Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Atte: ... por Denise Kagamine Takahashi

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Aún recuerdo el dia que nos conocimos.

En ese entonces estábamos en el instituto, mi asiento siempre estaba atrás, era muy aburrido prestar atención de más en clase así que cuando me aburría comenzaba a escribir en la butaca, en verano tuvimos que cambiar de lugares y  tu leiste aquella historia que escribí en ella, al final del día te acercaste mi con una sonrisa y me dijiste que había sido una historia muy buena, que te había interesado y te gustaría saber la continuación.

 

En tus ojos había un brillo de emoción detrás de tus gafas y tu amplia sonrisa hicieron mi corazón palpitar dentro de mi pecho. Decidí continuar con la historia, esta vez sobre papel ya que no cabría en el reducido espacio en la banca.  

olía esperarte a la última hora del dia para llevarte a tu casa aunque tú me reclamaras por eso pero me gustaba pasar el tiempo contigo, hablar de cosas triviales de tu dia a dia se fue convirtiendo en una especie de pasatiempo para mi.

Como era de esperar comencé a sentir algo más que simple amistad por ti, intentaba pasar la mayor cantidad de tiempo contigo, la historia que escribí continuaba por ti, plasmaba todos los sentimientos que crecían dentro de mi. Un día entre clase te entregue una libreta, tú intrigado la abriste y comenzaste a leerla, había terminado de escribir la primera novela, tú me felicitaste tanto que terminé por sentirme nervioso, solo era un intento de libro, más temprano que tarde me enteré que Isaka había tomado el libro de mi escritorio y lo había llevado a una editorial, me moleste mucho con él por tomar mis cosas de esa forma.

 

Poco tiempo después de la publicación del libro en la editorial Marukawa Isaka terminó por confesarme que fuiste tú el que le contó del manuscrito en el cajón de esa habitación vacía, de hecho ya sospechaba de algo asi, solo tu sabias donde estaba guardado, no había manera de molestarme contigo por algo tan tonto.

 

Solía esperarte a la última hora del dia para llevarte a tu casa, con el tiempo logré hacerme tu amigo y me contaste cómo tú ya tenías planificado todo, estudiarias economía en la universidad Mitsuhashi; confié desde el primer momento en que serias aceptado, un chico inteligente, de buenas notas, aplicado y responsable, lo tenías todo. Estuvimos estudiando una temporada cuando podíamos, después de clases nos íbamos a la biblioteca y nos quedamos ahí, había veces que tu madre te llamaba para saber si llegarías a casa a cenar, llegué a hablar con ella unas cuantas veces era una mujer guapa de cabellos castaños, era muy amable y tenía una sonrisa hermosa, me recordabas mucho a ella, en cuanto a tú padre padre solo lo vi dos veces, trabajaba mucho para sus hijos, parecía un hombre serio por sus ojos y cabello oscuro pero era un hombre muy amable y me fue agradable conversar con él, físicamente eres casi idéntico a tu padre. A tú hermano menor lo vi solamente una vez, recuerdo haber pensado que era una niña por su cabello y sus ojos, era casi una copia exacta de tu madre. Ustedes eran una verdadera familia, tenía un poco de envidia por ti.

El dia de la aplicación del examen había llegado, tú estabas nervioso y no te creías capaz de hacerlo bien pero yo si, te habías esforzado mucho para ese examen y te aceptarían en la Universidad M, estábamos en él mismo edificio aplicando para distintas universidades pero terminamos casi al mismo tiempo, yo había terminado media hora antes pero quería esperar para salir juntos, y de ahí nos dirigimos a caminar por el parque cercano.

 

Los días transcurrieron como siempre, pero una mañana me di cuenta de tu ausencia en el instituto, no era normal que llegaras tarde a las clases a menos que fuera por alguna emergencia, me termine preocupando cuando me di cuenta que no irías ese dia, no sabía porque, quizá estarias enfermo, o tú hermano tenía algo y tú cómo buen hermano sobreprotector te habías quedado con él ese día, pero no era nada de eso.

