Como siempre me levanto de un tapete en el suelo que llamo mi cama. Me estiro y mi espalda truena que no es de extrañar. Camino afuera del garaje que conozco como mi hogar, me siento afuera, y escucho a mi familia despertar; como se bañan y bajan a desayunar. Y yo sigo sentado en mismo lugar mirando a la nada. -Mama ya no quiero esto- responde mi hermanastro, -pues ve y dáselo a el- señalándome, que ya no es de extrañar que mi madrastra no me diga por mi nombre. Después de todo yo nací de una de las amantes de su esposo, mi madre era muy bonita aunque una prostituta que terminaron mataron en la calle, mi papa dice que me parezco a ella; cabello negro, ojos azules y piel muy clara. También pienso que esa es la razón por la que me dejo vivir en su "casa" cuando ella murió, o tal vez por que era mi único familiar. Y como siempre el que si es mi padre ni se inmuta ante el trato que me brinda mi madrastra, ya que de ella fue la idea de que yo viva aquí. Sale y yo como un perro que le dan las sobras me pongo feliz por que hoy no solo me darán pan y agua, me hecha sus huevos en mi plato, como dije como un perro, solo falta que tenga mi nombre el plato. Y el simplemente regresa a la casa sin mirarme, ignorándome y yo simplemente como feliz. Al terminar tengo que lavar mi único plato y cuchara en un lavabo, ya que no ocupan por que mi padre les compro una linda y extremadamente cara lavadora. Me lavo mis dientes por igual con un cepillo que no he cambiado como en tres años. Si se preguntan cuando me baño, bueno no me es permitido hasta que ellos no están, que es como a las 5 a 7. Salen ha pasear como cada tarde, sin mi claro, pero allí es cuando es mi hora del baño, claro que no se me permite entrar a la casa, solo cuando voy de salida o entrada de la escuela. Así que me tengo que bañar afuera con la mangera o a cubeta, obviamente con agua fría. Por suerte nuestra casa tiene un patio inmenso, con muros grandes y sin vecinos.
Así continuo arreglándome medio me peino con mi propia mano, me pongo la ropa de mi hermano, que cuando ya no e queda la viene a botar aquí, al igual que cuadernos y mochilas que termino usando yo. Termino de meter mis libros y salgo me mi garaje directo a la casa me meto y salgo por la puerta principal, como siempre ellos simplemente me ignoran. Pero tal vez te preguntes por que salgo por la casa, bueno porque a pesar de no tener vecinos a lado los hay enfrente y mis padres no quieren mas rumores de los que hay por mi simple existencia, normalmente dicen que me acogieron de la calle huérfano, y como buenas personas que son me dejaron quedarme y me alimentan. A los ricos les encanta escucharla y eso los deja bien a ellos.
Camino hasta mi escuela mi segundo infierno, aunque si existen niveles este seria el primero. -hola mariquita, ya llegaste creí que no vendrías, ya nos preocupábamos y nos preguntábamos con quien nos íbamos a divertir-. Ha genial allí viene el diablo, es Marco (rubio, piel bronceado, con ojos grises, que lo hacia ver intimidante) y su pandilla aunque son los mas guapos y fornidos de su edad, todos le tienen miedo, y solo se llevan entre ellos. Paso su brazo por mi cuello y me da un coscorrón, frotando muy fuerte su puño contra mi cabeza. -Así que mariquita, sigues sin traernos de desayunar, eso no te ayuda, tampoco el no traer dinero-, -si Marco que vamos hacer con su mugroso trasero- el hablador Ric (se tiñe el pelo de morado, piel clara con ojos verdes y mirada loca, es el payaso), -oh mi buen amigo Tom es listo, sabe que le espera en la salida, ¿o no Tom?- me pregunta sabiendo que se la respuesta, una golpiza. El sonríe complacido ante mi reacción, inconscientemente al saber la respuesta me estremecí, y entonces me dice aun sin quitar su brazo de mi cuello -sabes Tom que no me gusta castigarte, pero tengo que hacerlo para dar una lección de quien manda aquí, bueno me voy tengo que hacer la recolecta monetaria matutina a los alumnos- me suelta, no sin antes darme un sape, luego su pandilla: Ric, Lucas (castaño, piel bronceada, ojos castaños), Alfonso (castaño oscuro, al igual que sus ojos, bonceado), Emilio (moreno, cabello negro, ojos verdes) y por ultimo Carlos (moreno, cabello negro y ojos grises) que es su mano derecha. Después se detiene, se voltea y me da un golpe en el estomago, me inclino por el dolor y el me dice en el oído, -esto solo es una probadita de lo que te espera, y una advertencia de que no intentes escapar-, luego intente recuperar el aliento y el simplemente se fue. El es el que mas miedo me da y se nota por que es la mano derecha de Marco el es perfecto; ya sea como matón o estratega, es muy callado pero sabe como infundirte miedo. Al recuperarlo entre, justo cuando tocaron la campana, el maestro entro y yo me senté en la fila del final.
