Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Es Necesario los Pelos para Ser Masculino? [Kiribaku] por Antonyanchan

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Basado en un headcanon estupido que se me vino a la cabeza xd 

No se tomen la historia muy seriamente, porque creo que es una estupidez gigantesca xdd igual me diverti escribiendolo. 

 

PD: no hay categoria de Boku no Hero Academia, o soy ciega? 

Notas del capitulo:

¡Hola!

Bueno... todo nacio de un headcanon que se me ocurrió. Sinceramente siempre me ha parecido entretenido hablar de cambios que traen la pubertad a los personajes xd son detalles que normalmente nadie pone, pero son entretenidos. La idea surgió cuando leí que era común que los hombres japoneses se depilaran (cosa que no se si es verdad, pero ya que, por lo menos me dio una historia divertida que escribir). 

Sin nada mas que decir, disfruten la historia. 

Pubertad, adolescencia… no importa como carajos llamen a ese momento de la vida donde tu cuerpo pasa por una transición importante, una transición que te convierte en hombre o mujer. Sea lo que fuera, a Katsuki le daba igual. El cambio de voz, que su cuerpo se ensanchara, los granos… podía con eso. Lo que simplemente no aguantaba era esa puta e innecesaria transformación a un asqueroso gorila.

Cuando se dio cuenta, ya su cuerpo estaba lleno de pelos rubios por todas partes. Al principio, le dio igual, pero rápidamente se comenzó a dar cuenta que el vello corporal no podía ser más incómodo. No solamente porque estéticamente se le veía horrible, sino también por el cosquilleo que causaban cuando se llenaban de sudor. Katsuki de por sí, sudaba demasiado a propósito para usar su quirk, pero que las gotas de sudor se quedara atrapado en cada uno de los pequeños pelos y tener esa maldita sensación hasta que se duchara, era asqueroso. Especialmente porque gracias a su quirk, su sudor tenía un aroma demasiado dulce. Tener que olerlo todo el rato era demasiado, y podría matar a alguien de diabetes en cualquier momento.

Finalmente, la molestia lo obligó a hablar con su madre, quién al principio se burló totalmente de la problemática de su hijo. Katsuki sintió que no podía contar con ella, y tenía planeado retirarse a su cuarto indignado mientras gritaba groserías. Sin embargo, no se esperaba que Mitsuki Bakugou lo detuviera, además de decir que estaba totalmente de acuerdo.

—Espérame en tu cuarto, preparare la cera. —dijo la mujer antes de ponerse de pie, y dirigirse a su propia habitación.  

Ese mismo día, Katsuki se depiló por primera vez.

Gritó maldiciones y deseo la muerte al mundo cuando Mitsuki retiraba la extraña resina que había colocado en su cuerpo. El dolor era insoportable, sumando al hecho de aquella mujer nunca fue piadosa con su hijo. Los gritos de Katsuki eran tan fuertes, que su mismo padre entró en la habitación preocupado, para luego cerrar la puerta sin entender lo que sus ojos habían visto.

Finalmente, la tortura acabó.

Katsuki se miró al espejo del baño, notando su cuerpo desnudo, sin pelos. Sentía que se quitaba un peso de encima, se sentía incluso más libre. El dolor fue exagerado, pero el resultado valió la pena. Paso un mes sin ver ni un pelo dentro de su cuerpo, y cuando notó como el vello crecía nuevamente, decidió depilarse él mismo con la cera de su madre. Desde ese día, el muchacho gritaba con fuerza “¡muere!” mientras la cera caliente arrancaba los pelos que él tanto odiaba.

Para Katsuki, los pelos eran algo innecesario para su vida. Pero otra persona no pensaba así.

Al entrar a UA, Katsuki conoció a Eijirou Kirishima, quién se convertiría en su primer novio. Un muchacho energético, de cierta manera tierno, y además obsesionado con la masculinidad.