 

Pasaban días y tú seguías sin aparecer por ahí o dar alguna señal de vida, ya habían entregado los resultados del examen de admisión y ambos fuimos aceptados, tú podrías estudiar en la Universidad Mitsuhashi cómo habías querido siempre, pero no contestabas el teléfono ni nada y no creí que fuera la mejor idea ir a tu casa a buscarte, sería paciente y esperaría, dio resultado y él ultimo dia de la semana te apareciste te veías más qué mal, te veías triste, tus ojos tenían ojeras y estaban hinchados además caminabas muy lento ¿qué había pasado?

Te persuadi para no entrar a clase ese día, necesitaba saber qué era lo qué te sucedía, apenas pregunte ny comenzaste a llorar, tus padres habían fallecido. Había sido un accidente automovilístico, estaba lloviendo y… no sabias qué hacer ahora, habían intentado alejar a Misaki de tú lado, te dijeron que sería más fácil para todos que se fuera con algún pariente ya que eran muy jóvenes pero tú negaste todo, incluso negaste la oportunidad de estudiar en la universidad, te meterias a trabajar para poder mantener a tu hermano, me sorprendió mucho, yo no hubiera sido capaz de dejar ir esa oportunidad, pero tú eras diferente, siempre pensando en él antes que en ti mismo.

Después de terminar el instituto comenzaste a trabajar sin descanso alguno, comenzaste por trabajos de medio tiempo qué te dejaban agotado al final de la segunda jornada, solo tenías tiempo de ir con tú hermano, ayudarle con los deberes, alimentarse y dormir, así era tu rutina diaria durante mucho tiempo hasta que por fin encontraste un buen empleo que te permite un mejor sueldo y te dejaba más tiempo para ti.

 

Mientras tú trabajabas yo seguí con mis estudios en la Universidad T, caminando cerca de Mitsuhashi me encontré con mi amigo de la infancia, Kamijou Hiroki quien se sorprendió ver que me había quedado en la universidad y no había escogido ir al extranjero para ello., fue el la primera persona en enterarse de los sentimientos que tenia por ti, no lo había tomado de la mejor forma se había mostrado reacio a aceptarlo, era obvio que no era mera preocupación sino celos. el no sabía ocultar cosas, jamás me confesó directamente lo que sentia por mi pero al final lo aceptó.

Me quede como tu buen amigo que escuchaba tus problemas alguien con quien compartir tus logros, me hablabas maravillas de tu hermano menor cada que tenías la oportunidad, casi le tenía envidia,

 

Sentí como todo se derrumbaba cuando un dia llegaste a mi departamento con una cara de felicidad y un sonrojo muy evidente en tu rostro a contarme que una compañera tuya quería salir contigo y tú aceptaste, tenías un brillo especial en los ojos muy parecidos a los que tenía Hiroki cuando lo buscaba en su departamento, No podía seguir escuchandote hablar con un tono dulce de esa mujer que te había arrebatado de mi lado, aunque ¿Alguna vez lo fuiste?¿Lo habrías sido si no la hubieses conocido? Lo dudo.

 

Una de esas noches llegué a casa de Hiroki con las ropas revueltas, el cabello despeinado y con olor a alcohol y tabaco impregnado en todo el cuerpo, se molestó conmigo al grado de golpearme en el pecho sin mucha fuerza pero me dejo quedarme con él, era la primera vez que me veía en ese estado, esa vez me aproveché de el, de los sentimientos que sabía que tenía todavía.

