió olvidarse del muchacho y se dedicó a atender algunas entrevistas. Después de los terribles eventos de Sokovia, después de eliminar a Ultrón del mapa, el millonario quería pasar una etapa tranquila, dedicado a sus eventos filantrópicos, un poco más a sus empresas y sobre todo… a su matrimonio. Pasaba con Steve Rogers una etapa de felicidad que ansiaba disfrutar sin enfrentamientos con supervillanos y sin preocuparse por amenazas extraterrestres. Ambos estaban enamorados y dedicados a su amor, Tony había dejado en el camino a Pepper Potts y Steve hizo lo propio con Bucky. El pasado ya no importaba, el mañana no lo conocían… ambos se dedicaban a vivir el presente.
El deseo secreto de Stark durante esa etapa dichosa, era consolidar su familia con la adopción de un hijo… por meses planeó como soltarle la noticia a su a veces demasiado rutinario marido, el Capitán América nunca había insinuado la posibilidad de que tuvieran un bebé, para él, su matrimonio era asunto de dos y no consideraba necesario aumentar su número ni consideraba adecuado adquirir la responsabilidad de alguien más… pero Tony no solo pensaba en adoptar, también consideraba tener descendencia propia y con la tecnología actual, así como sus recursos económicos, fácilmente podrían tener un vientre de alquiler y un par de hijos gemelos… uno con los genes de Rogers y otro con los genes de Stark, hermanos que quizá físicamente no se parecerían, pero que compartirían a la misma madre y a sus dos famosos papás. Una vez nacidos, la madre, por supuesto, desaparecería del mapa y ellos se quedarían con hijos de sus sangres… una familia perfecta y feliz. Herederos seguros de las habilidades, inteligencias y fortunas de Rogers y de Stark.
Pero Steve se concentraba en entrenar y formar a la nueva camada de Vengadores que vivían en el Complejo Norte, junto a Natasha Romanoff, diariamente supervisaban los avances de Wanda, Visión, Sam Wilson y Rhodes, mejor conocidos como La Bruja Escarlata, Falcon y War Machine, los novatos se esforzaban por alcanzar los altos niveles de excelencia que el Capitán les solicitaba. Disciplina, convivencia y por supuesto, mucho entrenamiento… no le quedaba tiempo para pensar en ampliar su familia, de momento, su vida con Tony era feliz y suficiente.
Y lo más curioso resultaba que después de conocer al pequeño genio de Peter Parker, el millonario, filántropo y excéntrico Ironman, sentía por él, un incontrolable sentimiento de paternalismo, de protección… deseaba que ese huérfano tampoco tuviera a la Tía que lo educaba y criaba, para poder hacerlo él… y si no podía adoptarlo, al menos, se encargaría de hacerlo su protegido y brindarle oportunidades de destacar en la vida. Eso… y comprobar su pequeño secretito…
-Si este niño es, como sospecho, ese joven-araña de los videos en la red… me parece que he encontrado un discípulo…
***
La presencia de los dos Vengadores en la escuela local fue una noticia que corrió como reguero de pólvora, así que en pocos minutos, las afueras del campus, y su explanada, lucían cada vez más llenas con entusiastas y curiosos que deseaban ver, escuchar y quizá obtener alguna foto de sus ídolos. Steve procuró estar siempre discreto, cuidando de las expansivas acciones de su consorte. Conocía lo impulsivo que en ocasiones era Tony y lo imprudente que se volvía cuando se sentía relajado en medio de personas extrañas. Casi no llevaban seguridad, eso lo dejaban para otros, Tony y Steve procuraban viajar ligeros, se cuidaban mutuamente. Y lo seguía de cerca, sonriendo orgulloso cuando las personas aplaudían la generosidad del mecenas que financiaba las investigaciones de los alumnos más sobresalientes.
Por eso, cuando distinguió a aquel hombre entre los espectadores, simplemente bajó del pódium donde Tony continuaba contando anécdotas de su juventud, sobre como se inició en los negocios y como construyó su primera armadura, aderezando su charla con las aventuras que había vivido bajo el casco de Ironman. Pero aquellos ojos verdes, brillantes, profundos, templados… eran inconfundibles, como un imán atrajeron las miradas del Capitán y fue directo a él…
-¡Loki!- exclamó, llegando junto al pelinegro y observando cuidadosamente la reacción del Dios del engaño- ¿Eres realmente tú? ¿Estás aquí en la Tierra?
-No vengo a pelear…- respondió el pelinegro, con el suave tono de su voz y dando un paso atrás- Solo quiero un favor… Mira mis manos, no estoy armado, no planeo ninguna guerra, ningún ataque… vivo en paz y necesito algo que solo ustedes pueden ayudarme a conseguir.
