Desperté con los rayos de sol dándome de lleno en a cara….era tarde ya, sin abrir los ojos estiré el brazo buscándolo…no tarde en darme cuenta que estaba solo …me levante y busque por el cuarto pero se había ido, tome una de las batas y me fui al baño , lo había hecho…de nuevo se había ido sin más…sentí un nudo en el estómago y sin poder evitarlo comencé a llorar, deje que el agua tibia me reconfortara…solo él sabia hacerme sentir usado y lo peor es que yo lo dejaba hacerlo
Pasaron dos semanas sin saber de él, no me moleste en tratar de contactarlo ni siquiera para reclamarle por haberme dejado solo en el hotel…siempre lo hace, pero fue la última vez no volveré a caer…no más.
-¡Jihoo! – escuché una voz áspera llamarme , volteé y ahí estaba Mino, últimamente pasaba mucho tiempo con él…ya sea por el programa que grabaremos juntos o solo para ayudarnos a componer – estas distraído
-lo siento – dije clavando los ojos en la computadora
-tampoco has respondido a mi pregunta – volví a verlo…traté de recordar pero estaba en blanco- sobre ir a cenar – repitió
-ohh…no hay problema, ¿ordenamos pollo frito? – pregunté volviendo al trabajo
-Jihoo…hice una reservación- volteé a verlo de nuevo – te estoy pidiendo una cita – la sangre se me heló…no quería ser un cobarde, pero tampoco podía mentirle
-Mino…no creo poder verte de otra forma…ya habíamos hablado de eso- baje la mirada nerviosa
-¿sabes algo Zico? – se había molestado,subió el tono y él no suele levantar la voz –puedo aceptar el que me rechaces…solo dímelo a la cara – suspiré cansado y molesto, me levanté, odio que la gente me grite – quiero que me digas que no es por el mocoso ese- me encaró…eso me tomó por sorpresa
-¡no tengo por qué decirte nada!
-no puedo creerlo- respondió con una sonrisa de lado – si es por el pequeño imbécil – afirmó riéndose- ¿sabes que no te ama verdad? – baje la mirada…odiaba con toda mi alma que tuviera razón – solo te utiliza
-¿Por qué mejor no cenas solo? – respondí pasándole por el lado, tome mi chamarra cuando su mano tomó mi hombro
-lo lamento…- me solté y salí del estudio molesto…herido sobre todo. No es como que yo no lo sepa…que Zelo no me ama, pero…ese dulce chico inocente en algún momento perdió el camino…tal vez eso también fue mi culpa. Fui yo quien estuvo con él por primera vez y después con todos los problemas que se vinieron para mi…solo lo dejé…cuando volví a buscarlo había cambiado.
Me subí al coche y comencé a conducir sin rumbo…estaba tan ansioso por verlo…por hablar con él y tenerlo entre mis brazos que…no podría…no podía seguir como si no lo extrañara vivía mi vida esperanzado de volverlo a ver, conduje hasta su departamento, ya eran las 8 así que con un poco de suerte estuviera en casa pero no fue así, necesitaba verlo, tenía en mente que quizá no estaría de humor para mí y me rechazaría…me ha pasado antes pero quizá sería uno de esos días donde me permite amarlo , me senté en la puerta a esperarlo….espere durante horas hasta que vi un coche estacionarse en la entrada…por fin había llegado
No fue lo que esperaba…verlo salir con un par de chicas rodeando su cuello y cintura…al verme sonrió como si lo hubiera atrapado comiendo una galleta después de la cena…como si no estuviera haciendo algo malo, incluso venía con algunas copas de más…
-¡hey! – Saco las llaves de su casa a duras penas, tropezando con sus propios pasos- ¿te nos unes? – su risa sínica me ardió el alma, ¿unirme? La sola idea de esas tipas tocándolo…de él…mi sangré hirvió, voy a matarlo, le quité las llaves y abrí la puerta, lo retuve de su muñeca metiéndolo a su casa
-Váyanse – les dije a las chicas tratando de sonar tan grosero como quería serlo, joder si las miradas mataran solo quedaría polvo de ellas, enseguida extendieron la mano...no podía creerlo. Volteé a ver a Zelo que ya se había sentado en uno de sus sillones, se reía divertido, saqué un par de billetes de mi pantalón y se los entregué.