Yo lo único que quería era quitarte de mi mente aunque fuera sólo un instante y Hiroki lo único que hizo fue ayudarme a su manera, el calor se hizo presente y las ropas estaban sobrando, necesitaba sentir el calor de un cuerpo con el mio. Recorrí todo su cuerpo con mis manos, su piel tostada era suave, tenía buenas piernas, trasero firme y redondo, su cabello era sedoso y con olor a shampoo ademas que me percate que era más delgado de lo que parecía. en el fondo me sentía culpable, Hiroki no merecía eso pero era muy tarde, nuestros cuerpos se movían al compás de nuestros jadeos, por un instante imaginé que eras tú quien me abrazaba con cariño, que eras tú el que me besaba con pasión y te apoyabas en mis piernas para auto penetrate, no tenía sentido, tú jamás harías tal cosa pero no fue posible durar muchos minutos más y termine dentro suyo pronunciando tu nombre. Hiroki se quedo encima mio unos momentos más , soltó un sollozo que yo cruelmente ignore. Después se removió y sentí como se recostaba a un lado de la cama.

La mañana siguiente me desperté con un dolor de cabeza terrible, sentí como si algo taladrara en mi cabeza, vi la castaña cabellera de Hiroki a lado mio aun desnudo, ambos estábamos sudorosos y con fluidos en nuestros cuerpos, no podía dejarlo ahí para que despertara solo aun más extrañado a como imaginaba,  asi que volvi a acostarme a su lado.

Sin saber cuánto había pasado abrí nuevamente los ojos y el estaba sentado en una orilla de la cama, ninguno de los dos mencionó algo de la noche anterior, pensé en disculparme cuando vi cómo caía al suelo por el dolor de su cadera, logro sacarme una pequeña sonrisa y fui a ayudarlo para meterlo a la bañera no sin recibir quejas, gritos, golpes y un sonrojo de su parte.

 

A partir de ahí me distancie de ti con tontas excusas relacionadas al trabajo pero en verdad me pasaba leyendo en mi departamento, o en algún bar perdiendo el tiempo, ahí habían muchos sujetos con buen cuerpo que buscaban algo casual, pero ninguno me llamaba la atención todos eran iguales y ninguno se parecía en nada a ti.

Semanas habían pasado desde la última vez que vi a Hiroki y estaba preocupado por él, era una tarde fresca así que tomé un abrigo con una bufanda y sin quitarme las gafas tomé las llaves del deportivo rojo para dirigirme hacia su departamento. Llegué en poco tiempo, cuando llegué me dirigí a su puerta, tardó varios minutos en abrir la puerta, cuando la abrió al instante supe que no estaba en la mejor situación; estaba un poco más delgado, su cabello marrón estaba más largo y se veía opaco, tenía un par de ojeras como las que tenía cuando escribo los manuscritos debajo de sus ojos, ese no era el Hiroki del que era amigo.

 

Preocupado acaricie sus mechones con delicadeza tratando de reconfortarlo pero eso solo había empeorado las cosas. Desvió la mirada al suelo, entrecerrando los ojos tratando de no mostrarme sus ojos llorosos ¿Yo había hecho eso? Me sentí la peor persona por ello, trate de acercarme un poco más cuando un par de brazos lo rodearon desde su espalda, jalandolo lejos de mi alcance. Sentí como ese par de orbes azules se atravesaban en mi con enojo, le había cubierto los ojos a Hiroki impidiendo vernos, era un chico delgado y un poco más alto que yo, tenía cabello oscuro y cejas fruncidas, se veía más joven que nosotros por lo menos 3 años. Me dirigió unas escasas palabras y cerró la puerta en mi cara.

Hiroki no me había contado nada acerca de suyo, un compañero de trabajo no podía ser, jamás habría llevado a alguien a su departamento cuando estaba tan desordenado y un amigo tampoco ya que Hiroki solo me tenía a mi, recordé la mirada de ese chico, estaba llena de enojo y frustración, como la mía al ver a alguien cercano a ti. Fue ahí cuando me di cuenta de lo que estaba pasando, para mi estaria bien si era eso lo que Hiroki quería.

Sin algo más que hacer me fui.

