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Dos realidades por ElizabethDR y LUUN

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Notas del fanfic:

Esta historia se puede encontrar en Wattpad con mi cuenta, no es plagio, soy yo, si tienen duda contantenme por la app de Wattpad para confirmarcelos. 

Notas del capitulo:

Esta historia se puede encontrar en Wattpad con mi cuenta, no es plagio, soy yo, si tienen duda contantenme por la app de Wattpad para confirmarcelos. 

El conocido Sherlock Holmes y su ayudante el doctor John H. Watson se encontraban entrevistando a un posible cliente, quien se encontraba acompañado de una hermosa mujer, en la sala de su apartamento, el hombre quería contratarlos para recuperar un collar único.

-¿Déjeme ver si entendí? – decía John algo consternado por lo que pedía aquel hombre – ¿quiere que recuperemos un collar que está en el poder de una mafia Rusa, que se encuentra por un corto tiempo en Londres?

-Efectivamente señor Watson, y es de suma importancia, por supuesto se les pagara generosamente- respondía con una calma aquel hombre.

-Esta demente, ¿Sherlock? – el mencionado se encontraba ensimismado, probablemente pensando en algún plan para recuperar aquel collar - ¡Sherlock! ¿En serio lo estas considerando?

-Bueno, sería tan emocionante infiltrarnos – decía mientras caminaba de un lado a otro.

- ¡Sherlock! Por dios, es una locura.

-Si me permite, no correrían peligro, mi asistente los acompañaría en todo momento – decía mientras dirigía la atención hacia la mujer.

-Sin ofender, pero creo que esta mujer no puede protegernos de mafiosos armados hasta los dientes.

-Aceptamos – dijo Sherlock sin siquiera platicarlo con su compañero de piso y socio.

- ¡Que! - exclamo sorprendido por la decisión apresurada del detective.

-Perfecto, mañana por la tarde el jefe de la mafia realizara una fiesta en su residencia, ya tengo las invitaciones, el mapa de lugar y la ubicación exacta del collar, lo único que tienen que hacer es entrar, abrir la caja de seguridad donde se encuentra y tomar el collar.

- ¿Espere, prácticamente solo nos necesita para abrir una caja? – pregunto John indignado.

-Vamos John, se feliz, no arriesgaremos tanto nuestras vidas, justo como tú lo deseas.

John solo lo miro incrédulo, por la falta de responsabilidad del detective.

-Bueno entonces, mi asistente los recogerá para ir a la fiesta, recuerden tener la mayor discreción, no queremos que se haga un escándalo – con esto se despidió.

-Fue un gusto atenderlo señor Coulson – le despidió Sherlock muy efusivo.

Sherlock parecía feliz, muy pocas veces tenían trabajos emocionantes, y al detective no podría encantarle más aquel trabajo.

  Al día siguiente una mujer pelirroja llego a su departamento para recogerlos, ellos no la reconocieron ya que esta era completamente diferente a la que acompañaba aquel hombre tan misterioso, sus facciones eran distintas, Sherlock recordaba a la otra mujer perfectamente, cabello negro, ojos azules. Comparada con la mujer que se les presento esa tarde, pero al final tuvieron que seguirla.

Entrar fue demasiado sencillo, como ya le había mencionado Mr. Coulson, estaban en la lista de invitados, con otros nombres por supuesto.

-Y señorita Joryeit, ¿dígame cual es exactamente su trabajo? – pregunto Sherlock intrigado, ya que, por el extraño cambio de apariencia tan drástico, le era difícil creer los resultados de su análisis de aquella muchacha, además no encontró nada acerca de ese par misterioso en su pequeña investigación sobre el collar.

-Por lo que se usted es un experto en la deducción, porque no me dice lo que ha podido encontrar sobre mi – la mujer lo vio desafiante e intrigada por lo que le podría decir sobre ella.

- La primera vez que la vi, si es que era usted, fue que no era un guardaespaldas, su corta caminata hacia mi sillón me mostro la preocupación que tiene, es obvio que espera que alguien la salve, probablemente el collar sea suyo, pero tiene tic’s dignos de universitarios, probablemente estudio algo parecido a la filosofía ya que mira a las personas con sumo interés, parece buscar algo más, tal vez una señal de que todos estamos conscientes de nuestra existencia, además su preocupación puede deberse a que solo es una simple dama de compañía – dijo tratando de ver las reacciones de la mujer – pero bueno esa fue mi deducción de la mujer que conocí el día de ayer – la mujer dio una sutil sonrisa, apenas imperceptible – pero la mujer de hoy, los tic’s de universitario cambian a una de un apostador, si pudiera adivinar diría que el collar que quieres recuperar lo robaste de aquel hombre y ahora te obliga a recuperarlo, para pagar tu deuda.