-larguensé – dije entre dientes y cerré la puerta de un golpe
-¿Por qué las corriste?- se levantó de mala gana yendo a la cocina, lo seguí , ya había sacado una botella de soju de la nevera, la maestría con la que la abrió me sorprendió
-ya tomaste suficiente –le arrebate la botella
-¿Quién dice? – trato de quitármela
-yo digo – aprovechando que estaba abierta la vertí por el lavadero, trato de evitarlo pero no coordinaba bien, cuando me di la vuelta me aventó
-¡¿Quién te crees que eres?! – me gritó ,estaba enojado- lárgate de mi casa – volvió a la nevera sacando otra botella…suficiente, volví a quitársela forcejeando con él - ¡que me dejes en paz! – fácil se la arrebaté, puede que sea más alto pero no más fuerte
-¿quieres que me vaya? – grité
-¡eso te estoy pidiendo imbécil! – estrellé la botella en el piso…se quedó quieto
-¿crees que es normal? Pagarle a dos chicas para que te acompañen a casa…acabas de cumplir tu mayoría de edad y ya haces este tipo de estupideces – bajo la mirada, no paso mucho antes de que comenzara a dar arcadas…muy bien, corrió al baño y yo tras él, empezó a vomitar en el escusado apenas sosteniéndose, masajeé su espalda y le pase un poco de papel para que se limpiará la boca…lo ayude a levantarse y muy a su pesar lo metí a bañar con agua tibia,creí que se desmayaría y por poco lo hace tuve que cargarlo a su cama y ayudarlo a cambiarse…lo dejé y fui a la cocina para prepararle un té.
Al regresar lo vi sentado en medio de su cama…me acerque ofreciéndole el té y de mala gana tomó unos tragos para después dármela de nuevo , dejé la taza en la cómoda viéndolo preocupado, antes del baño pude oler el alcohol combinado con el humo del cigarro y el perfume barato de las chicas en su piel, fuera lo que fuera que estuviera pasando por su cabecita en estos momentos , lo estaba lastimando
-finges muy bien – hablo – casi te creo…casi – me senté en la cama viéndolo
-¿Por qué dices eso?
-solo finges que te intereso…no es como que realmente te preocupes por mi- suspiré cansado
-No puedes decirme eso…no importa cuántas veces me uses siempre vuelvo a ti Jun hong
-tú fuiste el que empezó con la tradición Zico…que no se te olvide
-te he pedido perdón mil veces por alejarme – volteó el rostro viendo al techo sonreía sínico
-pues no me da la gana de perdonarte
-creo que ya he pagado mi deuda contigo lo suficiente … ¿o no te ha bastado el usarme como consolador personal cada vez que tienes ganas?
-No- respondió riéndose
-¿Por qué me haces esto?