Como siempre me dio pongo atención, medio me distraigo, y pues también así son mis notas, al no tener papas que les importe o me feliciten si saco buenas notas, solo paso aunque eso si no puedo reprobar, para que no llamen a mis padres, lo aprendí con un cinturón y el no poder me sentar bien como en una semana. Así que solo me piden no sobresalir, ellos no me molestan y yo a ellos. En el recreo me escondí en los baños alzando mis pies en la taza, para que Marco y su séquito no ne encontraran, y no lo hicieron. Ya para la ultima clase solo miraba el reloj para ser el primero en salir y evitarlos. Sono la campana y yo salí disparado, ya veía la salida y pronto esto acabaría. Pero derrepente un brazo me detuvo, -hola mariquita, a donde ibas- era Marco, -creíste que escaparías, para tu mala suerte nosotros no tuvimos la ultima clase, Carlos nos haces los honores- quita su brazo y recibo un rodillazo en el estómago, del dolor me iba a caer de rodillas, pero el me sostuvo -te dije que no intentaras huir, ahora va hacer peor- me lo dijo lento y bajo pero aun así el miedo me invadió. -Tom el tiene razón ahora va hacer peor- me agarra del cuello y a pesar de que había alumnos saliendo simplemente nos ignoraban, al igual que los maestros ya que el era sobrino de un verdadero líder de pandilla y no querían problemas, era yo o ellos y ellos preferían que yo. Pero aun así no querían público de lo que me iban hacer, así que me empezó a jalar atrás de la escuela y yo solo podía resignarme, por que nadie me iba ayudar.
Ya al llegar me aventó al suelo, -sabes mariquita, ahora si te jodiste- el hizo una seña con la mano y hasta yo sabia que significaba, hora de los golpes, primero Carlos empezó con un golpe en el rostro, caí al suelo y solo empece a sentir puñetazo y patadas por todo mi cuerpo, todo me dolía por igual, ya ni sabia donde apuntaban y yo lo único que pude hacer fue cubrirme la cabeza con los brazos y hacerme bolita. Se oyó un chiflido y esa fue mi salvación, por que los golpes cesaron. Marco los detuvo, el solo observo mientras me golpeaban y lo seguía haciendo, después empezó a caminar hacia mi y empece haber borroso, pensé que me desmayaría, pero en realidad estaba llorando, -ja, sabia que eras una mariquita-. Yo seguía tirado en piso con sangre por algunas partes de mi cuerpo, moretones, todo me dolía, pero ahora también lo hacia mi orgullo, siempre me habían golpeado pero supongo que hoy me quebré. El se inco y me vio a mis ojos llorosos, acerco sus pulgar y limpio algunas de ellas -llorar no te servirá- dijo en tono dulce pero yo sabia que era una trampa. Siguió -ya conoces la rutina, te golpeamos y tu aguantas, eres nuestro saco de golpear o no muchachos- les pregunto a los otros y estuvieron de acuerdo con el. -Oh no Carlos ¿cuanto llevamos haciendo esto?- pregunto a su mano derecha, -un año, Marco- le dijo frívolo como siempre, y Marco puso una cara de sorpresa y se paro -un año, eso es demasiado y aun no aprendes, Alfonso y Emilio póngalo de rodillas- les ordeno a sus orangutanes y ellos me forzaron hacer los que les pidió. El se inclino agarro el mentón con fuerza y me obligó a verlo a los ojos, un contacto al que no estoy acostumbrad, así que trate de desviar la mirada, vaya error -mírame- me grito autoritario y se tenso aun mas el aire. Así que lo obedecí y con vergüenza le sostuve la mirada -Tom seamos honestos ya no se que hacer contigo, todos pagan su comisión, todos excepto tu, y yo no doy preferencias- aterrorizado me arme de valor y dije -lose...es solo...que...