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DELTALOVE (Kris x Ralsei) por Bai-chan

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Notas del capitulo:

No pos...me terminé el Undertale...y el Deltarune...y no se...se me dio por escribir esto. Espero que a los que siguen la serie y a los que Ralsei les parece tan tierno como a mi les guste.

Hay ciertas actitudes que uno acepta en la ficción, pero que en la realidad nos haría sospechar de la legitimidad de ciertos sentimientos de una persona. Nadie se despierta de una pesadilla a los gritos, sudando y sentándose de un golpe en la cama. La simple idea de pensar en una persona haciendo eso nos haría pensar que está fingiendo o que se ha excedido de ver tantas películas.

Kris no era muy aficionado a las películas, y era excesivamente tranquilo como para buscar llamar la atención con algo tan ridículo. Sin embargo Toriel no podía evitar pensar que tal vez estuviese fingiendo sus últimas pesadillas, aunque su incredulidad no le permitía mucho dudar de su pequeño.

Ya era la tercera vez en la semana que Kris despertaba de una forma exagerada… “como en las películas” pensaría Laphys, su profesora, quien era bien sabido que tenía una enorme afición a las películas y series de TV.

—Kris, querido ¿Estás bien?

Toriel se mantenía sentada en el borde de la cama dándole pequeñas palmaditas en la espalda al joven, quien estaba sentado en la cama con la mirada algo perdida. No es que Kris fuese muy expresivo, por lo cual verlo tan desorientado hacía que a Toriel se le encendiesen varias alarmar internas.

—S-sí…sí estoy bien mamá –el joven finalmente pronunció unas palabras.

— ¿Estás seguro? ¿No quieres ir al medico o…

—No, no, estoy bien, solo fue otra pesadilla.

—Pero Kris, ya ha sido la tercera vez en la semana.

Ciertamente, había pasado una semana desde que Kris y Susie habían visitado el mundo oscuro. La primera noche tras esa experiencia Kris había tenido entre sueños una extraña sensación, una clase de pesadilla de la cual no parecía poder despertar. Eventualmente despertaba pero…ya habían sido tres veces en la semana en la cual había tenido esa pesadilla recurrente…su hermano mayor no se veía tan mayor, su apacible madre no se veía tan apacible, y había un humano en ese sueño que aparentaba una cierta inocencia…pero la sensación constante que a Kris le generaba era miedo…miedo hacia ese humano que en sus sueños abrazaba con tanta confianza a su hermano Asriel.

“Quiero eliminar este mundo…para pasar al siguiente”

Una voz que no era ni de su hermano, ni de su madre…muy posiblemente fuese de ese pequeño niño que no paraba de abrazar a Asriel asi como no paraba de desprender un aura un tanto sombría. Tras esta frase es que Kris terminaba despertando de su pesadilla, como si estuviese en una película de terror excedida en clichés.

—Kris…desde esa tarde que llegaste a pie a casa que has actuado así. Me dices que te hiciste un amigo aquella vez, pero nunca me lo presentaste.

—Es una amiga mamá…y no creo que sea lo más conveniente.

—Hmmm ¿Es esa “amiga” nueva la causa de estas pesadillas?

—No ma…

—Es que…la gente habla y…he escuchado que te andas juntando con una chica un tanto problemática.

Kris intentó no expresar enfado, pero le fue difícil no fruncir el seño.

— ¿Quién te dijo eso?

—Kris, cariño, solo quiero protegerte…no quiero que te juntes con maleantes.

—No es una maleante ma, no exageres.

Toriel no parecía muy convencida con la explicación de su pequeño. Sentía que ahí estaba la raíz del problema. En ese “amigo” misterioso que Kris no parecía querer presentar.

—Kris…se que esto tal vez no te guste pero…no puedo quedarme tranquila del todo.

— ¿No confías en mí?

Toriel abrazó al pequeño un tanto afligida por la pregunta.

—No es eso…es en los demás en quien no confío. No toda la gente es totalmente buena en este pueblo.

Kris no supo bien qué responder a una afirmación como esta.