-porque tú no me cobras- escupió con odio- y siempre estas disponible
-¿Cómo puedes decirme eso?- me acerqué a él y lo obligue a mirarme a los ojos - ¿Cómo puedes decirlo? Después de tanto tiempo…de tantas veces que hemos estado juntos…me he aseguro de verte a los ojos y decirte que te amo cada vez- traté de no llorar pero al ver sus mejillas inundarse poco a poco no pude evitarlo…- Te amo Zelo – trató de soltarse pero no se lo permití , puede que Mino tuviera razón …pero necesitaba saberlo…- Te amo- repetí coincidiendo la mirada por fin…solo unos segundos bastaron para que me abrazara…lo apreté contra mi pecho llorando juntos…nos habíamos hecho demasiado daño
-me abandonaste – apretó mi ropa en sus puños – Ni una llamada – sentía el dolor en sus palabras – por lo menos las chicas que contrate serían sinceras al decir que solo buscaban sexo - negué
-lo siento – repetí abrazándolo con más fuerza
-Te llame tantas veces…¡hice todo porque te quedaras! – me soltó alejándose al respaldo de su cama , sentí mi corazón quebrarse al verlo llorar desconsolado su mirada sobre mi viéndome con odio
-– Acostarme con otro chico o chica, no puedo poner a alguien por encima de ti y por eso te odio…-Susurré su nombre tratando de tocarlo, pero me rechazó – no fui más que un juguete nuevo para ti del que te aburriste demasiado rápido …solo escapaste – esas espesas lágrimas rodaban por sus mejillas y su pálido cuerpo temblaba- Así que …todas las veces que me fui después de coger no es ni la mitad de lo que te mereces, te aseguro que no te dolió ni la mitad de lo que dolió esa vez
-No digas eso – hablé, pero me volteó el rostro- Las cosas nunca fueron así
-¡cállate! – me gritó doblando sus piernas hacia su pecho – y vete…eso se te da bien – escondió su cabeza en sus rodillas abrazándose…Pasaron unos minutos en los que ambos lloramos en silencio…Otro par tuvieron que pasar para que mi mente se aclarara, una parte decía que saliera de ahí y lo dejara en paz pero la otra era consiente que era suicidio…lo necesitaba y él a mi
-hay muchas cosas que no debí haber hecho – hablé suspirando-¿recuerdas? – dije tomando aire y sorbiendo la nariz- Cuando eras trainer y nos escapamos para salir a bailar – fingió no escucharme- traté de impresionarte así que te lleve a un club nuevo de la ciudad...lo planeé toda a semana solo para que cuando llegáramos a la puerta y nos pidieran las credenciales de identificación cayera en cuenta que eras tan pequeño…inocente…frágil- estire mi mano por el colchón y toque uno de sus pies – una parte de mi sabe que debí llevarte al cine ya que mi plan había fracasado…que debí tomar tu mano y llevarte a las 10 a la casa de tus compañeros de piso como Bang y tu manager me lo pidieron…siempre lo he sabido Junhong- escale un poco tocando su tobillo …estaba helado – En cambio…te lleve a un bulevar a tomar una cerveza y …te metí a escondidas a mi dormitorio – jalé su tobillo y su pierna se desdoblo dejándome ver su rostro de nuevo- debí dejarte dormir tranquilo…¿estarías feliz hoy? – pregunté buscando su mirada, solo ladeo su cabeza negando – Yo tampoco…me arrepiento de no llamarte y desaparecer así – seguí hablando al ver que estaba bajando la guardia – ahorre lo de varios días de paga para poder comprar una colonia decente que ponerme – sonreí acariciando su otro tobillo – Incluso perdimos la reservación en el restaurante…pero…el ramen mal cocido no sabía tan mal ¿cierto? – espere un par de minutos animándolo a contestarme…si bien no lloraba su rostro se mantenía serio – ni siquiera eran míos- seguí – los robamos de la reserva de Po – reí y por fin vi una leve mueca en su rostro – Solo puedo recordarte en la cama cubierto por mis sabanas con nada más que ese gorro azul que insististe en no quitarte – moví su tobillo juguetón quizás tentando de más a mi suerte pero para alivio mío rió
-Estaba avergonzado...Acababa de hacerme el permanente y mi cabello parecía ramen – su voz estaba débil pero me había sonreído, mi corazón dio un pequeño salto –tan malo como el que cenamos esa noche – sonrió melancólico viendo mi mano sobre su tobillo
-¿Cómo pudo quemársenos?- reí y el me siguió
-no debimos meterlo al microondas – insistió