- dije tembloroso, ya no se si era por el dolor o el miedo, pero no acabe al ver esa mirada penetrante, -es solo que- me invito a continuar y yo termine -no tengo dinero...ni comida...no tengo nada- termine y el se empezó reír todos se rieron excepto Carlos el solo observaba. El se cayo y todos lo hicieron y yo seguía muerto de miedo, -entonces, crees que noten tu ausencia por que de nada me sirves, Carlos en que basurero crees que deberíamos tirar su cuerpo- el dejo me mirarme y lo vio a el, pero yo termine viéndolo esperando que dijera que era una broma -hay uno cerca de aquí-. Eso me aterro por completo, estaba en shock estaba tratando de pensar si eso era posible o si lo harían -perfecto, llamare al limpiador- y saco una navaja y se empezó acercar a mi, yo solo rompí en llanto, que podría hacer entonces, deje mi orgullo a un lado y empece a suplicar -no....- grite tembloroso -espera...haré lo que quieras...solo no...me mates-. El se detuvo en seco, -lo que sea- me pregunto y me examino inquisitivo, yo seguía llorando -lo que sea...por favor- el se quedo pensando y guardo su navaja en su bolsillo. -Sabes hoy hable con mi tío, si sabes quién es mi tío- me pregunto y yo solo asentí frenético aun lloroso, -bien creo que todos lo conocen, el me dijo que había diferentes formas para hacer que las personas te respeten o las matas o las doblegas-, yo seguía llorando temiendo lo peor -pero hoy me enseño otra forma- se para enfrente de mi, yo no quería mirar temía lo peor, escuche un cierre bajarse y luego sentí algo húmedo y caliente que restregaba contra mi cachete, entonces voltee y quisiera que mejor me hubiera matado. Su falo se encontraba enfrente de mi apuntando a mi boca, yo instintivamente la cerré, a lo que el empezó a restregar su punta en mi labios indicándome que los abriera, yo solo negué y eso lo enojo -ábrelos- me grito de nuevo, y yo los abrí, temblorosos -si me rosas siquiera un poco con tus dientes ahora si te mato- me advirtió. Lloroso empece a haber como empezaba a meterlo, hasta que sentí una arcada y trate de sacarlo pero el me agarro la cabeza, continuo metiendolo era enorme y mi boca pequeña pero a el no le importo. Siguió metiendolo hasta el fondo con suma lentitud, yo solo reprimía las ganas de vomitar, cuando creí que todo había a acabado, empezó a moverse dentro de mi boca, lo sacaba y lo metía. Era doloroso sentía como si me destrozara la garganta, sin consideración alguna de el, con una fuerza impresionante y yo solo veía borroso, ya que mis lagrimas me segaban. No se cuanto paso, solo se que sentí algo caliente y saldo era expulsado a mi garganta, el saco su cosota y al ver que lo iba escupir, me ordeno -tragatelo- y lo hice, quería evitarme mas problemas y que lo volviera hacer, que error el mio. -Bien chicos quien sigue- pregunto, un unos estaban excitados, mientras lo orangutanes tenían dudas, pero entonces... -¿estas seguro?- pregunto un Carlos expectante, -Tom solo quiere pagarnos lo que nos debe- el confirmo. Carlos se le quedo viendo, yo creo esperando encontrar dudas -ya oyeron al jefe- les dijo a los demás y se empezaron acercar a mi. -Esperen, todavía no a cabo, desnudelo- ordeno, decir que estaba aterrado era poco, en cuestión de segundos me quitaron mi pantalon y mi boxer, destrozaron mi camisa, -Ric dame tu cinturón- el se lo dio de inmediato y el también se quito el suyo, entonces pude observar que intentaba hacer, amarrarme para inmovilizarme, entonces trate de huir, era a hora o nunca. -Agarrenlo- ordeno y como un saco de papas sus orangutanes me sometieron en el suelo, entonces amarro mis muñecas con mis tobillos, vulnerable, mis esperanzar de huir se perdieron, solo me que do esperar lo peor. -Esto es par que pagues tus deudas debidamente- y entonces me abrió las