—Te propongo algo. ¿Qué tal si mañana invitas a esa nueva amiga tuya a la casa? Les haré un pastel de canela y caramelo, y podré quedarme tranquila de que esa amiga tuya es una buena persona.

“No es que no sea buena, es que no da una buena impresión” . Kris no podía decirle eso, pero tampoco se atrevía a seguir preocupando a su madre. Repentinamente captó que durante la semana Toriel le había dado un par de indirectas que él no había sabido captar respecto a Susie. Tras esa pesadilla era la primera vez que su madre le expresaba sus sospechas sobre su nueva amistad.

Kris dio un leve suspiro y aceptó la propuesta.

—Sólo…déjame convencerla apropiadamente.

Toriel se limitó a abrazarlo.

—No te preocupes, juro que me comportaré. No la haré ninguna pregunta incómoda ni te haré quedar mal a ti.

—Se que no lo harás.

— ¿Podrás dormir tras esto o prefieres que te haga un té para relajar las ansias?

Kris no se sentía con ganas de dormir ya, pero sabía muy bien que Toriel estaba al tanto de esto. Si rechazaba el té solo haría que ella se quede pendiente toda la noche por si a él le pasaba algo. Por el contrario, si lo aceptaba, seguramente ella se relajaría sabiendo que él eventualmente se dormiría.

—Supongo que un té me haría bien en este momento.

Toriel sonrió y se dirigió a la cocina. Kris se tumbó en la cama de nuevo. No terminaba de entender sus pesadillas recurrentes, y no podía evitar pensar que tal vez hubiese una relación entre esas pesadillas y su aventura en el mundo oscuro junto a Susie.

Y claro…pensar en eso le hacía preguntarse que habría sido de Ralsei. Kris no era muy expresivo, por lo cual no podía evitar pensar que tal vez había sido un tanto distante con Ralsei durante su aventura, teniendo en cuenta que podría haberlo tratado un poco mejor. Ciertas nimiedades como abrazarlo durante la practica de pelea o regalarle el lazo no le era del todo suficiente…aunque a decir verdad Kris no sabía expresar bien que clase de pensamientos surgían con respecto a Ralsei.

—Ralsei…

El joven susurró su nombre como si fuese un fantasma del pasado. Supuso, durante un momento, que el joven príncipe le generaba una cierta ternura, aunque no estaba del todo seguro. En un momento de su aventura había golpeado el muñeco de entrenamiento, para escuchar al joven principe decir “si en algún momento quieres golpearme entonces está bien”…no es que hubiese algo inherentemente malo en eso…pero le hacía sentir que para ser un príncipe era peligrosamente manipulable…y eso le hacía sentir un tanto preocupado.

—Kris..

El joven se sobresaltó y quedó a la espera. ¿Acaso había escuchado a alguien susurrar su nombre?

—Ho…hola?

Por un momento parecía que la respuesta acertada era que había sido solo su imaginación…pero entonces…

Kris…

El joven miró para todos lados, pero no había nadie en su cuarto. Además de que la voz se escuchaba de ultratumba, como resonando en lo más profundo de su cabeza.

— ¿Quién anda ahí?

Un poco de silencio. Kris sentía que reconocía esa voz…acaso era…

Kris…Kris soy yo…

Esa voz…esa voz…

—Ra-Ralsei?

D-disculpa…te…te he molestado, no?

Dios! Era Ralsei! Kris salió por completo de su cama, tratando de mantener la calma. Efectivamente el pequeño príncipe no estaba en su cuarto, esa voz provenía de lo más profundo de su cabeza.

—Ralsei ¿eres tú? ¿Dónde estás?

Ah…umm…estoy bien, no te preocupes pero…no se muy bien donde estoy, o por qué escuché tu voz llamarme…aunque debo admitir que me alegro de escuchar tu voz de nuevo.

—N-no lo entiendo…donde estás?

No estoy seguro pero…creo que…

Y en ese momento…silencio. Kris se desesperó.

—Ralsei? Ralsei??