- Sherlock – suspiró John, rezaba porque la mujer no se enojase y que los delatara.

- es muy bueno, de hecho, ambos perfiles son correctos, pero por desgracia esa no soy yo, no fui una universitaria de filosofía y tampoco soy una adicta a las apuestas, aunque si acertó a algo, el collar me pertenece, mi trabajo señores es no ser yo – con lo dicho se terminó su trago y lo dejo en la mesa más próxima.

 – muchachos no parpadeen – dijo dirigiéndose al pequeño podio donde se encontraba la pequeña banda clásica, tomó el micrófono y lo encendió – hola a todo el mundo, debo dar las gracias por la invitación a esta hermosa fiesta, ahora me complacerá cantarles una canción en honor a nuestro anfitrión – ante tal acción Sherlock y John trataban de esconderse, no querían que se les relacionase, esa loca mujer trataba de matarlos eso era seguro.

 – Muy bien, ahora ¡a la una! – dijo mientras apuntaba a su derecha, las puertas y ventanas eran cerradas bruscamente -  ¡dos! – esta vez apunto a su izquierda y paso lo mismo – ¡tres! – esta vez apunto hacia el cielo y tras ella se pudo ver por el gran ventanal un rayo junto con su característico sonido – ¡cuatro! – le susurro al micrófono dejando que todos le escucharan como una voz en el viento, al mismo tiempo señalo al frente como si sus dedos fueran un arma y al mismo tiempo que termino de decir el número, su mano fingió un disparo y la gente cayó al suelo profundamente dormida, todos y cada uno.

Con el espectáculo terminado fingió soplar la punta de sus dedos como si de verdad fuera un arma que acabó de disparar.

Los únicos en pie eran Joryeit, John y Sherlock, quienes la miraba sorprendida, el doctor con su expresión de confusión y el detective tratando de encontrar darle una explicación lógica a lo sucedido.

- ¿cómo ha hecho eso? – pregunto Watson algo alterado.

-Tranquilo solo los dormí, tenemos que apresurarnos y tomar el collar antes de que los guardias despierten – dijo la mujer dirigiéndose al segundo piso de la mansión.

- ¿que fue? ¿hipnotismo? ¿las bebidas tenían una clase de somnífero? – preguntaba Sherlock mientras seguía a la mujer.

-Hipnotismo en masa, suele ser efectivo y útil – dijo Joryeit orgullosa de hacer que el gran detective se interesase en ella, tan motivado.

John quien iba de tras de Sherlock bufo por el comportamiento infantil de su compañero.

Cuando llegaron a la habitación indicada por el mapa, rápido ubicaron la caja fuerte, la abrieron y tomaron el collar, pero al darse la vuelta y dirigirse a la salida, unos hombres con armas les apuntaban, los mafiosos habían despertado y su líder quien se posicionaba en medio de sus lacayos se veía muy enojado.

-Me parece que no pensaron bien su plan – dijo el líder – el collar, ¡ahora! – les ordeno, uno de los guardias se acercó a la mujer quien tenía la caja en sus manos, el líder Ruso saco el collar y lo admiro – sumamente hermoso, aunque no se ve tan ostentoso, su hermosura no se compara con nada – dijo mientras con un gesto ordenaba esposar a los intrusos – esa maravillosa esmeralda que irradia energía, y ustedes que pretendían, ¿robarla? Sin duda son unos tontos, desháganse de ellos y que parezca un accidente – les ordenó mientras guardaba el collar.

Los tres fueron sacados del lugar, pasaron por la sala donde se encontraban las personas dormidas, no entendían como es que todos ellos estaban dormidos y aquellos hombres no, bueno al menos los dos se preguntaban eso. Los trasladaron fuera de la ciudad, se pararon en un rio y arrodillaron a los dos hombres, preparándolos para ejecutarlos.

-No se preocupe señorita, de usted nos encargaremos después, tenemos planes que incluyen ese escultural cuerpo - dijo uno de los mafiosos acariciándole la mejilla a la mujer.

 -Oh cariño, mi cuerpo los ara gritar – dijo esto con un tono seductivo y malicioso, ante estos los hombres creyeron que la mujer no opondría resistencia, pero lo que paso antes de que pensaran tan siquiera como se divertirían con la mujer, esta se soltó ataco con rapidez y precisión a cada uno, de la nada  saco dos dagas que usaba para neutralizar a los hombres, al terminar con ellos desató a sus dos compañeros quienes la miraban sorprendidos, Sherlock le dio un vistazo al lugar antes de seguir a la mujer y escapar de la escena del crimen.

Notas finales:

Continuará

Este es la primera parte de tres, gracias por leer y recuerden si ven un unicornio, tómenle una foto.


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