piernas, avergonzado, me sonroje y desvié la mirada, pero entonces sentí algo caliente rozaba mi ano, voltee de inmediato a ver que era y solo escuche, -relájate o dolerá mas-, y después sentí el peor dolor que he sentido en mi vida. Entonces lo entendí el lo metió su cosa, ahora se encontraba dentro de mi; grite, llore, hasta suplique -por...favor...sacalo- no podía ni gesticular bien. El empezó a sacarlo y pensé que se acabaría el dolor, vaya error, porque lo volvió a meter. Así empezó la tortura, el se movía con salvajismo dentro de mi destrozando todo a su paso, luego sentí algo caliente escurriendo por mi pompi, -miren esta sangrando como una virgen- y todos se rieron, ellos se burlaban del peor momento de mi vida, ellos reían mientras yo sufría. -Oh estas tan caliento y apretado, creo que mas que una virgen- dijo Marco y excitado. Y yo solo lloraba, por que la sangre solo hacia que llegara mas profundo. Así siguió, no se por cuanto tiempo, hasta que sentí que otra sustancia caliente fue expulsada en mi interior, escociendo todas las heridas internas que de seguro tenia. Saco su pene de mi interior y yo solo podía sentir como escurría fuera de mi, la sustancia de seguro con sangre, -lo mejor es que me puedo venir en tu interior, y no tengo que preocuparme de embarazarte, ahora si quien sigue- sentencio, todos en fila como si fueran a comprar una caramelo y no como si fueran a torturar a un chico ya destrozado. Entonces volví a sentir ese horrible dolor, ahora de parte de Ric el que me penetraba sin compasión. Cuando creí que eso no podría ser peor me equivoque Marco se acerco a mi y me mostró su falo todo lleno de sangre, de mi sangre, -es hora de que limpies tu desastre no crees Tom-, cerré la boca lo mas rápido que pude no pienso lamer eso, pero entonces Ric me penetro con toda la fuerza que pudo y con un grito de dolor le di el acceso que el quería. Entonces lo sentí, era un juguete que usaban para su diversión, cada ves que Ric me penetraba, mi boca también era penetrada por el impulso. El sabor era de mas asqueroso, sabia a mierda, obviamente la mía, combinada con mi sangre y claro su semen. Jugaron conmigo hasta que los dos se vinieron, uno en mi interior y otro en mi boca, y no lo saco hasta que me lo trague. Ya después de esto el por fin cerro su bragueta, pero aunque Marco termino no significaba que mi tortura también lo hacia. El siguiente fue Lucas y en mi boca fue Ric, era como su limpiador oficial, después de un terrible acto, yo limpiaba la sangre y residuos, pero con mi boca. Así continuaron siguieron los orangutanes, si creí que ya no podría sentir mas dolor estaba equivocado, ellos dos reactivaron otras zonas de dolor que no conocía , pero ya no podía gritar, mi garganta estaba tan violentada que solo podía llorar. El ultimo fue Carlos, que lo hizo con mas cuidado que los otros, claro sin dejar de ser violento, pero entonces toco algo en mi interior, y deje salir un leve gemido, todos se sorprendieron, hasta Carlos que se detuvo y yo yo solo me avergoncé mas, que es lo que acaba de hacer, se supone que no soy gay, me gustaban la mujeres, al menos eso creo ya que nunca he tenido novia, ya que era muy antisocial y no sabia como llevarme con las personas. Aunque pude a ver tenido una novia por mis facciones lindas y delicadas, o al menos eso decía mi padre, eso me lo dijo de las pocas veces que me hablo. -Oh ya veo así que ademas de mariquita, eres putita- dijo Marco acercándose con una enorme sonrisa, podía notar que todos sonreían excepto Carlos que solo me observaba, aun con su pene adentro. -Que esperas Carlos, continua- entonces Carlos siguió tocando ese lugar y yo solo