Kris trató de mantener la calma pero le fue en bano, una extraña sensación de miedo recorrió su cuerpo. No le daba mucha gracia escuchar a Ralsei tras su recurrente pesadilla. ¿Y que es eso de “no se muy bien donde estoy”? ¿Acaso Ralsei estaba en peligro?

— ¿Kris?

El joven volteó hacia la puerta, donde Toriel estaba con una tasa de té.

— ¿Está todo bien cariño?

—S…sí..sí, todo esta bien.

— ¿De veras?

—Si, si, no te preocupes. Después del té estaré mejor.

Kris abrazó a Toriel antes de que ella volviese a su cuarto, pero no se pudo tomar el té. Tras eso había quedado un tanto preocupado. ¿Qué se supone que había sido eso? Repentinamente un pensamiento horroroso invadió su mente: la misma imagen de aquel niño de sus pesadillas abrazando a Ralsei, aprovechándose de su inocente credulidad, para “eliminar este mundo…y pasar al siguiente”.

No. No quería pensar eso. Kris se esmeró en creer que sea donde sea que estuviese Ralsei debía estar a salvo…pero y si no era así?

¿Y si no era así?

* * * * *

Ninguna pesadilla acongojó a Kris esa noche una vez que logró dormirse de nuevo, y ninguna voz irrumpió en su cabeza para preocuparlo. Sin embargo sí que hubo un nombre que retumbó entre sus sueños…un nombre que a la mañana siguiente terminaría olvidándose…

Chara…

* * * * *

A la mañana siguiente Kris se veía apurado por ir a la escuela. La idea de Ralsei en apuros era algo que no podía quitarse de la cabeza. Tal vez, si volvía a aquel armario de la escuela, hubiese una forma de regresar al mundo oscuro.

Desayunó rápido, e intentó no lucir ansioso frente a Toriel, quien había comenzado a hornear un pastel desde temprano para la supuesta presentación de Susie.

—Pasaré a buscarte a ti y tu amiga a la salida ¿de acuerdo? –le dijo Toriel despidiéndose de su pequeño con un fuerte abrazo.

Kris entró a la escuela apurando el paso hacia el armario del conserje.

— ¿Ralsei? –pronunció Kris en voz alta, tanteando la posibilidad de comunicarse con él…pero no hubo respuesta.

Una vez llegado al armario abrió la puerta de sopetón…pero era un armario común y corriente.

— ¿Y ahora que se supone que deba hacer? –pensó en voz alta.

—Hey! Gusano!

Kris se volteó para ver a Susie detrás suyo.

—Susie…hola.

— ¿No piensas ir a clases?

— No lo se…anoche yo…

—Espera! Antes de que digas nada, debes acompañarme.

— ¿Por qué? ¿A dónde?

Susie lanzó una pequeña mueca con su cara y agarró a Kris de su muñeca con bastante fuerza, arrastrándolo hacia donde ella quisiera.

—Ey! Sueltame!

—Es que si te lo digo no me lo vas a creer, debes venir conmigo.

—Dios, bueno, pero deja de apretarme la maldita muñeca!

Susie sin embargo hizo caso omiso a la petición y continuó arrastrándolo. Noelle pasó al lado suyo.

—Eh…chicos, creo que la clase queda por allá.

—No te metas –le advirtió Susie continuando su camino.

Finalmente ambos chicos llegaron a destino. La zona trasera de la escuela, donde estaba el patio recreativo. Susie arrastró a Kris hasta una zona cerca del alambrado, donde un par de arboles teñidos de un fuerte amarillo otoñal se alzaban del otro lado del mismo alambrado.

—Ya suelta –dijo Kris sacudiendo su brazo para que Susie lo libere de una vez –a que viene todo esto?

—Ok…esto va a ser raro pero intenta mantener la calma…aunque no eres muy expresivo de todos modos.

Susie se acercó al alambrado, mirando hacia unos arbustos.

—Pssst, hey sopenco, ya puedes salir –susurró Susie.

Kris se mantuvo paciente frente a la situación. Cualquier cosa que ella quisiese mostrarle no podía ser más importante que el hecho de haber escuchado a Ralsei por la noche. Sin embargo…

—Sopenco? A mi no me vengas con eso…

Aquella voz…Kris alzó la vista hacia los arbustos para ver que de ellos emergía una cara conocida. Era Lancer!