 

Más adelante volví a encontrarme contigo, te veía tan radiante como siempre esa vez quisiste saber qué había hecho esas semanas así que sugeriste ir a tú casa. Comenzamos a conversar, tú me hablaste de “Misaki” y algo más. Te pusiste nervioso en ese momento, no sabías cómo decirlo, yo tenía un mal presentimiento, tenía curiosidad de saber qué era eso tan importante, hubiera preferido no saberlo. Con un sonrojo en tus mejillas me confesaste que habías comenzado a salir formalmente con esa mujer, algo en mi pecho estaba rompiéndose, no podías estar saliendo con ella, no podías...yo, yo te amo. Logré reprimir mis sentimientos, dolía mucho pero tenía que aguantarlos, no podía hacer esto aquí,no teniéndote enfrente con una sonrisa que no era por mi.

 

Me atreví a acercarme a ti con excusa de molestarte con ella, cuando cole mi rostro por tu cuello percibí el olor de tu colonia, no era la misma de siempre esta era más dulce, tan dulce para mi gusto. Te rodeé con mis brazos mientras sonreías sin alejarme, te acorrale en la pared mientras estaba peligrosamente cerca de tus labios.

El momento duró muy poco, alguien había interrumpido él único momento desde hacía semanas para poderte sentir cerca de mi.

 

Un niño de largos cabellos rebeldes castaños con uniforme del instituto estaba ahí parado viéndonos fijamente.

 

“No se parece en nada a ti”

 

Un pervertido abrazando a su indefenso hermano mayor y un niño con cara de amargado de instituto interrumpiendo la escena. Esa fue la primera impresión que tuvimos del otro.  

 

Nos vimos obligados a sentarnos en el comedor, ahí me contaste acerca del niño que estaba a meses de salir del instituto y me dijiste de una manera muy sutil que era un niño idiota de Nivel-D, y cómo es que debería comenzar a estudiar para el exámen de admisión a la universidad.

 

Por ser buen amigo me termine prestando para ayudar a Misaki a estudiar, tratando de no aprovecharte de mi trataste de declinar la propuesta a lo que solo podía insistir, así termine convirtiéndome en su tutor privado y a cambio de ello Misaki se vio obligado a ayudarme con algunos quehaceres cómo hacer comida decente para mi. Sabía que esa no sería fácil.

 

Aquella vez estaba durmiendo  cuando escuche el timbre sonar pero lo ignore y seguí durmiendo, al fin y al cabo le había dado la clave para entrar cuando llegara. Parecía que Misaki encontró “Dentro del cielo, un mar profundo” un libro publicado recientemente y a un lado un paquete donde había copias de otro de mis libros “Romance en el colegio estudiantil”, un libro  BL donde la pareja principal estaba compuesta por su hermano mayor y por mi. Se llenó de rabia, subió por las escaleras con pasos pesados, abrió la puerta de mi habitación de un portazo y gritando comenzó a pedir explicaciones junto sus sermones de lo que es normal y lo que no.

Me reclamó que te alejara de mi “sucio mundo”. Él declaraba que me estaba aprovechando de ti por ser un despistado.

 

¿Aprovechando? ¿Querer estar a lado de quien amas es aprovecharse de esa persona?

Él no sabía nada, absolutamente nada acerca de lo que sentía por ti, no tenía ningún derecho a ir a reclamar estupideces.

 

“—Encuentra a otro sujeto —”

“—¿Si es hombre cualquiera esta bien para ti, no? —”

 

¿Encontrar a otro? ¿Cualquiera estaba bien?

 

Irritado por su comportamiento lo jalé del brazo y lo tumbé en la cama. ¿Qué demonios sabe el? ¿Qué sabía de la relación que teníamos tú y yo?

Misaki intentaba alejarse de mi aun diciendo tonterias que solo hacían enojarme más

 

El había dicho que cualquier otro hombre estaba bien ¿no es así?