Loki mantenía su figura esbelta y elegante, sus facciones armoniosas, su mirada de jade… pero la antigua altivez de sus actitudes parecía haber quedado en el pasado. Y por el contrario, su actitud era de pacífica mansedumbre, vestía ropas midgardianas sencillas y con huellas de haber sido ya bastante usadas… una chaqueta de piel, una playera verde con un par de agujeros cerca del cuello, jeans desgastados y botas deslustradas. Ningún lujo, ninguna señal de ostentación que anunciara su ascendencia real, nada… nada con excepción de sus modales y el tono de su voz. Aun conservaba su larga melena de azabache, la llevaba peinada atrás y sujeta con una coleta, sus uñas estaban esmaltadas de negro, pero nuevamente, en sus dedos o muñecas, no llevaba joya alguna.
-Dime qué deseas. Si está en mis manos hacer algo por tí, y dado que vienes en son de paz… te doy mi palabra que haré lo posible por ayudarte.
-Solo quiero ver a Thor… es todo… necesito hablar con él…
Steve se quedó sin palabras… estaba frente a él, frente a Loki, a quien Thor creía muerto, y estaba frente al que era un Loki muy distinto al que recordaba… y algo más sorprendente todavía le convenció que la vida del antiguo enemigo, había cambiado de una forma muy radical. Abrazados a las largas piernas del pelinegro, dos hermosos niños pequeños observaban con curiosidad la charla con el rubio Capitán…
-Vamos al auto… y vamos por Tony… hablaremos donde no estén presentes tantos estudiantes y reporteros.
Happy no comprendía muy bien porqué su jefe y su esposo subían al elegante auto a un trío de indigentes. Si dejaban su precioso auto sucio o pestilente, tendría que trabajar horas extras para dejarlo limpio… pero se sorprendió cuando el hombre de ropas humildes pasó junto a él y dejó un aroma de sándalo que era verdaderamente perturbador.
-Sus nombres son Nari y Vali…- explicó el pelinegro, sonriendo ante la mirada de desconfianza y de incredulidad que se leía en el rostro de Stark- Son mis hijos, tienen tres años de edad… Saluden, niños.
Los dos sonrieron y dijeron un sonoro y musical “Hola”, acompañados de sus sonrisas esplendorosas.
-¿Son gemelos? No se parecen mucho… bueno, en realidad sí…- dijo Tony, poniendo atención en los ojos acerados de ambos pequeños- Sus facciones son idénticas… pero no sus cabellos…
Loki los miró con orgullo… Nari era el primer nacido, era atlético, parlanchín y sonriente. Tenía el cabello solar, largo y lacio, caía con gracia suelto sobre los hombros infantiles y se movía en suaves ondas conforme los inquietos movimientos del niño. Vali era el segundo nacido, solo tres minutos después de su hermano, era más silencioso y observador, vigilaba a los adultos como si pudiera juzgar sus gestos y miradas, pero permanecía sujetando con fuerza el brazo de su padre. Vali tenía el cabello negro, largo también y sujeto también en una coleta.
-¿Tienen hambre, pequeños?- les preguntó Tony, adivinando y pensando como no ofender al Dios si evidenciaba alguna omisión en el cuidado de esos hermosos niños- Yo me muero de hambre y tengo antojo de una enorme hamburguesa, si su padre no se opone, comeremos una de camino a casa…
Por supuesto que los niños tenían hambre… desde la noche anterior no probaban bocado, Loki era demasiado orgulloso para admitirlo, pero no se cegaba ante la necesidad de alimentarlos y la verdad era que no tenía un solo dólar en los bolsillos. Apretó los labios para no oponerse, siguió el juego al millonario que fingió desear la apetecible comida y ordenó a Happy hacer una escala en alguna cadena de comida rápida… compró porciones extra, porque según él, siempre se quedaba con hambre y ya no quería volver a salir una vez que llegara a su hogar.
-Thor no está… regresó a Asgard hace unos meses- dijo Steve, retomando la conversación mientras miraban a los dos niños devorar la comida y a Tony haciendo segunda a sus risas, tomó las papas fritas y las compartió con Loki, quien a pesar del hambre de tres días que llevaba a cuestas, tomó solo unas cuantas- Se comunica con nosotros una o dos veces al mes… Pero en realidad, no tengo forma directa de hablarle.
Una ráfaga de tristeza y desencanto cruzó por un instante el rostro del Dios, pero lo escondió a toda prisa para asentir ligeramente y murmurar que no le extrañaba, que era la naturaleza guerrera del Asgardiano lo que no le dejaba estar quieto en un solo lugar. Lamentó no haberlo encontrado.