A diferencia suya, Eijirou no sufría por un exceso de vello corporal. Durante secundaria, solamente le había crecido en las piernas y levemente en los brazos. Sin embargo, el muchacho quería tener un cuerpo peludo. Normal. Después de todo, a los hombres llenos de pelos son considerados masculinos. Era casi predecible que él se sintiera atraído a ese tipo de cuerpos.

—Hombre… te ves tan masculino… deberías dejar de depilarte… —comentó el pelirrojo sentado al lado de la cama del rubio, mientras en sus manos tenía una consola del videojuego. Katsuki lo ignoraba mientras le deseaba la muerte a los pelos de sus piernas. —Ughh… me duele de solo oírte… —volvió a decir.

—Si no te gusta, puedes largarte de mi cuarto, Pelo Pincho. —se limitó a contestar Katsuki, ocupado en  lo suyo. Ya otra vez tendrían esa conversación que nunca iba a ningún lado. Eijirou reconocía tenerle celos al rubio por desarrollarse más rápido, mientras que Katsuki solamente lo maldecía a él y la existencia del vello corporal. Finalmente, pasaría algo que los haría cambiar el tema y posiblemente terminarían besándose o alguna estupidez así.

—Dios… ¿Puedes creer que hasta Midoriya ya tiene? Tiene un par de pelos en los abdominales...

—Kirishima… ¿crees que estas bien que le hables de los cuerpos de otros hombres a TU NOVIO?

—¡Oh, perdón!

Eijirou comenzó a rascarse incomodo el cuello, mientras Katsuki se limitó a pegar un suspiro.

—¿Por qué carajos te importa tanto? —preguntó el rubio, revisando que no quedara ni un pelo o pedazo de cera en sus piernas.

—Es que bueno… Crimson Riot tenía bastante pelos en sus abdominales y durante sus últimos años llevó barba… además hay otros héroes masculinos que igualmente tienen un cuerpo musculoso con vello… así que…

—Estás pensando demasiado, Pelo Pincho. Además, ¿tu masculinidad es tan frágil que se va a destrozar por no tener pelo en el pecho? —dijo acercando al chico para darle un leve golpe en la frente. Eijirou se limitó a soltar un “ouch” y colocarse a reír.

—En eso tienes razón. ¡Seré un hombre, aunque sea un lampiño! —dijo decidido, mientras Katsuki se colocaba de pie.

—Iré a bañarme. —anunció el rubio.

—¡Oh, iré contigo! —dijo Eijirou dejando su consola en el suelo, para pararse enérgicamente y seguir a su novio. Katsuki se limitó a sonreír.

—Haz lo que quieras.

Desde aquella conversación había pasado un par de meses, cuando Eijirou se dio cuenta de algo. Estaba cambiándose su uniforme para vestir de ropa casual cuando notó un detalle de su cuerpo del cual no había percatado con anterioridad. Debajo de sus pectorales, había aparecido un pelo negro y pequeño. Se lo tocó incrédulo mientras miraba al espejo. Le había dicho a Katsuki que no se preocuparía más del tema…pero…

—¡Tendré pelo en el pecho! ¡Eso es muy masculino! —gritó emocionado, mientras salía corriendo de su cuarto. Estaba feliz, realmente feliz, y por supuesto, quería compartir esa alegría con la persona que más quería.

—¡Kirishima-kun! ¡No corras sin camisa en los pasillos! —le gritó Iida como el delegado de clases serio que era, pero el pelirrojo lo ignoró corriendo hacia la habitación de su novio.

Abrió la puerta sin ni siquiera tocar, encontrando al rubio ocupado mientras se depilaba sus piernas. Katsuki levantó la mirada levemente, antes de abrir la boca.

—Dios… un día de estos tendrás que aprender a tocar, Kirishima —se quejó, pero sin llegar a gritar. Posiblemente si fuera otra persona, Katsuki ya lo hubiera hecho explotar apenas entrara.

Eijirou ignoró a su novio, y se limitó a posar, intentando hacer lucir aquel mísero pelo, pero solamente logró que Katsuki lo mirara extrañado.