-creo que el hecho de que no le echáramos el agua antes de meterlo fue lo que realmente lo arruino – contesté
-Es porque eres tonto – dijo viéndome por fin – y olvidadizo – asentí – pero sobre todo tonto – empezó a reírse y aproveché para jalarlo hacia mi y hacerle cosquillas – no- no – espera ji ho – se retorcía
Pasaron un par de horas antes de pudiéramos calmarnos la batalla de cosquillas sirvió mucho eso y las miles de historias que teníamos juntos, termine abrazándolo por la espalda mientras acariciaba su cabello…su cuerpo ya no temblaba y ya había dejado de llorar…me hundí en su cabello inundándome de su aroma…si bien se había ido de juerga esa noche ese aroma dulce emana de su piel, seguí por su cuello y deje un beso en su nuca erizando su piel
-Ji ho – lo escuche gemir suavemente – yo también te quiero – sonreí al escucharlo decir esas dos palabras de nuevo – dime cuantos años tenía en esa cita – preguntó con cierto toque de angustia en su voz
-¿Crees que no lo recuerdo? – respondí recargando mi frente en su espalda
-dímelo –ese tono me confirmo su duda
-16 años – dije recordando asintió y suspiro tranquilo – llevabas un pantalón negro, camisa de vestir tinta…- seguía hablando – y claro el bendito gorro azul que insististe en no quitarte – rió
-Odiaba mi cabello
-Te veías hermoso con ese estilo, te ves hermoso siempre
Pov Zico
-lo siento – lo escuché decir, estábamos afuera del club al que intenté llevarlo
-no, yo lo siento…tienes apenas 15 ¿Qué estaba pensado? – me reproché viendo que había arruinado nuestra cita, vi m reloj eran ya las 9 pm…tenía una hora para levarlo a su casa – ya se lo que haremos - tome su mano y lo guié unas calles más adentro, había lugares menos llamativos, bares y un par de cantinas nos sentamos al fondo y nos tomamos una cerveza ahí no le pedían la credencial…aprovechamos el tiempo para hablar sus mejillas se enrojecieron mientras su tarro se vaciaba , al salir tomamos un taxi, quería ver una película con él y una cena bonita…ya me las arreglaría con Bang mañana. Lo llevé a mi dormitorio esperando que no estuviera muy desordenado.
-¿está bien que este aquí?- dijo al ver que entramos casi corriendo a mi cuarto, lo bueno que por ahora no tenía que compartir
-si…solo quiero ver si hay alguien más en la casa- respondí saliendo del cuarto, me tomo un par de minutos cerciorarme que estábamos solos. Encendí la tv de la sala y coloque un dvd
-¿Jiho? – dijo saliendo del mi cuarto
-Estoy aquí – respondí y guiado por mi voz fue a la cocina- estaba buscando algo de comer – seguí – no hay nada, perdón – sonrió
-Seguro encontramos algo – dijo abriendo una de las alacenas, de las más altas…una caja de ramen cayó, el escondite de P.o pensé sonriendo, tomamos un par prestadas y entre risas las metimos al microondas
-¿por qué no ves si la película ya empezó? – pregunté sonriendo, él asintió y corrió a la sala, yo fui a mi cuarto por un par de cojines, lo alcance en la sala y deje ambos en el sillón, solo para hacerlo un poco más cómodo
_Jiho…huele raro ¿no? – olfateé, el ambiente tenía un olor extraño
-humo – dijo apuntando a la cocina y salimos corriendo , abrí la puerta del microondas y los dos botes estaban humeando, olía a plástico quemado los tome con un trapo de cocina y los tire al lavadero…ambos suspiramos
-bueno…ni un ramen instantáneo sabemos preparar- dijo haciéndome reír
-pidamos pizza- dije acercándome a abrazarlo, siempre se ponía nervioso cuando me le acercaba y pude sentir su cuerpo temblar cuando lo besé, solo buscaba un poco de tacto, no más. Se rindió siguiendo mi ritmo y apretando mi ropa con las manos temblorosas, escuchamos un ruido en la entrada y la voz de mi manager…joder, lo tome de la mano y corrimos a mi cuarto, un par de segundos después de cerrar la puerta escuche que tocaban , le indique que guardara silencio
-¿si?
-¿no deberías estar fuera? – me preguntó, vi a Zelo esconderse en el ropero y abrí la puerta
-llegué antes…no hay nadie – respondí tratando de parecer normal
-Salieron, llegaran a eso de las 12 – asentí - ¿pido algo de cenar? – negué
-Cené fuera – mentí – estaba por dormirme – asintió
-Me quedaré en la habitación de la entrada – asentí y cerré la puerta….mierda, ¿ahora como lo llevaría a su casa?