-Pueden dejarnos aquí…- concluyó Loki, mirando por la ventanilla con aire distraído- No quiero molestarles más.
-Pero está lloviendo… si quieres, te llevamos a tu casa… te seguro que no es ninguna molestia. O puedes pasar la noche con nosotros… descansa y mañana temprano, Happy te llevará a donde tú le indiques.
-No, gracias… yo solo quería hablar con Thor. Y podemos entrar al centro comercial mientras pasa la lluvia…
El auto se orilló frente a un espacio techado, si Loki insistía en bajar, al menos los niños estarían cubiertos. Steve lamentaba no hacer más por ellos, Loki no se veía bien… no parecía estar en el mejor de sus momentos, y se negaba tenazmente a recibir ayuda. Pero Tony, que estaba concentrado en su teléfono desde unos minutos antes, cerró el seguro de la portezuela impidiéndoles bajar.
-Un momento… Cap te ofreció un techo para tus niños, no para ti… si quieres, tu puedes volver al parque…- Loki enarcó las cejas, en un resto de altivez- Porque según las fotos de las cámaras de seguridad que me envió Viernes, llevas al menos tres días viviendo ahí… duermes a la intemperie con tus hijos… ¿Por qué? ¿Puedes explicarlo? ¿Qué te sucedió para llegar a este extremo de necesidad?
-No vine a ser juzgado… ahora, Stark. Abre la portezuela, aquí nos bajamos.
-De hecho… no. Thor me mataría si se entera que dejé en la lluvia y con hambre a su hermano y sus sobrinos. Loki ¿Cuántos días hace que tú no pruebas alimento?
***
Nari cerró finalmente los ojos y se quedó dormido, Tony estaba fascinado con aquellos dos, cerró el libro de cuentos que les leía y suspiró. Loki finalmente había aceptado pasar la noche en el Complejo personal de Stark y Rogers dentro de las nuevas instalaciones de los Vengadores. Cenó con ellos, aunque frugalmente, bebió mucha agua y un par de copas de vino tinto y acompañó algunos minutos los juegos de sus niños antes de llevarlos a la alcoba de invitados donde podrían descansar… descansar merecidamente en una cama limpia, vistiendo ropas limpias, sin cuidarse de la lluvia, del frío, de los insectos o todavía peor… sin cuidarse de algún maleante que les hiciera todavía más difícil la noche en el parque, debajo de la loneta que era su techo y los cartones que eran su cama.
Los niños hicieron las delicias del castaño e insistió en acompañar al pelinegro para arroparlos y hacerlos dormir. Ni Steve ni Loki se sorprendieron demasiado cuando notaron que ya les tenía preparadas pijamas nuevos, Tony simplemente envió el helicóptero hasta el centro de la ciudad y ordenó algunas compras de ropa para ellos.
-Tus hijos son maravillosos…- le dijo, acariciando la solar cabellera de Nari y sin dejar de mirarle- Uno de cabellos rubios, otro de cabellos negros… ¿Sabes, Loki? Si Steve no fuera tan anticuado, tendríamos unos gemelos también, apuesto que nacerían así… uno de cabellos rubios como el Cap y otro de cabellos castaños como yo, uno sería militar y el otro un genio, uno sería reservado… el otro quizá un playboy… como si en ellos volviéramos a nacer… uno con sus genes, el otro con los míos… Supongo que tus hijos son...
-Gracias, Stark, por tu hospitalidad… -le interrumpió Loki, sonrojado- pero para ser franco, deseo dormir un poco…
-¡Oh, claro! Entiendo la indirecta… no quise meterme en lo que no me importa. Descansa, Loki, hablaremos por la mañana.
Cuando el millonario salió, Loki quitó su mirada tranquila… su gesto se ensombreció, sus ojos verdes brillaron y sin pensarlo dos veces, abrió la ventana de par en par… cierto, estaba en un quinto piso y cada nivel era bastante alto, aquel obstáculo no hubiese sido problema si aún conservara algo de su magia o sus poderes… pero Odín se había encargado de bloquearle el uso de ambos… era entonces, un simple mortal… y una caída de esa altura, podría ser de fatales consecuencias.