Entrometi una mano por debajo de su sudadera tocando todo su pecho hasta situar mis dedos en uno de sus pezones, con ayuda de sus manos trataba de alejarme son lograr nada, sentí su cuerpo temblar ante él frío toque de mis manos, en un momento logró zafarse de mí e intentar alejarse lo empuje nuevamente a la cama inmovilizando una mano pasándola a su espalda, desabotoné su pantalón y dirigí mi mano a su miembro, se calmo y dejo salir un par de jadeos de sorpresa e incomodidad. Comencé a mover mi mano de arriba a abajo pasando por toda la extensión del falo, desde ahí se veía más pequeño y sumiso tratando de reprimir  cualquier sonido. No tardó mucho tiempo para qué se viniera en mi mano, era todo un niño.

 

Después de ese desliz hicimos como si no hubiera pasado nada, solo me pregunto por qué él aspecto de mi habitación, tal vez le perturbaba el asunto de tener que ir a la casa de un adulto que tiene la habitación igual o con más cantidad de juguetes que él de un niño de 5 años. Le conté acerca de mi “sueño” de estar en una familia normal de clase media, recreandola con cosas que a un niño le gustaría como aviones de juguete, autos, muñecos y osos, muchos osos. Así fué como terminé por coleccionar juguetes.

 

Inclusive le presente a Suzuki-san.

Me preocupe cuando comenzó a hablar acerca de mis padres, mi escasa relación con mi hermano mayor además de incorporar también él deportivo rojo y a Alexander para llenar el vacío de mi soledad, todo era correcto. Y trato de explicar mi orientación sexual con cosas que relacionaban a mio madre de nuevo con un amante y un tutor que terminaba abusando de mi en algún punto, si eso saliera a la luz estaria casi arruinado.

 

No veía manera en que ambos nos llevaramos bien, pero por ti tenía que aguantarlo.

 

Casi me resigne a seguir siendo su tutor cuando me dijo que quería hacer el examen para la Universidad Mitsuhashi, ¿qué clase de sueño lúcido era ese? ¿Es que no veía sus notas? incluso le dije que bajara los estándares, todas las universidades tenían el departamento de economía. pero estaba aferrado a la universidad M por ti, no había olvidado qué por culpa suya te habías visto obligado a dejar pasar tu lugar ahí para comenzar a trabajar, al final de cuentas no era un niño malagradecido, quería hacer lo que tú no pudiste…

 

Definitivamente haría que ingresara. No había manera de fallar teniendome a mi como tutor.

 

Los primeros días le hice realizar de nuevo los últimos exámenes que había realizado, él problema no era que olvidara una fórmula sino que no tenía idea alguna del problema, no tenía idea alguna de lo que decía su libro de inglés, era pésimo, comenzamos desde el principio, él hacía notas y apuntes en sus libretas para no olvidar nada de lo que decía, a veces se quejaba mucho pero era necesario ¿No quería entrar a Mitsuhashi acaso? esto no era nada a comparación.

En algún punto comenzó a llamarme “Usagi-san”, no me molestaba pero era algo raro escucharlo de otra persona que no fueras tú  Al terminar sus clases iba a casa directamente y después de cocinar algo decente y cambiarse volvía a mi departamento, ahí haría las correcciones que hubiera cometido en sus clases ese día, así continuaron pasando los días, cada vez sus notas mejoraron considerablemente tanto en clase como en los exámenes.

 

La primera vez que llevo a casa un exámen con una C+ me sentí feliz, no era mucho pero ya había avanzado, su sonrisa arrogante me consoló un poco, no era un idiota cómo parecía, necesitaba un poco de apoyo y él haría el resto.

Sonreí ante tal pensamiento.

“Takahiro se alegrara, estoy seguro.” podía imaginarme la sonrisa qué pondrías al ver el progreso de Misaki, tú rostro mostrando orgullo por él. Me gustaría que Misaki logra ser aceptado en la universidad y así poder ver la expresión qué tendrías

 

“—Usagi-san, ¿De verdad quieres tanto a mi hermano? —”

 

Fue una pregunta repentina, pero era evidente la respuesta. ¿En serio preguntaba eso? Era algo unilateral, pero la respuesta era sí.