-¿estamos en problemas? – preguntó saliendo, me mordí el labio sintiéndome mal
-Tendrás que dormir aquí – respondí – lo siento…ni siquiera podremos cenar – suspiré frustrado, él se acercó a mi sonriéndome, tan dulce como siempre…en cuanto lo vi ensayando con una de las chicas de secret fue eso lo que me llamó la atención, me robo el corazón.
-está bien…incluso podemos ver algo en tu computadora antes de dormir ¿no? - sonreí y asentí, se recostó en mi cama en lo que yo ponía algo, puse Pretty woman, amaba la banda sonara de esa película y él no la había visto, así que era una buena opción.
Me recosté a su lado apagando las luces, le había puesto seguro a la puerta también, tome su mano entrelazándola con la mía y la película comenzó…pasaron los minutos y aunque él estaba inmerso en la película yo estaba embobado por él, su rostro al sonreír, incluso cuando se mordía el labio cada vez que los protagonistas se besaban…sentía el pecho a punto de estallar, vi sus mejillas sonrojarse y desvió la mirada de un momento a otro, volteé a ver la pantalla y vi que los protagonistas están en una escena de cama…el corazón se me detuvo por un momento, no debía…tenía que controlarme, si bien llevábamos un año saliendo mi pequeño solo tenía 16…casi 17, su mirada camino por el cuarto y terminó encontrándose con la mía, se sonrojo aún más al darse cuenta como lo estaba viendo…solo un beso, me dije acercándome a él, casi para quedar encima suya
-jiho – dijo mi nombre en un susurro, le sonreí tratando de calmarlo y lo besé, sentí que todo mi cuerpo tembló al tenerlo debajo de mí temblando por un beso. Besé sus labios hasta que se pusieron rojos, en ese momento me permití callar a la voz dentro de mi cabeza que me recordaba lo mal que estaba esto y baje mis labios por su cuello, dando pequeñas succiones y lamiendo aquella piel de porcelana, sus manos se aferraban a mis hombros apretando sus ojos ante las caricias, en definitiva, no me iba a detener…bueno si él me lo pedía no lo dudaría, no quería hacer algo que él no desease.
Desabroche con precaución su camisa viendo cómo se enrojecía más sus mejillas al dejar un pedacito de su piel cada vez más expuesta, cuando el último botón estuvo fuera un calosfrío le paso por el cuerpo
-te quiero –dije probando sus labios un poco antes de bajar los míos por su pecho, lo vi retorcerse y gemir entre sus labios, esa era señal de lo que disfrutaba, mordisqueé su clavícula dejando un par de marcas rojizas y seguí hasta encontrarme con uno de esos botones rosas , se veía tan apetecible que no dude en probarlo, lo lamí un par de veces antes de llevármelo a la boca, en cuanto se sintió atrapado por mis labios soltó un gran suspiró , mordí aquel botón erizándole la piel, con mi mano derecha acaricie al otro haciendo movimientos circulares con mi índice
Traté de quitarle el gorro pero se negó
-¿puedo quedármelo puesto? – preguntó inocente y asentí
Poco a poco comenzó a gimotear mi nombre excitado casi tanto como yo, quería más, subí a sus labios degustando su boca con mi lengua , baje una de mis manos a su pantalón sintiendo como se retorcía y cerraba las piernas por reflejo, estaba duro e incluso sentía un poco de humedad, acaricie ese bulto sobe la tela de su pantalón ayudando a que creciera, él estaba nervioso pero me permitió seguir, cuando lo sentí listo abrí la bragueta ante su mirada sorprendida y saque su miembro comenzando a masturbarlo suavemente
-Ji ho, ahh – tartamudeó escondiéndose en mi cuello, yo sonreí embelesado por su ternura, sentí pequeños y torpes besos en mi cuello acompañados de su tibio aliento cuando gemía, estaba extasiado, no había planeado esto pero si pasaba no me arrepentiría, nunca me había sentido así por alguien…que fuera un chico me importaba poco, me separé un momento y frente a su mirada tímida me quite toda la ropa, no pude evitar sonreír cuando su mirada bajó y al encontrarse con mi miembro se mordió el labio suspirando pesado.
