En una ciudad normal llena de edificios se puede ver a una joven mujer caminar apresurada en una mano lleva una pequeña maleta y en la otra un pequeño bulto envuelto en una pequeña manta roja para ser exactos lleva un bebe... Su hijo.
Va caminando hacia una mansión ya que una de sus amigas le aviso que su jefe el gran empresario Inu No Taisho necesitaba una mujer que trabajara para él, el viudo necesitaba a una niñera ya que su esposa acababa de fallecer dejando a su hijo solo y como él era un ocupado hombre de negocios no podía hacerse cargo solo así que estaba buscando una nana para que ella se hiciera cargo.
Minutos después ella llego al lugar acordado había varias mujeres ahí pero tal parecía que era un prostíbulo ya que estaban vestidas con ropas muy provocativas para su gusto así que ella observo su ropa una falda bajo las rodillas negra y una blusa blanca de manga larga no encajaba en ese lugar pero debía intentar conseguir el trabajo ya que estaba sola y necesitaba mantener a su pequeño.
Como había llegado ultima decidió sentarse a esperar su turno mientras jugaba con su hijo un lindo bebe de cabello negro como el suyo y unos tiernos ojos azules que la veían divertidos.
Mientras en la oficina que estaba a un lado se puede ver a un hombre interrogando a una mujer que quiere el puesto y a un niño que esta sentado a su lado mirando al suelo mientras mueve sus pies que cuelgan en la silla con una mirada sin emociones y eso era lo que mantenía preocupado a su padre pues el pequeño de tan solo cinco años no había cambiado su expresión desde que su madre había fallecido hacia ya tres meses pero no podía hacer nada había visitado a los psicólogos mas renombrados del país pero él seguía igual por eso decidió que tal vez necesitaba una figura femenina en su vida por eso decidió contratarle una nana pero todas las mujeres que venían no le daban buena espina ya que él ahora estaba solo y no por nada era el viudo mas cotizado de todo el país su inmensa fortuna era buscada por todas esas mujeres y eso lo tenia frustrado.
Minutos mas tarde llego el turno de la mujer que dejo su maleta en su silla y se levanto junto con su pequeño de seis meses y camino directo a la oficina de su posible jefe y él la miro extrañado ya que ella no parecía como las otras mujeres pero creyó que era un truco y se percato de el pequeño bulto que traía en brazos así que la invito a sentarse a lo que ella acepto
―¿Porque busca el empleo? ―pregunto mirándola detenidamente para darse cuenta si le mentía
―Necesito el empleo porque estoy sola mi familia me abandono porque me case con mi difunto esposo pero des afortunadamente él murió antes de que naciera nuestro hijo y ahora debo mantenerlo para que viva bien ―no pudo continuar porque empezó a derramar lagrimas aun le dolía hablar sobre eso así que el hombre que estaba frente a ella le paso un pañuelo
―¿Como se llama usted y el pequeño? ―pregunto amablemente esa mujer no parecía ser como las anteriores
―Me llamo Izayoi Setsuna y mi hijo Inuyasha ―contesto con una sonrisa mientras limpiaba sus lagrimas pero una delicada risa los hizo voltear el pequeño Inuyasha había despertado y empezó a jugar con el cabello de su madre mientras reía pero de repente el pequeño que estaba de espectador subió la mirada al escuchar las risas infantiles ya que los adultos hablaban del empleo así que bajo de la silla de un salto haciendo voltear a los mayores y se acerco lentamente a Izayoi, ella al notar las intenciones del menor acerco a su hijo para que lo viera mejor, él solo lo observo fijamente y el pequeño hacia lo mismo, lo veía con curiosidad así que decidió tocar su mejilla haciendo que el bebe empezara a reír y agarro su mano, una pequeña sonrisa surco su rostro ese pequeño tenia algo que lo hacia feliz. Su padre no daba crédito a lo que veía ni los psicólogos mas renombrados habían hecho algo así su hijo estaba sonriendo mientras acariciaba delicadamente el rostro del pequeño Inuyasha que reía tierna mente mientras Izayoi veía todo enternecida su pequeño era muy alegre con todos.
Después de un rato de hablar sobre diversos temas acerca del empleo el señor Taisho decidió dárselo al ver a su hijo jugar con Inuyasha aun conservando esa pequeña sonrisa.
La llevo a su habitación para que descansara ya que habían hablado de todo respecto a los cuidados del heredero Sesshomaru Taisho pero él aun no se apartaba de Inuyasha y eso hacia feliz a su padre ya que no lo vería triste ni deprimido pues él solo estaba concentrado en el pequeño niño de las mejillas ligeramente sonrosadas que estaba acostado en la cama de la habitación así que decidió unirse le y ambos empezaron a jugar a Izayoi le alegraba verlo así ya que Inu No le había contado sobre el anterior comportamiento de su hijo y ver que el suyo le ayudaba le encantaba ya que no le hubiera gustado verlo triste.
Continuara...