—Disculpe señorita, no sabía que le ofendía tanto que le digan la verdad –exclamó Susie en una actitud burlona.

—No me hables a mi de verdades cuando tu no te aguantas nada niña ruda.

Kris quedó atónito.

—Hola Kris.

El joven no puso pronunciar palabra alguna…nada de lo que estaba pasando tenía sentido.

—Lancer…Susie ¿qué es esto? ¿Qué está pasando?

—No lo sé amigo, yo anoche estaba lo más bien en mi casa hasta que comencé a escuchar su voz en mi cabeza.

—Y yo estaba en mi castillo hasta que repentinamente una extraña…oscuridad me atrapó. No supe bien donde estuve, pero se que fueron un par de días –explicó Lancer.

— ¿Un par de días?

—S-sí…estaba todo oscuro y no había nadie. Pero entonces comencé a escuchar a Susie, y para mi suerte ella resultó que también me escuchaba.

Kris miró un tanto nervioso a Susie.

— ¿Tu dices haberlo escuchado en tu cabeza?

—Si…al principio pensé que era mi imaginación, pero el muy tonto efectivamente me estaba hablando. Pronto comencé a sentir que lo escuchaba más de un lado de mi cabeza que del otro. Fue entonces cuando comencé a recorrer mi casa, guiándome por cual dirección de mi cabeza sentía la voz de Lancer, como si fuese una brújula. Hasta que finalmente todo apuntó a una esquina de mi casa, detrás de un sofá…había una…cosa que no sabría explicar.

— ¿Una cosa?

—Una esquina extremadamente oscura, oculta detrás del sofá. De ahí provenía la voz de Lancer. Al meter mi mano ahí pude notar que la oscuridad quería arrastrarme a mí, pero soy muy fuerte para que una mancha negra estúpida quiera llevarme a mí. Tu sabes…

— Fue entonces cuando en esa oscuridad vi la mano de Susie en una esquina. Me aferré aaquella mano y ella me arrastró hacia dentro –explicó Lancer.

—Literalmente sentí su mano y tiré. Y pues…logré sacar a Lancer de ese extraño hoyo oscuro.

Kris no pudo propinar palabra. Por primera vez Susie veía una expresión un tanto maquiavélica en su rostro.

— Ey, a que viene esa cara? ¿no te alegras de ver a Lancer aquí?

—No es eso…es solo que…anoche escuché a Ralsei en mi cabeza.

Ambos amigos se quedaron callados por un momento.

—Lo…lo dices en serio? –preguntó Lancer.

—S-sí…

—Oh no…

— “Oh no”? “Oh no” qué? –preguntó Kris un tanto nervioso. Era la primera vez que Susie lo veía así.

—No se cuanto tiempo estuve en esa oscuridad pero… había momentos en que una extraña voz me llamaba…no era la de Susie, era más bien como si…algo estuviese escondido allí conmigo…algo que no podía ver, pero que claramente no tenía buenas intenciones… cada vez que la escuché he escapado lo más lejos de esa voz, aunque no se bien hacia donde ya que no parecía haber limite alguno…

Kris agachó la mirada. ¿Y si Ralsei estaba en peligro? No…eso no podía augurar nada bueno…

— ¿Kris? –preguntó Susie.

—Yo…debo irme.

Susie agarró a Kris de un solo movimiento.

— ¿De veras piensas volver a tu casa? ¿Acaso tu madre no sospechará nada? Se que tienes una madre que se preocupa por ti por más inútil que seas.

Kris lo pensó un poco y lanzó un suspiro.

—Ahora que lo recuerdo…mi mamá quería concoerte.

— ¿A mí?

—Tiene miedo de que ande con mala junta.

Susie lanzó una carcajada mostrando sus feroces colmillos.

—Ay dios, esto es demasiado.

Kris se sacudió su brazo y miró a Susie de forma desafiante.