-no sabes cuánto te deseo – dije recostándome en la cama sobre él de nuevo, bese su pecho y cuello mientras una de mis manos se hacía espacio entre sus nalgas, su cuerpo se tensó al notar lo que trataba de hacer, necesitaría algo de ayuda, vi en la mesita de noche un botecito de crema para el rostro y lo tome llenándome los dedos, él me veía curioso…necesitaba escucharlo -¿esta bien si llego al final? – le pregunté ansioso, se tomó un par de segundos para al final asentir pasando sus manos por mi cintura
-solo…es la primera vez – murmuró asentí
-seré dulce amor – contesté besándolo, dejé que mi mano se hiciera paso acariciando con la yema aquel orificio, siendo sincero no había estado con un chico antes…pero mientras fuera cuidadoso y lo preparara bien ambos lo disfrutaríamos ¿no? Metí el primero y sus labios se soltaron de los míos dejando que un pequeño quejido de molestia se le escapara, lo moví un poco y despacio, su rostro me decía que le dolía pero poco a poco fue calmándose, el sonrojo en sus mejillas volvió y comenzó a morderse el labio…sonreí metiendo de a poco los otros dos, en varios minutos los tres salían aunque con trabajo y él gemía bajito, había tocado ese punto dentro suya. Tome mi propio miembro echando un poco de crema él me veía con los ojos brillosos, tome su mano y la guié hacia mi miembro pidiéndole que me ayudara a esparcirla, lo hizo regalándome el cielo al sentirlo tocarme, la esparció bien dándome un masaje que terminó por enloquecerme, tome sus piernas y las coloque al lado de mi cadera acomodándome en ese apretado agujerito , lo hice con cuidado e introduje la punta
-ahhh ,– gimió acercando la mano a su miembro tembloroso, me adentré en él de a poco sintiendo el cielo, apretaba tan deliciosamente que tuve que acostumbrarme para no correrme, quería darle un poco de placer a él también, puse mis manos en su cadera y comencé un vaivén lento, no íbamos a aguantar mucho…su miembro ya se desbordaba entre sus dedos y yo también me sentía tocar el nirvana.
-Eres delicioso – dije mordiendo el lóbulo de su oreja y aumentando el ritmo, a ambos se nos olvidó el intruso de mi casa…la razón por la que no habíamos cenado y estábamos encerrados en mi cuarto. Me aferre a su cadera empujando con fuerza, su cuerpo se retorcía de placer mientras se masturbaba. Había soñado con esto varias veces…y por la manera en la que él se tocaba y comenzaba a mover su cadera en busca de más , se que también…
-amor- dijo apretando mi hombro hasta dejarme sus uñas marcadas, vi aquel liquido comenzar a brotar de su miembro, su espala se arqueó apretando todo su cuerpo y yo también me corrí, seguí moviéndome dejando toda mi esencia en su interior. No me bastó y continué besándolo, disfrutan del post orgasmo juntos…era el cielo.
Sonreímos juntos con nuestros rostros apenas a unos centímetros.
-¿vas a irte? – preguntó en cuanto salí de su cuerpo. Se cubrió con la sabana tratando de no mirarme. Me había levantado solo un momento por un vaso de agua
-Creí que estabas durmiendo – sonreí caminando a la cama
-¿vas a irte? – repitió volteándome a verme cuando me senté a su lado
-Solo quería hidratarme un poco – respondí obligándolo a verme – ya no tengo 19
-se siente como si los tuvieras – esa sonrisa pícara apareció en su rostro, subí a la cama encima suya disfrutando de lo bonito de su rostro. Le había dado mucho dolor
-No voy a irme – suspiré antes de besarlo, podía culpar a mi juventud de los errores del pasado y tratar de dejarlo como un ya fue, pero el tiempo pasa y sabía que ahora podía amarlo como era necesario. Podía darle el amor que se merecía.