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Colorido San Valentín por Ashmina

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Notas del fanfic:

Chicos ya saben, ningún personaje es de mi propiedad, todos los derechos al autor.

-Malditas festividades humanas, no sólo hay que soportar su molesta presencia y su ruido infernal, sino también sus estúpidas ideas de tener una celebración tan burda como lo es San Valentín -
 
Ese era su pensar desde que había dado inicio el origen de la celebración y Lune tenía memoria, así había sido hasta este momento en el que la confusión se había apoderado de él, la razón era muy sencilla, tenía que ver tal vez con cierto espectro de rango menor, una estrella terrestre que por alguna extraña razón se había esmerado en apoderarse de su entera atención a pesar de ser tan opuestos, inmensamente opuestos. 
 
Es por esa razón que se encontraba en la superficie astiado con el ruido, hostigado por el dulce aroma a chocolate y todo los humanos hablando de  amor, globos rojos con la fantasiosa e irreal forma de un corazón, pero de alguna manera quería tener un detalle que aún que fuera insignificante, para ese delgado chico de piel pálida y extravagante aspecto le sería el mejor obsequio que alguien pudiese darle,mas por quien le hacía el regalo. 
 
Lune por naturaleza aborrecia toda celebración mundana, sobre todo esas que eran comercializadas por un extremo consumismo, como esta y la que irónicamente era celebrada en su cumpleaños. 
 
Sin más se vio inmerso en la plaza comercial, recorriendo tienda por tienda sin saber realmente que podía darle, lo difícil era decidirse, si el obsequio fuera para él la librería sería un gran lugar, incluso una sastrería, pero en este caso tenía que pensar en algo diferente, colorido, extravagante, muy al estilo de aquel joven.
 
-¿Como demonios se me ocurrió aceptar la tonta idea de un intercambio?, ¿Como si eso fuera importante? No le encuentro sentido a eso de "yo te compro algo para regalar y viceversa", ¿que chiste hay en eso? -
 
Los reclamos y quejas solo eran escuchados entre las paredes mentales del frío fiscal del Inframundo, solo mirando con evidente molestia a cuanta persona pasara a su lado o lo mirará por una fracción de segundos. Su indecisión le llevó a visitar varias tiendas, no estando del todo convencido en lo que iba a adquirir, pero ¿como estar seguro de que comprarle a ese ser? Por más que se esforzaba no lograba encontrar algo adecuado.
 
O eso pensó, cuando por su mente pasó un pequeño fragmento de una conversación previa, de lo que el otro deseaba. Ese chico sólo quería una sola cosa. 
 
-¡Claro que no! , es improbable que lo haga, pero de no hacerlo tendría que seguir aquí más tiempo... ¡Maldita sea!. 
 
El mal genio que tanto Lune como Balrog tenían comenzó a hacerse presente, un áurea turbia y oscura era perceptiva, evidenciando su molestia, de mala gana entro a la última tienda en donde consiguió algo que no le parecía absurdo y emprendió la marcha al Tribunal del Silencio a ultimar detalles. 
 
Escribió como siempre, los archivos debían ser gestionados todos los días, verificar que los resultados siempre estuvieran al 100% no menos y teniendo un momento libre continuo escribiendo.
 
Ese fatídico día llegó, terminó sus labores y lentamente camino a donde se supone habían quedado de verse, tomo uno de los portales que le llevaron a la superficie, un pequeño y silencioso lago esperaba paciente la llegada de ambos, Lune llegó primero, tomó asiento en una de las rocas, resguardando entre sus manos un único sobre blanco.
 
Percatandose de la presencia de la estrella terrestre por su inigualable tintineo así como del ruido que ocasionaba al caminar descuidamente rompiendo ramas a su paso anunciando su llegada.
 
-¡¡Lune ~ Lune ~!! ¿Dónde estas?- 
 
Ese fuerte llamado le hizo voltear, preguntándose ¿que hacía ahí?, ¿por qué no había regresado por donde vino?, fue cuando vio la felicidad que desbordaba Myu solo con haberlo visto donde quedaron. 
 
-Te traje algo, no es algo como lo que tu quisieras o que haya adquirido en una tienda, pero tal vez te guste y si no puedes tirarlo-
 
Entrego el sobre, mirando a todos los lugares posibles, incomodo por la situación que se había suscitado, esperando a que el sobre fuera abierto, dentro Myu encontró una hoja doblada y un pequeño dije dorado en forma de hada. En la hoja podía leerse con una perfecta caligrafía.
 
Supongo que es aquí donde debo decirte "Feliz San Valentín" Myu. 
 
En cambio solo haré interrogantes que de seguro ya te sabes de memoria y que haz respondido en incontables ocasiones o mejor dejo que las repitas en tu mente fastidiado por recordarlas constantemente. 
 
Esta vez haré algo diferente y diré lo que realmente quieres escuchar o por lo menos eso espero. 
 
Descubrí que en realidad no eres tan molesto como creí, escandaloso, narcisista y llamativo sí, pero tu presencia ya no me es intolerante, de hecho me agrada, ¿Como fue que sucedió eso?
 
No le daré muchas vueltas a lo que quiero decir así que, ¿por qué no quitas la vista del papel, te acercas, tomas mi mano y tomas ese beso que llevas deseando tanto tiempo. 
 
Por primera vez en mucho tiempo Myu de Papillon se había quedado sin palabras por un mínimo de tiempo antes de gritar, brincar y recobrar la compostura, tardando en reaccionar, pero aún así bajando la hoja que con recelo evitaba tirar. 
 
*¿Y bien Myu?, recuerda que odio repetir las cosas, ¿lo harás?, ¿serás mi Valentín? 
 
Las preguntas no acababan de ser pronunciadas cuando el joven austriaco se lanzó contra Lune, devorando sus labios con auténtica pasión, aquella que llevaba reprimiendo casi desde el principio de su resurgir, solo separándose un breve instante para responder.
 
-Sii !! Si si quiero. Sii - Cada palabra era dicha con efusividad entusiasta y una sonrisa colosal - Si me encantaría.
 
A regañadientes Lune alojo sus manos en la cintura del joven, mientras que permitía que su acompañante se pegará descaradamente a su cuerpo. 
Notas finales:

Espero les haya gustado. Nos vemos pronto  


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