—Kirishima, si vuelves a hacer eso, quemare ese puto manga. Tantas poses de hombres musculosos te están haciendo mierda el cerebro. —se limitó a decir mientras colocaba la espátula en la cera caliente.

—¡No! ¡No! ¿No te das cuenta, Bakugou? ¡Solo mírame! ¿Notas algo diferente?

Katsuki lo miró fijamente, mientras Eijirou recuperaba su pose. —Kirishima, no jodas. Estas igual que ayer. —le dijo. El pelirrojo suspiró indignado, acercándose a su novio mientras señalaba aquel glorioso pelo.

—¡Mira!¡Después de mucho tiempo, por fin me comenzó a crecer vellos en el pecho! —dijo orgulloso sin dejar de señalar aquel pequeño pelo. Katsuki solamente pestañó sin parar, cuando una idea bizarra cruzó su mente. Una pequeña maldad que no le veía pecado realizar.

El rubio agarró la espátula llena de cera, y la colocó sin piedad sobre el pelo sagrado del pelirrojo. Eijirou no se quedó callado.

—¡¿Qué haces?! ¡Quítame esa cosa! ¡Está caliente! ¡Oye, Bakugou! —empezó a decir exaltado y preocupado. El rubio comenzó a contar los segundos, para luego agarrar la tira de cera que se había formado.

—¡Muere! —gritó mientras arrancaba la tira sin piedad, llevándose al inocente pelo de Kirishima consigo. El pelirrojo solamente pudo gritar de dolor mientras tocaba el lugar donde había sido arrancado su único vello del pecho.

—Cálmate… Si ya te creció uno, te volveré a crecer otros más. No tienes por qué hacer un escándalo. —le dijo el rubio, pero el mismo pelirrojo seguía adolorido, e incluso sus ojos comenzaron a ponerse llorosos.

No solo por haber perdido aquel pelito, sino también por el dolor que podía generar la cera.

En fin, Katsuki tenía razón. Varios pelos crecieron después de aquel sacrificio. Sin embargo, Eijirou tuvo que encarar una dura verdad… puede que le parecieran masculino los cuerpos peludos, pero en su quirk, los vellos no podían verse más repulsivos. Tras activar el endurecimiento, los pelos se paraban encima de zonas agrietadas de su piel, dando un aspecto parecido a espinas descontroladas de una rosa. Una apariencia poco heroica, y también poco masculina. Al igual que su novio, Eijirou comenzó a depilarse, pero sin usar cera, sino prefería las cuchillas de afeitar.

—Ya te están creciendo nuevamente… —comentó el rubio abrazando el cuerpo desnudo de su novio. Eijirou se limitó a suspirar.

—¿En serio…? ¿Por qué solo me dura una semana?

—Oye, oye. ¿No que querías estar peludo?

—Si hubiera sabido cómo me vería, no lo hubiera querido… Incluso aunque fuera masculino, tener pelos ahí no me queda bien.

Katsuki rio mientras robaba un beso al pelirrojo. —Eres un idiota. —dijo mientras golpeaba la nariz ajena. —Tú ya eres sexy y masculino sin necesitar esos pelos de mierda.

Tras el comentario, Eijirou no pudo evitar sonrojarse.

—Bakugou… ¿puedes repetirlo? —dijo algo emocionado, pero a la vez avergonzado.

—Jodete, Pelo Pincho. —comentó el rubio acomodándose en la cama, cuando una idea vino a su mente.

—Oye, Kirishima… si te molesta tanto que te crezca rápido, puedo ayudarte a depilarte con cera ¿Qué dices?

Con solamente nombrar aquella forma de depilación, el rostro de Eijirou paso de rojo a azul, mientras sus brazos tapaban su pecho.

—Paso… —repitió incómodo, al recordar como perdió su primer pelito.  

 

Notas finales:

¡Bueno, no tengo mucho más que decir! 

Espero que hayan disfrutado el capitulo. Supongo que seguire escribiendo de estos niños que me llenan de amor <3

¡Gracias por leer el capitulo y poner atención a mis estupideces!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).