Quizá no era buena idea salir… necesitaba dormir, necesitaba asegurar el cuidado de sus niños… pero ahora que los dos estaban más que protegidos, tenía la urgente necesidad de ir y finiquitar un asunto que le tenía obsesionado… Steve era un mortal absurdamente honorable y Tony parecía estar pasando una etapa maternal, así pues, si dejaba a sus hijos en manos de ellos dos, estarían bien cuidados y a salvo…
Pudo simplemente ser claro y solicitarles el favor. Pero sus labios se negaron a abrirse y sincerarse, de manera que solo le restaba hacer las cosas un poco más misteriosas de lo que en realidad eran. Decidió no darle más vueltas al asunto y actuar… caminó hacia los pequeños y dibujó ciertos signos con un marcador de tinta indeleble… no le importó para nada escribir sobre las suaves telas satinadas de las fundas de las almohadas, ni le interesó echar a perder el tapiz de la cabecera de la cama… cada trazo, cada curva, formaba figuras extrañas para los mortales, pero llenas de significado para él: eran runas de protección, y básicamente, encomendaba a los dioses antiguos, a los Padres de Todo, que vigilaran y cuidaran de Nari y Vali… sus tesoros, la razón de su vida.
-Nari, mi sol, mi fuerza… protege a tu hermano, no permitas que nada ajeno le toque, no permitas una sola lágrima en sus ojos… que sea tu luz un faro de esperanza… y Vali, la noche se extiende sobre ti, la magia que fluye por tus venas te protege… ampara a tu hermano, que tus manos se vuelvan un escudo que nada ni nadie pueda atravesar… es necesario que me ausente, ustedes no llorarán por mí, no sentirán pena, porque regresaré, volveré por los dos… pórtense bien… ¡Los amo infinitamente!
Antes de saltar, volvió su mirada triste hacia sus dos pequeños, murmuró una pequeña oración y entonces, decidido, salió por la ventana…
***
El teléfono vibró por tercera vez, así que, con disgusto, lo levantó para mirar en la pantalla quien insistía en llamar… el nombre era de exactamente la persona que imaginaba: “Jane Foster”… no respondió, desvió la llamada y bloqueó el número. No, no respondería más a su ex mejor amiga, no después de que, decidida y casi en sus propias narices, le había robado a su prometido. Jane parecía no darse cuenta o no querer aceptarlo, que ya lo había perdido… la noche anterior había escuchado a la científica por horas hablar sobre su tristeza ante la frialdad de Thor, Jane sospechaba que estaba involucrado con otra mujer y no se imaginaba que estaba confiando su pena precisamente a la culpable del alejamiento del Dios. Su rival, la ladrona del amante que por tantos años tuviera rendido a sus pies.
-¿Quién es?- preguntó el rubio, entrando en ese momento a la alcoba… recién salido de la ducha, con una toalla sobre los hombros anchos y trabajados, mostrando su tórax espléndido y usando solo los boxers que apretaban su pelvis y su entrepierna, delineando su parte más íntima con sensualidad. Thor estaba deseoso de ella y no lo podía disimular.
-Tony Stark…- respondió, sin mentir ante la nueva llamada que mostraba el nombre de su jefe en la pantalla- Debo responder, solo será un par de minutos…
-“¿Helen?”- se escuchó entonces la voz del millonario- “Helen escucha, necesito urgentemente hablar con Thor… si está contigo, ponlo al habla, ponlo al habla de inmediato…”
La Doctora Cho se quedó sin palabras, no tenía la menor idea de como se había enterado el terrible Tony Stark de su relación con el Dios del Trueno, o por qué asumía que el Asgardiano se encontraba con ella. Como fuera, no encontró una excusa plausible para negarlo y simplemente extendió el aparato hacia su amante… Thor primero arrugó el ceño, contrariado porque se estaba interrumpiendo su plan para aquel día, recién llegado, solo ansiaba meterse bajo las sábanas y disfrutar de una buena sesión de sexo con su nueva conquista… pero algo en la voz de Ironman le hizo presentir que debía responder, así que escuchó con atención.
Escuchó atentamente. Su semblante pasó de la sorpresa al enfado, y luego a la determinación.
-Voy de inmediato hacia allá…- dijo, arrojando el teléfono sobre las sábanas y regresando por su ropa regada por el suelo. Helen supo también que el romance, al menos por esa ocasión… estaba arruinado.
***
-Son hermosos… sanos, inquietos, inteligentes… no han derramado una sola lágrima y Vali dice claramente que su padre regresará… ¿Cómo lo sabe? Pues supongo que se los dijo antes de marcharse o era un plan que hasta los niños ya conocían. Como sea, esta mañana ya no estaba con ellos...