Pero, él ya tiene una novia-”

 

Mi pecho se estrujó un poco pero no aparté mi mirada del libro, eso ya lo sabía, fui la primera persona en enterarse de ello, era una ventaja/desventaja de ser amigo de quien amas. No podría con la ide a de ser odiado por él,

Eras como una joya para mi, aunque me vieras cómo un buen amigo, Misaki aun no podia entenderlo.

 

•  •  •

 

La mañana había comenzado tranquila, había terminado él manuscrito y Aikawa había ido por él él día anterior así qué podía quedarme todo el dia en la cama, pero no podía hacerlo, era un dia especial.

Me levante pasadas las doce del mediodía, había ido a la librería a comprar un par de libros, y hacer algunas otras cosas, al acercarme al escritorio vi los exámenes qué había dejado Misaki antes, no había alguno donde obtuviera algo menor a C+, a este paso el chico tendría oportunidad de acceder, eso haría feliza más de uno.

Con una sonrisa me duche y me vestí con un traje, zapatos negros, me puse esa colonia que habías dicho que te gustaba para mi y sali del departamento.

En el camino a la librería pase por una pastelería, no era fan de los dulces, pero ese dia estaria bien, al final de cuentas él dia lo ameritaba, termine gastando mucho tiempo en escoger alguno bueno que cuando salí era hora de ir a tu casa directamente, podría comprar los libros después.

En el trayecto me encontré con Misaki, estaba extraño recargado en una figura de oso a media calle ¿era normal que hiciera eso? Tenía cara de no saber qué hacía por ahí con una bolca en manos, le expliqué qué era para ti, era tu cumpleaños aunque era imposible que se olvidara de ello. Esboce una sonrisa cuando recibí un examen aprobado con la mejor de sus calificaciones, era excelente, sin pensarlo pase una mano por su cabello, era muy suave a pesar de estar siempre alborotado, vi  rápidamente un sonrojo en su rostro… quizá había sido mi imaginación.

 

Llegamos a tú casa más rápido de lo pensado, no estabas ahí así que Misaki se dirigió a la cocina y comenzó a cortar vegetales, yo me quite el saco y lo deje en la entrada, coloque el pastel en la mesa y me dirigí hacia Misaki, no soy el mejor cocinero pero minimo quería hacer algo para ti ese dia, algo especial pero no logré hacer mucho, al intentarlo termine quemando las cosas así que me conforme con ayudar a poner la mesa. No sabía que Misaki supiera cocinar tan bien, creí que eso lo hacías tú. Finalmente al escuchar las llaves en la cerradura nos colocamos en el comedor para darte una sorpresa, en verdad te sorprendiste al vernos ahí, nos habias citado un poco más tarde, pero había valido la pena llegar un poco antes de tiempo.

Después de felicitarte te entregué tu regalo, estaba en una caja negra con un listón dorado, era un reloj que habíamos visto hacía un tiempo, tu expresión al verlo me hizo comprarlo ese mismo dia, cómo siempre expusiste qué no era necesario, pero al final de cuentas era un regalo así que no podías rechazarlo. Tú sonrisa me bastaba. Me colgué de tu abrazándote, era tú cumpleaños al fin y al cabo.

 

Misaki hizo un gesto de molestia, yo extrañado voltee a verlo de reojo, se dirigió a la entrada para cerrar la puerta, pero al parecer habías olvidado decirnos algo.

Nos dirigimos a la entrada y ahí estaba ella parada con un abrigo entre manos, tenía un maquillaje tenue y un peinado simple pero que se veía bien, te solté y fuiste a su lado, su nombre era Minami, Kajiwara Minami, y ahí mismo lo dijiste.

 

”—Nosotros decidimos casarnos —”

 

Todo se hubiera quedado  en silencio sino hubiese sido yo quien lo rompiera, me acerque a ti con la mejor sonrisa qué podía hacer en ese momento, te felicite y halague a tu prometida mientras sentía una punzada en el pecho, tú querías que fuera la primera persona además de Misaki en saber de ello, no sabía cómo sentirme ante eso.