— ¿De que te ríes estúpida? ¿Qué no ves que Ralsei podría estar en problemas?

Susie esbozó una sonrisa, pero esta vez nada le parecía gracioso, esta vez le estaba molestando la actitud de su amigo.

—Oye ¿A quien le llamas estúpida?

Lancer sacudió el alambrado para llamar la atención de ambos chicos.

—Ey! Ey! Ahora no, si quieren pelearse háganlo cuando no haya nada en juego.

Susie y Kris le prestaron atención a su amigo.

—No…no estoy seguro que fue esa oscuridad, o esa criatura que había allí o por qué siquiera estoy aquí…pero algo es seguro: Ralsei debe estar en la misma situación, y tal vez necesite nuestra ayuda.

Susie respondió con un simple bufido, mientras que Kris se mantuvo sereno, a pesar de que su cabeza le daba mil vueltas.

—Creo que tengo una idea… -dijo finalmente

* * * * *

El auto de Toriel jamás había estado tan concurrido. A su lado iba su hijo, mientras que en los asientos traseros un pequeño jovencito regordete y una feroz dragoncita purpura ocupaban ambos lados.

—Y…em…Lancer, no? Kris no me había hablado de ti –comentó Toriel buscando un tema de conversación.

—No señora, verá…yo soy pariente de Susie, acabo de llegar al pueblo.

¿Pariente de Susie? ¿Quién podría creer algo como eso?

—Oh, jeje, ya veo –exclamó Toriel con una leve sonrisa.

Kris no podía creer que su casa fuese a ser visitada por Susie, y mucho menos por Lancer, pero tenía otras cosas en la cabeza como para preocuparse en esas nimiedades.

Al llegar a casa Toriel fue la primera en salir del automóvil, a lo cual Kris se giró hacia sus amigos.

—Bien, recuerden…ambos dos distraigan a mi mamá, yo por mientras veré donde podría haber una entrada a aquella oscuridad para rescatar a Ralsei.

—Entendido –anunció Lancer.

—Y Susie…no rompas nada en mi casa ni digas groserías.

— ¿Eh? Espera ¿Por qué me aclaras eso?

—Porque te conozco…y no quiero que le des una mala impresión a mi madre.

— ¿Crees que soy tan tonta como para comportarme así frente a tu madre pedazo de imbécil? –gritó Susie totalmente ofendida.

Kris vio que Toriel volteó hacia el auto.

—Creo que te escuchó…

Susie apretó sus dientes conteniéndose su vergüenza para después bajar del auto como si nada.

Los tres bajaron del auto para llegar al salón principal.

—Pasen, he preparado un pastel de canela y caramelo –exclamó Toriel.

—Wooh, visita a tu casa y comida gratis. Premio doble –gritó Lancer con una risotada y golpeando su puño junto al de Susie.

Ambos se dirigieron al a cocina para probar el pastel.

—Adelántense con eso, quiero ir a mi cuarto a ordenar un par de cosas antes de que lo vean –dijo Kris en voz alta.

—Oh Kris, debiste ordenarlo esta mañana, si sabías que tu amiguita vendría –dijo Toriel.

—Vaya señora, esta cosa está mas rica que la mier… -Susie se contuvo por un momento -…más rica que lo que preparan en mi casa usualmente.

—Gracias querida…

Toriel continuó hablando con ambos chicos mientras Kris aceleraba su paso hacia su habitación. Una vez dentro comenzó a susurrar.

—Ralsei…ey Ralsei…

Nada.

—Ralsei ¿me escuchas?

Nada.

—Ralsei…vamos, respóndeme.

Oh no… ¿y si ya le había ocurrido algo? ¿Y si…

Kris?

El joven se sobresaltó.

— ¿Ralsei?

S-sí Kris, te escucho.

Kris sintió que la voz provenía de una zona izquierda de su propia cabeza, por lo cual salió de su cuarto.

—Ralsei, sigue hablándome ¿sabes donde estás?

N-no…um..no veo nada a decir verdad, todo aquí esta super oscuro.

Hacia el ático, bien. Kris se adentró al ático de la casa subiendo unas escaleras replegables al final del pasillo.