Thor escuchaba a Steve con un eco resonando en su cabeza, tenía que creerle puesto que estaban frente a él: dos pequeñas maravillas nacidas en Midgard, pero con sangre divina, dos milagros de los que él no tenía noticia y probablemente, tampoco Asgard los conocía. Padre de Todo jamás le mencionó su existencia… dos niños de sangre real, porque Loki era aún Príncipe de Asgard, porque era también el legítimo Rey de Jotunhëim.
-¿Cuál de ellos es Vali y quién es Nari?- fue lo único que atinó a preguntar, recibiendo la explicación por parte del Capitán América, además, observó que Tony seguía feliz jugando con ellos sobre el césped de uno de los jardines del Complejo de los Vengadores.
Después de unos minutos, el castaño se dio por enterado de la llegada del Dios y dejó sus juegos a un lado para solicitar una bebida refrescante y un descanso breve.
-No puedo creer que tu hermano simplemente los abandonara… ¿Crees que te buscaba para dejártelos, ricitos? ¿Crees que esa era su intención desde el principio y al no encontrarte, decidió dejarlos con nosotros?
-Loki no abandonaría a sus hijos…- respondió Thor, acercándose un poco más, pero sin establecer contacto con ellos- Si es que estos niños lo son…
-¿Crees que en realidad no sean sus hijos?- cuestionó Rogers, sorprendido por las dudas de Thor.
-Claro, es una posibilidad… -aceptó Stark, elevando los ojos al cielo- Loki habló muy poco sobre ellos, dijo que trabajó en una Clínica de fertilidad Asistida y ahí atendieron el nacimiento, dijo que tuvo problemas con el dueño y lo despidieron, que hizo lo que pudo para salir adelante, pero sin su empleo, no fue posible cuidarlos y trabajar al mismo tiempo, así que luego todo fue de mal en peor y perdió el departamento donde vivían… Thor, lo encontramos viviendo en la calle…
-¿Cómo un indigente? ¿Cómo un mendigo, arrastrando con él a estos dos niños?
-Creemos que tenía al menos tres días durmiendo con ellos en el parque y probablemente sin comer- agregó Rogers- Pero hizo bien al buscarnos. Si es incapaz de atenderlos, era mejor que buscara dejarlos en un lugar mejor. Además, si Vali dice que su papá regresará es porque va a hacerlo ¿No?
-¿Te olvidas, querido, que te refieres a una promesa hecha por el Dios de las mentiras? Thor, si tu hermano sigue siendo inestable, tan irresponsable, entonces quizá debamos buscar a alguien que pueda hacerse cargo de ellos… es decir, estos niños provienen de alguien más, Loki tuvo que procrearlos en pareja…
-Tienes razón, Stark… debo averiguar quien es el padre de estas criaturas- dijo Thor, que no dejaba de pensar y pensar al ver a los niños.
-“El padre”… -sonrió Tony, abrazando a Nari, quien llegaba corriendo hasta el castaño para pedirle fuera a continuar jugando a la pelota con ellos- Querrás decir “quién es la madre”, debemos averiguar quien es la madre y dónde está, a menos que muriera, alguien debe hacerse cargo de ellos.
-No me equivoco, amigos. Sé perfectamente lo que he dicho- explicó Thor- Mi hermano pertenece a otra raza, a los Gigantes de hielo… y ellos poseen dualidad reproductiva… estoy casi seguro que Loki fue quien gestó en su vientre a estas dos criaturas… y debo estar seguro de quien es el padre…
Steve y Tony se miraron de reojo… bueno, no era sencillo creer lo que estaban escuchando, pero entre dioses… pues todo podía suceder. Incluso una locura como la que Thor mencionaba…
-Si Loki es la “madre” ¿Quién puede ser el “padre”?
-No lo sé… encontraré a Loki y lo haré confesar… a estas alturas de nuestras vidas, no lo creo capaz de hacerme esto… no lo creo… debe ser un plan que ha tramado para regresar a Asgard, para obtener misericordia y recuperar sus poderes… ¡Qué se yo! Pero se los juro, amigos… ¡Lo voy a averiguar!
Thor no solo sospechaba… estaba casi seguro de quien podía ser el padre. Tan seguro como perturbador le resultaba mirar las facciones dulces y armoniosas de Nari y de Vali, de encontrar su reflejo en los ojos acerados, de ver la negra y la rubia cabellera de los niños flotar en el aire mientras jugaban… no… Loki no podía hacerle eso… no cuando por fin su vida parecía tan tranquila sin él en las cercanías… atormentándole, estafándole, molestando como antes, como siempre…
Una opresión dentro del pecho se lo remarcó como cincelado en mármol vivo: Loki estaba en Midgard y tenía dos hijos… era entonces el tiempo de aclarar muchas cosas con su hermano adoptivo…