Fuimos interrumpidos por un fuerte golpe en la pared, los tres volteamos desconcertados en dirección a Misaki quien veía fijamente al suelo, su mano estaba roja por el golpe, no pudo decir una mejor excuso que decir que hacía falta alcohol y sin enterarme me sacó de la casa con el dejándolos a ustedes dos solos.

 

Sentí la brisa nocturna golpear mi cuerpo, adentro era mucho más cálido, recargado en un poste estaba Misaki con lágrimas cayendo de sus ojos.

”—Perdón —”

 

¿Por qué lo hace? ¿Por qué se disculpa? No hay motivos para hacerlo, él dijo que había sido muy cruel. Yo estaba enamorado desde hacía mucho tiempo, casi la mitad de mi vida esperando por algo que sabía que jamás llegaría, pero eso no era culpa de nadie más que mía.

 

“...fué muy insensible”

 

Al contrario, yo creo que fue todo lo contrario, tú me brindaste todo lo que pudiste, tú tiempo, espacio, tú amistad, siempre estaré agradecido por eso, fuiste el primer rayo de luz que pude ver.

Nunca había visto llorar a alguien en la manera cómo él lo hizo, eran lágrimas gruesas que no paraban de caer al suelo, era un  extraño y agradable sentimiento al mismo tiempo, trataba de pararlas limpiandolas con las palmas de las manos sin éxito alguno, él dijo que eran por culpa mía, así que tenía que tomar la responsabilidad. Tomé con delicadeza su muñeca y lo jalé hacia mí, pegando su cuerpo al mío, estaba tibio a pesar de la fría noche, sin previo aviso pegue mis labios a los suyos en un beso tranquilo sin prisas, era algo que necesitábamos ambos o solo yo, sus labios sabían dulces aun sin necesidad de nada, sentí su respiración que poco a poco se iba calmando, con delicadeza acaricie su sonrosada mejilla, me tranquilizó que  no tratara de alejarme en algún punto, al final el beso terminó con su llanto.

 

Me acerque a él y lo abracé cubriendo mi rostro lloroso, esta vez quien necesitaba llorar era yo, aferrándose a mi me dio el permiso de llorar si era necesario, los niños no pueden ordenar a sus mayores, fue lo que le dije. Nunca me pregunte porque me permití llorar enfrente suyo mojando su hombro como un niño, enfrente de un mocoso que había conocido tan solo un par de meses atras, algo extraño había crecido con el pasar de ese tiempo pero no les preste atención hasta ese día, me sentí incapaz de alejarme de sus brazos después de parar de llorar, era una calidez distinta a la tuya. Ignoramos cuándo comenzó a nevar, eso no nos importo, el calor que crecía entre nosotros era superior al frío de esa noche.

 

Después de largos minutos tuvimos que separarnos, te preocuparías si no llegabamos ya, nos preguntarías si no habiamos comprado nada pero solo te dijimos que no había y nos creíste, seguía siendo raro estar sentado a un lado tuyo y al de tu prometida, pero teniendo a Misaki ahí era más fácil, además habías olvidado decirnos una cosa más, cuando dijiste que habías sido ascendido de puesto y transferido a Osaka fue mi oportunidad, te ofrecí dejar a Misaki a mi cuidado en el departamento, que al final de cuentas tenía habitaciones extras a cambio qué Misaki me ayudara con el departamento y así podrías vivir con Minami de forma más cómoda ahora que estaban comprometidos, como siempre, terminé por convencerte.

 

Jamás imaginé que un niño diez años menor que yo, que apenas conocía pudo ver lo que pasaba en mi corazón, que fue capaz de llorar por mi a pesar de no tener nada que ver con él problema. Fue en ese momento en el que supe que era él.

 

No estaré dispuesto a dejar que alguien aleje de nuevo a la persona que quiero, ni siquiera tú.

 

Atte: Usami Akihiko.

 
Notas finales:

Fué algo que se me ocurrió hace ya unas semanas, pero hoy lo terminé, es algo muy corto pero espero que les haya gustado.

Muchas gracias por leer.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).