— ¿Hace cuanto que estás ahí?

No sabría decirte…varios días creo, aquí no se sabe cuando es de noche o cuando es de día.

— ¿Hay algo allí contigo?

Kris recorrió el ático, buscando dónde la voz de Ralsei se escuchaba con más fuerza.

Creo que hay alguien, aunque no lo se…no entiendo bien lo que dice, asique intento no acercarme mucho.

Arrastrando un par de con ropa vieja y adornos navideños polvorientes finalmente Kris dio con el lugar. Había un pequeño agujero, corroído entre la madera, que sin embargo no parecía ser un pozo de ratones, sino algo posiblemente más siniestro. Kris acercó su mano al pozo hasta sentir que una fuerza repentinamente lo arrastró hacia él.

Kris? Está todo bien? –Ralsei escuchó el pequeño grito de alarma del joven.

Kris sintió que su brazo parecía ser succionado por una enorme fuerza, como si del otro lado del agujero hubiese una clase de aspiradora. Apoyando ambos pies sobre la pared Kris se resistió a esa fuerza.

—Ralsei! Dime, ves algo? Ves mi mano?

No hubo respuesta…por momento Kris pensó que había ocurrido lo peor…hasta que una mano lanudita se sujetó a la suya.

—Kris! Kris, es tu mano? De verdad eres tu!

Al joven humano se le iluminó el rostro y comenzó a jalar, hasta que nuevamente algo tiró de él.

—Ahhh!

—R-Ralsei?

—Algo…Algo me agarró del pie…me está jalando. E-ey…suelta, vamos!

Kris se despeperó e intentó jalar con más determinación, pero tanto la fuerza de succión como la criatura que había aprisionado a Ralsei no le ayudaban en nada.

—Sueltalo! –gritó Kris.

—K-Kris, n…no puedo más…mi mano se va a soltar…

El joven siguió jalando, desesperado por liberar a su amigo de lo que sea que lo estuviese atacando. Fue entonces cuando unas enormes manos moradas rodearon su torso, tirando de é hacia atrás. Susie había subido.

—S-Susie!

—Dios! Desde allá abajo se escuchaba el escándalo que hacías! Que no sabes ser sutil? –exclamó Susie totalmente enfadada.

Fue entonces cuando de un tirón Ralsei emergió del extraño agujero, con uno de sus pies aún dentro del mismo.

—R-Ralsei!.

—Aún…no me quiere soltar –exclamó el pequeño príncipe totalmente desesperado.

Kris abrazó a Ralsei jalando lo más que podía, mientras que Susie se asomó al agujero y lanzó un puñetazo directo hacia el mismo. No sabe muy bien qué, pero algo logró golpear, y ese algo finalmente liberó el pie de Ralsei. Kris cayó hacia atrás con el pequeño entre sus brazos.

Susie se sentó en el suelo totalmente cansada y  frotándose el puño.

Los tres estaban cansados, jadeando sin parar. Kris finalmente notó que Ralsei estaba tumbado encima suyo.

— ¿Estás bien? –le preguntó.

Ralsei se limitó a abrazarlo, mientras unas pequeñas lagrimas se asomaban entre sus ojos. Kris podía sentir que el cuerpo del peque temblaba, y que su pecho palpitaba vertiginosamente. Pero ahí estaba…sintiendo su esponjoso pelo y su reconfortante calor.

—G-gracias Susie… -exclamó Ralsei.

Susie no respondió. Finalmente el joven miró a Kris y se sonrojó.

—G-gracias Kris…ah, disculpa…um..ya me…salgo de encima de ti.

Sin embargo Kris lo aprisionó entre sus brazos. Todo estaba bien…Ralsei estaba allí…todo estaba bien para Kris finalmente. El pequeño le devolvió una timida y sonrojada sonrisa.

—Oh…b-bueno…si quieres continuar abrazándome pues…supongo que está bien…

 

Continuará…

Notas finales:

También estoy publicando esta cosa en Wattpad pero en fin...ojalas les guste.

https://www.wattpad.com/user/Bai-Chan


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