gemía, todo rojo como tomate, queriendo tapar mi vergüenza, sin éxito al estar mis manos atadas, mientras los chicos me miraban, Marco también lo hacia a lado mio, incado, observando con su mirada intensa, mi vergüenza y mis lagrimas ya no de dolor si no de placer, -miren se puso duro- dijo Ric a lo que todos rieron. Genial primero se burlaban de mi sufrimiento y ahora de mi vergüenza. Marco por otra parte toco mi pene, con la punta de su dedo, como si fuera extraterrestre y no hubiera visto otro, y yo gemí ante el roce, todos se callaron y miraron. Cuando empezó a salir mi presemen, ya solo se quedaba observando al igual que todos. Carlos sigio con lo suyo penetrando y yo gimiendo, tenia razón Marco como una puta. Siguió hasta que se corrió Carlos. Pero yo no pude, lo saco y me hizo lamerlo, para limpiarlo como el resto, se corrió en mi boca y por la excitación previa me lo trague sin que me lo ordenaran. Pero yo seguía duro como piedra, aun sin poder correrme, amarrado, vulnerable, y mas que avergonzando. Y a pesar de que Carlos termino, Marco aun me observaba atento, después de un rato por fin hablo -que me darás si te ayudo con esto- señalo mi erección que a pesar del dolor que sentía mi cuerpo, quería venirme, al menos para sentir algo de tranquilidad, pero no podía masturbarme al estar amarrado y me empece a desesperar, entonces con todo la voz que me quedaba hable -no...tengo...nada- conteste y me sorprendía al oír mi voz ronca y partida. Marco me agarro la barbilla y me obligo a verlo, -quiero que seas nuestro, y te ayudare, y también olvidare tu deuda- sentencio y yo sentí un escalofrió, ser de ellos en que forma, en esta. Sentía que era como hacer un pacto con el diablo, y tal vez si lo era. Pero era mi necesidad de tener algo de tranquilidad y el dolor que no pensé muy bien y dije -esta...bien...seré...de...ustedes...solo...ayúdame- y ojala no hubiera dicho eso. -Bien- solo dijo eso y empezó el a masturbarme con su mano, lo hacia también que no tarde en correrme y lo hice en su mano, al darme cuanta que no la advertí, creí que se enojaría y me golperia, pero no lo hizo, solo miro su mano con mi semen. Pero solo la acerco a mi, bueno a mi boca, entendí lo que quería y es es que lo lamiera. Y como ya solo quería acabar, lo hice. Al terminar el se paro y dijo -eres nuestro, no se te ocurra no venir mañana que te ensañare que significa eso- dijo y se fue. Todos lo siguieron, no sin antes darme una mirada inquisitiva al irse. Carlos fue el ultimo y fue el que que me desamarro, y me advirtió -ojala no hubieras dicho eso, te vas arrepentir, pero ven mañana o te ira peor- dijo y se fue.
Como se imaginaran me dejaron todo adolorido, con semen y sangre saliendo de mi interior. Lo peor con solo con un pantalón cubriendo mi vergüenza, como pude me pare me puse mis boxers y mi pantalón. A pesar del frío ya que era tarde, mi playera estaba destrozada y no tenia mas opción que irme así. La verdad no se como llegue a mi casa, por suerte mi familia no estaban ya que era 6:30, me apure me bañe, lo mas difícil fue el interior que dolía como el demonio, la verdad ya no se si limpie bien mi interior. Pero eran las 7 y mi familia llegaría pronto, vi el pan duro y el agua que me dejan para comer, supongo que no les importo que no estuviera, ya que aun así se fueron a pasear, me lo comí por que tenia muchísima hambre y los vi entrar, y yo decidí irme a dormir. Hoy no quería verlos cenar, ya que a veces me daban sobras, pero estaba tan cansado y a dolorido, que prefería descansar, me acosté el suelo, eso no ayudaba, pero creo que al final el cansancio gano y me quede dormido, pensado que era el ser de ellos.